Disclaimer: todos los personajes (excepto algunos pocos) pertenecen a Rowling.

"Este fic participa en el reto anual "Long Story" del foro La Noble y Ancestral Casa de los Black"

Nota: Trate de ser lo mas cannon posible, pero en mi mente Neville y Luna DEBÍAN estar juntos.

Capitulo 1:

El regreso a Hogwarts.

Habían decidido encontrarse con sus tíos en la estación King's Cross, antes de cruzar la barrera hacia en anden 9 ¾.

Lily estaba nerviosa, pero no tanto como lo había estado su hermano Albus dos años antes. Ella sabía que casi todo lo que decía James era mentira, no tenía miedo de eso, ni de estar en Slytherin. el problema era la pelea entre sus hermanos por la casa en la que ella estaría.

Lily se sentía un trofeo. James juraba que era imposible que su dulce e inocente hermanita terminara siendo una serpiente. Pero Albus sabía que, aunque su hermana era muy valiente, su ambición a conseguir siempre todo lo que desea la llevaría a ser su compañera de casa.

Pero más allá de sus nervios, sentía una enorme emoción. Por fin había llegado el día, por fin iría con sus hermanos y sus primos, por fin entraría a Hogwarts. Estaba impaciente por ir, al fin, al mejor colegio de magia de todos.

-¡Ya llegaron!- Albus señalo a los cuatro Wesley acercándose.

Hugo se veía igual de emocionado que Lily, Rose abrazaba un libro bastante grueso que seguramente sería su lectura "ligera" para el viaje.

- Por fin todos los niños estarán en el colegio- dijo Ron mientras se acercaba-, ahora si los adultos podremos descansar. ¿No es así Harry?

- Mi descanso empezó hace dos años. Lily no trae el mismo dolor de cabeza que sus hermanos- Harry sonrió a su amigo.

-Hola tíos-saludo Lily con dulzura.

-¿Estas lista, cariño?- pregunto su tía Hermione.

-Por su puesto, estoy ansiosa por llegar al castillo.

-Va a ser muy difícil acostumbrarse a no tener en casa a nuestra princesita- dijo Ginny.

-Estoy seguro que papa le escribirá al menos tres veces por día- dijo James. Albus, Ginny y Hermione rieron mientras Harry se ponía serio.

-Hare lo mismo que con ustedes dos, le escribiré tanto como ella quiera-dijo.

Cruzaron la barrera de a dos, solo James la cruzo solo.

Aun era tempano, por lo que el andén estaba medio vacío. Solo unas cuantas familias. A Lily se le hizo un nudo en la garganta de la emoción al ver el tren escarlata.

-Que suerte que llegamos temprano-dijo James-, no quiero un compartimiento pequeño.

-Yo no me preocupo por eso -lo contradijo su hermano-, Rose siempre los vuelve más espaciosos.

Hermione miro de forma reprobatoria a su hija mayor, la cual simplemente se encogió de hombros y dijo:

-No es mi culpa que seamos demasiados primos.

Ron y Harry ayudaron a sus hijos a subir los baúles al tren, mientras tanto las otras familias Weasley llegaban al andén. Primero llego Percy, con su esposa Audrey y las mellizas. Molly y Lucy empezaban sexto año, Molly estaba en Ravenclaw y era la más parecida a su padre, mientras que su hermana, la cual estaba en Gryffindor, había heredado un poco de los genes traviesos Wesley. Ambas habían sido elegidas prefectas el año anterior.

Como siempre las mellizas discutían, Molly siempre estaba regañando a todo el mundo por algo. Lucy era más relajada y divertida.

-A veces creo que Mcgonagall se merece un enorme monumento - bromeo Audrey a Hermione y Ginny-, a veces se me hace imposible controlar a estas dos, imaginen lo que será tenerlos a todos juntos, todo el año.

-Es un alivio que no estén todos en la misma casa, eso sería peor - le contesto Ginny.

Bill y su familia llegaron al rato, junto con Teddy Lupin. Teddy, ahijado de Harry e hijo de los difuntos Remus y Tonks, estaba saliendo desde hacía unos años con Victorie, la hija mayor de Bill. Victorie era tan hermosa como su madre, y la mas orgullosa de ser descendiente de veela, rubia, alta, femenina y elegante. Estaba ya en su último año y pertenecía a Gryffindor, lo cual era lo único que tenía en común con su hermana Dominique. Nike, como prefería que la llamaran, estaba en quinto año, era poco femenina, aunque muy seductora, era la chica que mas bromas hacia y la que mejor las hacía, con sus primos James y Fred y con su amigo Frank se hacían llamar los "merodeadores", lo cual no le hizo mucha gracia a Harry. Por último estaba Louis, el único varón. Louis estaba en cuarto año, pertenecía a Ravenclaw era tranquilo y gracioso, aunque muy celoso de sus hermanas, en especial de Nike.

-Tal vez ahora que Vic estará en la escuela volverás a visitar a tu padrino - bromeo Harry a Ted - casi no has ido a casa este verano.

-Lo siento, pero no solo fue por estar con Vic, el colegio de aurores tiene vacaciones demasiado cortas.

-Sí, lo recuerdo.

Nike y James fueron a buscar un compartimiento para que los merodeadores pudieran estar solos y planear su broma de apertura de año. Cuando Frank apareció para acompañarlos Harry supo que sus amigos andaban cerca y comenzó a buscarlos.

Neville Longbottom llevaba quince años como profesor de herbología, mientras que Luna, su esposa, ingresaba este año como ayudante en la enfermería. Frank, el mayor de sus hijos, pertenecía a Gryffindor, y era el único merodeador que no tenía sangre Weasley, parecía el más tranquilo de sus amigos, pero también era muy influenciable y aunque nunca era el que ideaba las bromas, adoraba participar en ellas. Los gemelos, Lorcan y Lysander, estaban en su segundo año. Lorcan era el vivo retrato de su madre y al igual que ella pertenecía a Ravenclaw. Lysander era también inteligente y divertido, pero mantenía un perfil más bajo que sus hermanos, pertenecía a Hufflepuff. La menor de los Longbottom, Alice, era dulce, inocente y muy torpe.

Harry los vio a lo lejos y los saludo con la mano. Neville y Luna, que parecían muy ocupados subiendo sus baúles al vagón de profesores y verificando en una lista no estar olvidándose nada, le devolvieron el saludo con entusiasmo.

George llego, como de costumbre, cinco minutos antes de que el tren partiera. Ayudo a sus hijos a subir el equipaje justo antes de que las puertas se cerraran. Y saludo a su "pequeña" Roxanne por la ventana de su compartimiento. Roxanne cursaba cuarto año y pertenecía a Hufflepuff, era una chica muy coqueta y extrovertida, cada mes ponía el ojo en un chico distinto, pero la mayoría eran espantados por su hermano mayor.

Fred Wesley era, como casi todos sus primos y tíos, extremadamente celoso. Y puesto que nadie quería ser el blanco de las bromas de los merodeadores, muchos temían ser vistos demasiado cerca de Roxanne. O a decir verdad, de cualquier chica apellidada Weasley.

Los cuatro merodeadores se encerraron en su compartimiento y cerraron la cortina de la puerta apenas arranco el tren. Victorie, Louis, Roxanne y Lucy compartieron uno en el último vagón, aunque la ultima salía de a ratos a hacer sus rondas de prefecta. Molly se paso el viaje entero vigilando los pasillos del tren o en el primer vagón con los demás prefectos. Lily y Hugo encontraron a Alice y a los gemelos Longbottom y decidieron quedarse en el compartimiento con ellos. Al rato se les unieron Rose, Albus y su amigo Scorpius Malfoy, por lo que Rose, tal como había dicho Albus, uso su varita para hacer el compartimiento más espacioso.

Lily recordaba la sorpresa de sus padres y sus tíos al enterarse que el hijo de Draco Malfoy era el mejor amigo de Alby y Rose. El tío Ron estaba rojo de la furia, parecía que esta vez iba a gritarle a Rose, cosa que nunca hacia, pero después de un rato se calmo aunque por varios días murmuraba cosas como que el mundo estaba cada vez más raro o que esperaba que la manzana hubiera caído lejos del árbol.

Era la primera vez que ella conversaba con el muchacho y le cayó muy bien. Era educado y de buenos modales, algo mimado pero no tan egocéntrico. Por lo que había escuchado de Draco Malfoy, parecía que su hijo solo había heredado los rasgos físicos.

Rose, Albus, Scorpius y los gemelos contestaron todas las preguntas de los novatos. Tenían mucha curiosidad por saber por las clases, los profesores, los terrenos del colegio, los pasadizos secretos, las casas, los fantasmas, los equipos de Quidditch y muchísimas cosas más. Rose, como legitima hija de Hermione Granger, les recordó unas cuantas reglas que creía que estarían tentados a romper, y les explico las consecuencias de seguir los pasos de James, Frank, Fred y Nike, pero ninguno le prestó especial atención. La escucharon fingiendo interés solo porque la conocían lo suficiente como para hacerla enojar.

Cuando ya empezaba a oscurecer, una voz retumbo en el tren haciendo que Alice se sobresaltara.

-Llegaremos a Hogwarts dentro de cinco minutos. Por favor, dejen su equipaje en el tren, se lo llevaran por separado al colegio.

Cuando el tren aminoro la marcha salieron al pasillo del tren, Rose última, ya que debía deshacer su hechizo. Por fin el tren se detuvo y los alumnos salieron al frio aire nocturno. Estaba lloviendo, no mucho solo unas pocas gotas, pero lo suficiente para que los genes protectores Potter se activaran.

-Te dije que dejaras tu capa fuera del baúl por si comenzaba a llover – regaño Albus a su hermanita –. Toma la mía, la necesitaras en los botes – le entrego la capa y su hermana le sonrió.

-¡Los de primer año por aquí! – se escucho de repente.

Muchos novatos se asustaron al ver a Hagrid, era gigantesco y con tanto pelo y barba como para tejerle suéteres a todo el colegio, pero Lily ya lo conocía. El semigigante era gran amigo de su familia. De hecho, había sido quien le revelo a su padre que era un mago.

Lily corrió a su encuentro mientras se cubría con la capa de su hermano. Una vez que todos los de primero se reunieron junto a Hagrid emprendieron la marcha por un sendero estrecho y oscuro. Todos los alumnos estaban en silencio, se notaba el nerviosismo en el aire.

-Al doblar esta curva podrán ver el colegio – aviso Hagrid.

Se escucharon murmullos de asombro y de emoción cuando el sendero se abrió a la orilla del lago. Al otro lado, en lo alto de una montaña, el castillo se veía impactante, con todas sus torres iluminadas, dejando a los alumnos totalmente deslumbrados.

-¡Cuatro por bote como máximo!- indico Hagrid señalando los botes a la orilla del lago.

Lily sonrió a Hagrid cuando paso a su lado, este le devolvió la sonrisa y le acaricio el hombro con cuidado.

-Espero que la pases tan bien como tus padres, pero sin tantos problemas.

-Lo intentare. Aunque no puedo prometer nada, es algo que se lleva en la sangre no lo podemos controlar.

Hugo y Alice ya estaban en uno de los botes, Lily se les unió y luego una chica alta, rubia, de ojos celestes y un poco robusta.

-¿Ya están todos en los botes? – Pregunto Hagrid desde su propio bote, cuando se aseguro de que la respuesta fuera si dijo – De acuerdo ¡ADELANTE!

La flota comenzó a avanzar. El lago se veía increíble a la luz del castillo y con la suave llovizna. Cada tanto se escuchaba un murmullo de emoción o un suspiro de incredulidad, pero en general, el viaje fue silencioso.

-¡Bajen las cabezas!

Los primeros botes estaban llegando a los riscos. Todos los alumnos obedecieron la orden del gigante y atravesaron una cortina de hiedra que ocultaba una abertura en el peñasco. Siguieron por un túnel oscuro hasta que llegaron a un muelle subterráneo, salieron de los botes y Hagrid los guio a través de un pasadizo en la roca hasta que al fin llegaron junto al castillo. Subieron por los imponentes escalones de la entrada y su guía llamo tres veces a la gran puerta de roble.

La puerta se abrió. Neville Longbottom apareció tras ella, cuando vio a Hagrid y a los niños de primero abrió aun más las puertas para dejarlos entrar.

Por fin estaban dentro de Hogwarts.

El vestíbulo del castillo era enorme, la escalera de mármol era impactante, y las paredes estaban llenas de antorchas, iluminando todo como si hubiera un sol dentro del castillo. Los relojes que marcaban las puntuaciones de las casas tenían las partes inferiores vacías.

Hagrid no entro al castillo explicándole a Neville que no previo la lluvia y que había dejado a Fang fuera de la cabaña, que iría a entrarlo antes de que el agua cayera más fuerte, al enorme perro no le gustaba estar bajo la lluvia.

Siguieron al profesor Longbottom hacia una habitación vacía.

-Sean bienvenidos al Colegio Hogwarts. Antes de que se celebre el banquete de inicio de año ustedes deberán ser seleccionados para sus casas. La selección es una de las tradiciones más importantes, ya que la casa a la que pertenezcan será como su familia aquí. Compartirán clases, dormitorios y sala común con el resto de los integrantes de su casa.

Las cuatro casas son Gryffindor, Slytherin, Hufflepuff y Ravenclaw. Cada una con su gran historia, grandes brujas y magos han salido de estas casas. Ustedes podrán hacer que sus casas sumen puntos con sus logros, pero también se descontaran puntos con cada infracción, al finalizar el año la casa con más puntos se llevara la copa de las casas. Espero que todos sean un orgullo para sus casas y sus integrantes. Volveré en un momento, cuando este todo listo, para llevarlos al Gran Comedor que es donde se realiza la ceremonia de selección.

Todos se quedaron muy nerviosos, en especial la niña rubia del bote. Lily se acerco a ella, no supo porque, fue un simple impulso.

-¿Te preocupa la casa en la que estarás? – le pregunto.

La niña la miro sorprendida antes de responder.

-No. No es eso. Me preocupa cómo será la ceremonia.

-No es nada malo. Te sientas, el profesor coloca el sombrero en tu cabeza, y él decide en que casa te ira mejor.

- ¿Enserio? ¿Solo eso?-sonaba realmente aliviada.

-Si- Lily le sonrió para tranquilizarla-. Me llamo Lily, Lily Potter.

- Soy Melissa Dursley. Tu nombre me suena familiar, no sé porque será.

-Es normal. Todos los magos de Gran Bretaña conocen el nombre de mi padre. Y la mayoría de los extranjeros también.

-Soy la primera bruja de mi familia. ¿Quién es tu padre?

Hija de muggles. Lily prefería esa clase de personas, que no supieran de su familia. A veces, su historia familiar la ponía nerviosa, sentía la presión de ser tan buena como sus padres. También tenía pánico de que sus logros quedaran opacados por su apellido.

-Mis padres, mis tíos y mis abuelos estuvieron en la Gran Batalla hace 21 años. Ya lo veremos en Historia de la Magia seguramente.

En ese momento el profesor Longbottom entro en la habitación.

-La Ceremonia de Selección está por comenzar. Formen dos filas y síganme.

Neville los guio de nuevo hacia el vestíbulo, abrió unas puertas dobles y los llevo dentro del Gran Comedor, donde los estudiantes estaban sentados en las cuatro largas mesas correspondientes a las cuatro casas. Pasaron entre las mesas hasta llegar frente a la mesa de profesores, los hizo formarse de espalda a esta y de frente a las cuatro mesas llenas de estudiantes de las distintas casas.

Lily y Hugo no tuvieron que esforzarse en encontrar a sus familiares, en especial a los pelirrojos, nueve Wesley y dos Potter los miraban desde las mesas. Lily sonrió primero al mayor de sus hermanos en la mesa de Gryffindor y luego a Albus en la de Slytherin.

Neville coloco el taburete de madera frente a los estudiantes de primero, y luego, encima de este, al Sombrero Seleccionador. Melissa Dursley pareció ser la más sorprendida cuando una hendidura en el sombrero comenzó a cantar.

Puedo ver tus habilidades y deseos

Nada en tu cabeza se librara de mí

No tengas miedo no te hare daño

Te ubicaré en la casa ideal para ti

Si valiente eres de corazón

Los leones de Gryffindor son lo mejor

Si estás aquí para pensar y estudiar

Con las agilas de Ravenclaw debes estar

Tal vez eres un compañero muy leal

Con los tejones de Hufflepuff es tu lugar

Si todo lo haces por conseguir lo que quieres

Una serpiente de Slytherin es lo que eres

Ven y muéstrame tu mente

No te arrepentirás de mi elección

El comedor se lleno de aplausos cuando el sombrero termino con su canción. Se inclino hacia las cuatro casas en una extraña reverencia.

-Los iré llamando y se colocaran el sombrero para que los seleccione- dijo Neville mientras desenrollaba un gran rollo de pergamino.

Lily dejo de prestarle atención, faltaba mucho para que la llamaran. Se puso a admirar el hermoso techo encantado, que mostraba el cielo tal cual estaba afuera. Esta noche las gotas de lluvia caían y desaparecían en medio del aire. Era fascinante.

-¡Dursley, Melissa! – llamo el profesor.

Lily miro a la chica, le sonrió para darle ánimos. Melissa avanzo hasta el taburete, se sentó, el profesor coloco el sombrero en su cabeza, luego de unos segundos grito.

-¡SLYTHERIN!

Los aplausos llenaron el comedor, en especial en la mesa de las serpientes. Melissa camino hacia la mesa de su casa, los prefectos la saludaron y ella tomo asiento frente a Albus y Scorpius.

-¿En qué casa te gustaría estar? – pregunto Lily a Alice.

-No tengo ninguna favorita, este en la que este no ganare muchos puntos.

-No digas eso. Eres torpe, es verdad, pero también eres muy inteligente, y no te creo capaz de romper demasiadas reglas.

-¿Tu crees?

-Por supuesto. Además si las clases fueran muy difíciles la mitad de mis primos no hubieran llegado a donde están.

-¡Longbottom, Alice!- el llamado las interrumpió.

-Suerte- susurro Lily.

-Gracias- la rubia se acerco al taburete y su padre le coloco el sombrero en la cabeza.

-¡HUFFLEPOFF! – grito a los pocos segundos.

Alice saludo a su padre con un fuerte abrazo y fue a sentarse a su mesa, junto a su hermano. Se la veía feliz, más relajada.

Lily se distrajo con la llegada de Hagrid. El gigante entro por una puerta detrás de la mesa de los profesores, todo empapado y con sus botas cubiertas de lodo. Varios alumnos miraron hacia las ventanas o hacia el techo, la llovizna se había convertido en una fuerte lluvia.

-¡Potter, Lilianne! – llamo el profesor.

Lily se sentó en el taburete, Neville le coloco el sombrero.

-Otro Potter-Weasley – escucho dentro de su cabeza -, que interesante. Eres algo parecida a tu padre. Valiente, inteligente, talentosa y con algo más… creo que a ti te pondré en ¡SLYTHERIN! – la última palabra dicha a todo el comedor.

Lily no se esperaba esta reacción. Todos en el Gran Comedor se quedaron en silencio, sus familiares y conocidos la miraban incrédulos, incluso Albus. Alguien en la mesa de Slytherin empezó a aplaudir, Melissa. Albus y Scorpius se unieron a ella, luego sus primos y el resto de la mesa de Slytherin, y de pronto el único que no aplaudía era James.

-Suerte- le deseo Neville antes de que ella fuera a su mesa.

Se sentó entre Melissa y Albus. Su hermano la abrazo con entusiasmo.

-¿Qué tiene de malo que estés en esta casa? – le pregunto Melissa.

-No tiene nada de malo, solo les sorprende… es algo largo de explicar, tiene que ver con mi familia y con la Gran Batalla.

-Luego tienes que contarme sobre esa famosa batalla, parece ser una historia interesante.

-De acuerdo.

-Creo que acabas de molestar a alguien – dijo Albus señalando la mesa de Gryffindor.

James parecía realmente molesto. Más aun, parecía furioso. Su mandíbula estaba rígida y sus manos hechas puños, no quitaba la vista de la mesa.

-Ya se le pasara – dijo Lily -, solo se tiene que acostumbrar a la idea.

Cuando la lista casi llegaba al final y solo quedaban dos nombres, Neville llamo a Hugo. Se acerco al taburete, el profesor le coloco el sombrero en la cabeza y casi al instante este grito.

-¡GRYFFINDOR!

Luego de devolver el sombrero se fue muy sonriente a la mesa donde estaban la mayoría de sus primos.

-¡Zabini, Elizabeth!

Una niña delgada, alta para su edad, de tez y pelo negro se sentó en el taburete.

-¡SLYTHERIN!

Todos aplaudieron mientras la niña fue a sentarse a su mesa.

La directora McGonagall se puso de pie y todos quedaron en silencio. Minerva McGonagall era una mujer ya bastante entrada en años, su piel llena de arrugas, su cabello ya blanco. Su mirada decía que era una persona que había visto demasiadas cosas en su vida, era la persona más sabia que Lily conocía. Severa, exigente y una gran persona.

-¡Bienvenidos! – Dijo con ayuda del encantamiento sonorus para que todos puedan escucharla- ¡Bienvenidos a un nuevo año en Hogwarts! Espero que este año lo utilicen para adquirir la mayor cantidad de conocimientos posibles y no para intentar destruir el castillo – miro hacia la mesa de Gryffindor, donde los merodeadores sonrieron -. Indiferentemente de que casa gane, espero que todas consigan buenos puntajes este año. Sin retrasar más las cosas, ¡que comience el banquete!

El comedor estallo en aplausos. Mcgonagall tomo asiento y las bandejas se llenaron de comida. Una enorme variedad de deliciosos platillos llenaban las cuatro mesas. Lily supo que sus hermanos no habían exagerado al describir los banquetes en Hogwarts.

-¿Por qué la directora mira tan severa la mesa de Gryffindor? – pregunto Melissa.

- ¿Ves el chico de pelo negro? El que se enojo cuando me seleccionaron aquí.- Melissa asintió – Ese es mi hermano mayor, James. El chico alto a su derecha es Frank, el hijo mayor del profesor Longbottom. A la izquierda de James esta mi prima Dominique. Y junto a Frank mi primo Fred. Estuvieron a punto de romper el record de bromas y castigos el año anterior. James no pudo salir ni tocar su escoba en todo el verano. McGonagall debe estar esperando su primera broma.

Solo unos minutos después la broma se llevo a cabo. El cabello de todos los de Hufflepuff, Ravenclaw y Slytherin se comenzó a teñir de los colores de Gryffindor. Todos estaban pelirrojos con las puntas del cabello de un dorado muy brillante. Los murmullos de quejas se alzaron en todo el comedor, especialmente en la mesa de Slytherin.

Mcgonagall se levanto de su asiento y se dirigió a la mesa de Gryffindor mientras Neville se levantaba y decía.

-Quédense todos en su lugar, tranquilos. El antídoto será puesto en su jugo de calabaza. Continúen con el banquete.

Una muy anciana señora Pomfrey salió del comedor acompañada de Luna Longbottom. Mientras la directora se llevaba a los cuatro merodeadores a su oficina.

-Creo que la directora no se equivocaba al esperar una broma – dijo Melissa.

-Los conoce desde que nacieron, conoce sus caras cuando tienen una broma en mente – le dijo Albus.

-Déjame adivinar, también es por tu padre que conocen a la directora.

-Fue profesora de mis padres y mis tíos. Además ella también lucho en…

-La Gran Batalla – interrumpió Melissa a Albus.

Lily y Scorpius rieron.

El banquete siguió sin ningún incidente. La profesora McGonagall volvió a la media hora, pero los merodeadores no volvieron a aparecer en toda la noche. Poco a poco el pelo de todos volvió a la normalidad.

Cuando el postre termino los platos desaparecieron. La profesora McGonagall se puso de pie y volvió a utilizar el hechizo sonorus para dirigirse a todos en el Gran Comedor.

-Espero que a pesar del pequeño incidente todos hayan disfrutado del banquete. Quiero anunciarles que la semana próxima serán las pruebas para los equipos de Quidditch, los que quieran anotarse acérquense con el profesor jefe de su casa. Y también quiero felicitar a los alumnos de Gryffindor por un nuevo record, por primera vez en la historia de Hogwarts una casa llega a los menos ciento cincuenta puntos antes de comenzar las clases –el comedor se lleno de las protestas de los alumnos de Gryffindor -. Ya saben a qué compañeros deben agradecer. Sin más que decir, prefectos acompañen a los alumnos a sus habitaciones. Buenas noches.

La prefecta Slytherin, una chica alta de pelo castaño y ojos color miel, reunió a los alumnos de primero para llevarlos a la sala común. Salieron al vestíbulo, bajaron por una escalera que llevaba hasta las mazmorras, siguieron por un lúgubre pasillo y se detuvieron frente a una pared de piedra.

-La contraseña es Serpiente de Plata- dijo la prefecta.

Una puerta escondida se abrió en la pared de piedra. La Sala Común era alargada, con techo y paredes de piedra, lámparas verdes colgaban del techo mediante cadenas. El fuego crepitaba en la chimenea de piedra labrada y un montón de sillas y sillones se agrupaban alrededor de mesas de roble.

-Aquel pasillo lleva a los dormitorios de los varones- indico la prefecta señalando un pasillo a la izquierda-, y aquel otro lleva a los dormitorios de las chicas- señalo otro pasillo a la derecha-. Les recomiendo irse a dormir ahora, el primer día de clases siempre es el que más pesado se vuelve.

Albus freno a Lily antes de que ella fuera a su dormitorio.

-¿Tu y Melissa se sentaran con Scorpius y conmigo mañana en el desayuno?

-Claro. Guárdennos un lugar.

-De acuerdo. ¿Vas a escribir a mama y papa esta noche?

-No, lo hare mañana, estoy muy cansada. ¿Por qué preguntas?

-Porque pensaba escribirles y contarles que estamos en la misma casa, pero tal vez tú quieras darles esa noticia.

-Diles tú si quieres.

-Genial. Buenas noches hermanita- se fue por el pasillo que daba a su cuarto con una gran sonrisa.

Lily llego última al cuarto. Era una habitación grande con cuatro camas de cuatro postes y cortinas de terciopelo vede con bordados en plateado. Cuatro armarios se alineaban en la pared más lejana a la puerta y cuatro escritorios de madera oscura al lado de las camas. Melissa ya se había puesto su pijama, a rayas rosa y negro. Elizabeth Zabini estaba acomodando sus maquillajes en su escritorio. La otra compañera de cuarto, una chica de pelo negro a la altura de la barbilla, estaba buscando algo en su baúl.

Lily busco su pijama en el baúl, corrió las cortinas de su cama para cambiarse, estaba acostumbrada a la privacidad, y luego se acostó en su cama. Se deponía a dormir pero escuchó a una de sus compañeras.

-Es sorprendente que la princesita Potter sea una Slytherin-era Elizabeth.

Lily abrió la cortina de su cama y la miro con ojos fríos.

-Estar en Slytherin no me hace menos Potter-le dijo.

-¿Enserio? No te pareces mucho a él.

-Físicamente soy más parecida a mi madre y a mis abuelas, no hay nada de malo en eso.

-Si tu hermano Albus no fuera tan parecido a tu padre se podría sospechar que tu madre es un poco traviesa. Es decir, nunca había habido ningún Potter ni ningún Weasley en esta casa-había malicia y un poco de resentimiento en sus ojos.

Lily tomo la varita, y bajo de su cama apuntando a Elizabeth.

-No me provoques Zabini, o veras lo que es ser Potter. No te tengo miedo. En que casa estemos con mi hermano no es asunto tuyo.

-Yo tampoco te tengo miedo pottercita. Ni miedo, ni respeto, ni admiración. A mí no me conmueve eso de ser la hija del salvador, para mí, tú no vales nada. Y no te conviene amenazar con un arma que aun no sabes utilizar.

-Wingardium leviosa- las almohadas de todas se elevaron por unos segundos.

Elizabeth quedo boquiabierta por un instante, luego miro a Lily con desdén y fue a acostarse.