Capítulo 1: nuevas caras…

Ser el nuevo alumno de aquel instituto no iba a ser tan sencillo como en las novelas shojo, aun así no quería que fuese de esa manera, Rin estaba consciente de eso, suspiro mirando de reojo a los que por obra del destino se convertirían en sus nuevos compañeros de clase.

Inflo su pecho tomando aire, como si fuera necesario para una presentación, ¿acaso estaba nervioso?, o simplemente era una auto reacción, ni el mismo lo savia, formo una mueca de disgusto y molestia a la vez, no se sentía de humor para las presentaciones, menos cuando tu hermana te obliga a meterte en aquel estúpido instituto con la excusa de "nada más estas de Otaku en casa." La mataría, claro si esa escuela no fuera interna.

-Mi nombre es Rin Matsuoka… -gruño y por qué no odiaba su nombre- Tengo nombre de chica porque mis padres se les dio la gana de humillarme por el resto de mi vida, pero soy un chico.- todos en el aula se quedaron callados, ese chico simplemente era directo ante las cosas que odiaba, que sorpresas les esperaría con aquel chico tiburón.

-bien am… Rin puedes tomar asiento donde gustes- sonrió con nerviosismo la maestra, aparecer la mirada del de ojos rojos le intimidaba. Rin asintió buscando donde descansar y marcar su trasero durante las siguientes 3 horas, sin dejar de mirar a cada chico que se le cruzara, por fin decidió, sentarse alado de un chico castaño de hombros anchos, por alguna razón le avía llamado su atención, o simplemente callo ante sus gustos físicos.

Las clases continuaron como siempre, aburridas, deseando con ansias el descanso, la campana sonó al escuchar las plegarias del pelirrojo o simplemente porque ya era hora, todos en el salón se levantaron en busca de sus amigos, novios, o el colega que te consiente porque le das pena ajena. Rin se disponía a ir a por algún bocado, su estómago gruñía y reclamaba comida.

-tengo tanta hambre que podría comerme a cualquier compañero- bufo- aunque no es mala idea… -susurro esto último comenzando a andar hacia la salida.

-Hola- escucho a sus espaldas deteniéndose y mirando de reojo a aquella persona que le avía detenido, era un chico alto, de cabellos negros, sonrisa encantadora y ojos azules claros.- Soy Sousuke ¿tú eres Rin no?

-depende… ¿es para golpear al dichoso o para follar con él?

-am… para mostrarle las instalaciones será…

-a… si soy yo…

-bien en ese caso sígueme te llevare a tu dormitorio, y te recomiendo venir conmigo, no le tengo paciencia a los críos como tú, te advierto que tengo autorización para golpearte-gruño gentilmente comenzando a caminar.

-"joder… yo quería comer"- lloriqueo siguiendo al mayor.

-¿así que tienen un nuevo compañero?- interrogo un chico rubio de ojos grandes y redondos

-por desgracia- gruño el pelinegro dando un bocado salvaje a su comida.

- y por lo que veo estas molesto… ¿acaso paso algo? – interrogo nuevamente el rubio, su curiosidad era como la estupidez humana, de alguna u otra manera no tenía fin.

-el muy maldito se tragó y desnudó a mí, MI NOVIO, con la mirada- gruño mirando de mala gana hacía algún lugar.

-¡Haru!- se exalto un ya sonrojado peli castaño- no es para tanto, además solo se sentó junto a mí, ni siquiera hable con el- bufo como niño regañado por su madre.

-el problema fue que ni te diste cuenta Makoto- gruño nuevamente, el coraje le tragaba internamente- ya hasta babeaba por ti.

-Haruka-sempai mejor tranquilícese o nos meteremos en problemas- tembló Rei no quería otro reporte en su expediente.

-conhmho segha-bufo como pudo con la comida en su boca.-solo queda saber con quién dormirá la maldita zorra- gruño.

Haruka Nanase era un chico pelinegro de ojos azules como el mar, su carácter era serio y frio, excepto cuando se encontraba con su pareja o se encelaba, la mayoría de los estudiantes le temían, y por qué no, todos comentaban que era un chico yandere de esos que solo aparecen en los anime.

-ablando de eso-comento Rei- vi a Sousuke llevando al tal Rin a su habitación

-Makoto anda vamos a ver dónde duerme ese chico.

-pe… pero- no alcanzo a reclamar la ballena ya que el delfín le avía halado en contra de su voluntad.

-Estas son las reglas, tu horario, los horarios de las otras cosas y clubs –decía Sousuke dándole todo aquello al pobre Matsuoka.- a y… tu compañero… mmm creo que no está por aquí cerca pero al rato le conocerás. Bueno en ese caso… ¿alguna pregunta?

-¿tienes novio?

- directo al grano. ¿No?- rin se encogió de hombros poniendo las cosas en lo que ahora el tiburón reclamaba como propiedad. Sousuke bufo no quería pasar un minuto más con aquel niñato, le resultaba algo…. ¿Algo excitante será la palabra? Ni él lo savia y menos la autora. –En todo caso dudas o algo no me busques- término por decir saliendo de la habitación.

-joder sí que estaba bueno el moreno- susurro para sí Rin, no podía evitarlo, su querida hermanita Gou le avía enjergado aquel "don" de observar y deleitarse con los músculos de los hombres, aun así Matsuoka ya disfrutaba por el gusto que tenía por la especie del mismo sexo, pues el pelirrojo se consideraba bisexual por así decirlo- creo que… utilizare el baño… por ahora- comento al aire caminando hacia dicho lugar, ya que su querido "amiguito" comenzaba a molestar.

La tarde continúo con normalidad, el sol se ocultaba lentamente dando un paisaje hermoso por así decirlo, merodeaba por los pasillos en busca del pelinegro ese el cual avía olvidado el nombre. Soltó un bufido odiaba la escuela, por qué demonios existía una cosa así le molestaba en cierta forma aun así, no se quejaba en lo absoluto pues conforme avía caminado y observado estaba llena de chicos lindos y atractivos, lo suficiente para su gusto.

-disculpa amigo ¿estás perdido?- un sujeto alto de cabellos melocotón se acercó a nuestro protagonista.

-por desgracia… -suspiro "Le hubiera puesto más atención a ese chico en vez de mirarle el trasero todo el trayecto…" pensó.

-¡o pero mira que distraído!-comento el alto- tu eres Rin el nuevo de mi clase-sonrió gentilmente abrazando al mencionado. – Mucho gusto en tocarte- susurro melosamente cerca de la oreja del pelirrojo- mi nombre es Kisumi dime en que puedo ayudarte. –levanto con cuidado la barbilla del más pequeño acercándose peligrosamente a los labios del tiburón.

Rin solo reacciono a quitárselo de encima saliendo cuanto antes lejos de ahí, tenía un límite y ese chico no le daba buena espina. "no quiero topármelo jamás en mi corta vida" pensó retomando nuevamente su camino, "es lindo lo admito, pero de algún modo me aterra, ya ni yo soy tan ofrecido como ese" bufo.

Caminaba serenamente metido en sus pensamientos, los cuales nada más por culera tenían el nombre de Matsuoka por todos lados, si por desgracia Yamasaki no podía sacarse de la cabeza a ese ardiente y sensual tiburón, o simplemente el almuerzo le avía causado gases, aun así no encontraba las diferencia.

-Yamasaki se encuentra bien le noto muy distraído-susurro por lo bajo un chico lindo de cabellos platinos

-um no, no pasa nada es solo que me siento raro… mi corazón late muy rápido y por alguna razón me siento nervioso.

-¿acaso usted se ha enamorado de casualidad?

-no digas tonterías Nitorito- gruño el mayor recostándose en su cama.

-yo solo opinaba-susurro

La noche callo repentinamente, oscureciendo el cielo con un manto estrellado, los alumnos se disponían a regresar a sus dormitorios antes del odiado toque de queda, Makoto se despedía de su querido novio el cual entre berrinche y escusa no quería que el mayor se fuera. Por otra parte Rin se encontraba en la habitación desempacando sus cosas y husmeando una que otra vez las cosas ajenas de su compañero, maña ya adquirida por él.

-se nota que la ha de tener… -no pudo terminar de decir la frase pues el sonar de la puerta al abrirse le hiso que se detuviera- o tío me estas jodiendo- gruño al ver su compañero de cuarto.