Cuando la vi pasar by Hatsumi225

Estaba sentada en la cafetería que está enfrente de mi apartamento, cuando vi pasar a la persona más hermosa que mis ojos hayan visto, esa noche no pude dejar de verla la seguí por toda la calle, consiente aún de haber abandonado la mesa sin haber pagado mi café con leche y dos terrones de azúcar. Más aún sentía una exquisitez en mis ojos lo suficientemente justificable para excusar mi delito.

Hermoso cuerpo de color marrón se dirigía a cruzar la calle en diagonal, sus cabellos rizados, fieles esclavos de su propia belleza. No se detuvo a mirar en los anaqueles ni las revistas de librería, iba con un talante firme, poseedora de una determinación que no se vería distraída por un capricho momentáneo. Era una lástima que yo ya estuviera escuchando las notas más bellas de una canción pop, ese pedazo que siempre espero, el momento en donde todo se vuelve mucho más sublime, justo cuando ella corre a abrazarse con el hombre de capucha café y sombrero negro. Las notas ya no causan sentimientos de gozo a mis oídos y una vez más mi corazón es roto por una desconocida cara bonita detonadora de mis delirios nocturnos.

Debí haber ido más deprisa, alcanzarla antes de que cruzara la calle, tomarla del brazo, decirle que huyera conmigo, que renunciaba a mi trabajo de mensajería que empezaría escribir desde entonces para ella y por ella las historias más desorbitantes que pudiera imaginar.

Después de todo no le pude decir que la amé en un instante, como para crear esta determinación en mí y que no hubiera duda ya jamás de este primer encuentro ni rastro siquiera de ningún arrepentimiento.

El encapuchado seguía abrazándola en medio de mi incredulidad. Es que acabo de perder el amor de mi vida, tal vez nunca seré capaz de encontrar a alguien igual a ella y ya no lo merecería y no valdría la pena porque cualquier otra belleza palidecería junto a la suya. Tampoco me enteré del nombre.
¿Se lo pregunto?, ¿eso no sería un poco raro? Tendría que haber imaginado cualquier imprevisto, pensaba yo olvidando que todo pasó en el lapso de unos instantes.

Aunque suene raro me quedé para ver que hacían, si entrarían a algún restaurante, hotel, motel, auto, yo estaría para presenciarlo, pero ellos empezaron a bailar o eso es lo que creí cuando el sombrero voló hacía la acera y la capucha golpeaba al fugitivo que se alejaba de la escena y hacia mí.

Pero él no me importaba, porque el amor de mi vida caía de rodillas sobre el pecho apretando fuerte en su costado, después sangre, y el marrón ya no era marrón, gritos por todas partes, mis nervios jugaban con mi estabilidad, tardé tanto en llegar a su lado, años pasaron mientras daba esos pasos, como un sueño en el que jamás alcanzas la luz al final del corredor, pero alcancé...

Fin.