¡Hola! Es la primera vez que subo un fanfic a esta página ~(o.o)~

Llevaré la historia a través de pequeños (y espero no tan pequeños) one-shot, desde distintas perspectivas. No sé exactamente cuánto tardaré en actualizar, pero trataré de no dejar pasar mucho tiempo.

Y... Bueno, no sé qué más decir xD espero que les agrade :3

Si tienen tiempo, dejen un review 3

Hace tiempo que te noto tan distante, tan frío.
No dejo de recordar aquellos tiempos, cuando éramos unos niños; todo era más sencillo, y tú estabas cerca de mí más tiempo, más seguido.
Soy una tonta, por querer revivir aquellos tiempos sólo para sentirme mejor conmigo misma y con esto que tenemos, que ya no sé si realmente tenemos. Sufrías tanto en aquel entonces, fue una etapa llena de momentos trágicos para ti y eso te cambió para siempre.

- Acomodó la pluma en el tintero un momento y miró hacia afuera. Seguía sintiéndose extraña en aquel entorno; el palacio real no era algo desconocido para ella, sin embargo pasaba mucho tiempo sola dentro de él. Más del que hubiese querido, del que hubiese imaginado después de que su fantasía de vivir al lado de su amado por fin se consumara. La guerra había terminado, y sin embargo no podía decir que la paz había llegado del todo a su vida. Zuko había heredado el trono de la Nación del Fuego y había traído cierta prosperidad a sus ciudadanos... A costa de estar cada vez menos tiempo con su novia. -

Por supuesto que entiendo todas tus nuevas responsabilidades -continuó escribiendo-, heredaste una nación hundida en la guerra, una nación cuyos habitantes se dividían entre miedos y sed de poder... Habitantes intimidados e incluso prejuiciosos, y te has enfrentado al rechazo de muchos de ellos.
En el fondo te admiro, pero tengo la sensación de ser la persona cuya admiración menos te importa ahora.
Sé que también llego a parecer fría e insensible; toda la vida he mirado a mi alrededor con poco interés y eso se convirtió en una de mis características. Jamás necesité ser una niña expresiva, todo lo que se esperaba de mí era que permaneciera sentada en silencio y evitara hacer quedar mal a papá, a cambio tenía a mi disposición cualquier lujo que se me antojara. Nadie necesitaba mi opinión, no necesitaban saber nada acerca de mis sentimientos.
Pero estuve dispuesta a cambiar, a cambiarlo todo por ti. Abrí mi coraza poco a poco para mostrarte una parte de mi que nadie conoce, una parte que jamás estuve dispuesta a mostrar. Te entregué todo lo que pude, lo mejor que pude; tú mejor que nadie sabe que en el fondo tengo emociones, que tengo anhelos como los tiene cualquiera, que puedo llegar a ser un poco infantil e incluso a arriesgarlo todo por alguien importante para mí.
Pero ¿de qué te ha servido?, eres con seguridad la persona que mejor me conoce, la persona que más sabe acerca de mis sentimientos y, por desgracia, la que más los lastima.
No me sirve de nada buscar culpables, sin embargo me pesa estar aquí sentada como todas las noches plasmando en papel todas aquellas cosas que, aún cuando una parte de mi quisiera decírtelas de frente y terminar con todo esto, simplemente no puedo.
Y ya no sé si es porque, en el fondo, te sigo amando tanto que no quiero alejarme... O porque ni siquiera para eso tienes tiempo.

Sinceramente tuya, a pesar de tu indiferencia.

Mai.