Fic resubido por petición.

Escrito con la colaboración de Pikarito.

Fic Subido cada 10 y 20 de cada mes.

Iniciando en Agosto de 2014 y Culminando en Diciembre de 2015.

Primera Publicación: 17 de Agosto de 2014

Resubida: 25 de Agosto de 2017


30 Días Contigo

~Capítulo Introductorio~

Día Cero


Ash Ketchum aspiró profundo cuando descendió del auto que lo traslado hacia ciudad Neón, como actual Campeón de la Región, el joven de veintiún años se encontraba realizando una gira de charlas motivacionales hacia los candidatos a ser entrenadores Pokémon y también a principiantes que recién se habían sumergido en la aventura que conlleva el viaje Pokémon.

Realmente le gustaba aquello, aunque en un inicio creyó que como campeón solo se iba a sentar a esperar que lo vinieran a retar, resultó ser todo lo contrario. Había mucho más detrás de ser Campeón Regional, había conferencias, eventos, charlas, viajes donde solo se tenía que sentar a observar como otros competían sin poder decir ni opinar nada. Y eso le había costado muchísimo.

Sacudió su corta cabellera oscura y se colocó la gorra roja que le ofreció su fiel compañero amarillo.

—Gracias Pikachu —agradeció haciéndole una caricia entre las orejas puntiagudas del roedor—, si no usara la gorra me caería la lluvia de fanáticas y no queremos eso…

—¡Pi! —negó Pikachu frunciendo el ceño.

—Bien, te dejaré en el centro Pokémon y luego me iré a cambiar para la conferencia de hoy —se alejó del coche con dirección al centro Pokémon mirando un par de veces su celular con fastidio.

—¿Pikapi? —preguntó el roedor mirando a su entrenador.

—¡He tratado de llamar a Misty todo el día y no responde! —apretó en su puño derecho el celular— Después no quiero que me esté reclamando de que me acuerdo del cumpleaños de todos y no el de ella.

—Pika…. —dijo triste el Pokémon que también ansiaba escuchar la voz de la pelirroja. Caminaron un par de cuadras hasta que el edificio que funcionaba como Centro Pokémon se alzó frente a ellos.

—Bueno, ya estamos en el centro Pokémon. Pikachu disfruta el Spa Pokémon —le pidió entregándoselo a la enfermera de cabellos rosado que ya estaba preparada para recibirlo.

—¡Tranquilo Ash, está en buenas manos! —le indicó la enfermera Joy haciendo una reverencia.

—Lo sé, nos vemos mañana —se despidió de su Pokémon y extendió los brazos para estirarse mientras giraba y salía con dirección al hotel donde se hospedaría por la noche antes de partir a ciudad Azafrán.

Caminó con la mirada oculta por la visera hasta el lujoso hotel, ciudad Neón -como lo recordaba- era la ciudad que nunca duerme y seguía así aún once años después. Llegó al Hotel y fue a la recepción por su tarjeta de ingreso.

—Bienvenidos a Ciudad Neón, señor Ketchum —la mujer le extendió una planilla que Ash completó con sus datos—, estamos muy contentos que haya elegido nuestro hotel para su Charla Motivacional —le hizo una reverencia y luego tomó la hoja que Ash rellenó.

—Gracias, espero tener un buen servicio que me haga volver —respondió con una sonrisa ladeada entregándole la pluma a la mujer de cabellos castaños que se sonrojó por el tono empleado por el joven.

—Bu… bueno —la recepcionista cerró sus ojos y aspiró profundo antes de volver a hablarle—, su suite está en el piso número siete y como muestra de cortesía por parte del hotel puede usar el Frigo bar de la suite sin costo adicional.

—Mmm, interesante —aún con la sonrisa en sus labios tomó la tarjeta blanca que llevaba grabado un «7B» dorado— Gracias —y sin más se encaminó al ascensor que lo llevaría hasta la habitación que ocuparía esa noche y donde -seguramente- se escondería de su mini club de fans que suele molestarlo a donde va. Miró su celular y observó la hora, era la una de la tarde.

. . .

—¿Por qué tengo que hacerlo? —protestó una mujer de cabellos pelirrojos mientras sus hermanas echaban una maleta azul al maletero del taxi que estaba estacionado frente a la puerta del gimnasio local.

—¡Misty! —Daisy cerró la puerta del maletero y la miró con el ceño fruncido—. ¡Estás cumpliendo Veintidós años mujer! —se le acercó indignada— ¡Y más encima, aún estás soltera!

—Y está bien que seas feíta y te vistas como señora mayor —acotó Lily ocultando sus manos tras su cabellera rosada, mientras Misty observaba su traje de dos piezas que ella vestía para la supuesta reunión que tendría—, pero que no se te vaya a ir el tren…

—¡¿Anda sí?! —le suplicó Violeta juntando sus manos delante de ella—. ¡No nos desprecies! ¡Tendrás la mejor semana de tu vida! —le aseguró.

Misty resignada miró a sus hermanas y aceptó con la cabeza la invitación a pasar una semana de vacaciones para celebrar sus veintidós años en la ciudad que nunca duerme.

—¡Estaré en lo de Tracey por cualquier cosa! —le indicó Daisy cuando Misty subió al taxi.

—Ok —afirmó y suspiró apoyándose contra el asiento trasero del taxi—, adiós hermanas.

—¡Cuídate feíta, te queremos, feliz cumpleaños! —dijeron en perfecta sincronía las tres mujeres mientras veían como su hermana menor se alejaba de ciudad Celeste.

Misty observó a sus hermanas hasta que se perdieron de vista, buscó su teléfono Celular y observó la hora -era apenas las nueve de la mañana- apagó su celular, lo abrió y le quitó la batería.

—Si voy a descansar… ¡Descansemos nomás!