El Poder de los Chismes

Por Sinnatious

N.T: Bueno hola a todos sólo quiero decir que me molesta mucho que casi no haya fics de estos dos aquí así que me decidí a traducir uno del los buenos que hay en inglés, hasta la fecha es el que más me ha gustado, y también el que más sentido tiene. Ah y sobre el uso de la palabra Buchou, no lo pienso cambiar, me gusta cómo suena y Sinnatious la dejó así también. Habiendo dicho eso lean!

Capitulo 1: Una Mentira Blanca

En su defensa, Tezuka podría decir que había sido un día muy estresante. El joven tenista estrella había pasado su mañana entera en entrevistas y conferencias de prensa, por lo cual no había podido dormir bien la noche anterior, aún a pesar de haber tenido que jugar en un exhaustivo torneo final poco antes; la cuerda de una de sus raquetas favoritas se había roto durante su entrenamiento matutino y se le había acabado su mezcla favorita de té. Después en el almuerzo había aparecido esta fan que simplemente decidió no dejarlo solo, a pesar del inmenso deseo que tenía de comer tranquilamente con él como único compañero antes de tener que regresar al hotel para encontrarse con sus amigos.

La admiradora en cuestión, sin embargo, se mantuvo firme en su posición de no dejarlo inclusive cuando ya se hallaban pasando al lobby del hotel. Buscó expandir su mente para encontrar ideas de cómo poder deshacerse de ella lo más educadamente posible aun cuando continuaba ignorando sus peticiones silenciosas.

"Yukina," trató pacientemente. "Ha sido muy agradable tener tu compañía, pero estoy planeando encontrarme con alguien hoy. ¿Estás segura que no preferirías visitar a algún otro de tus amigos en este bello domingo? "

Tal vez y estuviera siendo demasiado amable después de todo.

"Claro que no, Kunimitsu," canturreó. "Kaori viajó fuera de la ciudad este fin de semana y ¡me dejó sin nada que hacer! Además, me hizo prometer que te haría compañía cada vez que estuvieras en Kyoto y ella no. Se siente muy mal al respecto ¿sabes? Y, a mí me encantaría conocer más de tus amigos, ya que nunca hablas de ti."

Lo cual era exactamente lo que hacía esta situación peor de lo que ya era. Usualmente cuando sus fangirls comenzaban a invadir su espacio personal podía, de forma cortante además, excusarse y no tenía que preocuparse demasiado sobre las posibles ramificaciones que sus acciones causarían. Yukina por otro lado, era una amiga de una prima que iba en la preparatoria a la que no había visto mucho hasta que comenzó a andar en el circuito profesional, pero que de repente, después de esto, comenzó a asumir todas sus funciones familiares y le había dado por visitarlo todo el tiempo. Su prima no era ningún problema, pero sucedía que a menudo ella incluía a su amiga como si también fuera parte de la familia; no había ninguna duda en el por qué de la insistencia de Yukina.

Lo que era peor es que ni siquiera parecía lo más remotamente interesada en el tenis. Añadiendo sal a la herida.

"Buchou," llamó una voz familiar proveniente de algún lugar a su derecha.

"Echizen," saludó, esperando que su alivio al ver al otro jugador de tenis no fuera tan obvio. El muchacho bajito de 19 años que usaba gorra blanca se acercó hacia ellos parsimoniosamente dándole una mirada irrisoria a la chica que trataba de colgársele del brazo al muchacho de 21 años, como si fuera algo que estuviera acostumbrada a hacer.

"Ah, ¿Echizen Ryoma, pero qué no eres tu el más grande rival de Kunimitsu?" Preguntó con mediano interés. Tezuka vio al chico alzar sus cejas especulativamente debido al uso de su primer nombre, dirigiéndole al mayor una mirada de soslayo. Tezuka sólo meneó su cabeza imperceptiblemente. Había tratado de evitar el uso de un lenguaje tan familiar, pero la chica era difícil. Con toda certeza, esto estaba afectando seriamente sus nervios, especialmente por el nivel de cansancio que tenía.

"Supongo que podrías decir eso," respondió sin darle importancia y continuó. "Llegas temprano, Buchou. Los otros no llegarán hasta dentro de unos minutos."

Había optado por venir temprano con la esperanza de deshacerse del acompañante que traía, pero aparentemente había terminado siendo una tarea descabellada. "Así que, ¿quien más pudo venir? Vi a Inui en la tribunas ayer pero no alcancé a ver a nadie más."

"No vendrán todos. Además de Inui están…" Comenzó a decir Echizen antes de ser interrumpido con los chillidos emocionados de la chica pegada a su brazo.

"Oh, ¿Quieres decir que Echizen es uno de tus amigos?"

"Si," respondió exasperado. ¿No era obvio acaso? Por lo que suponía ser una fan devota suya, aparentemente sabía muy poco. Las revistas habían hecho de todo un gran lío, más sobre el hecho de que Echizen y él habían estado en el mismo equipo de tenis en el pasado.

"Mmm," dijo meditabunda para después voltear a verlo. "Ne, Kunimitsu. ¿Yo te gusto verdad?"

"¿Qué?" La pregunta lo atrapó desapercibido. ¿De dónde sacó ESO? No había ninguna respuesta honesta que no terminara por ofenderla. "Eh, eres muy buena amiga de mi prima, ciertamente. Y fue muy considerado de tu parte el hacerme compañía hoy en su lugar," dijo esquivo, desviando la dirección de donde él suponía que estaba yéndose el tema.

"Mmm, entonces ¿te gustaría ser mi novio?" Preguntó con una sonrisa arrebatadora. Bueno, había esperado que la pequeña semilla de sospecha que tenía tuviera tiempo de crecer hasta formar raíces antes de que su corazonada terminara por probarse pero; a dónde se fue la sutileza.

Algo dentro de Tezuka estalló. Había sido un día muy largo y a pesar de todos los intentos que hizo para mostrarse amable con ella, resultó esta ser una fan de la que no había podido deshacerse. Así que hizo algo que raramente se lo veía hacer.

Tezuka Kunimitsu entró en pánico.

Era tonto. El simplemente NO sentía pánico. No era algo a lo que estuviera acostumbrado. Y aún así, he lo aquí.

Sin siquiera estar completamente al tanto de lo que hacía, frenéticamente agarró a la persona que más cerca suyo estaba y balbuceó. "Lo siento, pero como puedes ver ya me encuentro en una relación."

Aún antes de que sus palabras dejaran su boca, sabía que habían sido ridículas. Nadie creería la mentira descarada que estuviera a punto de decir.

Eso fue hasta que recordó que quien había tenido más cerca de él en ese momento era Ryoma, y palideció. Originalmente dentro de su cabeza, había tenido la intención de tomar a la chica más cercana, pero cuando había puesto más atención en el brazo que estaba agarrando, resultó pertenecer a Echizen, quien de hecho era la persona que se encontraba más cerca a él de momento. En un lapso de desorientación, por la periferia de sus ojos había confundido la forma pequeña y delgada de Echizen por el de una mujer, aunque no se atrevería a decirlo en voz alta –Echizen aún era bastante especial cuando hablaban de su estatura, cosa que Inui con dietas estrictas había parcialmente logrado arreglar. Y aunque ya no era increíblemente tan pequeño a comparación de ellos como la primera vez que lo habían visto, el joven profesional aún era el más bajo del antiguo equipo de los Regulares de Seigaku.

Estaba condenado de todas formas. Ahora, ya era suicidio, sin mencionar extremadamente grosero el admitir abiertamente haber confundido a Ryoma por una mujer, aun si esto se había debido a la pobre visión periférica que tenía mientras usaba gafas, e igualmente arriesgado era el enfrentarse a la chica en frente de él sin algún tipo de escudo para defenderse de sus avances, así que por qué no seguir la corriente.

"Si, eh… Echi- Ryoma y yo… estamos bastante prendados. Lamento no poder corresponder tus sentimientos."

Tezuka de pronto se sintió extremadamente agradecido por la casi permanente inexpresividad de Echizen y su talento para esconder sus reacciones. La única señal de sorpresa que se pudo notar cuando el antiguo capitán lo había acercado hacía si había sido el abrir sus ojos un poco más de la cuenta y el que sus músculos se tensaran cuando Tezuka había hecho su declaración. Rezó por que el joven tenista no se ofendiera y le siguiera el juego.

"Che. Me debes un partido. Cuando yo quiera." Masculló Ryoma en voz baja después de un largo silencio, forzando una breve y tirante sonrisa en su rostro para el beneficio de la chica enfrente de ellos.

Tezuka pensó que se desmayaría del lo aliviado que estaba. "Bien," susurró como respuesta.

"Y Ponta"

Sólo asintió, estando agradecido de que al menos el muchacho no lo matara, o peor, revelara su mentira.

Había sido algo remoto –algo que no esperaba que funcionara. El joven profesional se sorprendió cuando lo único que hizo ella fue parpadear y mover sus labios de manera que formaran una 'o', para después formar una radiante sonrisa. "¡Kunimitsu! ¿Por qué no me lo dijiste antes? En serio lo siento, no quise hacerte sentir incómodo coqueteándole así," agregó, dirigiéndose a Echizen, quien gracias a Dios permaneció en silencio. "¡Felicidades! Estoy segura de que los dos serán muy felices juntos. Ah, ¡ahora todo tiene sentido!"

¿Qué? Tezuka la miró tontamente mientras continuaba con su pequeño monólogo de especulaciones, disculpas y buenos deseos. ¿En serio había sido tan fácil? ¿Simplemente se iba a dar por vencida así, sólo así, y todo lo que había tomado era una pequeña y extravagante mentira? ¿Sin lágrimas, chillidos o escandalosas declaraciones de amor?

"Sí, bueno, se supone que nos encontremos con unos amigos, así que realmente no podemos quedarnos a hablar," comenzó a decir pero lo interrumpió con una risilla tonta.

"No te preocupes Kunimitsu, ya me iba de todas formas. Cuida bien de Echizen, ¿me oyes? Y no te preocupes no le diré nada a tus padres hasta que estés listo para salir del closet." Con un guiño, una despedida despreocupada y una sonrisa deslumbrante, caminó dando brinquitos hasta la entrada del hotel. Aparentemente, sí iba a ser así de simple.

"¿Eeeeehhh? ¿Es oficial? ¡¿Ochibi y Tezuka están saliendo?" Una voz familiar exclamó desde atrás mientras ella desaparecía de su vista. "¡Ya era hora!"

El corazón de Tezuka se le fue hasta el fondo de su estómago. ¿Hace cuanto habían llegado? Genial, ahora iba a tener que soportar toda clase de bromas molestas por parte de sus ex compañeros de equipo acerca de este pequeño dilema. Apresuradamente quitó su brazo del hombro de Echizen. El chico tenía todavía que decir algo o cambiar al menos apropiadamente su expresión.

"Por supuesto que no Eiji," regañándolo, esperando que al hacer completamente a un lado el asunto le ahorrara algo de ridículo. "Y esa no es la manera adecuada de saludar a alguien a quien no has visto en meses."

Junto con su viejo compañero pelirrojo se encontraba su compañero de dobles Oishi, el aún acumulador de datos Inui, y un Kawamura que lucía algo apenado. Fuji, Momoshiro, y Kaido debieron haber tenido sus propios asuntos para no haber podido venir al torneo, aun si por una vez había quedado relativamente cerca. Bueno, cerca para ellos. Ni Ryoma ni Tezuka pasaban mucho tiempo ya en Japón, pasando la mayoría del año en ir de aquí para allá a las diferentes locaciones de torneos a los que asistían.

"¡Pero si son buenas noticias! Ustedes lo oyeron también ¿No, chicos? ¡Ochibi y Tezuka por fin!" El chico hiperactivo anunció con una amplia sonrisa.

"Muy gracioso. No estamos saliendo. Eso fue sólo para deshacernos de una admiradora," Tezuka explicó, y luego frunció el ceño. "Y ¿qué quisiste decir con 'por fin'?"

"La probabilidad de que esto ocurriera era de 82, pero esto es mucho más pronto que mis estimaciones previas. Buena información," murmuró Inui, abriendo su cuaderno de notas.

"Buchou dice la verdad," Oyéndose por fin la voz de Echizen.

Oishi les dio a los dos sonrisas comprensivas, "No tienen por qué ser tímidos, enserio. Entiendo que les guste su privacidad, pero todos somos amigos aquí."

"Eh, si. Felicidades," diciendo Taka tímidamente, aunque también estaba sonriendo.

Echizen le lanzó una mirada exasperada, sin embargo Tezuka no sabía qué hacer honestamente. Estaba desconcertado. No es como si él fuera regularmente el centro de sus bromas.

"¡Fiu, Fiu!" Llamó Eiji.

"Eiji, veinte vueltas," respondió automáticamente.

"¡¿QUÉ? ¡Pero si ya no estamos en la escuela, Tezuka!"

"Sólo está bromeando, Eiji." Aseguró Oishi.

"¿Tezuka bromeando? ¡No lo creo!"

"Tezuka de hecho sí tiene sentido del humor, sólo que es excepcionalmente seco," interrumpió Inui. "Felicitaciones también por tu victoria ayer, Echizen. Lamento no haber podido dar te las después de la partida."

"Che. Los lentes de contacto de Buchou le estaban dando problemas al final del partido." Esta concesión sería probablemente lo más cercano que estaría el joven tenista de entender sobre humildad.

"El viento les arrojó polvo, pero fui capaz de limpiarlos apropiadamente cuando nos cambiamos de cancha," señaló el mayor. "Ganaste el desempate limpiamente."

Echizen acomodó su gorra de modo que cubriera sus ojos –después de tantos años, aún la usaba- no había duda del por qué el reciente ofrecimiento de patrocinio de la marca Fila. (spurring) Agregó Inui. "Ciertamente hizo el torneo mucho más interesante. Han pasado cinco años desde que un jugador del top 20 vino a este torneo, y esta vez recibió a dos. Aun mejor, terminaron en lados opuestos de la grafica así que acabaron por enfrentarse hasta la final"

"La mayoría toma un breve descanso después de cada una de las finales del Grandslam," señaló Tezuka.

"Pero no ustedes, ¿eh?" Dijo Eiji con una sonrisa perversa.

"¡Eiji!," le reprendió Oishi.

Tezuka pasó por alto la broma, esperando que si ignoraba las atroces especulaciones de sus amigos se olvidarían de aquella tonta actuación con Ryoma y no tratarían de molestarlo de nuevo al respecto. "No podemos permitirnos el ser descuidados. Hablando de eso, ¿cómo están saliendo sus propias preparaciones para el torneo?" Oishi y Eiji entrarían a su primer torneo internacional en Estados Unidos en el transcurso de unas cuantas semanas –efectivamente era su debut al tenis profesional en la categoría de dobles. El equipo entero de Ex Regulares de Seigaku estaba planeando viajar a ver el torneo para celebrar el acontecimiento. Inclusive Kawamura tenía pensado darse un tiempo lejos de su restaurante de sushi para ir, viendo que todos los demás se las habían arreglado para encontrar el tiempo en sus ocupados horarios.

"Oh, está yendo bien, pero podemos discutir eso en cuanto lleguemos a Kawamura Sushi," sugirió Oishi.

Echizen parpadeó. "¿Kawamura Sushi? Pero estamos en Kyoto."

Eiji codeó al chef juguetonamente. "¡Esas son las otras buenas noticias! ¡Taka abrió una franquicia! Está saliéndose de debajo del ala protectora de su padre."

Esa era una sorpresa agradable. "Son maravillosas noticias, Takashi. Felicidades," Ofreció Tezuka, dándole palmaditas en el hombro a su viejo compañero de clase.

Taka, típicamente, lucía apenado. "Ya estaba listo. No creo que aprendiera más si continuara dependiendo de mi padre. Quiero hacerlo por mí mismo."

"Sip, ¡y acaba de abrir también! ¡Así que tendremos la oportunidad de estar entre sus primeros clientes! ¡Hasta trajo una van para transportarnos a todos allí! ¡Así que vayamos, nya!" Declaró Eiji, saltando emocionado con un pie y luego otro. Para los años que habían transcurrido, el acróbata no parecía haber cambiado para nada.

"Ah, me estacioné unas cuadras más para allá, así que tendremos que caminar. ¿Nos vamos?" Sugirió el modesto chef.

"Ahora sería el tiempo apropiado para irnos si queremos evadir el trafico de media tarde," concedió Inui.

Con eso, se dirigieron hacia la calle, con Eiji prácticamente saltando en círculos alrededor de Oishi y Taka mientras caminaban, Inui a la cabeza mostrando el camino inclusive al mismo tiempo que escribía en su cuaderno. Tezuka permitió el rezagarse hasta el final del grupo, donde Ryoma arrastraba los pies.

"Je. Es muy raro el verte abrumado de esa forma, Buchou," Comentó Echizen con una pequeña sonrisa malvada tan pronto como se atrasaron lo suficiente para estar fuera del rango auditivo de los demás.

"Era una amiga de la familia," Repuso Tezuka cansado. "me temo que mis tácticas de siempre para lidiar con admiradoras recelosas no hubieran funcionado sin terminar causando un gran lío de problemas."

"¿Y este no es un gran lío de problemas? Nunca le veremos el fin a esto."

"No estaba consciente de que los otros habían llegado mientras hablábamos," explicó fatigado, hizo una pausa y agregó, "lamento mucho el haberte puesto en ste estado de inconveniencia. Como que entré en pánico. Gracias por haber seguido la corriente."

Ryoma se encogió de hombros. "He tratado de sacarles la misma carta cuando me arrinconan las fangirls. Pero por alguna razón nunca me creyeron." Su sonrisa creció. "Aun así me debes un juego. Y un Ponta."

"Cuando tú quieras."

Tezuka pensó que eso había sido el fin de todo el asuntito, convencido de que sus amigos lo olvidarían ahora que era obvio que no había nada más ocurriendo por debajo y que la situación había ocurrido tal y como la había relatado. Probablemente se reirían más a sus expensas, pero se les iría de la cabeza en cuanto algo más gracioso ocurriera.

No tenía ni la más mínima idea de lo equivocado que estaba.