Frío

Quito el nudo del cinturón que envuelve mi cintura y el albornoz cae lentamente al suelo, dejo mi cuerpo desnudo al descubierto y me miro al espejo por última vez. No reconozco a esa chica que veo reflejada en él, no soy yo ni nada que se me parezca.

Suspiro.

Sin más demora, decido meterme en la bañera. Me sumerjo por completo en el agua, limpiando las miles de lágrimas que recorrían hasta hace unos segundos mis mejillas.

Cierro los ojos e intento relajarme, pero en lugar de eso, me abordan los recuerdos.

"Te amo desde la primera vez que te vi. Creo que tenía 12. Me tomó tres años juntar el valor para hablarte y estaba tan asustada de lo que estaba sintiendo, ya sabes, enamorándome de una chica, que me convertí en una sarcástica perra sólo para sentirme normal.

Me tiré a chicos para hacer desaparecer esto, pero no funcionó.

Cuando empezamos la relación, me cagaba de miedo, porque… tú eras la única persona que podría arruinar mi vida. Te alejé y te hice pensar que las cosas estaban así por tu culpa, pero en realidad, sólo estaba muerta de dolor.

Me tiré a Sophia para herirte un poco por tener confianza en mí y yo soy una cobarde de mierda, porque… conseguí… estos… estos tickets a Goa para nosotras hace tres meses… pero yo… no lo podía soportar… no quería ser una esclava de mis sentimientos por ti. ¿Puedes entenderlo?

Estabas intentando castigarme, y es horrible. Es tan horrible, porque… yo, de verdad, moriría por ti.

Te amo. Te amo tanto que está matándome."

Esas palabras retumban en mi cabeza desde aquel día, no puedo olvidarlas. No puedo olvidarla.

Cierro los ojos y ahí está, sonriéndome y mirándome con sus preciosos ojos, pero cuando los abro desaparece, y con ella quiero desaparecer yo.

No puedo más, no puedo soportar este vacío.

"¡¿POR QUÉ TE FUISTE SIN MÍ, NAOMI?! ¡TE ODIO!" grito.

Miles de lágrimas inundan mis ojos de nuevo e impiden que vea con claridad. Aprieto con fuerza la cuchilla que lleva todo el tiempo en mi mano, haciéndome sangre.

Me miro la mano y fijo la mirada en la cuchilla por un momento, dejando la mente completamente en blanco.

Suspiro.

Extiendo el brazo izquierdo y llevo la cuchilla a él, la posiciono a la altura de la muñeca y presiono suavemente, voy deslizando la cuchilla muy lentamente a lo largo del antebrazo, en vertical. Mientras hago esto toda mi vida pasa ante mis ojos, mis padres, mi hermana, mi hermano, mis amigos… Naomi.

"Lo siento" susurro al ver la sangre recorrer mi brazo.

No me duele, al contrario, me siento bien. Todos me odiarán por esto, pero ya me da igual. ¿Qué importa que muera, si ya estaba muerta por dentro?

Todo se vuelve borroso, ni siquiera puedo mantener los párpados abiertos.

Por un momento me arrepiento de lo que he hecho, quiero volver atrás. Quiero estar haciendo el amor con ella como hasta hace unas semanas. Quiero verla sonreír, llorar, bailar, reír, cantar, quiero decirle cuánto la amo, que éste no era nuestro final, no era así como se supone que sería. Debería ser un cuento de hadas y no una extraña versión de Romeo y Julieta.

No, no puede ser. Esto no acaba aquí. Se van nuestras vidas, pero no nuestro amor.

Y ahora, no puedo seguir pensando. Sólo necesito que me abrace y sentir su calor.

Porque todo lo que siento es… Frío.

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