Capítulo 1: QUE ICHIMATSU QUÉ

-¡KAASAN! ¡KAAAAAASAAAAAN!

Los gritos de Jyuushimatsu retumbaron dentro de la casa incluso más fuertes que el golpe de la puerta que había hecho al azotarse por la fuerza con la que el susodicho la había abierto.

-Choromatsu, ve a ver qué le pasa a Jyuushimatsu

-¡¿EH?! ¡¿Y por qué no vas tú, estúpido hermano mayor?!

-¡KAAAAAAAAAAASAAAAAAAAAN!

-Moo~ niisan es muy escandaloso, mi hora de relajación va a irse al carajo si sigue así

-Hmph, my little Jyuushimatsu, quizás hoy se siente especialmente bendecido de haber sido traído a la vida por alguien tan maravillosa como nuestra mommy

-Osomatsu iba a responder con su clásico humor ácido a su segundo hermano pero los pasos rápidos del menor y el estruendo al abrir la puerta corrediza lo interrumpieron. Llamó la atención de todos el que el alegre Jyuushimatsu ahora tuviera esa expresión contrariada y angustiada en la cara

-¡NIISAN DÓNDE ESTA KAASAN!

-Cálmate, Jyuushimatsu, si tienes hambre mamá dejo hecho bollos de carn-

-¡ES UNA EMERGENCIA! ¡ES ICHIMATSU NIISAN! –ese simple comentario fue suficiente para que los cuatro presentes perdieran el aliento y un silencio mortal se hiciera presente en la habitación, antes de que pudieran incluso preguntar de que se trataba se dieron cuenta que Matsuno amarillo traía consigo un pequeño bulto de color morado bajo su brazo que, ahora que se fijaban bien, era la sudadera que pertenecía al cuarto hijo de la familia y que por una misteriosa razón algo se removía dentro lentamente.

Osomatsu fue el primero en acercarse a su hermano seguido de cerca por Karamatsu, que se acerco directamente al pequeño bulto que se removía bajo el abrazo de su hermano, asustado de saber qué era eso que escondía celosamente – ¿Qué le paso a Ichimatsu? – la pregunta del primogénito hizo al otro ponerse más nervioso y a falta de palabras descubrió con manos temblorosas ante sus hermanos lo que se escondía en esa sudadera.

Las reacciones no se hicieron esperar, Choromatsu se desmayó y escupía espuma por la boca, Todomatsu entró en un estado catatónico debido a la impresión, Osomatsu comenzó a reír como un bastardo loco y pervertido diciendo quien sabe que cosas sobre shotas y otras cosas mientras que Karamatsu tuvo que colocarse sus lentes oscuros para no ser deslumbrado por aquello a la vez que intentaba controlar la sangre que caía por su nariz.

-I-Ichimatsu niisan ahora es Ichi-chan – comenzó a gimotear Jyuushimatsu mientras sostenía al pequeño desde debajo de sus brazos y que también mostraba claros indicios de querer llorar.

~ O ~ O ~ O ~ O ~ O ~ O ~

Después del shock inicial, Jyuushimatsu les explicó cómo fue que sucedió todo entre lágrimas y miradas nerviosas. Habían ido a jugar baseball juntos, aunque realmente Ichimatsu había ido a ver al otro jugar mientras el alimentaba los gatos que había en el parque, como se había hecho tarde y se habían quedado sin comida de gatos, decidieron ir a una tienda de conveniencia encontrándose a Dekapan en su camino quien les ofreció ir a comer a casa, Ichimatsu se había rehusado a ir puesto que aún tenía el recuerdo del otro intentando inyectarlo con aquella jeringa monstruosa pero Jyuushimatsu, entre lastimosos sollozos, dijo que lo había convencido de ir diciendo que lo protegería con su bate.

Finalmente los dos había ido a la casa de Dekapan a cenar, y mientras comían este le pregunto al ojivioleta si aún estaba interesado en querer interactuar con los demás – Ichimatsu niisan dijo que él no necesitaba esa mierda y… y… ngh… ¡BWAAAAA!

-¡T-Tranquilo, Jyuushimatsu niisan! ¡Seguramente no fue tu culpa y fue la de Dekapan! –trató de consolarlo el menor de los Matsuno mientras le daba suaves golpecito en la espalda.

-Totty tiene razón, si es por culpa de alguno de sus inventos es probable que el efecto no dure mucho –el tercer hijo se acerco a acariciarle la cabeza mientras le limpiaba la nariz con un pañuelo.

-Es que… yo convencí a niisan de tomarlo –respondió dejando a sus otros hermanos perplejos- Y cuando Dekapan se dio cuenta de lo que le hizo en el cuerpo la poción se dio cuenta que era la equivocada… -sollozó mientras se frotaba las lágrimas con las mangas de su sudadera.

-¿Q-Qué quieres decir con la equivocada? –Osomatsu quien se había mantenido al margen escuchando a su hermanito hablar hizo aquella terrible pregunta que a todos les rondaba por la cabeza.

-¡QUE ICHIMATSU NIISAN QUIZÁS YA NO VUELVA A SER ICHIMATSU NIISAN NUNCA MÁS! –gritó a la vez que rompía a llorar nuevamente.

La cara de sorpresa de todos no se había hecho esperar quienes voltearon a ver el ahora pequeño cuerpo de su hermano recostado en el sillón de la sala mientras dormía con una clara mueca de inquietud en su infantil rostro.

-¡QUE ICHIMATSU QUÉ! – el grito a coro de los hermanos se mezclo con el llanto desconsolado de su otro hermano.

-¿Estás bromeando verdad? –Osomatsu había empezado a reír con una mueca extraña en el rostro –¿Es broma verdad? ¡Oi, Jyuushimatsu! –lo sujeto de su ropa y lo atrajo hacia él sacudiéndolo cuando este no le respondió y siguió llorando.

-¡Déjalo ya, Osomatsu! El culpable aquí es Dekapan – Karamatsu saltó al rescate de su hermanito al ver que su hermano mayor estaba perdiendo la cordura en esta situación y pagándola con otra de las víctimas – Tenemos que hacer que arregle este asunto pero no podemos culpar a Jyuushimatsu por esto, después de todo, fue Ichimatsu el que acepto.

-Esta vez fue el turno de Choromatsu de salir de la estupefacción y salir en la defensa de su hermano, después de todo, él también era un hermano mayor y debía comportarse como tal –Nunca pensé decir esto, pero Karamatsu niisan tiene razón. Tenemos que ir cuanto antes con Dekapan para arreglar este asunto.

-Es mi culpa que Ichimatsu niisan este así… -sollozo nuevamente el menor que seguía siendo sujetado firmemente por su hermano mayor- Y-yo le dije que era buena idea y que todo iba a salir bien… ugh…

Todos se miraron las caras ante lo dicho por su hermano antes de suspirar, incluso él que lo tenía entre sus manos soltó lentamente el agarre sobre su ropa para después frotarle la cabeza en un intento por calmarlo y disculparse.

-Sé que lo querías hacer por su bien, Ichimatsu también lo sabía por eso tomó esa pócima – le sonrío poniéndose de cunchillas para seguir acariciándole la cabeza- Ahora debes tomar la responsabilidad y ser un buen hermano para Ichi-chan ¡Debemos traerlo a la normalidad!

Las palabras de su hermano lo hicieron entrar en razón, no había tiempo de preguntarse si era culpable o no, debía ayudar a su hermano ahora y puesto que ahora él era mayor, debía comportarse como un buen hermano mayor. Sacudió la cabeza quitándose esos feos pensamientos de encima y se limpió con sus mangas las lágrimas contestándole enérgicamente a la persona frente a él- ¡Sí, Osomatsu niisan!

Los demás suspiraron aliviados de que el más alegre de los seis volviera a sonreír, quizás su hermano mayor era un idiota la mayoría del tiempo pero a veces realmente podía ser un buen hermano.

-Ngh…

Todos se voltearon en dirección al sillón para descubrir al pequeño en que se había convertido su hermano sentado y con unos gruesos lagrimones en sus ojos. Diablos, todo el ajetreo lo había despertado y ellos aún no estaban preparados (ni sus corazones) para tratar con el pequeño "Ichi-chan"

-Oh no no no no, no llooooores, oniichan está aquí ¿ves? –el primero en reaccionar fue el mayor de los hermanos quien se acerco prácticamente corriendo al lado del pequeño haciéndole morisquetas sonrientes que solo hicieron estallar el llanto de su ahora bebé hermano.

-Eres un idiota, niisan –respondió el tercer hermano mientras negaba con la cabeza reprobatoriamente,

-¡Pues inténtalo tú entonces! –lo retó con el orgullo herido y unas dramáticas lágrimas de cocodrilo en los ojos al verse rechazado por el bebé.

-¿Eh? Bien –dijo seguro de sí mismo acercándosele al niño que lloraba a pleno pulmón. Dios, su madre era una santa si tuvo que soportar esto y peor cuando los seis eran bebés, se arrodillo frente a él captando su atención por un momento y estiro sus brazos hasta él y antes de que llegara siquiera a tocarlo el pequeño ichimatsu había estallado en un llanto mucho más fuerte que antes - ¡P-pero si no le hice nada!

-Oh, Choro-chan, se ve que no tienes talento con los niños –escuchó decir a su estúpido hermano en tono reprobatorio- Tsk, si sigues así no serás una buena esposa

-¡Muérete, idiota!

-¡BWAAAAAAAA!

-A-ah, no, no me refería a ti, Ichimatsu –movía las manos nervioso delante del niño que solo lloraba más fuerte cada vez que intentaba acercársele.

-Cancelo nuestro compromiso, Choromatsu, mis hijos necesitan a alguien más calific- no alcanzo a terminar la frase puesto que la mesa de la sala había terminado estampada en su cara gracias a un furioso y sonrojado Choromatsu - ¡CÁLLATE Y MUERE IDIOTA!

El pequeño siguió llorando, un llanto agudo que le hacía brotar lágrimas a grandes goterones cada vez, quién se iba a imaginar que el callado y taciturno Ichimatsu sería capaz de provocar semejante escándalo. Karamatsu vio como sus dos hermanos menores no eran capaces de acercarse al bebé, quizás por miedo o porque nadie en esa habitación se encontraba siquiera ligeramente capacitado para lidiar con un infante, incluido él. Y aunque no lo quisiera aceptar, él tampoco se acercaba por qué en su interior temía que el ahora pequeño quinto hijo de la familia Matsuno lo rechazara de la misma forma en la que lo hacía cuando estaba en su forma normal.

"Vamos, ahora es un bebé, no puede golpearte" se dijo para darse ánimos, respiro profundamente y finalmente se acercó al pequeño con su mejor sonrisa – Hey, kitty – puso una rodilla en el suelo delante de él y se agachó viendo como el pequeño dejaba de llorar a gritos para mirarlo con aquellos grandes y brillantes ojos, expectante, tragó fuerte sintiéndose un idiota por intimidarse con algo como eso- ¿Qué pasa? ¿Tienes algo que te moleste? –lo vio hacer un adorable mohín con la boca mientras sorbía por su nariz y sintió que se derretía, su hermanito era adorable.

Con manos aún temblorosas lo alzó entre sus brazos sorprendido por lo pequeño y liviano que era, lo sostuvo junto a su pecho con un brazo y con el otro aprovechó de limpiarle los rastros de lágrimas de su cara – Eso es, kitty, si sigues llorando puede subirte la temperatura y te sentirás mal. Shh~ oniichan está aquí, no llores –se mecía con el niño en brazos tranquilizando los gimoteos que le quedaban después del llanto, golpeaba su espalda despacio mientras el niño lo miraba especialmente fijo y él le sonrió feliz, más no esperaba que ese gesto hiciera sonreír al pequeño Ichimatsu, una sonrisa que si bien no poseía toda la dentadura era deslumbrante. Expandió la sonrisa en su rostro como respuesta a su hermanito - Oh, my little Ichimatsu, ¡esa es una gran sonrisa!

-¡Niisan esta sonriendo! –un nuevamente feliz Jyuushimatsu se había acercado emocionado para ver desde detrás de su espalda al bebé.

Siguió meciéndose ahora más tranquilo mientras su otro hermanito lo acompañaba aferrado a su espalda para mirar al bebé sin interferir, él por otro lado se sentía derretir, Ichi-chan había acercado una de su pequeñas manitas a su cara y lo inspeccionaba mientras hacía ruiditos inentendibles con la boca, río bajito para no distraerlo de su importante tarea - ¿Acaso tengo algo en la cara?

Un ruido lo hizo volver a la realidad y se volteo a donde se suponía que debían estar los otros tres hermanos, descubrió a Todomatsu pulsando frenéticamente un botón de su celular que lo apuntaba directamente a él y los otros dos Matsunos mientras lloraba cascadas y mordía su labio hasta sangrar. Choromatsu por otro lado estaba dándoles la espalda apoyado en una pared y temblando ligeramente mientras balbuceaba algo sobre que le alegraba estar vivo mientras Osomatso a su lado yacía acostado en el tatami sobre un pozo que esperaba no fuera sangre

-¿Brothers?

-Aa… maa

-¡Niisan quiere hablar!

Ese llamado fue suficiente para resucitar a sus hermanos y que se acercaran rápido (más de lo que él consideraba normal) a escuchar.

-Sus primeras palabras… Dios, se es posible ser tan jodidamente afortunado – sollozó dramáticamente Osomatsu frotándose los ojos con la manga de su sudadera roja.

-Totty, grábalo todo.

-Entendido, Choromatsu niisan –respondió serio el menor sacando equipo de grabación profesional desde Dios sabe dónde.

-B-Brothers, creo que no es prudente molestar de esta manera a Ichi-chan, se puede sofocar –contestó presuroso mientras con su cuerpo intentaba taparlo del resto

-¡Demonios, Karamatsu! Déjanos oírlo, no lo acapares solo porque contigo no llora

-Aaa… -volvió a arrastrar las vocales el pequeño atrayendo la atención del segundo hijo tocando su boca con su manita- Amachuu…

Y si eso no fue poco lo aniquiló con aquella bonita sonrisa de ojos entrecerrados que le dio justo después de "pronunciar" su nombre.

- ¡KARAMATSU NIISAN ESTA MUERTO!