Imagino que esta historia comienza en 1964, cuando un corredor texano de la serie NASCAR, Carroll Shelby, ideó la mejor forma de crear un auto rápido: un motor inmenso y potente dentro de un auto ligero

Imagino que esta historia comienza en 1964, cuando un corredor texano de la serie NASCAR, Carroll Shelby, ideó la mejor forma de crear un auto rápido: un motor inmenso y potente dentro de un auto ligero. Su idea se hizo realidad cuando introdujo un motor de competición en el cofre de un pequeño roadster. Así nació el Shelby Cobra...

Pero nuestra historia realmente comienza en la ciudad Domino, en la actualidad. Un estrafalario chico entró corriendo al aula 213. Entró con tanta prisa que tropezó y cayó al piso. Tea le extendió su mano mientras le preguntaba:

- ¿Te encuentras bien?

- Sí – contestó el chico, tomando su mano.

En ese momento entró el profesor y dijo:

- Por favor clase, den la bienvenida a Rick McLean. Él estará con nosotros desde hoy. – Se dirigió al chico – Toma asiento junto a Mutoh.

Rick así lo hizo.

El chico vestía de una forma poco común: Vestía una camisa azul, y sobre ella, el jersey del colegio de una forma muy propia, pero usaba un pantalón holgado y calzaba tenis de un escandaloso color rojo. El cabello, muy corto y peinado hacia adelante, le daba un aspecto infantil, aunque era muy alto, lo que lo hacia lucir aun mas raro.

...pero volvamos a nuestra historia...

El chico tomó asiento y Yugi le dijo:

- Tu apellido me suena conocido...

- ¿Perdón?- Respondió

- Digo que tu apellido me suena conocido.

- Ah- Respondió el chico.

Al escuchar esto Tea dijo:

- ¿Eres familiar de Charlie McLean?

- Claro, el es mi padre – Respondió el chico.

- ¿EN SERIO? -Pregunto la joven, sorprendida

- Si, si -Replico Rick- El corredor Charlie McLean es mi padre. Yo tambien corro, ¿sabes?

La clase comenzó y siguió sin ningún contratiempo. A la hora del descanso. Yugi se levantó de su asiento y su baraja cayó al piso. Rick la tomó y le preguntó:

- ¡Ah, eres duelista! ¿Puedo ver tus cartas?

- ¡Claro! Sólo cuídalas.

- Estan en buenas manos.

Después de ver las primeras diez cartas, Rick cayó de su asiento y exclamó:

- ¡No puedo creerlo! ¿Realmente eres Yugi Mutoh? Esto tengo que acabar de verlo... Siguió viendo las cartas sin impresionarse más, hasta que llegó a la carta de la Maga Obscura... "Esta carta..."

- ¿Qué ocurre? – Dijo Yugi

- ¿Eh? Este... ah... n-no, no ocurre nada – Respondió el chico, un poco turbado.. "Ya se me ocurrirá algo" pensó.

A la hora de salida Rick llamó a Yugi:

- Necesito que me vuelvas a prestar tu baraja.

- Sí, claro. ¿Se puede saber para qué?

- Ah, sí – contestó, y sacando la carta de la Maga Obscura dijo:

– ¡Para esto!

Le propinó a Yugi un golpe en la boca del estómago, lo que hizo que éste quedara inconsciente. En eso llegaron Tristán y Joey. Este último al ver lo que había pasado le dijo a Rick:

- ¡¿Qué fue lo que le hiciste?!

- ¡Esto es entre él y yo!

- Te voy a romper...

- ¿Qué? ¿La madre? ¡Anda! Quiero ver que lo intentes...

Dicho esto, Rick le dio el mismo golpe que a Yugi, pero no lo dejó inconsciente. Tristán comenzó a perseguirlo, perdiéndolo detrás de la escuela. En eso, un bronco rugido lo dejó parado en seco.

- ¿Me buscabas? – le gritó Rick Tristán volteó hacia atrás y divisó un flamante Shelby Cobra.

Este último comenzó a acelerar y Tristán le dijo:

- ¡¿A dónde crees que vas?!

- ¡No te interesa! – Contestó Rick embragando la primera marcha. El Shelby salió patinando ruedas y obligando a Tristán a saltar hacia un lado. Salió hacia la calle y se perdió entre el tráfico...

Continúo después...

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