Felicidad94(Nuevo usuario) les trae

la historia:

My Little pony: Soy tu recuerdo.

Presentación: Hola a toda la comunidad brony latina, soy nuevo en el foro y como presentación quise traerles mi primera historia n.n, espero que sea de su agrado. Esta historia quizá tenga algunos errores, así que no duden en hacérmelos saber (: Bueno sin más preámbulos, comencemos.

Prólogo:

Levantaron los pesados escombros que les sirvió de escondite. Habían permanecido ocultos por tres días, pero al final tuvieron que desistir. Después de cerciorarse mutuamente que se encontraban bien, miraron a su alrededor para detectar algún peligro, pero no vieron nada. Estaban a salvo por ahora.

Recogieron las muy escasas pertenencias que tenían y se pusieron en marcha. Era tiempo de buscar algo para comer.

Caminaron algunos kilómetros, hasta que se detuvieron cerca de una ciudad fantasma. Se sentaron en una incómoda roca y sacaron de los trapos que llevaban una pequeña botella con agua.

Uno de ellos bebió apenas unos sorbos, el otro imito el acto, y le ofreció la botella.

-No. Bebe. No te preocupes por mí. Luces peor.

La botella quedó vacía en unos instantes, y la guardaron por si es que encontraban agua potable de nuevo. Se dirigieron a la cuidad, muy sigilosamente. No parecía haber algo amenazador. Cerca de donde estaban había un edificio con el nombre "MARKET", y entraron pensando que encontrarían provisiones. Lamentablemente, los alimentos allí estaban caducos, y algunos en descomposición. Recorrieron mas pasillos para ver si tenían mejor suerte, hasta que se toparon con un montículo de comida enlatada. Se arrodillaron y se pusieron a examinar los envases, algunos de ellos no habían expirado.

-Quédate aquí. Estaré en la entrada. Voy a vigilar, por si acaso. Hay que darnos prisa.

-Sí.

Revisó casi todos los envases y tomó los que estaban en buenas condiciones. Los metió en la bolsa de tela que tenía y fue a buscar a su amigo. Cuando llegó a la entrada, se sorprendió: no estaba. Camino algunos pasos, bordeando un estante, y miró hacia la calle: un soldado, provisto de un arma mediana, caminaba por la acera próxima. Estuvo a punto de gritar, pero una mano débil le cubrió los labios y le arrastró para adentro.

-Shhh... calma, no nos ha visto.

-Pero no podremos salir si él sigue allí.

-Descuida, seguramente se irá-sonrió.

-¿Y si no lo hace? ¿Que haremos?

Hubo unos instantes de silencio.

-No habrá mas opción que enfrentarse a el-le mostró una pistola-la encontré mientras regresaba. Ahora presta atención. Quiero que cierres los ojos y tapes tus oídos ¿de acuerdo?

-¡Te matará! ¡No lo hagas!

-Solo es uno. Descuida, él no sabe que estamos aquí. Ahora, has lo que te digo.

El soldado se había alejado unos metros, dándole la espalda al MARKET. Él salió sin hace ruido, apuntó hacia la espalda, cerró los ojos y, preso del nerviosismo, disparó.

Debido a la adrenalina del momento, tembló al apretar el gatillo, lo cual hizo que la bala no impacte en el blanco. El soldado, asustado, dio media vuelta, buscando con la mirada de donde vino ese tiro. Fue necesario dispara otra vez, para que al final, la bala atraviese la pierna del soldado, quien gritando de dolor, soltó el arma que llevaba y cayó pesadamente al suelo. Se acercó a el, recogió el arma y, sin quitarle la vista de encima, se alejó lentamente. Más, de repente, se oyeron muchos pasos. Se acercaban...

Corrió rápidamente hacia el MARKET y vociferó:

-¡Nos encontraron! ¡Vayámonos! ¡No mires atrás!

Salieron despavoridos. Estaban a punto de salir de la cuidad, cuando una bala impacto en la pared de una casa que estaba cerca de ellos. Se quedaron congelados un momento. Pero reaccionaron, y tomándose de la mano, apresuraron la huida.

Simultáneamente, unos ruidos muy fuertes descabritaban sus pasos. Empezaron disparos a quemarropa.

Se dirigieron a un bosquejo cercano. Los disparos continuaron persiguiéndolos aún después de haberse entretejido con los árboles. Por fin, y después de mucho camino, dejaron de perseguirlos. El sol se ponía...

Se apoyaron para caminar. La fatiga era increíble. Al cabo de un buen rato, llegaron a un reducido claro provisto de exuberante vegetación y de agua proveniente del monte. Ya había anochecido, y el único satélite de la tierra cobraba cada vez más un extraordinario brillo.

Decidieron descansar en el claro. Se lavaron en el pequeño arroyo, bebieron un poco y se sentaron en la hierba. Aún estaban temblando. El miedo seguía latente en sus mentes.

-¿Estas bien?-le preguntó él.

Pero ella lo tomó de la mano y rompió en llanto, recostándose en su pecho.

-No llores-sonrió-ya pasó, ya pasó... Tu cabello pierde su hermoso brillo, estas muy debilitada...

Ella asintió.

-Comamos-dijo él, tomando la bolsa de tela donde estaban las provisiones-Sobre todo tú, lo necesitas.

Abrieron algunos envases y solo ella comió, él había perdido el apetito. Sólo se limitó a beber más agua.

-Come conmigo.

-No. Tu lo necesitas mas. Si sobra algo, lo guardaremos para mañana. Come. Quiero ver tu cabello resplandeciente de nuevo- y sonrió.

La luna ya se encontraba en su punto mas alto. Él se recostó al pie de un árbol, con intención de dormir. Ella se aproximó, y se recostó en su pecho. Lo palpó, estaba flaco y reducido. Lo abrazó.

-Cada día se torna mas peligroso. Hoy, un poco de comida casi nos cuesta la vida. Pero lo que más me preocupa es que no quieras comer. Te enfermarás.

Miraba la luna sin distraerse, parecía no escuchar sus palabras.

-Si te enfermas, morirás. Y si mueres... yo también...

-No-le miró-no lo digas. Tú debes vivir. Eres especial. Debes sobrevivir a cualquier costo. No importa si yo llegara a morir. Sobrevive. Prométeme que vivirás, no importa lo que pase.

-No podré vivir sin ti. Tu eres todo lo que tengo.

-No entiendo.

-Te quiero. Quiero estar contigo siempre. Nunca te separes de mi...

Él no supo que decir.

-Prométeme que siempre estarás conmigo. Prométeme que nunca me abandonarás. Prometemelo...

Él no respondía.

-Y te prometeré que viviré. Viviré, para estar siempre contigo...

Él besó su frente y le dijo:

-Entonces, viviré por ti. Tu también vivirás, tendrás una buena vida, te enaltecerás, y seras feliz. Me gusta verte feliz.

Cerraron los ojos, y se entregaron al sueño...

Capitulo 1: Terrible Nostalgia.

Ya habían pasado algunas horas desde que la luna yacía en el firmamento, y Celestia, por alguna extraña razón, no podía conciliar el sueño después de haber cumplido con sus obligaciones reales…

En vista de que el reposo no acudía hacia ella, optó por buscarlo entreteniéndose con algún objeto de su ponderoso cofre real. Se dispuso a abrirlo y con lo primero que se topó fue con algunas imágenes de ella junto a su hermana, la princesa Luna, y sus padres, seguidas de algunos juguetes que le recordaron su alejada infancia, olvidados recordatorios de encuentros reales con duques de otro reino, algunos de los cuales llegaron a tener una fuerte relación con ella, y algunas joyas preciosas. Habiendo sacado todos los objetos del cofre, y en vista de que el sopor llegaba a ella por fin, comenzó a introducirlos de vuelta en su refugio, cuando vio, en un rincón de este, un objeto que brillaba muy penosamente, tan diminuto que se escondía en los amoldes del cofre. El objeto llamo por completo la atención de Celestia, ya que al verlo ningún suceso antiguo se reprodujo en su mente, mas, llevada por la curiosidad de tal situación, decidió tenerlo disponible sobre su mesa, guardo los otros objetos que contemplo y devolvió el cofre a su respectivo lugar.

Por varios minutos Celestia mantuvo la vista en la desgastada joya. Lo curioso de esta era que tenía la forma de una letra, atravesada por una especie de puñal. Por más esfuerzo que hacía, no lograba encontrar aquel suceso que dio a luz tal objeto. Resignada y vencida por el cansancio, Celestia se depositó suavemente en su lecho, cerró los ojos y se puso a soñar…

…..- ¿Do…donde estoy?- decía Celestia- ¿Qué es este lugar?

De pronto, se vio rodeada de una atmósfera hermosa y pura, la vegetación era colorida y lozana, el sol brillaba dulcemente como el los días en que ella rebosaba de alegría, el cielo era tan azul como las lagunas mas cristalinas de toda Equestria.

-Es hermoso… Pero tengo la extraña sensación de haber estado aquí antes…

Admirando los alrededores del paisaje, Celestia divisó, entre una llanura no muy lejana, la figura de un extraño ser. Sin saberlo, empezó a acercarse a esa figura, tan embelesada como si su cuerpo estuviera imantado a la criatura. No había recorrido mucho, cuando se detuvo de golpe, y ocurrió algo que la sorprendió un poco: la criatura, de un instante a otro, empezó a derretirse miembro por miembro, para luego evaporarse y subir al cielo, en forma de humo negro.

Y entonces, Celestia comenzó a temblar: el cielo se torno de color negro y también comenzó a derretirse, las plantas y los árboles del paisaje empezaron a pudrirse asquerosamente, y emanaban un aroma nauseabundo y pestilente. El trino de los pájaros, el viento suave y amable, el sol dorado y el vaho exótico se convirtieron en gritos de terror, vendavales gélidos y aroma a muerte. De pronto, todo el paisaje se sumió en las mas espesas tinieblas, y, en medio del miedo de Celestia, aparecieron de la nada dos manchas circulares rojas, que simulaban a ojos, pero inyectados en sangre. Y, como el eco de un lamento desesperado, se oyó una voz espantosa, que decía:

-Celestia… Celestia… Celestia…

Celestia fue presa del pánico. Temblaba tan fuertemente, mientras la voz se tornaba cada vez más enérgica y horrible:

-¡Celestia! ¡Celestia! ¡Celestiaaaa!...

Un grito resquebrajado se escucho por todo Canterlot. Algunos ponyes salieron de sus casas con cierto temor, y algo molestos por que aún era de noche.

-¡Hermana, hermana! ¡Despierta!

Luna se hallaba al lado de Celestia, preocupada y alarmada por los gritos de su hermana.

-Hermana… ¿te encuentras bien?

Celestia alzo la cabeza muy confundida. Luna toco su rostro, estaba muy caliente.

-¿Qué a pasado?-preguntó Luna a Celestia.

-He… he tenido una pesadilla ho… horrible-Celestia abría mucho los ojos. Temblaba.

-Tranquila, Celestia. Todas las pesadillas son horribles-usó su magia para atraer algo de aire del exterior-es mejor que te acuestes de nuevo, me quedare a tu lado.

-No, hermana-repuso Celestia-Debes estar extenuada después de haber traído la luna. Mereces descansar. No te preocupes por mí, volveré a dormir en un momento.

-Bien-Luna se dirigió a uno de los ventanales-los ponyes han salido asustados de sus casas por tus estruendosos gritos. Mañana habrá que explicarles el por qué…

Celestia vaciló. Aquella pesadilla tuvo un perturbador efecto en ella.

-Bueno-dijo al final Luna-Descansa. Y se dirigió a sus aposentos.

Celestia se sentó sobre su lecho. Se sentía extenuada y atemorizada. ¿Qué significado tendría aquello que vio?

Su mente estaba muy distraída en el asunto. Pensaba que, quizá, era una señal de próxima catástrofe. O tal vez un suceso terrible para toda Equestria. Inmersa en estos pensamientos, poco a poco sintió deseos de dormitar. Se dejo llevar por el cansancio, más, apenas había cerrado sus ojos, esas manchas rojas aparecieron de nuevo seguidas de esa voz que gritaba: "¡Celestia!, ¡Celestia!, ¡Celestia!"

Celestia abrió los ojos de inmediato y contuvo las ganas de gritar. ¿Por qué lo había visto de nuevo? Una vez mas pensaba en la causa, volvió a sentir sueño y se dispuso a dormir, pero al volver a cerrar los ojos, las manchas rojas y la voz horrible aparecieron. Celestia se dio cuenta que cada vez que cerraba los ojos la escena se repetía, y decidió quedarse despierta toda la noche. Sin embargo, su puro ser le exigía descanso y sus ojos intentaban cerrarse contra su voluntad. Celestia lucho contra su necesidad solo dos veces, en la tercera, no pudo mas y cerró los ojos…

Esta vez, las manchas rojas y la voz no se presentaron. Celestia se sintió aliviada, y, dando un corto suspiro, se entregó totalmente al sueño.

Sintió sobre ella un vaho cálido y amable que la hacia sentirse mas a gusto en el lecho. Pero esto cambió cuando, de improviso, el vaho se convirtió en una especie de ventisca ardiente que elevaba su temperatura cada vez más y mas. Celestia se sentía asfixiada, y pensaba que esa horrible pesadilla se manifestaba de nuevo. Abrió los ojos rápidamente y se presentaron ante ella unas imágenes flotantes como las que mostró a Twilight cuando la convirtió en alicornio. L as imágenes mostraban escenas extrañas en las que una criatura parecida a un pony que caminaba junto a un ser cuya figura se veía muy borrosa, el mismo ser empezó a tener contacto con el otro, para luego continuar caminando un poco mas unidos. Celestia se serenó, y se puso a pensar en la extraña situación, pero de repente aquellas visiones se transformaron en un líquido muy rojo, que empezaron a inundarlo todo, para luego replegarse en dos grandes charcos con forma de ojos, y una voz mas tétrica que las anteriores resonó tan fuertemente que Celestia tuvo que cubrirse los oídos con sus cascos:

"¡Celestia! ¡Celestia! ¡Celestiaaa!"

Las manchas se alzaron como remolinos y tomaron forma de garras, las cuales de dispararon hacia Celestia con intención de atraparla. Celestia apenas pudo esquivarlas sobrevolando, pero el miedo que la había invadido le hizo flaquear de tal manera, que fue perdiendo altura, lo cual las garras notaron. Celestia se recuperó de tal desventaja, aplacando su desesperación y sobrevolando lo más alto que pudo, pero las garras, conscientes de esa acción, se digieron a Celestia, que por un momento, pensó que era su fin. Pero pasados algunos instantes se dio cuenta de que las garras hacían esfuerzos inútiles por alcanzarla, eso la alivio un poco. Celestia recupero su aplomo a medida de que las garras perdían poco a poco su colosal y monstruoso tamaño para luego convertirse en gotas rojizas que al tocar el fondo teñían el ambiente de color negro. Las manchas rojas fueron desapareciendo poco a poco hasta que al final se esfumaron por completo dibujando una forma que sorprendió a la Alicornio. Y entonces, la misma voz de antes resonó esta vez plausible, y Celestia la escuchó sin asustarse, como si lo esperara:

"Celestia, te mataré….."

Celestia abrió los ojos. Todo estaba normal. Fue otro terrible sueño, y se sintió feliz de que terminara…

Ya era hora de que trajera el sol al azul cielo de Equestria, y la soberana, dando un largo respiro y cerrando los ojos, salió de sus aposentos a cumplir con su deber.

Pasó el día en vilo, no presto mucha atención a los deberes reales ni a las ceremonias que le brindaban, estaba absorta en las visiones de la que fue espectadora.

Casi al llegar al poniente, Celestia se dirigió a un lago entre las montañas, y, sumergiendo su cuerpo, recordó nuevamente lo sucedido en la noche, de principio a fin, pero sobre todo, de la forma como esas sangrientas manchas rojas desaparecieron: dibujando la figura de una letra atravesada por una especie de puñal.

Es el final del primer capitulo, la historia aún continúa con mas sorpresas, espero que les guste y si algo esta mal, háganmelo saber (:. Saludos.