The pleasure to love you
By AnGel SaNtOrY
Aclaratoria:
Antes de todo, esta historia se hace en un reino muuuuy lejano, en la actualidad (¿dónde habré oído eso? ) Bien prosigamos… Pues si es un reino en dónde hay sirvientes y toda la cosa y x supuesto un rey; presentaremos a un Shuichi más fuerte, caprichoso e inteligente . Y a Yuki pues un poco más (no se como decirlo…pp.). Lo que si es que tanta frialdad que me presenta, me congela: o Ahora si sigan leyendo…
Chapter 1:
The pleasure to love you
AnGeL SaNtOrY
Cap. 1
En las largas y hermosas calles del reino de Sapphire (así o más original el nombre) se podía ver a un chico de 19 años vestido elegantemente: un pantalón pegado azul marino unas botas que se veían cómodas, un especie de cinto de tela azul que sujetaba su camisa blanca, y tenía un especie de morral y la correa de esta estaba cruzando desde su hombro izquierdo y el morral terminaba en su cadera del lado derecho; encima de eso tenia una especie de capa de seda azul llena de bordes dorados y algunos diamantes incrustados en la extensión de esta de la capa se veía liviana, que según trataba de "cubrir" su identidad. Caminaba rápido, más bien casi se ponía a correr, tenía muy poco para comprar todo lo que el rey le había encargado, eso hizo que la capucha que traía cayera sobre sus hombros dejando a la vista su largo y sedoso cabello rosa que estaba amarrado con un listón azul en una cola de caballo alta, además dejaba ver a unos lindos ojos amatistas, preocupados pero a la vez alegres.
-Hola Shindou-Kun-
-Buenos días, Shindou-san-
-Buenos días…Me saluda al rey-
-Que le vaya bien-
Así y otros saludos recibía de parte de la gente del pueblo (¿ven, el x que de la capa?) que lo veían caminar, no tenía tiempo de… perder el tiempo --U así que solo les respondía con sonrisas y seguía caminando.
Le había servido desde pequeño al rey, más bien toda su familia le había servido a él, o eso fue lo que le dijeron, porque su familia lo dejo cuando tenía apenas 2 años; sus padres y su hermana, murieron cuando fueron a la ciudad de Londres, fueron asaltados y asesinados; le ponía la piel de gallina al pensar en eso; desde el momento en que le contaron esa historia se le habían quitado las ganas de ir a la ciudad.
Pero el rey decidió quedarse con Shu y no mandarlo a un orfanato, por eso se puso a su servicio y le tiene gran aprecio.
Llego a su destino, entró a la tienda. –Hola, buenos días- Dijo mientras se acercaba al mostrador.
-¡Ha!!!! Shindou-kun, que gusto verlo por aquí- Respondió el empleado alegremente.
-Sip, solo vine por vino- En cuanto se dio cuenta ya tenía a todos los mejores vinos en el mostrador, no podía negarlo, tenía suerte (a veces) de ser la mano derecha del rey; Todo era más rápido, fácil y accesible.
-Mmmm….- Se colocó un dedo índice en su barbilla mientras miraba las botellas.
-Disculpe… Shindou –san-
-¿Si?- Levantó la vista
-Se corre el rumor de que va a llegar el primogénito del rey ¿Es verdad?-
-HE... pues si, va a llegar hoy en la noche y se ofrecerá una fiesta con los amigos y familiares, la verdad ¡¡¡ni siquiera lo recuerdo!!! A por cierto… Me llevaré todos.- Decía mientras sonreía
-To… ¿todos?-
-Hai, necesito que los lleven al castillo en lo que yo arreglo lo que me falta-
-Si, enseguida.- El señor le sonrió, Shindou siempre era así de alegre y sofisticado, pero…
Ya estaba por salir. –Ha... Este ¿Cuánto es?- Dijo mientras se colocaba una mano tras la nuca y sacaba la lengua
Como siempre alegre, sofisticado y distraído.
Salió después de pagar la cuenta, ahora tenía que ir a las otras tiendas para checar que todo fuera mandado correctamente, y después ver todos los arreglos del castillo.
70 minutos después…
Antes de salir de la florería en dónde había mandado a hacer los arreglos se puso correctamente su capa
-Por fin, ahora tengo que regresar al castillo, tengo que poner todo en orden para la fiesta de esta noche, cuando llegue el príncipe-
Decía para si, en realidad no sabía como era el príncipe, según el rey si se conocían, pero como era muy pequeño tal vez no se acordaba además que el rey le contó que era un poco extraño y solía ser muy poco amigable. Salió de sus pensamientos, había llegado hasta una biblioteca… Dudó en entrar, pero no podía vivir sin leer un libro, el último que leyó lo había terminado hacía más o menos 2 días –Buenas…- Dijo al momento en el que entraba, y se dirigía cabía un estante de respuesta solo recibió una sonrisa de parte de la señora, la biblioteca estaba vacía como casi siempre ¿acaso a las personas ya no le llaman la atención los libros? Suponía que no con eso del Internet
Había demasiados libros los cuales ya había leído. –Etto… Disculpe, ¿han llegado nuevos libros? –
-Mmmm, ayer llegó uno, permítame- Dijo la señora mientras los buscaba, Shu solo sonrió, pero una voz le llamo la atención.
-Y ese milagro chibi- Y "esa" persona le tocó en hombro, Shu solo se dio la vuelta
-Hiro-chan!!! Hoyayo, ESTE…- Le iba a preguntar algo pero Hiro lo interrumpió
-Si, si como te reconocí, pues ya sabes como es mi intuición- Y le guiña el ojo
-últimamente he estado muy ocupado con lo de la fiesta por eso no he podido ir a visitarte-
-Si supongo-
En eso la señora regresa con el libro que le había dicho
-Perdona por la tardanza es que todavía estaba empacado-
-Sip, no se preocupe- La señora le estira el libro y este lo coge
-Es nuevo, de un autor muy conocido se llama Yuki Eiri- Dice Hiro
-Hiroshi ¿ya terminaste con tus quehaceres?- Pregunta la señora que atendió a Shuichi
-Si tía, además solo vine ver a Shu-chan-
-¿Shu-chan?- La señora voltea a ver al pequeño que se encontraba a su lado, -Shu-chan, no te había reconocido- Y lo abraza fuertemente a Hiro y a Shu les aparece una gota en la frente, cuando lo deja de abrazar -¿Quieres pasar a la casa?- Le dice la señora amablemente
-Me encantaría pero tengo un poco de prisa por los arreglos de la fiesta…-
-A si; se han corrido los rumores de que el hijo del rey vendrá, me gustaría conocerlo- Decía Hiro
-Pues si quieren pueden venir al castillo, serán mis invitados- Y les sonríe
Despues Hiro con cara de chibi –Arigato Shu-chan-
-Aquí la que debería emocionarse más soy yo tu siempre has ido a visitar a Shu al castillo desde niño- Decía la tía de Hiro.
-Bueno los espero, ¿Cuánto es?-
-No es nada, bueno si dame un beso y ve con cuidado chibi- Le dice la tía de Hiro mientras ponía a mejilla para que Shu la besara
-¿Arigato! muuuuuuuuuuuua!!- y le da un sonoro besito en la mejilla –Bye, bye- Salió rápidamente de la biblioteca, se detuvo afuera de esta para meter el libro en su morral y siguió corriendo.
-Siempre es… así- Suspiró Hiro mientras su tía volaba encima de él (x cierto la tía de Hiro considera a Shu como su hijo, no crean que le gusta)
Shuichi era muy amigo de Hiro, desde el primer día en que lo habían llevado a conocer esa biblioteca fue que lo conoció; estaba a cargo de su tía ya que sus padres lo habían abandonado para irse a la ciudad, al parecer a él no le importaba mucho podía sentir que era feliz y ahora con Shu pues lo era más. A pesar de que shu siempre estaba rodeado de lujos su carácter era tierno y dulce, pero con cierta madurez.
Ahora si, gracias al cielo, había llegado al castillo. Era todo de piedra y algunos adornos de oro puro como las perillas o manijas de las puertas lo cual causaba que a veces fuera muy frío, los jardines estaban llenos de todo tipo de rosas, según el rey eso fue porque a su esposa le encantaban, los jardines dejaban un largo camino paralelo desde la entrada principal hasta la entrada del castillo y claro con lámparas estratégicamente puestas en el piso además de unas fuentes que estaban a los lados del camino dándole un toque romántico y encantador, además de que había 4 grandes torres cada una con un ventanal y su respectivo balcón, y después seguía toda la longitud del castillo, y atrás de esta mas jardín y una de las 2 albercas que había en el, (bueno más adelante les diré más sobre el castillo) y más allá una rejas
Se quito la capa y los guardias en seguida le dejaron pasar abriendo las grandes rejas.
-Gracias-
Fue lo único que dijo y empezó a caminar por los largos jardines para entrar al salón del castillo. Abrió la puerta que era un poco pesada por ser de madera y con adornos de oro, sonrió al ver los arreglos, entró y cerró la puerta todos los sirvientes lo observaron – Shindou-san- El mayordomo principal se acercaba a él –Que bueno que ya llegó, necesitamos su ayuda en la cocina-
-Si, a mí también me da gusto verlo Mr. Alfred - Decía mientras el mayordomo lo jalaba de la muñeca hasta la cocina. Cuando los 2 entraron todos los cocineros vieron a Shuichi
-A… este... bueno ¿Qué pasa?- Dijo un poco nervioso, después todos los cocineros y algunos meseros hablaban al mismo tiempo que era imposible entender
-HABER ¿POR QUE TANTO ESCÁNDALO?- Gritó Alfred, todos dejaron de hablar –Ahora, si más tranquilos explíquenle a Shindou-san sus dudas- Dijo ya tranquilamente y salió peor la puerta de la cocina dejando a Shu solo con la servidumbre
En eso una mesera empezó a hablar –Shindou-kun, ya trajeron los vinos… ¿En donde los ponemos?-
-No, déjenlos aquí en la cocina, que los metan en los refrigeradores y cuando sea el brindis lo empezamos a servir-
-Shindou-san, ¿En que bajilla serviremos?- Dijo otro empleado
-Mmmm… Utilizaremos las bajillas de plata-
-¿Que uniforme vamos a usar?
-El uniforme será el azul marino con blanco para que combine con los arreglos-
-Ya llegaron los manteles-
-Hai, los manteles más grandes que son los azules van primero y los blancos van encima de estos-
-Al igual que los arreglos de flores ya están aquí-
-¡¡HA!!! Se me había olvidado, los arreglos que están en floreros serán los centros de mesa y las flores que sobran se las darán a los caballeros cuando entren con su pareja- Sonrió –A y quiero una mesa extra pero que sea pequeña, por favor-
Y así y más preguntas fueron respondidas por Shuichi, ya una vez todo aclarado salió pesadamente otra vez hacia el salón, en dónde ya habían puesto las mesas redondas alrededor del salón dejando espacio libre en la entrada para pasar, y enfrente de todas las mesas, se encontraban limpiando las sillas del rey el príncipe que se encontraban en una tarima; además de que ya había puesto los adornos de listones y en los ventanales que brillaban ya que fueron limpiados con mucha cautela de que no quedara ni una sola mancha habían unos grandes moños azules en ellos, el salón se veía perfecto, miró hacia arriba, los candelabros ya estaban más limpios que de costumbre, seguía caminando pero por estar mirando hacia arriba cocho contra algo, más bien contra alguien
-Señor Shindou, el rey lo busca, está en su habitación- Respondió Alfred con el debido respeto sin inmutarse por el golpe, mientras que Shuichi hace un sonoro Auuuuuucccchhhhhh!! Y luego se lleva su mano hacia su cabeza.
- gomen, y si gracias por el recado- Salió corriendo, caminaba por los pasillo, realmente estaba cansado, con pesadez tocó la puerta del rey
-¿puedo pasar su majestad?-
-Adelante-
Abrió la puerta cautelosamente y después entró a la lujosa habitación y se acercó ne dónde el rey estaba tomando su té (no se porque, pero las rimas salen solitas)
-Me... dijo Alfred que me necesitaba, su majestad-
-Siempre, eres igual, Shu-chan, no me trates de "su majestad" eres como un hijo para mí- Shu solo se sonrojo un poquito, jamás había tuteado al rey –Bueno, eso me demuestra que eres un chico obediente; supondrás el motivo de mi llamado- Shu solo asintió; el rey se llevó la taza de té y le dio un sorbo para después dejarla la taza en la mesa y levantarse para dirigirse hacia el balcón dándole la espalda a Shu; y colocó sus manos en su espalda entrelazándolas –Te llame porque como sabes mi sucesor va a venir y quiero que se sienta lo más cómodo posible en su estancia ya que él es muy especial- El rey hizo una pausa y vio a Shu dándose la vuelta y se dirigió a él
-Señor, pondré todo mi empeño para que los empleados lo atiendan como se merece-
-Todavía no termino... bueno, además de que hagas eso, quiero que seas tú personalmente él que lo atienda – Y coloca su mano derecha en un hombro de izquierdo de Shu –Contigo, de seguro no se quejara- Y la da 2 palmadas en el hombro
-Si, yo mismo me encargaré-
-Shu-chan, mi primogénito no es como Mika o Tatsuha, pero yo se que tu vas a lograr que su estancia sea placentera- Se da la vuelta y se dirige hacia su anterior asiento
-Haré todo lo posible, con su permiso- Y se volvía a dirigir hacia la puerta pero la voz del rey lo detuvo – Esta noche... quiero que te veas fabuloso-
-Si su majestad- Abre la puerta un poco desconcentrado, pero bueno. Ya en el pasillo, camina pesadamente hacia su habitación, abre la puerta, entra, después la cierra con seguro y aspira el aroma de su habitación; hacía viento; puesto que las ventanas del balcón estaban abiertas se dirigió para cerrarlas les puso seguro y después recorrió la bella cortina de seda blanca; pero todavía una duda tenía en su mente ¿Por que el rey dijo que se tenía que ver fabuloso? La verdad no lo entendía. Miró su reloj eran las 5:43 PM y la fiesta comenzaría a las ocho, tenía tiempo para arreglarse bien y terminar con todo; primero se daría un baño. Se quitó la capa y su morral además del reloj los cuales los dejo sobre su escritorio en dónde tenía una pc portátil que tenía una luz verde chiquita que indicaba que ya estaba cargada totalmente, la desconectó no se entendía si tanto odiaba la tecnología porque por eso la gente ya no era tal cultural, auque no estaba en contra del avance el hombre, cada día se hacía la vida más fácil y deterioraba el ambiente, pensó, ¿que más faltaría? después en el futuro ¿algo que fuera por los humanos al baño? Sonrió ante sus tontos pensamientos.
Fue hacia el baño en dónde empezó a llenar la tina con agua tibia y le echo unos perfumes de rosas y jabones para que fuera haciendo espuma. Volvió hacia su habitación abrió su armario y sacó un traje negro lo acomodó en la cama después volvió a su armario pasa sacar una camisa blanca y por último un calzado negro. Se sentó en la cama con cuidado de no aplastar su vestuario empezó a quitarse la botas y después los pantalones y su camisa; sin duda se vería genial
Mientras tanto en un avión que estaba cerca de aterrizar en Inglaterra….
No entendía el porque ¿acaso con su vida que llevaba no le bastaba? Ahora sus "responsabilidades" lo estaban esperando, pero tal vez en su desdichada suerte tendría un poco de "aventura" podría ir de allá para acá, comer y tomar cosas frescas, respirar el aire sin smock, mandar a la servidumbre para todo, montando en caballo, no esperen regresen el disco ¿montando a caballo? ¿Aire fresco? Mejor ni pensar en ello, sin duda extrañaría los cines, restaurantes y centros comerciales. Suspiró, y se dejo caer pesadamente en el vidrio del avión; solamente deseaba que esa pesadilla terminara, pero él nunca pensó que en esa pesadilla… descubriría… que cuando el amor no es locura, no es amor
Continuará.
Notas: ¡Dejen sus reviews!!!
atte.: El ojiazul AnGeL SaNtOrY
