Parecía un día normal en el apartamento de Kobayashi San, se alistaba para salir a trabajar, casi acababa de ponerse la corbata cuando una voz la llamó.

-Kobayashi San! El desayuno está listo!.

-Ya voy, Thoru.

Tanta tranquilidad ya era parte del día a día de las integrantes del apartamento, sin embargo una de ellas ocultaba algo que no la hacia sentir bien. Antes de conocer a Kobayashi, incluso antes de conocer al resto de dragones con los que convivía, Thoru, por enseñanza de su padre había comido humanos, y aunque ya no lo hacía desde hace tiempo, el sabor de la carne volvía a ella cada que entraba a bañarse después de la humana con quién vivía.

Su instinto animal le decía que la devorará sin perder más tiempo, pero su raciocinio la frenaba.

-Que les vaya bien en el trabajo y escuela! Kanna, ten cuidado con los autos.

-Bien Thoru, nos veremos en la noche.

-Bye, Thoru Sama.

Sus actividades como maid eran variadas, después de despedir a Kobayashi y kanna. Limpió la casa, ordenó el pequeño desorden del desayuno y decidió lavar ropa, era poca y la mayoría de Kobayashi, cuando la sacó del cesto de ropa, un olor embriagante para la dragona emanó y poco a poco la fue acercando a su nariz, pero, algo la detuvo cuando se percató que estaba masticando un pedazo de ropa.

-Cada vez es más difícil controlar lo que siento, debería ponerle fin a esto volviendo a hacerlo, pero no puede ser en esta ciudad, Elma está aquí y si se entera tratará de detenerme y eso no lo permitiré.

Reparó la ropa y se alejó lo más que pudo. Con su forma de dragón no tardó en llegar a un pequeño pueblo rural de Japón, ahí encontró una pequeña niña que se encontraba sola, para Thoru los humanos eran inferiores y al ser ella un dragón estaba por encima en la cadena alimenticia. Bajó y la capturó, se la llevó más alto que las nubes, y aunque la niña lloraba y suplicaba, Thoru hizo caso omiso y la comió.

-Este sabor, tanto tiempo sin probarlo, haa~,que bien se sintió al pasarlo por mi lengua.

Una nueva rutina había nacido, cada que Thoru se desocupaba salía por un humano para comerlo, fuera en su forma de mujer o como dragón, ella buscaba. Gradualmente comenzó a comer más, ya no le bastaba con solo uno, quería más y más.

Un día Kobayashi cayó enferma y debía atenderla,Kanna estaba con Saikawa por pedido de Kobayashi y Thoru estaba demasiado inquieta, no podía salir a buscar su comida predilecta por si Kobayashi empeoraba. Trato de satisfacerse comiendo su cola pero no le bastó, su juicio cada vez estaba más nublado, sin darse cuenta de volvió una adicta a la carne humana. Paso a paso, se acercó a la habitación de Kobayashi, entro y vio que dormía tranquilamente.

-kobayashi San -llamó Thoru.

-eh, ¿Que pasa? -contesto una cansada Kobayashi

Caso de inmediato Thoru saltó encima de ella, en su rostro había una sonrisa pero esta no era normal, había colmillos en lugar de dientes

-¿Thoru? ¿Que te sucede? -el miedo estaba dibujado en el rostro de la mujer

-Kobayashi San, te amo

-Espe... ¡Thoru!

El silencio se hizo presente, solo unos gruñidos acompañados de un sonido de mordidas se oía. Pasaron unas horas antes de darse cuenta de lo que había hecho, una mancha de sangre quedaba en lugar de el cuerpo de Kobayashi.

-¿Que fue lo que hice? ¡No! ¡No puede ser!

Recordaba como se había comido a la persona que amaba y considerada como su familia.

Salió del apartamento volando y dejando todo cuál una escena del crímen, aunque la policía investigó no hallaron al culpable, solo se sabía que una mujer joven y su maid habían desaparecido. Elma había decidido quedarse con Kanna esperando que Thoru diera señales de donde estaba.

Aunque claro, Thoru estaba buscando más humanos y con suerte podría encontrar uno parecido a Kobayashi.