Bien, un nuevo fic, me ha costado mucho escribirlo, ya que no estoy acostumbrada a hacer fics de éste tipo, con tanto drama, escenitas de celos (la especialidad del chef… ejemm… es decir, mi especialidad n.n), y lemon, sin mencionar que es AU. El fic será una sucesión de Flash Backs, así que, por favor, lean cuidadosamente para que no se pierdan, porque a veces hasta yo me pierdo .
Parejas: Principal: MiloxCamus y un triángulo: MiloxCamusxSaga; secundarias: ShakaxMu, HyogaxShun, ShuraxAioria, HyogaxShunxMime.
Inspirado en la serie de TV "Queer as Folk" -
Dedicado especialmente a: Koi-Aoi y a su bichito, que a veces me saca canas verdes ¬¬ pero aun así lo quiero mucho, a ti también, vida mía n.n
Touching Leads to Sex
By: Konoto-chan
Chapter I: Bloody Beginning
Era la última vez que hacia ésta clase de cosas tan ridículas, y todo fue porque Aioria le insistió hasta hastiarlo hasta que ya no pudo más…
-Flash Back-
--Vamos, Milo-pidió por… bueno, en realidad ya había perdido la cuenta de cuantas veces le había pedido lo mismo.
--No-pronunció cerrando la puerta de metal de su apartamento. Acababa de llegar de trabajar y tenía que aguantar otro día escuchando una petición a la que se negó a cumplir desde la primera vez que la escuchó.-"¡Dioses! No debí haberle dado la llave".- pensó con desgana al tiempo que se quitaba el saco y dejaba su portafolio sobre la mesa para después caminar unos cuantos pasos y entrar a su habitación.
--¿Anda, qué te cuesta?- Aioria insistió.
--No.-fue la simple respuesta del rubio, mientras sacaba algo de ropa cómoda de las gavetas y entraba en la elegante habitación de baño, siendo seguido por el ojiverde.
--Milo, eres un… -el aludido no le dejó acabar la frase, cerrándole la puerta en la cara, pero giró la perilla antes de que le echara llave y la empujó para abrirla. El ojiazul, al notar esto, hizo fuerza para que no lo lograra, forcejearon un rato como niños de cinco años.
--¡Aioria, quítate de la puerta!-ordenó Milo, empujado con su hombro esta misma.
--¡No, hasta que aceptes ir!-replicó.
--Bien.-el rubio dejó de ejercer fuerza contra la puerta y simplemente se quitó, sin previo aviso, provocando que el castaño cayera al suelo, aunque éste se puso de pie casi inmediatamente mirándolo de mala manera.
--Olvidaré lo que acabas de hacer si aceptas ir.-propuso sonriendo.
--Ni en tus sueños.-dijo sacándose la ropa, pasando sus dedos por sus dorados cabellos. Cuando ninguna prenda cubría su cuerpo se metió en la regadera, abriendo las llaves del agua y regulando su temperatura hasta que estuvo a su gusto.
--¡Vamos, Milo! No seas así, no pierdes nada.-preguntó mirando al empresario a través de las puertas transparentes empañadas por el vapor.
--Mi valioso tiempo, eso es lo que pierdo.-aclaró enjuagando su larga cabellera.- ¿Y qué hay de mi¿Qué gano yo? -cerró sus párpados evitando que el agua entrara en sus ojos.
--La satisfacción de hacer infinitamente feliz a alguien.-respondió el castaño sonriendo.
--Eso no me sirve de nada.-objetó restregando la barra de jabón contra su cuerpo.-Es estúpido y ridículo. No iré y punto.-
--Eres un egoísta.-le espetó mirándolo de mala manera.
Recorrió con la mirada la habitación y sus ojos se detuvieron el algo, sus ojos brillaron maliciosamente y cuidando de que el rubio no lo viera, avanzó hacia el WC y jaló la palanca. Inmediatamente, el agua caliente y confortable que mojaba el cuerpo del ojiazul se esfumó siendo reemplazada por agua sumamente fría.
--¡¡¡¡Wuaaaaaahhhh!!!!.-exclamó al sentir el gélido líquido sobre todo su cuerpo tibio.
El ojiverde observó la reacción de su amigo ahogando su risa, y se apresuró a salir del baño, cerrando la puerta con llave. Una vez fuera comenzó a reírse buenamente.
--¡¡¡¡¡Aioria, voy a matarte!!!!!.-escuchó gritar a Milo desde el otro lado de la puerta, no se oía muy contento.
Después de cerrar rápidamente las llaves del agua, temblando por el desagradable contacto con el agua helada colocó una toalla alrededor de su cintura y con el cabello aun goteando se encaminó hacia la puerta de madera, trató de abrirla pero no pudo, giró una y otra vez la chapa hasta que notó que tenía seguro, se lo quitó y abrió la puerta, buscando a Aioria y una vez que le localizó lo miró con furia en sus ojos azules.
--No me mires así.-replicó el ojiverde.-Te lo merecías, te mereces eso y más.-
--Calma, calma, Milo.-se dijo a sí mismo, ignorando el último comentario por parte de su amigo.-Son sólo palabras sin sentido… respira profundamente.-aspiró y exhaló repetidas veces.-Palabras estúpidas provenientes de alguien aun más estúpido.-ignoró la mirada de reproche por parte del castaño, posando sus dedos sobre su sien, masajeando la zona tratando de mitigar su creciente dolor de cabeza.
--¡Oye! -le llamó, pero el rubio cerró fuertemente la puerta del baño tras él.
Salió después de unos cuantos minutos vistiendo un cómodo pantalón holgado y una camiseta blanca, mientras secaba su cabello con una toalla se dirigió a la cocina, abrió la nevera y sacó una botella de agua, la cual abrió y se llevó a los labios para beber el vital líquido.
--Eres un completo egoísta.-habló cruzándose de brazos.
El ojiazul rodó los ojos cansinamente, a veces le daban ganas de ahorcar al castaño, ahogarlo lentamente…
--Ya me dijiste eso dos veces.-dijo restándole importancia y caminando hacia la sala, dejándose caer pesadamente sobre el blanco sofá de dos plazas, siendo seguido por Aioria.
--Por favor, Milo.-pidió, tomando asiento al lado del rubio.-Por favor, por favor, por favor, por favor, por favor, por favor, por favor.-buscó la mirada azulina de su amigo, pero éste cerró sus bellos ojos en actitud altanera.-Te lo pido, te lo ruego… ¡por favor!-suplicó.
--¡¡¡No!!!... ¡¡¡No, no, no, no, no y no!!!-exclamó bastante molesto.-Dije que no y no me jodas más.-le espetó levantándose.
--Pero, Milo, mañana no tienes nada que hacer.-objetó el castaño.
--Tengo trabajo.-fue la primera excusa que se le vino a la mente.
--Hoy saliste de vacaciones.-miró enfadado a Milo, quien se paso una mano por el cabello, enfadado.
--Aún así¡dije que no iré!-dijo como si estuviera hablándole a un crío de cinco años y, sinceramente, empezaba a creer que así era.
Pasaron toda la tarde de la misma forma: Aioria rogándole y Milo negándose rotundamente a decirle que si. Hasta que llegó la noche y el reloj marcó la medianoche.
--Por favor.-rogó por enésima vez consecutiva.
--No.-negó tranquilamente, acostado en su espaciosa y cómoda cama.
--¡¡¡Por favor!!!-
--¡¡¡¡NO!!!!-exclamó, tapándose hasta la cabeza con las mantas, pero el castaño se las arrebató.
--Anda, no te cuesta nada.-
--¿Acaso tu querido Shura no se molestará porque no hayas llegado?-preguntó con la esperanza de quitárselo de encima.
--No, le dije que llegaría tarde.-Milo maldijo su suerte.-Por favor, di que si.-
--¡¡¡No!!!-trató de juntar toda la paciencia que le era posible.
--¡Vamos!... ¿Lo harías por mi?-preguntó haciendo un pucherito y mirando al rubio con sus bellos ojos esmeralda como si fuera un gatito solo y abandonado.
--Jamás.-sentenció, dándole la espalda al ojiverde.
--Entonces hazlo por Camus.-al solo escuchar su nombre, el rubio se volvió a ver a su amigo que le miraba inquisidoramente.-Lo harías muy feliz si fueras, eso lo sabes muy bien, él te ama, eso también lo sabes.-sonrió al ver el peculiar brillo en los ojos de su mejor amigo, el mismo brillo que siempre aparecía cuando escuchaba el nombre del pelirrojo.-Él se entristecerá mucho si no vas.-sonrió triunfante¡Lo había logrado!
--¡¡Esta bien, esta bien!!-Aceptó al fin, resignado.-Iré a ese estúpido baile¿feliz?-lo miró enojado.
--Para serte sincero, si, mucho.-dijo sonriendo grandemente-Ahora… debes de ir presentable, nada de…-
--¡¡¡Basta!!!-vociferó, perdiendo la poca paciencia que le quedaba.-¡¡¡Fuera, largo de aquí!!!-se incorporó y tomó del brazo al castaño, llevándolo a empujones a la salida.-¡¡¡¡Largo de mi casa!!!!-exclamó, abriendo la puerta principal, sacándolo, para después cerrar la puerta en su nariz.
--¡¡Es mañana a las ocho de la noche, no llegues tarde!!-habló del otro lado.
-End of Flash Back-
Escuchó la dulce voz del pelirrojo a su lado, estaba cantando, muy bajito, pero cantaba, haciéndole sonreír interiormente. Caminando por el gran estacionamiento, hasta llegar al lugar donde había aparcado su preciado auto negro.
Tomó al galo por las muñecas, acorralándolo entre el auto y su cuerpo, para apoderarse de sus labios en un apasionado beso, mordió el labio inferior del pelirrojo, incitándolo a separar sus labios, introduciendo su lengua en su boca, siendo correspondido a su vez por Camus. Cuando el aire hizo falta, el ojiazul rompió el beso, mordiendo con suavidad el labio inferior de su acompañante de nueva cuenta.
--Ésta ha sido la noche más romántica de toda mi vida.-habló el francés sonriendo bellamente.
--Ridículamente romántica.-expresó el rubio sonriendo levemente.
Liberando las muñecas del galo de su agarre, quitándose la bufanda blanca de fina seda para colocarla alrededor del cuello del pelirrojo y unir sus labios nuevamente, posando sus manos en la delgada cintura francesa, mientras su cuello era rodeado por los delgados brazos del otro, pasados unos cuantos instantes, rompieron el contacto.
--Me voy.-habló Milo, abriendo la puerta del auto.
--Nos vemos.-se despidió el bello francés, dejando un suave beso en los labios de Milo, se dio la vuelta y comenzó a caminar de regreso a la fiesta.
El rubio cerró la portezuela, pero no encendió el motor, sólo se quedó con las manos en el volante, observando la figura del francés alejarse por el espejo retrovisor. Sonrió, pero su sonrisa se esfumó al ver otra figura que se acercaba al galo por detrás… ¿acaso no era Saga?... si, si era él, se alarmó al ver que llevaba un bat en la mano. Abrió la puerta del auto y corrió a toda velocidad hacia ellos.
--¡¡¡CAMUS!!!!-le llamó.
Pero fue demasiado tarde. El galo sólo tuvo tiempo de volverse para encontrarse frente a frente con Saga, sintió un inmenso dolor y todo fue oscuridad.
Escuchó el horrible sonido de l madera golpear la cabeza del francés, quien cayó inconsciente al suelo. Llegó hasta ellos y de un empujón apartó a Saga del francés, una furia incontrolable se apoderó del rubio, tomó el bat y golpeó al ojiverde en el estómago, sacándole el aire, para después correr hacia el cuerpo caído del galo.
--No, no, no, no, no, no…-pronunció en una especie de susurro.
Con sumo cuidado levanto ligeramente su cabeza, horrorizándose al ver el hermoso rostro de Camus manchado de líquido escarlata, había una profunda herida en el lado izquierdo de su cabeza -entre su ceja y el lugar donde empezaba el cabello, que sangraba abundantemente…
--¡¡¡¡¡¡¡¡MIERDA!!!!!!!!-
KkKkKkKkKkKkKkKkKkKkKk
Muchas gracias por leer. Mis mejores deseos y felicitaciones.
Feliz Navidad y Próspero año nuevo!!!!!
