El Potterverso es de Jotaká.

Este fic pertenece al reto "¡Feliz cumpleaños, Lily!" del foro Amor de Tercera Generación.


Advertencia: La poesía no tiene métrica o rima alguna. Bah, no muchas. Es más bien una mezcla de versos libres y algo que sale de una noche de insomnio. No tiene demasiado sentido en sí, tampoco. Ah, me tomé una licencia: esto es una especie de What If? Minúsculo. Es decir, planteo el cumpleaños de Lily y a la vez relato la llegada de la carta de Hogwarts. Sé que no le pudo haber llegado hasta varios meses después, pero bueno. Mini licencia, como dije.


«DE REGALOS, DESEOS Y VIENTOS»

Por Victoire Black.

En un lugar muy lejano,

que no les voy a precisar,

vivía por allá una niña,

cabello fuego, ligero andar.

.

Su cumpleaños llegó un día,

número once, claro está.

Con ese día llegó una carta,

dirigíase a ella, impersonal.

.

Con tinta verde su nombre estaba,

su apellido, la dirección del hogar.

Fue un pergamino con tinta negra,

lo que la terminó por abrumar.

.

Hacía tiempo Lily sabía

que aquella carta iba a llegar.

Más la tomó por sorpresa,

en su onceavo aniversario,

de vida sin explotar.

.

¡Bah! Lo hizo en el momento,

prendiendo fuego el papel.

Estaba alegre, por supuesto,

más todo temía saber.

.

En la cocina la esperaban,

familia, mascota y pastel.

También un sinfín de regalos.

Ninguno importante como aquel.

.

Pero ¿cómo decirles,

lo que acababa de suceder?

Su amigo le había advertido,

lo que iba a acontecer.

.

Un mago, una bruja quizá,

estaban a punto de llegar,

para interrumpir su fiesta de cumpleaños,

y la alegría de su hogar.

.

Su madre se asustaría,

su padre le impediría ir.

Su hermana se pondría celosa

del no poder venir.

.

Mientras soplaba once velas,

con la canción en sus oídos,

mientras pedía tres deseos,

uno ya estando cumplido.

.

Mientras la lluvia resonaba afuera,

fundiéndose con la nieve,

mientras el viento llevaba el aire

con mis deseos, ya se siente.

.

Mientras sus mejillas sonrojadas,

sentían caricias de fuego.

Mientras el hogar a leña,

crepitaba ya sin miedo.

.

Mientras todo sucedía,

las llamas se volvieron verdes.

Mientras, alguien amagó

llamar la puerta.

Mientras, se oían acordes,

inexistentes.

.

"No tengas miedo",

susurró el viento.

"Nada malo sucederá.

Al menos, no de momento,

pero llegado este,

ya lo sabrás".

.

Lily cerró los ojos,

llena de sorpresa como de temor.

Llena de alegrías, de tristeza.

De deseos de cumpleaños,

y un abrazo consolador.

.

Era el del viento,

ni más ni menos,

que continuaba susurrando.

"Feliz cumpleaños, querida Lily.

No creas que el cuento

ya ha acabado".