LO QUE QUEDA
SPOILERS: Este fanfic es consecuencia directa de Shockwave II.
DISCLAIMER: Como sabemos, nada me pertenece, yo sólo tengo tiempo...
SINOPSIS: Al final, T'Pol siempre está sola.
NOTAS: Éste es mi primer fanfic de Enterprise, así que les pido que no sean excesivamente duros con las críticas.
Lo último que vi antes de escribirlo fue Minefield, así que puede que tenga contradicciones con los episodios posteriores.
******
Está meditando dos horas más cada día. Sólo así ha logrado controlar los sueños.
No le gusta soñar, porque siempre en sus sueños encuentra... emoción. Incluso que le disguste soñar es una emoción.
Miedo. Dolor. Soledad. Duda.
Siempre está sola, sufriendo. Siempre tiene que contestar preguntas a las que no tiene respuesta. Nunca llega nadie a ayudarla, nadie que haga por ella lo que esperan que ella haga.
Silik siempre gana.
Nadie está ahí para detenerlo cuando la golpea. Nadie la ve contenerse de devolverle el golpe, para no arriesgar a la tripulación. Nadie más escucha la voz en su cabeza que le advierte que se encuentra en una situación ilógica, que es imposible que el capitán Archer no haya llegado a la nave suliban ni esté a bordo del Enterprise.
Sólo ella ve la expresión en el rostro de Silik cuando le destroza su uniforme, mientras vuelve a preguntarle por Archer. Sólo ella siente sus manos tocándola, diciendo algo en un idioma que no comprende, antes de que la droga haga efecto. Sólo ella siente las náuseas.
Ellos lo han superado.
El capitán volvió, la nave no fue devuelta a la Tierra y la tripulación no sufrió ninguna baja, salvo las heridas del teniente Reed.
La vida sigue su curso.
El capitán cree que por el hecho de haberle agradecido su intervención ante Soval las cosas están bien entre ellos. Piensa que ella cree en los viajes en el tiempo, pero no quiere admitirlo. Está convencido de que son amigos.
Ella sabe que no se dio cuenta que esa noche estaba despierta a la hora que fue a verla, porque después de ese día no pudo dormir en casi una semana. Sabe que tiene que seguir con la rutina, como todos los demás, en el puente y en sus comidas juntos. Sabe que tiene que escucharlos y conversar con ellos. Sabe que ellos esperan que ella les cuente algo, una historia.
Nunca les va a decir que cuando le tendieron la trampa a los suliban para retomar el control de la nave, su primer impulso fue matar a sus captores. Nunca les va a decir que cuando el capitán regresaba a la nave, con Silik como rehén, tuvo que hacer un gran esfuerzo para no dispararle al caza. Nunca les va a decir que las únicas emociones que le han hecho sentir no han sido agradables.
Sigue meditando una hora más por la mañana y otra por la noche. Ejercita en el gimnasio otras dos horas.
Aun así, probablemente el recuerdo no desaparecerá nunca.
A veces le gustaría decirle a alguien lo que le pasa, pero sabe que no entenderían. Tratarían de enseñarle el método humano para superar esa clase de conflictos, le hablarían de cómo el tiempo cura todo (o desplaza lo doloroso del centro de atención) y no le dejarían un momento sola. Intentarían cambiarla.
En el fondo, ella sabe cómo lo hacen los humanos: enfrentan sus emociones, luego las superan. Pero no está dispuesta a hacer eso. Porque prefiere vivir así a tener que sentirlo todo otra vez.
FIN.
SPOILERS: Este fanfic es consecuencia directa de Shockwave II.
DISCLAIMER: Como sabemos, nada me pertenece, yo sólo tengo tiempo...
SINOPSIS: Al final, T'Pol siempre está sola.
NOTAS: Éste es mi primer fanfic de Enterprise, así que les pido que no sean excesivamente duros con las críticas.
Lo último que vi antes de escribirlo fue Minefield, así que puede que tenga contradicciones con los episodios posteriores.
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Está meditando dos horas más cada día. Sólo así ha logrado controlar los sueños.
No le gusta soñar, porque siempre en sus sueños encuentra... emoción. Incluso que le disguste soñar es una emoción.
Miedo. Dolor. Soledad. Duda.
Siempre está sola, sufriendo. Siempre tiene que contestar preguntas a las que no tiene respuesta. Nunca llega nadie a ayudarla, nadie que haga por ella lo que esperan que ella haga.
Silik siempre gana.
Nadie está ahí para detenerlo cuando la golpea. Nadie la ve contenerse de devolverle el golpe, para no arriesgar a la tripulación. Nadie más escucha la voz en su cabeza que le advierte que se encuentra en una situación ilógica, que es imposible que el capitán Archer no haya llegado a la nave suliban ni esté a bordo del Enterprise.
Sólo ella ve la expresión en el rostro de Silik cuando le destroza su uniforme, mientras vuelve a preguntarle por Archer. Sólo ella siente sus manos tocándola, diciendo algo en un idioma que no comprende, antes de que la droga haga efecto. Sólo ella siente las náuseas.
Ellos lo han superado.
El capitán volvió, la nave no fue devuelta a la Tierra y la tripulación no sufrió ninguna baja, salvo las heridas del teniente Reed.
La vida sigue su curso.
El capitán cree que por el hecho de haberle agradecido su intervención ante Soval las cosas están bien entre ellos. Piensa que ella cree en los viajes en el tiempo, pero no quiere admitirlo. Está convencido de que son amigos.
Ella sabe que no se dio cuenta que esa noche estaba despierta a la hora que fue a verla, porque después de ese día no pudo dormir en casi una semana. Sabe que tiene que seguir con la rutina, como todos los demás, en el puente y en sus comidas juntos. Sabe que tiene que escucharlos y conversar con ellos. Sabe que ellos esperan que ella les cuente algo, una historia.
Nunca les va a decir que cuando le tendieron la trampa a los suliban para retomar el control de la nave, su primer impulso fue matar a sus captores. Nunca les va a decir que cuando el capitán regresaba a la nave, con Silik como rehén, tuvo que hacer un gran esfuerzo para no dispararle al caza. Nunca les va a decir que las únicas emociones que le han hecho sentir no han sido agradables.
Sigue meditando una hora más por la mañana y otra por la noche. Ejercita en el gimnasio otras dos horas.
Aun así, probablemente el recuerdo no desaparecerá nunca.
A veces le gustaría decirle a alguien lo que le pasa, pero sabe que no entenderían. Tratarían de enseñarle el método humano para superar esa clase de conflictos, le hablarían de cómo el tiempo cura todo (o desplaza lo doloroso del centro de atención) y no le dejarían un momento sola. Intentarían cambiarla.
En el fondo, ella sabe cómo lo hacen los humanos: enfrentan sus emociones, luego las superan. Pero no está dispuesta a hacer eso. Porque prefiere vivir así a tener que sentirlo todo otra vez.
FIN.
