ADVERTENCIA: Lemon explicito o algo así. No es tan bueno, pero creo que me quedó bastante bien para ser el primer lemon yaoi que escribo. No quise detallar mucho nada porque no es la idea de este one shot.

De hecho, este es un segmento de un capitulo de otro de mis fics, "Don´t stand so close to me". Es un flashback, pero creo que me dio lo suficiente como para publicarlo individualmente.

Ojala les guste, el sasunaru es una de mis parejas favoritas, aunque no sea real xD siempre me ha gustado la química que les dan a estos dos en los doujinshis.

Así que si, es como un spin off de mi otro fic (?) ok no.

TODOS LOS PERSONAJES DE NARUTO PERTENECEN A MASASHI KISHIMOTO.


—No entiendo porque tanta insistencia en el asunto de decirle a tus padres.

—Ay, Sasuke, ¡porfavor! No me digas que quieres seguir escondiéndote para el resto de nuestras vidas.

—No es que quiera seguir escondiéndome, Naruto, es que no quiero que "esto" se convierta en un asunto público.

—¿Por qué? ¿Te preocupa desilusionar a todas tus fans?

Con una mirada furiosa, Sasuke se giró para encarar al rubio, quien estaba recargado en el capó del coche de Sasuke. Un viejo Nissan rojo que el joven Uchiha había comprado con los ahorros de un trabajo de verano, tenía la pintura gastada y la defensa caída, pero en ese instante era el vehículo de escape de los dos jóvenes enamorados, aquel coche les permitía salir de la vida oculta que llevaban.

Habían parqueado al lado de un camino que se encontraba en una colina, les permitía una buena vista de la ciudad, además estaba oscuro y eran las tres de la mañana, nadie se acercaba a esas horas por ahí gracias a que Naruto había esparcido el rumor de una manada de coyotes come hombres.

—Ya te dije explícitamente que no me interesa ninguna de esas chicas.

—Sigues diciendo eso, pero yo no soy estúpido, sé que no las rechazas por completo y jamás le has dicho a ninguna que ya estás comprometido con alguien más. — El rubio le sonrió burlón y Sasuke arqueó una ceja, molesto.

—¿Y porque habría de hacerlo si eso no es cierto?

La sonrisa se desvaneció de su rostro. Había tocado una fibra sensible y Sasuke iba a arrepentirse de ello por el resto de su vida. Sin embargo, Naruto guardó la calma, después de todo, no era la primera vez que tenían esa discusión.

—¿Por qué no paras de ser un idiota? ¿Qué es lo que quieres para el resto de nuestras vidas? ¿quieres que vivamos ocultos por siempre sin que nadie pueda saber que tú y yo somos…?

—¿Somos qué? ¿Por qué insistes tanto en ponerle nombre a todo? ¿Por qué tienes que ponerle nombre a esto? ¡¿Eh?!

—Oye, no te alteres— "el alterado debería ser yo" pensó.

—Es que no entiendo porque siempre tenemos la misma discusión. Siempre quieres decirle a tus padres, siempre quieres decirle a Sakura, siempre quieres decirle a Kiba, a Ino, a Chouji, a Shikamaru. ¡Quieres que todos se enteren de MIS cosas privadas!

Una nube ocultó la luna que los iluminaba, justo en el momento en que el rostro de Naruto se ensombreció.

—¿TUS cosas privadas? ...Vamos a dejar algo claro, soy YO al que se la metes, soy YO el que te avisa que mis padres salieron y que tengo la casa sola, soy YO el que aguanta tus idioteces y soy YO el que jamás te ha dado la espalda cada vez que te metes en problemas, y ¡¿te atreves a decir que son TUS asuntos?!

—Bien, ¿qué es lo que quieres? ¿Que hagamos público lo que tenemos, nos casemos en Las Vegas, adoptemos un niño africano, vivamos en una casa perfecta usando suéteres de rombos y pantalones caquis y formemos parte de un grupo de teatro gay?

La tensión se rompió y Naruto estalló en risas. Se inclinó abrazando su estómago con sus brazos soltando carcajadas y Sasuke suspiró aliviado. Con el chiste, tal vez ahora Naruto olvidaría la discusión, le diría que todo estaría bien, comenzarían a besarse y terminarían haciéndolo en el asiento trasero de su coche, luego volverían a casa haciendo como que estuvieron de juerga varonil sin nada de sexo gay y se iría a dormir en paz.

—¿Qué clase de estereotipos tienes en mente, idiota? Sabes que puedes recibir una paliza por eso, ¿verdad? —Le dijo entre risas el rubio.

El pelinegro dio media vuelta para mirar hacía la caída de la colina, donde se podían apreciar las luces de la ciudad, brillantes, prometedoras, luciendo como si nunca fuesen a apagarse. Justo como su juventud y lo suyo con Naruto. Relajado, éste último se acercó a él y lo abrazó por el cuello, metiendo su mano por el cuello de su camisa, acariciando su pecho. En efecto, la noche iba en la dirección que Sasuke quería. Naruto comenzó a besar su cuello, luego fue mas arriba hacía su mandíbula y después a su oreja.

—De todas formas…—comenzó el rubio.

Sasuke sabía que retomaría el tema, así que se volvió y comenzó a besarlo introduciendo su lengua para detenerle de hablar. Lo cogió por la nuca y comenzó a hacerlo retroceder hasta el capó del auto, deslizó sus dedos escurridizos bajo la camiseta el ojiazul, acariciando su abdomen. Naruto comenzó a desabrocharle el pantalón.

—¿Quieres…?—preguntó Sasuke entre besos.

—Aja…—Naruto le quitó la camisa y fue hacia la parte trasera del coche. Con rapidez se introdujeron en el asiento trasero.

No paso mucho tiempo para que Sasuke terminara de entrar por completo en él, y comenzara a embestirlo efusivamente. Entre gemidos, aquello que el Uchiha se había esforzado tanto en evitar, sucedió.

—…Ah…no es como que…ah…quisieras...ugh…casarte con una mujer y…seguir…haciendo esto a escondidas…AH! ¿Cierto?...AH, AH…¿Sasuke?

Uchiha comenzó a envestirlo con más fuerza, sintiendo el clímax a punto de venirse, seguro de que el orgasmo ahogaría aquello y evitaría el comienzo de una nueva discusión.

Y sucedió. Ambos llegaron al clímax, dejando vapor en las ventanas y jadeos en el aire como prueba del incendio que acababa de suceder entre los dos.

Ambos se sentaron en el asiento trasero, aun jadeando, comenzaron a arreglarse la ropa y el cabello, se abrocharon el pantalón y después solo se sentaron ahí, sin nada que decir. Sasuke notó una marca roja en la frente de Naruto.

—¿Qué…que te pasó ahí?

—Ah, ¿esto?, siempre que lo hacemos me golpeo con la vestidura de la puerta, eres un tacaño de mierda, al menos podrías llevarme a un hotel.

—No sería ni la mitad de excitante de lo que es hacerlo aquí.

Ambos se sonrieron, Sasuke le dio un beso en la frente donde estaba enrojecido, acarició su nariz con la suya y se dieron un tierno y corto beso.

—Sasuke, ¿quieres que seamos infelices? —

Ahí iban de nuevo. Desde fuera del coche, solo se escucharon ecos de sus voces comprometidas en una ardua discusión, como cuando se te mete agua a los oídos y no puedes escuchar nada con precisión. El vapor en las ventanas impedía ver lo que estaba sucediendo con exactitud, pero podía verse a los dos haciendo ademanes efusivos.

La puerta del asiento trasero se abrió de golpe, como una explosión, y Naruto salió acelerado, con la mirada enfurecida y los ojos rojizos a punto de llorar. Sasuke lo siguió, apresurándose a ponerse la camisa de nuevo.

—Naruto, por favor…dame un segundo y escúchame — El rubio comenzó a alejarse caminando por la orilla de la autopista— Oye, ¡Naruto! — Fue tras de él, pero entonces Naruto echó a correr.

—¡Mierda! —Sacó las llaves del auto, y con desesperación, lo encendió y fue tras él.

Tardó 5 minutos en alcanzarlo, el idiota corría rápido. Se emparejó con él y bajó la ventanilla del asiento del copiloto.

—Naruto, ¡sube al auto!

—Lárgate.

—No estoy bromeando, sube, ¡maldita sea!

—Yo tampoco estoy bromeando, desaparece, idiota.

Sasuke tomó aire, estacionó el coche a la orilla y bajó del vehículo con rapidez, alcanzó al rubio y lo jaló del brazo.

—¿A dónde se supone que vas?

—Pues a mi casa, ¡¿a dónde más?!

—Sube al coche, yo te llevo.

—No quiero tener nada más que ver contigo, se terminó, ya no quiero ver tu estúpida cara, ¡eres un egoísta! ¡Me voy caminando! —se dio la vuelta y comenzó a andar.

Un jaloneo en su brazo fue suficiente para que la ira hiciera de las suyas, Naruto le tiró un puñetazo directo a la cara y Sasuke se lo devolvió. Antes de que se dieran cuenta, estaban tirados entre los matorrales intercambiando golpes, mordidas y patadas uno con otro. Solo se detuvieron cuando una linterna los iluminó y fueron hallados cubiertos de pasto, tierra y moretones por un oficial de policía. Fueron a dar a la cárcel, las latas de cerveza en el asiento delantero fueron suficiente para que nadie descubriera su pelea pasional, era una clásica "pelea de borrachos".

Sentados, tras las rejas, tomaron distancia uno de otro dejando un gran espacio entre los dos en la banca de la celda.

—Bueno…nunca habíamos llegado a la cárcel. Esto es nuevo…

—Se terminó —anunció Naruto tajante, sin siquiera mirarlo.

—¿De qué hablas?

—Lo nuestro, se acabó, ya no existe, adiós.

—No sé de qué hablas, tu y yo no somos…

—¡SE TERMINÓ!

—…Bien…

Ninguna palabra fue pronunciada de nuevo, cada quien desde su lugar en la banca se dedicó a guardar silencio. Aquella fue una larga noche.

Ahora, años después, se encontraban de vuelta en una situación extrañamente familiar. Cada uno se encontraba en un extremo del sofá de la sala de la casa de la familia Uchiha, con el televisor apagado y en total silencio. La única diferencia era que esta vez no era una cárcel, sino una incómoda cena con la familia Uzumaki. Sin embargo, el ambiente no estaba cargado de tensión como había sido en aquella noche. Todo lo contrario, ambos estaban calmados, tranquilos, habían aprendido a estar el uno con el otro sin pelear ni besarse y tampoco tener sexo.

Eran adultos, habían crecido, se habían casado, habían superado la situación y habían continuado su vida siendo muy buenos amigos.

—¿Por qué no vemos televisión en lo que Sakura chan y Hinata acaban en la cocina? —preguntó el rubio, calmado. "De todas formas, nunca fuimos nada, ¿verdad, Sasuke?"

El pelinegro encendió el televisor dando un suspiro.

—claro… ¿Por qué no? — "Si lo éramos, lo siento".

—Odio ese programa.

—Yo también, es estúpido.

Ambos se sonrieron.