¡Hola! Vuelvo a ser yo, la voz del silencio. Y si, con un fic de más de un capítulo de Naruto u.u Pero es que no podía más, "Terapia" no me sale de momento, así que me pongo con este que tenía muchas ganas y me hacía mucha ilusión hacerlo. Espero que los pocos que leáis esto os guste.

Summary: Hay un traidor, un asesino dentro de Konoha. Ya ha matado ¿Quién? Ha escapado ¿Cómo? Solo una pista ¿Cuál? "Ese Chuunin"

Esto puede decirse que es una continuación de "Lo que desconocen". Si no la habeis leído, puede que os perdáis un poco.

Advertencias: Tortura, Yaoi, Angst.

N/A: Este fic salió de una idea un poco loca y al principio es la excusa para un desenlace, más adelante ya diré cuál era la idea principal, ahora desmontaría un poco el misterio del ¿Y que pasará? Así que me aguantaré los comentarios : )

Por cierto, está puesto como M por tener, ya en el capítulo 2, tortura y después (mucho más adelante) casi un N/C (pero no llega a serlo)

Dedicado a Rei Kaida, por su review en "Lo que desconocen". De momento esto no es bello, pero lucho por hacer unos que si lo sean, espero que pronto vean la luz y te complazcan, gracias por animarme en un momento que pensaba que todo lo que escribía era bazofia.

El sonido del agua

Introducción

Hacía un día soleado después de una larga temporada de lluvia, empezaba así un invierno que se preveía frío y blanco. De esos que entelarían las ventanas de la escuela rápidamente con los niños alegres, aburridos, pero siempre revoltosos dentro. Al menos eso pensó Iruka cuando entró en el aula y la encontró hecha un caos, con los pre-gennin saltando, armando jaleo por todos sitios, unos estaban poniendo una trampa en la otra puerta, no percatándose de que ya había entrado por la trasera, otros intentaban arrebatar los deberes a un chico que estaba empleando su técnica familiar para que estos volaran lejos de los abusones, un grupo de chicas cuchicheaban entre sí sentadas encima de las mesas… todo eso iluminado por ese sol que hacía tiempo que no salía tan brillante.

Respiró hondo, dándose fuerzas. Y sonrió, entrando del todo y andando todo el pasillo hasta la pizarra.

-Tendrán que poner más empeño si queréis el título de ninja… - sorprendió con esas palabras por detrás a los gamberros que aun hacían malabarismos para poner la trampa el la puerta más cercana a la mesa del profesor. El resto de la clase se había sentado nada más verlo, dejando de hacer lo que hasta el momento hacían, aunque la mayoría estaba riendo de la cara de espanto de los tres que acababa de pillar con las manos en la masa- Muy bien clase, hoy hablaremos de la estrategia… - caminó de un lado para otro, como cercando a los tres niños- ¿Cuales son los tres factores clave para una emboscada o trampa? – Esperó que contestaran, pero nada salió de sus bocas, demasiado ocupados en no mostrar nada que les hiciera más culpables de lo que eran.

Los miró de reojo, pensando si ya habrían pasado suficiente vergüenza.

-¿Nadie? –sin girarse preguntó a una de las alumnas sentadas- Matsuri. Di los tres puntos.

-Hai – respondió una voz a sus espaldas- 1, Localizar al enemigo con sigilo antes de que te localice él, 2, posicionarte rápidamente para que el ataque haga el máximo daño posible al enemigo… y la tercera… -dudó, pensando. Y era normal, en verdad eran dos la que se enseñaban, pero su Sensei le enseñó que había otro punto a tener en cuenta.

-El tercero es… ¡Que no os descubran antes de atacar! – Los tres niños saltaron ante el grito de enfado- Venga, id a sentaros.

Y así empezó la clase de Taijutsu teórico. Aunque ese fue el único incidente dentro de la academia, dejando de lado las meteduras de pata en la clase de Ninjutsu, donde un pre-Gennin se transformó solo a medias en pájaro y por poco se ahoga al tener unos pulmones y corazón tan pequeños para la cabeza y brazo que habían quedado sin transformar.

Sin darse cuenta, ya se encontró en el final del día, pensando qué haría para cenar.

Puede que un poco de sopa de miso con verduras, ya que las tenía frescas y vendría bien algo calentito. Pero tenía aun un poco de pescado en el frigorífico que se tenía que gastar… También había el tofu. Y los huevos que estaban a punto de expirar…

Se pasó las dos manos fuertemente por el pelo, intentando aclararse.

Pero los pensamientos se cortaron de repente cuando una alarma mental sonó en su cabeza: alguien le seguía. No cambió en nada su forma de andar, ni sus expresiones que aun parodiaban la disputa interna de la comida.

-Mmm – miró el reloj pensativamente, parándose un momento. Sí, le estaban siguiendo a él, ya que el perseguidor se paró, demasiado lejos para ser identificado por su Chackra pero lo suficientemente cerca para que no lo perdiera de vista… ¿Jounin? Se preguntó. Pues la mayoría de los Chuunins no sabían como mantener esa distancia constante. Tranquilo, se dijo a si mismo, puede que haya sido solo casualidad, mejor hacer una prueba- Si aun queda tiempo- volvió a fingir el hablar solo- Aun se puede hacer una visita a los baños públicos- colocó la mueca de felicidad sobre su cara, recogiendo un par de cosas de su casa y yendo hacía el mencionado lugar.

La presencia aun lo perseguía.

(10 horas antes, despacho del Hokage)

Muchos jounins habían sido llamados, casi la mayoría que aun estaban en la villa. La Hokage miró a todos con mirada grave.

-Me andaré sin rodeos, creemos que tenemos un espía dentro de las paredes de la villa- miradas atónitas y graves le recibieron- Y… no es un desconocido. Creemos que es alguien que tiene la confianza de todos.

-¿Cómo? – Preguntó Gai con cara seria- ¿Cómo se ha podido infiltrar?

-¿Puede ser Kabuto?- a Kakashi aun no se le iba de la cabeza como el crío se le había escapado tantas veces dentro de la misma Konoha.

La hokage negó.

-Es un Chuunin. – Algunos murmullos se sucedieron- Ayer mataron a Tsumon Hijiri cerca de la muralla. Antes de morir dijo "Ese Chuunin"- los cuchicheos aumentaron. Pero cesaron del todo cuando la mujer volvió a hablar- Quiero que cada uno de vosotros siga a tantos Chuunins como sea posible, los quiero a todos controlados. Informad de cualquier acción sospechosa, aun que sea ínfima.

Todos se desvanecieron, menos Kakashi, Gai y Genma que se quedaron.

-Si lo mataron ayer- empezó a preguntar el rubio- ¿Por qué hasta ahora no se ha dicho nada?

-La mayoría de AMBUs disponibles rastrearon todos los alrededores, nos aseguramos de que no escapó, así que solo queda la villa como escondite.

(14 horas antes de la reunión Jounin-Hokage, muralla este)

Los centinelas miraron relajados el horizonte, lamentándose tener el turno de noche.

-¿Sabes qué?

-Dime algo que no sepa ya, Hijiri- contestó con desgana.

-Ayer dieron un susto a Hokage-sama, Jun-kun me lo contó.

-¿Jun-kun¿Y como puede saber algo él?- puso cara significativa al pronunciar "él".

-Lo oyó murmurar a los AMBU que la protegen. – Hijiri se encogió de hombros- Pues di qué ninja le dio el susto.

-¿Maito Gai? Que con esas cejas y el espandex le da un susto a cualquiera.

-No atontado. Un ninja fantasma- susurró. El otro levantó una ceja.

-¿Pero es que existen de verdad? Tío, pensé que eran habladurías.

-Claro que existen¿si no quién manda las informaciones de las demás villas ocultas?

- ¿El coco?

-Idiota- le lanzó una bola de papel, la cual esquivó y fue a parar bajo la muralla. Pero durante el descenso se desvió totalmente, incluso llegó a ascender un poco antes de volver a caer con normalidad. -¿Qué ha sido eso!

-¡Alguien está trepando la muralla!

-¡Avisa a los otros!- Hijiri se lanzó mientras que su compañero alertó a los demás, que corrieron hasta el lugar.

Pero en esos instantes, un sujeto cubierto con un impermeable negro ya había atravesado con una espada corta a Hijiri, que lo miraba directamente a la cara.

-Eres… -susurró- ese del examen…. –su voz volvió a subir unos decibelios- Chuunin.- cayó muerto. Y el asesino ya se había dado a la fuga.


(N/A: Oyen "Eres ese chuunin" ya que "del examen" es murmurado demasiado bajo)
Capítulo 1

Un escalofrío le recorrió la espalda en cuando se acabó de quitar toda la ropa que llevaba, dejándola en una de las estanterías. Ya empezaba hacer frío.

Iba abrir la puerta que daba a los baños cuando un comentario hecho al aire lo detuvo.

-¿Quién me manda a mi venir aquí? Tsk, que problemático – se giró encarando a uno de los profesores más vagos de la academia, que actualmente luchaba por que el jabón no se le escapara.

-¿Mal día Shikamaru-sensei?- Iruka cogió el jabón a la primera y se lo dio.

-Un rollo de día profesor- Después de lavarse un poco, los dos salieron al exterior, donde había un estanque de agua caliente. Era una típica charla entre profesores si dejabas de lado la continua muletilla que utilizaba el joven.

-Y así esa niña ha estado todo el día intentándolo… - Algo no estaba bien allí. No era la típica charla…

Por allí al medio de la charla Shikamaru había empezado a hablar de estudiantes que tenían tendencia a hacer una cosa u otra, siempre igual. Más tarde había hablado sobre el nivel de problemas que creaban… por no hablar de que el chico estaba sorprendentemente comunicativo hoy.

Había un código entre los profesores, uno que cada año variaba y solo lo podían aprender los que trabajaban día a día con los niños, sabiendo sus tretas, sus debilidades y sus virtudes. Ese código se hablaba con una conversación formal, hablando de sus alumnos, nombrando a uno u otro dependiendo de lo que tuvieras que comunicar secretamente.

Y, si no supiera que hacía relativamente poco que había entrado en la academia, juraría que Shikamaru le estaba hablando en ese código.

-¿Y como consigues domar a Mizumaru?- Muy bien, esa pregunta era directa en ese código. Haría la prueba, Mizumaru era un niño que siempre se mantenía alejado de todos los problemas, aunque siempre estaba lo suficientemente cerca para saber y ver todo.

-Encarándolo directamente. Pero más que Mizumaru puede que Kurama sea el que tienes que vigilar más.- Kurama, el niño que siempre seguía y vigilaba a los que le hacían enfadar, encontrando el momento justo para pegarles… ¿Eso significaba que le estaban siguiendo a él también!

Iruka se metió en el agua caliente, encontrándola muy agradable en comparación con el frío ambiente.

-Por suerte siempre está Aizen allí para pararlos- Aizen, un niño que siempre decía las respuestas correctas, que actuaba muy rápidamente.

Shikamaru puso un pié dentro, curvándose ligeramente. Y allí sucedió. Iruka pudo ver como hacía unos sellos muy rápidamente, aprovechando la fluctuación de su chackra al entrar en otra temperatura para camuflar su técnica. La sombra se fundió con la sombra de la pared, viajando solo él sabe dónde.

Y pensó velozmente.

Tenía que ser una técnica que derrotara o dejara fuera de combate un Jounin. ¡Por todos los dioses! Eso sería como pedir una técnica para derrotar a un Hokage… o dejarle sin sentido un rato…

Espera… una técnica muy sencilla, que podría derrotar a Hokage… ¡Naruto!

Sintió la vergüenza subiéndole cuando recordó la infame técnica del rubio. Pero podría surgir efecto.

-Pero donde va Aizen va Lei…- añadió el delfín. Lei nunca prestaba atención. Porqué no dejaré que nadie más me vea utilizando esa…. Técnica. Pensó.

Shikamaru salió complemente, su sombra ya había hecho en contacto con la presa, y caminó con tranquilidad hacía otro estanque, andando pegado a la valla de bambú que separaba a los hombres de las mujeres.

Pronto estas gritaron, sonaron ruidos de objetos lanzándose y gritos de "¡Pervertido!".

¡Ahora o nunca!

¡Oiroke no jutsu!

Evocó la imagen mental más sensual que pudo recordar en esos instantes. Poniéndose él mismo (¿o ella?) en una postura sugerente.

Deshizo la técnica cuando escuchó el inconfundible sonido de la sangre salpicando el suelo. Heh, otro pervertido… y suerte de que todos lo seamos.

Entró sin pensárselo otra vez en el cambiador, cogiendo su ropa y saliendo otra vez al exterior, donde estaba el estanque de agua caliente.

Shikamaru ya había desaparecido… No, si escapando ya era rápido.

Se posicionó encima del estanque, haciendo un par de sellos.

El agua lo envolvió completamente durante un instante… y al otro estaba muy lejos ya. En otro lago que hay en Konoha, casi en la barrera este. Exactamente en el área de entrenamiento 53.

-Buff… Que día… - se masajeó un poco el cuello mientras andaba hacía la orilla.

-¡No jodas¿También te seguían a ti?- preguntó una voz carrasposa y burlona.

Allí… en la misma orilla a la que se dirigía, estaba otro Chuunin, Ikkaku Nobu. Ninja de técnicas de agua, igual que él mismo. Pero en ese instante había una diferencia muy grande: Iruka tenía sus ropas a salvo y secas, él las estaba colgando de una rama para que se secaran, cerca había encendido un fuego.

-Al menos has aparecido bien...- murmuró por lo bajo- Yo he aparecido bajo el agua… Estúpidos cambios de presión atmosférica.- El delfín sonrió delante de la maldición proferida por el otro, acordándose de porqué siempre miraba a que presión estaban antes de salir de casa. Así esos accidentes no ocurrían (ya que esa técnica se guiaba por las presiones para aparecer, puesto que estaba ideada para las luchas submarinas, y así aparecer en diferentes profundidades).

-¿Te estaban siguiendo a ti?-preguntó Iruka cuando llegó a su lado, vistiéndose deprisa antes de que el frío colara más en él.

-Si –remugó algo más por lo bajo que no se pudo entender- Pero lo he dejado atrás, je, nunca se esperan técnicas acuáticas en un ninja de Konoha. ¿Cuántos somos en total¿Quince en toda la villa?

-Dieciséis, o diecisiete, no sé si Mizuhiro-san puede hacerlas. – En comparación con los habitantes de Konoha, eran un número irrisorio, pero aun eran más que los que utilizaban el rayo, para no mencionar la madera. - ¿Sabes porqué nos siguen?- el otro se encogió de hombros rudamente.

-Ni puñetera idea, supongo que algunos quieren sonsacar los secretos de las técnicas de agua. Puede que sean de la arena o de la roca.

-No lo creo –negó, haciendo bailar de un lado para otro la cola- a Nara-sensei también lo estaban siguiendo y él no es del agua.

-¡Tsk! Así tendremos que informar inmediatamente, podrían ser infiltrados de otras villas- avivó un poco más el fuego, estornudando en el proceso- ¿No sabes ningún jutsu para secar la ropa más rápido?- preguntó mientras se abrazaba a si mismo, temblando de frío.

-Lo siento, para eso es mejor el método ancestral… - se atrevió a bromear, pasando por alto los movimientos en el bosque: AMBUs. Un escuadrón de ellos. ¿Qué hacían allí?

De repente una mancha negra salió de unos arbustos, yendo directamente hacía él, acurrucándose en su falda.

Iruka se sorprendió. Mirando a un gato negro

-¿Aah¿Kuro-chan?... ¿Qué haces aquí?- Se sorprendió mucho de encontrarse el gato que enviaba un fantasma tan asustado y tan nervioso como para tirarse directamente encima de él.

Interiormente se lamentó, de entre todos los días… precisamente ese.

-Umino-san- los AMBUs aparecieron por sorpresa detrás suyo- ¿es suyo ese gato?

-Si- Mintió. Lo acarició, a ver si así se calmaba un poco- ¿Qué ha hecho algo?- lo abrazó contra su pecho.

-Estaba en una zona vetada.- Informaron.

-Gracias, intentaré que no vuelva a ir allí. Perdón por las molestias- hizo una reverencia, esperando a que se fueran. Una vez ya no los sintió se giró a Nobu- Perdona, me tendría que ir ya, Kuro-chan está muy nervioso y seria mejor que me lo lleve a casa.

-Descuida, ve a mimar a la bola de pelos.- Iruka rió.

-Sigues sin llevarte bien con los animales ¿ne?

-Me pueden.

-Bueno, Ja ne- y desapareció.

-00-

En el despacho de la Hokage se respiraba un ambiente extraño. Estaba repleto de Jounins pero muchos de ellos no estaban en plena forma, ya fuera físicamente o bajos de moral.

Algunos hablaban entre sí.

Mientras, Kakashi se pasó una mano por encima la máscara, comprobando que los tapones de la nariz aun estuvieran allí. Cosa difícil, ya que cada vez recordaba la magnifica figura que el profesor le había ofrecido. Si los profesores tenían que ser los más pervertidos, pensó con una sonrisa.

Acto seguido miró curiosamente a Gai, que estaba lleno de cortes y morados. Justo como si le hubiera pasado una estampida por encima.

-¡Mi eterno rival¡No preguntes que ha ocurrido!- hizo una pose dramática en cuando se percató de su mirada- ¡Las flores de Konoha son fuertes como los sauces pero en su belleza hay las espinas que te arrojan y cortan como mil zarzas!

Traducción: le habían dado una paliza unas chicas.

Oh, sonrió aun más.

Shikamaru había sido muy listo ¿por qué tenérselas con un jounin si podía dejar que unas chicas entusiastas y ofendidas lo hicieran por él?

Mientras eso sucedía la Hokage miraba uno por uno a cada shinobi de la habitación, manteniendo en auge un tic en la ceja muy peligroso.

Para resumir lo que pasó a continuación, diremos que, después de las sabias palabras de la hokage, la mitad de los Jounins salieron corriendo a seguir a los Chuunins que se les habían revelado. Y la otra mitad se quedó en el sitio, demasiado impresionados como para moverse... E Ibiki anotó otra forma de tortura en su lista.


ñ.n Y de aquí sacamos tres moralejas:

1-Nunca se escucha lo que dicen los demás

2-Cuidado, hasta un niño puede hacer el Oiroke no jutsu.

3-Los Chuunins no son idiotas y los Jounins se confían.