Holas! Aún no está completo pero es un proyecto de One-Shot que espero que os guste. No he tenido aún mucho tiempo para escribirlo pero este es el comienzo.
Adoro el personaje de Lily y este JamesLily será una de mis primeras historias adoptando el mundo de Harry Potter de J.K. Rowling.
I hope u enjoy!!
Una joven de hermosos ojos verde esmeralda, se daba los últimos retoques al maquillaje que realzaba sus estilizados pómulos y sus labios brillantes y carnosos que dejaban entrever una sonrisa perfecta. Una vez más, después de las mil anteriores, volvió a colocar su envidiable melena pelirroja, preguntándose si aquel peinado le gustaría a su nuevo novio: James. Aquel chico alocado, aunque cada vez más maduro no dejaba de sorprenderla aquel último año. Quería que aquella noche fuese ella la que le sorprendiese de alguna manera. Pero no acababa de convencerle aquel dichoso peinado.
Nunca tenía problemas con su pelo, pero no conseguía que aquella noche fuese lo suficientemente impresionante. Sus ondas y tirabuzones, cuidadosamente trabajados, y aquel broche que con tanto celo le había regalado su querida abuela, no parecían suficiente. Suspiró para sí una vez más. Se levantó y se detuvo frente al espejo. Los pendientes de brillantes, aquel elegante vestido azul y sus sandalias, todo era impresionante, pero se sentía pequeña dentro de aquel… disfraz. Ella era más sencilla. En ocasiones como esta no podía evitar un sentimiento de humildad que la apocaba.
Sin embargo, aquella era su oportunidad. Tenía que deslumbrarle, no quería sentirse poca cosa, tenía que recoger todo el denuedo que le quedase y atreverse salir de aquel maldito cuarto.
Volvió a mirarse el pelo.
-Vamos, Lily, relájate. No es la octava maravilla, pero si sigues así acabará con otra cansado de esperar. – Se dijo a si misma convenciéndose de salir de la habitación.
Su mano tomó el pomo de la puerta y se detuvo. Tuvo que respirar hondo un par de veces, antes de abrir rápidamente y cerrar tras de si, como si le hubiese costado un triunfo.
Se dirigió a la sala común de Gryffindor dónde un impaciente James esperaba a punto de subirse por las paredes. Su pelo estaba peinado como si no fuese suyo. No quedaba ni rastro de aquel cabello rebelde que acentuaba su personalidad, pero aquel nuevo peinado la embaucó haciéndola ver una faceta más seria, misteriosa y muy atractiva del joven. El caminaba de espaldas a ella, sin aún percatarse de su presencia. Sólo podía ver la parte trasera de su traje de chaqueta y pantalones oscuros.
Al bajar el primer escalón los ojos de él se volvieron rápidamente y parecieron estrellarse con la visión de aquella mujer. Totalmente sorprendido se acercó un par de pasos como si aquello fuese un ritual. Un ritual que había ensayado tantas veces su cabeza, en todo aquel tiempo de espera y divagaciones.
Ella reaccionó de la misma manera, abrió los ojos desmesuradamente contemplando a aquel nuevo hombre. Un chico que le miraba con sus ojos claros y hechizantes y sus labios apretados en un gesto de cierta inseguridad. Pero sabía disimular con mejor resultado que ella su sorpresa. Verlo sin gafas resultaba de lo más extraño. El traje oscuro resaltando su forma y, en contraste, con su camisa clara y sus ojos junto con aquella nueva sonrisa que le dirigía, la dejaron paralizada.
-¿Aún me harás esperar algo más? – Preguntó él rompiendo el hechizo que la mantenía absorta. Sus ademanes y la elocuencia de sus palabras la asaltaron obligándola a bajar las escaleras y amarrar su mano sin más demora.
-¿En serio tú eres quién yo espero? – Inquirió esta vez ella que no salía de su asombro.
-Sabes que soy yo. La que pareces una nueva persona eres tú. Estás… impresionante. – No se le ocurría otra palabra, pero fue lo poco que se le ocurrió que le haría algo de justicia, aunque no la suficiente.
-Vamos, no es para tanto. ¿Qué has hecho con tus gafas y tu pelo?
-Ah, esto. Quería sorprenderte, pero con todo lo que me has hecho esperar pronto se convertirá en calabaza. – Ambos sonrieron y agradecieron que no hubiese nadie en la sala ya que estropease aquel mágico momento. Seguramente a los demás les resultaría ridículo… - ¿Bajamos al fin?
-Sí, sino la fiesta acabará sin nosotros.
Descendieron rápidamente por las escaleras cambiantes y cuando estaban a pocos pasos de entrar por la puerta del gran comedor, Sirius salió escopetado. Se paró al instante al verlos.
-Al fin os encuentro. ¡Dios, parecéis actores de Hollywood! – Bromeó. – Ya pensaba que no apareceríais, tengo un par de moscardones que no dejan de insistir en que baile con ellas.
-Eso explica las gotas de sudor y la forma en que has salido del salón. – Rió James.
-Tú siempre tan galante y conquistador. – intervino Lily con ironía.
-Gracias, Lily, viniendo de ti es todo un halago. Tú también estás preciosa.
-¿Debería decir gracias? ¿o ya sería demasiado compromiso entre tú y yo?
-Siempre me ha gustado tu sarcasmo.
Una chica morena con un traje negro, bastante bonita, salió ahora de la sala.
-Disculpadme chicos. – Dijo Sirius esfumándose en dirección a los baños.
La chica tenía una expresión entre enfadada y divertida.
-James, ¿a dónde va Sirius esta vez? – Le preguntó la chica.
-Pues no lo sé exactamente, supongo que a los baños.
-Así que fue Sirius quién te invitó al baile, ¿eh Sally? – Preguntó Lily que conocía a Sally de algunas clases en las que coincidieron en otros años. Sally era de Ravenclaw.
-Pues no. Pero mi pareja es todo un imbécil, Sam se está ya todo borracho con el ponche de la fiesta. Pero tengo algo que tratar con Sirius. Si me disculpáis…
La chica salió rápidamente hacia los baños. James y Lily intercambiaron un fruncimiento de ceños y se dirigieron hacia la fiesta.
