Disclaimer: Todos los derechos de Harry Potter son de JK, yo solo me encargo de crear un mundo Dramione así como lo visualizo en mi mente.
No al plagio
Prólogo: Verdad.
—¿Por qué no me sorprende que me ocultaran algo como esto? —pregunté al aire, sabiendo que mis padres me estaban escuchando con atención.
—Era peligroso que Él se enterara, hijo —respondió mi madre—. Tuvimos miedo de lo que te haría si esta información llegaba a su oídos… Fue suficiente con ser…
—Perros falderos de un mestizo, ¿no? —la interrumpí con burla—. Soy consciente de que no puedo contar con las personas que se hacen llamar mi familia. Creo que ya tengo suficiente por hoy… ¡Ah! —exclamé mirando a mi padre, quien se abstuvo de comentar algo y se enfocó en la chimenea de la sala de estar—. No se te ocurra pedirme que me case con la estúpida de Astoria, porque soy capaz de revelar a todos lo que con tanto ahínco desean ocultar. ¡Ya me cansé de ser el títere de todos! En especial, de ti, padre.
Salí de la sala en dirección a mi habitación: ocupaba estar solo. Aún no asimilaba lo que acababa de oír por boca de mi madre; mi padre no tuvo el valor siquiera de refutarme las últimas palabras. ¡Tanto alardear de la pureza, de la soberanía de los puros! Para que, al final, me saliera con que los Malfoy somos de todo, menos puros.
Puros.
Esa palabra se burlaría de mí toda mi vida… lo peor de todo era que, por esa ideología, había perdido toda oportunidad de tener una relación con la mujer que anhelaba.
Tal vez no estaba todo tan perdido.
*elfitos*lindos*
—Debiste decirle desde un principio que no es fácil, Lucius.
—Él tiene razón, mujer. Es tiempo de que le soltemos la cuerda y que empiece a buscar su propio camino, así como lo hice contigo.
—Pero…
—Ya lo protegimos, Voldemort está muerto. No hay manera de que regrese, Dumbledore fue muy eficiente en encontrar los horrocruxes que faltaban y el trío de oro ya se deshizo de ellos. Hemos cumplido como padres, ahora le toca a él cumplir con su destino… Y, lamentablemente, no seremos bienvenidos.
Un silencio sepulcral se instaló en el lugar. Los dos sabían que Lucius tenía razón, pero ninguno de los dos estaba dispuesto a abandonar a su hijo en la etapa más difícil de su crecimiento. Porque ¿quién dijo que tener sangre élfica en las venas era fácil de sobrellevar?
Bola de idiotas que no tenían idea de lo que era un poder tan puro como el de los elfos: te sometía a las torturas más implacables que un ser humano podría soportar, mucho menos si te aferrabas a negarla. Y Draco estaba por comprobarlo.
—No lo dejaremos solo.
—Así sea, querida.
Bueno, esto es todo por hoy. ¡Gracias MrsDarfoy por tu beteo y apoyo! Espero que te gustara, Diana, esta historia nació gracias a ti.
Nos leemos el miércoles que sigue. Besos.
inesUchiha
