Ahí estaba yo en una lujosa habitación de un hotel en Los Ángeles, con mi compañera Kate, de la que me había enamorado desde el primer día que la vi. No podía dejarla sola, después de haber perdido a su mejor amigo, a pesar de saber que allí no tenía jurisdicción ni nada, no iba a dejarla sola. Dios sabe que fuera a donde fuera yo iré con ella, bueno siempre y cuando ella me deje acompañarla. Sé que a veces puedo ser pesado y hasta puede que le incomode mi presencia, pero sé que en el fondo yo también le gusto a ella, y le gusta mi compañía, pero será difícil que me lo reconozca todo sabemos cómo es de orgullosa nuestra Kate Beckett.

Ahora estábamos sentados en aquel sofá de la suite, donde nos alojábamos mientras estuviéramos trabajando en la "investigación" de la muerte de Roy. La tenia justo delante mía, aquellos ojos avellana eran los más bonitos que había visto en mi vida, tenía un brillo especial, que hacía que cada mañana fuera hermosa. Pero hoy aquellos ojos estaban marcados por el dolor, solo había tristeza. Me gustaría poder abrazarla, sentir su calor en mi cuerpo, decirle que todo estará bien, que yo estoy ahí para cuidarla y protegerla, pero solo puedo estar a su lado y escucharla.

¿Sabes lo que pensé cuando te conocí?

Emm?

Que eras un misterio que nunca iba a resolver. Incluso ahora después de pasar tanto tiempo contigo, aun me asombra la profundidad de tu fortaleza y de tu corazón. Y lo buena que estas

Tu tampoco estas nada mal , castle

Si tuviera más coraje, más valor ahora mismo le diría todo lo que siento, le declararía mi amor por ella, pero ese escudo nos impide a ambos sentir esta pasión. A ella le cuesta confiar en el amor, y yo a pesar de estar conteniéndome por besarla ahora mismo no puedo ,entrar así como así en su corazón, necesito que ella confié en mí, y vea que soy lo que busca, un compañero con el que pueda ir de la mano a cualquier lugar y que siempre estaré con ella.

Debería irme, es tarde...

Kate...

Buenas noches.

Y así sin más después de estar mirándonos y queriendo que sucediera, no sucede nada ella se levanta y huye hacia la habitación, dejándome solo e imaginando lo que de verdad me encantaría que pasara. Aun así me quedos unos minutos sentado en el sofá esperando a que ella habrá la puerta y me diga algo, pero eso no sucede.

Me levanto me dirijo a mi habitación y casi al instante de cerrar mi puerta, ella abre la suya, me mira con miedo, pero a la vez con pasión y yo solo puedo quedarme ahí parado, con el corazón latiendo a mil por horas. Los dos nos quedamos en la puerta, sin avanzar un paso, sin decir nada.

-Castle...

-Kate