Summary: Las mariquitas son rojas. ¿Por qué son de ese color? Un insecto tan elegante, adorable y curioso no debería ser de ese color.
Disclaimer: Miraculous Ladybug no me pertenece.
Las mariquitas son rojas. ¿Por qué son de ese color? Un insecto tan elegante, adorable y curioso no debería ser de ese color. El rojo destaca entre los demás colores, brilla con su pasión frente a los otros. No es un color que deba llevar una mariquita.
Es mejor que sea naranja como los dulces melocotones que crecen durante la primavera y las hojas secas que caen en otoño. Un suave naranja que endulce su presencia aún más.
También podría ser amarilla, como el sol que deslumbraba sobre el manto celeste y como los alegres girasoles que ahora florecían en los jardines. Un centelleante amarillo que compitiera con el de la abeja que estaba a su lado.
Otra buena opción sería el verde, refrescante y profundo como los anchos bosques. Símbolo de esperanza y paciencia, las cuales necesitaba con urgencia en esos momentos.
Tal vez otra buena elección sería azul como el hermoso cielo y el inmenso mar. Un azul que refleje la tranquilidad, la estabilidad y la inteligencia de las mariquitas. Un impresionante azul que destaque sobre sus lágrimas.
Eso sí, no debía ser violeta. Ese color le resultaba repulsivo y asqueroso. Cada parte de su ser detestaba dicho color.
El violeta y el rojo solo simbolizaban una cosa para él. La muerte.
Porque al ver el cuerpo ensangrentado de su elegante, adorable y curiosa mariquita entre sus brazos no podía sino llorar, mientras la impotencia y el dolor penetraban su corazón, también rojo, y lo acababan destrozando.
Por eso una mariquita no debía ser roja. El rojo destaca mucho y la hace brillar sobre los demás. Y a las mariposas no les gusta que les quiten su protagonismo.
