Bueno, bueno… aquí les traigo mi nuevo FanFic como siempre, es muy simple y fácil de entender.
Desde acá les agradezco los comentarios para mi anterior Fic, "Sed de Azúcar" de verdad ¡muuuuchas gracias a aquellas personas que comentaron, también a las que pasaron a leer!
Acuerdo.-
-Mikoto...- llamo la matriarca de los Hyuga- tus dangos son deliciosos- le alagó a la señora, llevándose uno a la boca.
-me alegra que te gusten, Nadeshiko- (NO SE COMO SE LLAMA LA MADRE DE HINATA T.T SE PIDE COMPRENSION) Le respondió la mayor de los Uchiha- pero debo admitirlo, me encanta como haces el té, un día de estos, debes enseñarme- dijo sirviéndose más té.
-me encantaría, pero será más difícil de lo que pensamos, reunirnos así, Mikoto, ya en sí es arriesgado.- decía con pesar en la voz-
-lo sé, si Fugaku supiera de nuestras reuniones a escondidas, no sé qué sería de mí- dijo con el mismo tono.
-¿Acaso no hay nada que se pueda hacer?- preguntó la de ojos perlados- no quiero que Hinata, por su padre, termine como él, pero no... ¿Qué estoy diciendo? Hinata, no es así, tú la conoces, ella es más dulce que uno de tus dangos- bromeó
-tienes razón, además es idéntica a ti. Itachi y Sasuke... mis más grandes tesoros, ya van por el mismo camino que su padre, pero con suerte, podré hacer cambiar a Sasuke, él es un poco sensible, pero no malo, simplemente es... simple- dijo para comenzar a carcajearse.
- (suspiro) cómo han cambiado las cosas, desde que nos casamos, Mikoto.- dijo con nostalgia- nuestros matrimonios nos separaron, pero así es como fueron las cosas-
-...Nadeshiko... ¿Sabes? Deberíamos... hacer algo por el futuro de nuestra descendencia- dijo colocando un dedo en su mentón- nuestra situación solo me recuerda... a esa historia inglesa que entró a Konoha el mes pasado... Romeo y Julieta-dijo haciendo memoria.
...
El silencio reinó durante unos minutos. Ambas pensando en el bienestar de sus hijos, Nadeshiko dijo al fin:
-Mikoto... ahora que lo mencionas, creo que lo único que traería la paz entre nosotros, sería un matrimonio-dijo mientras Mikoto asentía.
-pero... ¿Cómo hacer un matrimonio... ahora?- preguntó más confusa.
-no ahora-pensó Nadeshiko - pero... Itachi puede pensar en eso desde ahora- dijo con cuidado poniendo atención a la reacción de Mikoto.
-interesante, pero...- dijo analizando la opción- si fuera con Itachi, debe ser con una señorita del souke- dijo sonriendo triunfal- piénsalo, Nadeshiko, así sería un matrimonio de más peso.
-tienes toda la razón, pero. No hay nadie y Hinata... no ella aún no- dijo negando con la cabeza- Hinata es muy pequeña para eso, solamente tiene 8 años
-casi igual que Sasuke, él solo tiene 9- comentó Mikoto. Ambas guardaron silencio mirándose fijamente, ése comentario tan trivial era su salida- ... ¿piensas lo mismo?
-Hinata y Sasuke- dijo al viento Nadeshiko- no lo había pensado, pero me provoca confianza- dijo tomando té- Mikoto, debemos pensar ahora... ¿Cómo conseguiremos que esto pase? ¿Cómo Sasuke se enamorará de Hinata... y cómo ella le corresponderá?
-... podemos pedirle ayuda al Hokage- dijo después de pensarlo bien.- él, al igual que nosotras, quisiera que estuviéramos en paz, quiero decir somos de la misma aldea, no debería haber conflictos dentro-
-podemos pedirle que... cuando ambos tengan 18 años, bueno Sasuke 19, él mismo les entregue una carta romántica a cada uno. La de Hinata debe decir que va de parte de Sasuke.
-igual que la de Sasuke debe decir que la envía Hinata- le respondió Mikoto- que la carta los cite al día siguiente en un lugar apartado.
-y que ahí se encuentren con el Hokage y éste les explique la situación. ¿Debería ser así?- preguntó Nadeshiko
-pero el Hokage debe aparecer, por si las cosas se complican. Si por causas del destino... ellos se quieren no hay porqué interferir- le respondió.
-esta noche has la carta, que de Sasuke recibirá Hinata- le dijo a Mikoto- yo haré la que Sasuke recibirá.
-espero que todo salga bien- dijo con entusiasmo Mikoto- será toda una historia de amor.
-eso espero, Mikoto. Sal mañana temprano hacia la torre del Hokage, yo llegaré poco después. Y lleva la carta contigo- le ordenó dulcemente y la aludida sólo asintió. Ambas recordaron el lugar de encuentro y las cosas importantes.
En la noche ambas escribían la carta. La que Mikoto escribía decía lo siguiente:
Hinata
Sé que no soy una persona que hable de sus sentimientos abiertamente, pero me encantaría poder decirte todo lo que por ti siento, desde hace mucho. Sé que suena increíble, pero de verdad siento amor por ti. Ven mañana por la mañana al claro que se encuentra arriba de la cascada, en las afueras de Konoha, estaré esperando.
Sasuke Uchiha.
Mientras que en la mansión Hyuga, Nadeshiko en el baño escribía amenamente la carta que Sasuke recibiría cuando tuviese 19:
Sasuke
Aunque no lo parece, soy una persona que lo admira mucho por su valentía y determinación, con el paso del tiempo usted se ha convertido en una persona muy importante en la aldea... y en mi corazón. Soy consciente que una carta no es suficiente para decirle todo lo que siento por usted. Le pido encontrarnos mañana por la mañana arriba de la cascada, que está fuera de Konoha, no importa si no corresponde mis sentimientos, me bastará con que los conozca. Lo estaré esperando.
Hinata Hyuga.
Mikoto Uchiha junto con toda su familia fueron asesinados por Itachi Uchiha, quien escapo dejando sólo a su hermano menor con vida.
Nadeshiko Hyuga murió de una enfermedad terminal que se intensificó después del alumbramiento de su segunda Hija, Hanabi.
10 AÑOS DESPUES:
Tsunade, había recibido todos los encargos que Sarutobi-sama no terminó durante su periodo como Hokage. Cuando encontró el gran paquete de parte de dos matriarcas muy importantes en la aldea, no dudó en dar todo de sí, al conocer el objetivo por el cual le encomendaban la misión: La Paz entre los dos Clanes. Tsunade sabía que las cosas habían mejorado con el pasar el tiempo. Pero aun así no dejaba de verse el escondido recelo de los Hyuga para con el recién llegado Sasuke. Conocía a Sasuke, sabía que lo primero que haría sería rechazar a la pobre Hinata, ésta por el contrario trataría, aunque no sintiera nada, sólo por evitar lastimar a Sasuke, había unido a los polos opuestos.
Pensó que la mejor manera era prepararlos para su encuentro, que se conocieran y que después le encontraran lógica a las cartas.
*.*.*
En la mansión Uchiha se levantaba pesadamente el único portador del famoso apellido. Se dirigió a la puerta a atender a quien tocaba, esperaba recibir alguna misión de la ahora nueva Hokage, después de matar a su hermano, conociendo la verdad decidió regresar a Konoha a vengarse, pero lo único que consiguió fue el perdón de la aldea. Ahora ya recibía misiones rango S, encargos privados de asesinato por venganza y cosas así, su vida social no había mejorado desde su regreso, procuraba nunca encontrarse con algún conocido. Para su regreso, pidió que no se anunciara, la gente se acostumbraría a verlo sin recelo, aunque no le importaba si eso no cambiaba. Como él lo había pedido era: más tranquilo y feliz. O eso era lo que pensaba.
Al abrir la puerta después de asegurarse quién era, recibió a un AMBU que le ofrecía dos sobres, tomó ambos y se limitó a decir un seco:
-Hmp- y el AMBU se marchó. Cerró la puerta y se sentó de golpe en el suelo de la sala, siempre tenía esa costumbre. Abrió la primera que era de la torre, para él la más importante ya que suponía era alguna misión, pero para su frustración todo lo que encontró era una absolución de misiones privadas por toda la semana. No habría misiones privadas. Tomó la otra carta, que no era privada, sino otra de la torre, era raro nunca se recibían dos cartas de la torre. La carta pedía, que se presentara en la torre, porque sería enviado a una misión de una semana a la aldea de la arena, debía acompañar a un médico especializado en puntos de chakra, para ayudar a unos lisiados de guerra en Suna.
-así que por eso no puedo aceptar misiones privadas por toda la jodida semana, ¿desde cuándo las misiones de escolta son lo mío?-pensó con rabia mientras se preparaba para ir a la Torre.
*.*.*
En la enorme mansión Hyuga llegaba un AMBU, encomendado a entregar solamente a Hinata Hyuga una carta, sólo a ella. Ningún tercero debía tocar la carta, después de estar forcejeando con el portero de la Mansión. Éste llamo a Hinata, para que aceptara la carta. Cuando el AMBU le entregó la carta, Hinata le dijo:
-Muchas gracias- con una sincera sonrisa-
-Qué diferencia...-pensó el AMBU para después desaparecer en una nube de humo. Hinata entró a su habitación y se sorprendió de que la Torre le enviara una carta, ahora su trabajo era en el hospital, había logrado un alto cargo por la herencia de sus ojos. A veces sentía que tener su lugar era injusto, porque ya era sabido que nadie podría competir contra sus ojos. Nadie podía ser mejor que ella en el tratamiento de puntos de Chakra. Pero Hinata era modesta y no alardeaba de eso.
La misión refería tratar a unos ancianos lisiados en Suna, la misión estaba programada para una semana, pero no negaba que podría llevar más tiempo. Fue al despacho de su padre y le presento la carta, éste sólo sonrió de lado.
-Felicidades, hija. Me alegra que valoren tus capacidades fuera del país del Fuego- le dijo orgulloso.-Deja en alto u apellido.
-así lo haré, padre- le contestó sumisa. Salió del despacho y se preparó para llegar a la Torre. Mientras iba hacia su cuarto, pensó en cómo habían cambiado las cosas entre ella y su padre. Para mejor.
*.*.*
En la entrada de la Torre ya se encontraba Sasuke hablando con Tsunade, bueno ella hablaba él solo asentía. Hinata llegaba recién y saludo a Shizune, ésta le indicó que debía pasar a la oficina.
-Bu-buenos días, Tsunade-sama- saludó educada entrando a la oficina, ambos (Tsunade y Sasuke) volvieron la mirada hacia ella, cuando divisó a Sasuke le saludó también-Buenos días, Uchiha-san- le dijo con una sonrisa, Sasuke se sorprendió de la dulzura con la que ella le saludaba.
-Hmp- le contestó con aparente indiferencia-
-Buenos días, Hinata- saludo Tsunade, quien notó el asombro escondido de Sasuke. Tsunade, a diferencia de como todos pensaban, era muy perceptiva y sensible, sabía que aunque Sasuke dijera que no le importara, sí le importaba. Y ahora que lo pensaba bien, Hinata sería la única que le dedicaría una verdadera calidez. -Las matriarcas hicieron una buena elección. Bueno, Sasuke aquí está el medico que llevarás sano y salvo a Suna.- Sasuke levantó una ceja y asintió. -Hinata, saldrán ésta tarde, espero no tengas ningún compromiso o alguna cita- lo dijo en tono pícaro notando la incomodidad del Uchiha.
-n-no Tsunade-sama- contestó sorprendida por la insinuación de la Hokage.
-Bien, ¿y tú Sasuke?- le preguntó de seguido
-me da igual- contestó.
-Entonces lleguen a la salida principal a recoger los pergaminos del hospital a las 2 de la tarde, ni un minuto más. Sasuke, recoge a Hinata en su casa, y tú Hinata no lo hagas esperar.
-Hai!- dijeron al tiempo. Sasuke con indiferencia y Hinata con obediencia.
Ambos salieron de la Torre juntos, Sasuke serio y Hinata feliz, era la primera misión que tendría en mucho tiempo, le gustaba saber que podía hacer que las personas vivieran mejor.
-¿Por qué te alegra tanto esta misión, Hyuga?- Hinata se sorprendió del tono en que habló Sasuke.
-Bu-bueno... yo... em... me alegro de volver a ver a Gaara-kun otra vez- le respondió con tímida alegría.
-esta chica es una Casanova... cualquiera-pensó con algo de enojo. No le importaba, pero le molestaba. Él debería ser quien tuviera más novias y todo eso, él debía rehacer el clan.- ¿fue tu novio o algo así?- le preguntó de la manera más fría que pudo.
-n-no- le contestó nerviosa. -Gaara-kun está... está comprometido.
-Hmp.-dijo para terminar la conversación. Hinata debía tomar un camino diferente al de Sasuke, elevó la voz para despedirse.
-Lo es-espero en mi... en mi casa, Uchiha-san- toda la gente en la calle volvió la mirada sobre la chica, tragó grueso cuando escuchó a la gente hablar de ellos como pareja. Sasuke volvió la mirada con un poco de asombro, eso no había sonado prudente. Trató de enmendar la situación diciendo- para... para la misión, Uchiha-san- las pocas jóvenes que se encontraban cerca suspiraron aliviadas de saber que el último Uchiha seguía soltero. Hinata suspiró aliviada también a ver que las personas regresaban a sus labores, le sonrió tímidamente a Sasuke y se despidió con un gesto de la mano. Sasuke sólo levanto la mano en señal de respuesta.
-rara...-pensó burlón.
Continuará…?
¡Mil Gracias por entrar y leer! Ustedes díganme si continuar o no. ¡Espero sus comentarios!
Pido disculpas por el pésimo nombre que le puse a la madre de Hinata, pero de verdad he buscado ¡y es una incógnita! A ver si Masashi Kishimoto se apiada de ignorantes como yo y lo publica en algún manga.
