Henry Jones tenía 10 años cuando se fue de Storybrooke en busca de su madre biológica.
Henry sabía que tenía que tener una madre, al menos eso era lo que le habían enseñado, él fue adoptado por el asesor alcaldesa de Storybrooke, Killian Jones, cuando era un bebé.
Aunque siempre había sentido que pertenecía a otro lugar, cosas raras pasaban en Storybrooke, nadie envejecia nunca o qué, porque de lo que él recuerda todos han lucido igual desde que tiene memoria.
Sus dudas fueron confirmadas el día que su profesora Mary Margaret le entregó el libro de cuentos. Su padre era el capitán garfio y su madrina era la reina malvada y ¡todos estaban encarcelados en el tiempo en una ciudad sin finales felices!
Eran personas muy crueles y malas por lo que había leído en ese libro, puras muertes y dos culpables. Alguien tenía que parar esa situación, ¿Si no era él, entonces quién? Nadie más recordaba nada.
Trato de decirle a alguien pero no podía todos creian que estaba loco, empezó a tratar de alejarse de Killian y Regina, pero esto solo resulto en que lo mandaran a terapia con Archie que era pepito grillo. Como odiaba estar en su casa ahora que sabia la verdad. No odiaba a su padre o su madrina pero sabía que estaban mal y tenía que hacer algo para acabar con la maldición.
Así que lo planeo bien cogió la tarjeta de crédito de Mary Margaret y entró a una página, su adopción fue cerrada pero con dinero, bueno con dinero podía acceder a cualquier tipo de información. Luego encontró el nombre de su madre biológica.
Emma Swan.
Espero que su padre fuera a su oficina a tomar ron con Regina y salió de su casa. Luego de un largo trayecto llegó a Boston. Se encontró frente a la puerta de la mujer destinada a romper la maldición.
