Lo siento pero solo he visto unos capítulos así que igual meto algún fallo.
Por lo mismo, serán unos pequeños shorts que pueden ir encadenados o no.
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Naruto Reload 1.1
Ha pasado ya mucho tiempo, demasiado desde que salí de nuestra villa. La villa de la hoja, donde me crié y aprendí mis técnicas. Desde que me fui hecha una jounin, una Ninja de élite. A veces me pregunto que hubiese pasado si nunca hubiese salido en esa misión. No sé cómo pude librarme de aquella. Porque me libré, no salí ilesa pero al menos salí viva. He tenido que vagar por años antes de decidirme a regresar. De la chica tímida pero eficaz que conocieron en la villa queda poco. Mi belleza se ha extinguido en parte. Tengo cicatrices en la espalda y los muslos que intento ocultar y mi cara de nariz para abajo está hecha un cuadro debido al accidente y a recientes peleas.
No he echado mucho de menos nada de la villa, ya no quedaba mucho que echar de menos. Incluso dudo que nadie de mi grupo quedase con vida. Ni Kakashi que era una joven promesa como yo. Vale, puede que sí que haya echado de menos algo del pueblo, algo que posiblemente esté muerto.
"¡¡Naruto!!" Gritó una voz femenina un poco a mi derecha y acercándose. "¡Dale al maldito bicho la comida y puede que nos deje en paz!"
"¡De eso nada!" dijo un chico. "¡Es nuestra comida y tengo hambre!"
"¡Naruto deja de hacer el idiota!" Gritó otro chico.
También pude percibir un animal furioso; furioso, hambriento y asustado. Suspiré. En el fondo mi deber era ayudar a los que lo necesitasen.
Cerré los ojos y me transmuté para caer justo sobre algo blando.
"¿Eh?" Dije al encontrarme frente a tres chicos sorprendidos. "¿Dónde está el animal?"
Los tres niños estaban mirando a algo debajo de mí.
"Anda." Dije saltando. "Lo siento hermano. Por cierto, esto, no es tuyo." Añadí quitándole la bolsa con las fiambreras de comida.
El animal, como era de esperar se puso a rugir y amenazó con atacar, pero los chicos fueron a intentarlo también por lo que usé la última técnica aprendida: la multiplicación múltiple.
Así no me fue muy difícil esquivar el ataque del oso mientras mis dobles se ocupaban de los chicos inmovilizándolos contra el suelo y a la chica cogiéndola sobre el hombro mientras golpeaba a mi doble en la espalda.
"No… os… metáis." Les dije marcando las palabras mientras me concentraba en hacer otro truco.
Cuando el oso me atacó ya estaba de nuevo lista y le salté en la espada poniendo mi mano derecha en torno a su cuello y la izquierda sobre su frente con los ojos cerrados.
Miré en su interior, sincronicé nuestras mentes para hacer solo una y entonces entendí. El oso paró para relajarse y entonces le solté y me bajé de su espalda con un solo movimiento. Cogí la bolsa y miré en su interior.
"¡Eh!" Gritó el chico moreno. "¡Eso es nuestro!"
"¿Cuál es la comida del chico rubio y tragón?" Pregunté mirándoles. "No puedes tomar nada de un oso sin dar nada a cambio." Añadí cogiendo la fiambrera que tenía más comida y ofreciéndosela al oso que la tomó y tras comer de mi mano dio media vuelta y se fue. "¿Qué maestro Ninja no os enseña que no se coge nada de otro ser vivo sin dejar nada a cambio?" Pregunté haciendo a mis dobles desaparecer con un gesto y liberándoles. "La villa de la hoja ha ido en decadencia últimamente por lo que se ve... En fin, un placer haberos conocido pero tengo un camino que seguir."
Ya iba a irme cuando me pararon.
"Oye, gracias por salvar la comida." Me dijo la chica.
"¿Quién eres, por cierto?" Preguntó el chico moreno.
"Eso no importa." Afirmé tranquila. "Dudo mucho que siquiera hayáis oído hablar de mí. Ah, no hay de qué." Contesté a la chica. "Deberíais tener un poco más controlado a vuestro compañero, por su culpa podríais haber perdido algo más que un almuerzo."
"Espera." Me dijo el moreno. "Si eres de la villa de la hoja ¿no deberías ir allí?"
"Era a donde me dirigía." Afirmé. "Y no, voy más rápida sola."
"¡¿Y mi comida?!" Preguntó el rubio. "¡Esa bruja vieja se la ha dado al oso!"
"Debería cortarte las manos y atarte cabeza debajo de un árbol por haber puesto en peligro a tus compañeros." Dije yo molesta apareciendo en su espalda y dándole un golpe fuerte en la cabeza. "Si en vez de un oso hubiese sido un enemigo les hubieses puesto en peligro mortal."
"¡Eso te lo crees tú!" Dijo él poniéndose en posición de ataque.
"No te conviene retarme." Le avisé.
"¡Naruto!" Le riño la chica cuando él se multiplicó. "¡Es un adulto! ¡Piensa un poco de vez en cuando!"
"¿Podríais cargar con él?" Les pregunté haciendo un giro de ojos mientras me multiplicaba también yo. "No importa, si no podríamos dejarlo aquí como castigo a haber ofendido a un ser natural."
"¡Cómo puede ser un adulto tan cruel!" Dijo la chica.
"Porque ella es de la élite." Dijo el chico moreno.
Debo admitir que el rubio tonto no era malo, pero, desde luego, nada comparado a un ninja de élite. Me costó exactamente cinco minutos dejarlo fuera de sentido.
"Increíble…" Dijo el moreno.
"Deberíamos dejarle aquí." Dije parándome frente a él para cogerlo y ponérmelo a las espaldas tras chascar la lengua. "Pero, no me sentiría bien al dejar a un compañero de banda atrás así que…"
"¿Le metes una paliza y ahora lo llevas a la espalda?" Me preguntó la chica. "¿Qué monstruo eres tú?"
"Digamos que alguien con más vida y experiencia que vosotros." Contesté un poco ya hasta el moño de tanta tontería de novato. "¿Me decís cómo llegar a la villa de la hoja o tengo que buscarla yo misma?"
"Por aquí." Me dijo el chico. "No está muy lejos."
