Disclaimer: Vocaloid no me pertenece. Todos los derechos se reservan a Yamaha.

Nota autora: ¡Hellow, mina-san! =3 ¿Me extrañaroooon~? *o* //Yami: No n.n//NaYaTo: No te hablé a ti ¬¬// En feen u_u Volví con otro Fic!! =D (owo Rima xD) Esta vez, es de Vocaloid *o* (LL) Y también es Yaoi xD De la hermosa pareja Kaito & Leny!! *___* Espero que les guste mucho, y por favor sean compasivos, es mi primer fic largo xD Bueno, ¡¡disfruten la historia!! nOn

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Maldito Amor

Capítulo I

"Un amor imposible"

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-Arrrrg, condenada niña… ¿Dónde te metiste ahora? – Murmuraba un joven de cabellos rubios, preocupado. Llevaba puesto el uniforme de la escuela, pero con la corbata un poco más suelta y los primeros botones de la camisa desabrochados, demostrando que volvía de la jornada de clases. Miraba para todos lados, intentando encontrar una cabellera rubia por allí. Más concretamente, la de una chica. Más concretamente aún, la de una chica de su misma edad. Y, más concretamente aún, la de su hermana. - ¡Arrrg Rin! ¿¡Por qué te fuiste sola del colegio!? – Gritó enojado.

De pronto, vio dos melenas por entre las personas. Una azul y otra… Amarilla. Esbozó una enorme sonrisa, aliviado y también feliz de saber que su mejor amigo estaba cerca, ya que reconocía muy bien esas dos cabelleras: Eran Kaito y Rin.

-¡Rin! – Exclamó, y comenzó a correr por entre la multitud, haciéndose entre múltiples empujones y disculpas, pero mientras más se iba acercando, menos le iba gustando lo que veía, hasta que su sonrisa se esfumó por completo. Ahí estaban Kaito, su supuestamente mejor amigo, y su hermana gemela… besándose. Len abrió grandemente los ojos, y la mochila que llevaba apoyada sólo en el hombro derecho cayó al suelo. Estaban a una cuadra más allá, y el tiempo parecía haberse detenido. No le importaba que lo miraran con extrañeza por estar parado así, en medio de la calle, ni que los autos tocaran las bocinas para que se quitara, ni el escándalo que se estaba formando. Ahora ellos se tomaban de la mano y se alejaban juntos, sonriendo. Len apretó fuertemente los puños y sus ojos se llenaron de lágrimas. Por… ¿¡Por qué!? ¡Su hermana! ¡Su hermana, con…! ¡Con…!

-¡Hey, niño! ¡Muévete de una maldita vez! – Exclamó un tipo gordo y de rostro sudoroso que manejaba un camión. Len pareció despertar del trance, y miró a todos a su alrededor. Algunos lo miraban con cara extraña, otros se burlaban y reían, y otros lo miraban enojados, principalmente los choferes, que querían seguir transitando. Se sonrojó ferozmente y se atarantó. Tomó rápidamente su mochila y comenzó a correr hacia cualquier dirección, escuchando las múltiples burlas de los demás. Pero nada le importaba, nada le importaba ahora. Corría, pero con los ojos fuertemente cerrados y sollozaba. Las lágrimas caían de forma horizontal, debido al roce con el viento, y brillaban tristemente antes de disolverse en el aire.

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-¡Hijo! ¿Cómo te fue en el colegio? ¿No vienes con tu hermana? – Preguntó su madre al verlo entrar por la puerta. - ¿Hijo? – Volvió a preguntar al ver que no respondía, y subía las escaleras con rapidez, pero pronto sintió un fuerte portazo, indicándole que había sido un día horrible. Suspiró y optó por dejarlo solo un rato. Ya vería qué hacer después.

Dentro ya de su alcoba, Len cerró con llave y se dejó caer al piso con la espalda apoyada en la puerta. Respiraba agitadamente y tenía los puños apretados. Sentía que la ira lo controlaba, y eso era malo. Tenía muchos problemas con el control de la ira, y casi siempre, terminaba dañándose, de alguna u otra forma. Cerró fuertemente los ojos, intentando no llorar, pero no pudo.

Aquella escena le había dolido mucho, pero… ¿Por qué?

-¡P-Porque Rin no me lo contó, por eso! – Gritó, tratando de autoconvencerse, pero esa no era la realidad. La realidad era que… - Estás celosoooo… - Canturreó burlonamente la vocecita en su cabeza. - ¿¡Qué!? ¡¡No!! – Gritó, pero sabía que no era verdad. – Sabes que sí. Estás celoso, muy celoso. ¿Y sabes por qué? ¡Ya cállate! – Gritó Len, levantándose del suelo, tomándose fuertemente la cabeza con las manos. – Porque tú amas a… ¡¡NO!! – Gritó, cayendo desmayado, mientras que lo último que escuchó, fue la puerta de su alcoba abriéndose a la fuerza y el grito de alguien mencionando su nombre.

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-Arrg… - Se quejó, comenzando a abrir sus ojos. Enfocó un poco la vista, y alcanzó a divisar el rostro de su madre y su hermana, que lo miraban preocupadas.

-¿Len? – Escuchó la voz de su madre, casi como eco.

-¡Len! – Oyó luego el grito de su hermana nítidamente, que se lanzaba encima de él, abrazándolo fuertemente. - ¿Estás bien? ¿Te duele algo? ¿Quieres agua? ¿Te traigo comida? ¡Ya sé! ¿Quieres una crepa de plátano? ¡De seguro te hará sentir…! – Pero se calló al ver como Len reía y se incorporaba en la cama.

-Estoy bien, tranquilas. – Dijo, sin recordar muy bien lo que había pasado. – Pero… - Continuó, volviéndose serio. - ¿Qué me sucedió? Lo único que recuerdo es… Mi alcoba, pero nada más.

-Eso quisiéramos saber, hijo. Subí y abrí la puerta con un atornillador, porque te escuchaba gritar. Parecía que estuvieras peleando con alguien. – Dijo su madre, sonando asustada. Len arqueó las cejas.

-Así es hermanito, yo volvía de un paseo con Kaito y Miku, y cuando llegué… - Len abrió enormemente los ojos y lo demás no lo escuchó. Veía los labios de Rin moviéndose, pero que no emitían sonido alguno. A su mente vinieron todos los recuerdos y una ira inmensa lo invadió. Pero, sobretodo, odio. Mucho odio y tristeza. – Y entonces…

-Emm… - Interrumpió el relato de Rin. - ¿Por qué no bajan? En un minuto estaré listo para la cena. – Dijo, prácticamente echándolas de la habitación.

-Pero hijo, ¿estás seguro de que te sientes…?

-Sí, sí. Me siento bien, ¡ahora adiós! – Dijo, cerrando la puerta tras de sí, con llave. Ni si quiera le importó ver la reacción de sus familiares, caminó hacia su cama y ahí se tendió, boca abajo. Casi sin pensarlo las lágrimas comenzaron a brotar. Necesitaba desahogarse, en realidad lo necesitaba. Después de unos minutos, se tranquilizó y fue a su cuarto de baño personal. Se miró en el espejo y notó que tenía los ojos enrojecidos. Suspiró y abrió la llave del agua fría. Se mojó la cara y se volvió a mirar, esperando ver algo diferente. Nada. Golpeó con fuerza el borde del lavamanos y se controló para no volver a llorar. Se secó el rostro con la toalla y se puso lo primero que encontró, ya que estaba con el uniforme del colegio aún. Bajo con desgano las escaleras, hasta llegar a la mesa. Ahí estaban sus padres y su hermana, esperándolo para cenar.

-Hasta que llegas, hijo. – Dijo su padre. Len no respondió y se sentó a la mesa, en su puesto, al lado de Rin. Rin había notado algo raro en su hermano, ya que el nunca, jamás la echaría de su habitación, pero prefirió no hablar del tema aún, aún que… Sospechaba el por qué de su enojo.

-Y díganme chicos, ¿Cómo estuvo la escuela? – Preguntó su madre, animadamente.

-¡Genial mami! – Respondió Rin, sonriendo.

-Bien. – Respondió secamente Len, captando la atención de todos, pero él estaba sumido en su plato de fideos con salsa. Sólo lo revolvía, mezclando las dos cosas, pero no comía. Sus padres se miraron y entendieron que algo había pasado. Decidieron cambiar de tema para aligerar el ambiente.

-Y dinos, Rin. ¿Hay algún muchacho que te interese? – Preguntó burlón su padre, a lo que Rin bajó la mirada, enrojeciendo súbitamente. Len sólo se había servido refresco en un vaso y lo bebía, disimulando.

-Pu-Pues… - Y la chica le dio una mirada de reojo a su hermano. - ¡N-No! Por su puesto que no, si me interesara alguien, serían los primeros en saberlo. – Respondió sonriendo nerviosa. Len azotó con fuerza el vaso contra la mesa, parándose rápidamente.

-Lo siento, se me fue el apetito. – Dijo, mirando con severidad a su hermana. – Con su permiso, me voy. – Dijo, esta vez mirando a sus padres, y se fue a paso rápido por las escaleras. Rin sintió que su corazón aceleraba y tenía los ojos abiertos como platos, con la vista fija en las escaleras por las que acababa de pasar su hermano. Sí, él lo sabía. Sabía lo de Kaito y ella.

-¿Problemas en el colegio? – Preguntó su madre a Rin, refiriéndose a Len, mas ella no respondió, sólo bajó la mirada, sintiendo sus ojos llenarse de lágrimas…

-No, Lola. – Dijo en cambio su padre. Lola le miró. – Son las hormonas y todo eso. A los catorce años, es normal. – Dijo León, haciendo que Lola asintiera. Y justo cuando la mujer iba a decir algo, Rin se paró súbitamente de la silla y entró corriendo a su habitación, cerrándola también con un portazo.

Ambos padres se miraron desconcertados, mas luego de unos segundos, suspiraron, negando con la cabeza.

-Adolescentes… - Susurraron ambos al mismo tiempo, en un tono cansado.

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Después de azotar la puerta de su habitación y poner una mesita plegable que estaba por ahí enfrente de la maltratada pieza de madera, a causa de la falta de cerrojo, Kagamine Len dio una patada al piso. Se agarró al cabeza con las manos y ahogó un grito de desesperación. Sí, la ira lo había consumido… Y no era nada, nada bueno.

A grandes zancadas se dirigió hacia el estéreo que estaba a un lado del escritorio, y lo prendió a un alto volumen, que casi hacía retumbar las paredes. Incluso el chico podía sentir las vibraciones de la música en su corazón, aun que ya no estaba seguro de si eran eso ó el sonido de su corazón quebrándose en mil pedazos. Lanzó un grito y tratando de ya no pensar más, se giró hacia su escritorio y de un manotazo tiró todo lejos. Lápices, un sacapuntas, apuntes y uno que otro cachivache volaron por la habitación. Len apretó fuertemente los puños. Respiraba agitadamente y sentía que su cabeza iba a estallar en cualquier momento, pero no se sentía aliviado aún, así que se dirigió hacia su cama y de un solo tirón la desarmó, tirando al suelo cojines y sábanas, pateándolos luego en el suelo.

Las lágrimas corrían ya por sus mejillas hasta llegar a su camisa, mojándola, pero bien poco le importó, así que esta vez se dirigió casi volando hacia su escritorio otra vez, pero ahora reparando en una repisa que estaba colocada encima de éste. Con furia, comenzó a lanzar cada uno de los peluches que ahí había. La mayoría eran regalos de sus amigos, sus padres y de Rin, por lo que más rabia tenía cuando los veía.

Ya no quedaba ninguno, sólo una fotografía enmarcada. Al verla, Len paró en seco y abrió enormemente los ojos. Era como si el tiempo se hubiera detenido a su alrededor, y sólo existieran él y la foto. Con una delicadeza sumamente extraña para un momento de tal ira como ése, Len tomó la fotografía entre sus manos y la acarició. Y entonces, una lágrima resbaló por su mejilla, cayendo justo sobre la fotografía. En aquella fotografía aparecían y mejor amigo y él. Sí, Shion Kaito y Kagamine Len aparecían en esa fotografía, comiendo ambos un helado y bromeando hacia la cámara. Len comenzó a sollozar y cayó de rodillas al suelo, emitiendo un sonido seco. Apretó la fotografía contra su pecho y cerró fuertemente los ojos, y luego de un momento, gritó fuertemente, estrellando la fotografía contra la pared, pero el sonido de vidrio quebrándose y su desesperado grito fueron prácticamente callados por el fuerte sonido de la música de rock. Len pegó un puñetazo tan fuerte al suelo, que logró hacerse daño. Pero ni si quiera lo sintió. Ya no sentía nada más que ese gran agujero en su corazón.

-¡No, no, no! – Gritó llorando. Se tomó la cabeza entre las manos. - ¡Yo no puedo pensar en esto, ni tampoco…! ¡Ni tampoco…! – Pero el llanto no le dejó seguir. Se desmoronó en el suelo, apretando fuertemente los puños. - Ni tampoco puedo sentir esto por ti… - Susurró en un quejido de dolor, cerrando fuertemente los ojos, mientras una lágrima más resbalaba por su mejilla, sumándose a las demás.

Y es que él lo sabía. Kagamine Len lo sabía y eso era lo que le causaba más daño. Porque estaba muy consciente de que su amor hacia él, hacia Shion Kaito… Era un amor imposible…

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Nota final: ¡WOW! Salió bien largo el cap xD!! No hice prólogo porque… No sé, sentí que sería mejor ponerlo de golpe xD!! Sé que está un poco dramático pero n.nº es que me gusta que estos dos personajes sufran un poco antes del final feliz… no sé por qué, soy algo sádica en lo que respecta a Kaito & Len xD ¡¡Pero no se preocupen, que soy fiel seguidora de los finales felices!! ;D … En feen =3 Espero que les haya gustado y que no se hayan perturbado tanto como mi Nee-chan en la parte iracunda de Len xD (Te adoro hermosa =3) Les mando un besín a todos =3 ¡¡Cuídense mucho y no dejen que sus padres coman pastel!! *0* (?

¡¡Los quiero un montón!! =)

Bye Bye nOn (LLL)

Atte.

NaYaTo.