'Diva' pudo conmigo.
Girl on Fire.
Respiró hondo, tragando sobre el nudo en su garganta. Dejó su voz fluir, con la orquesta imaginaria tocando las notas que conocía de memoria, ante una audiencia inexistente que la aclamaba a gritos.
Cantó las notas fuertemente, con sus manos en puños y sus ojos llenándose de lágrimas que no derramaría, proclamando aquello que la describía a la perfección, liberando sus emociones en el único lugar donde siempre había sido capaz de quitarse su propia máscara, de dejar al descubierto su vulnerabilidad y sus miedos.
Corrió por los pasillos de la secundaria sin reparar en las personas que la miraban, ni en los murmullos en su dirección, abrió la puerta sin siquiera voltear la cabeza, dejándolo todo atrás.
Ya no había nada en Lima, Ohio para ella.
No intentó calmarse y pensarlo por segunda vez, tampoco quiso que nadie se enterase y la hiciera arrepentirse, no había vuelta atrás, no cuando el avión aterrizaba un poco más fuerte que la última vez que había volado hasta Nueva York.
Se encontró observando las calles, maravillada ante la gente, las luces, los autos, las tiendas, el ruido y sonrió ante su reflejo antes de meterse bajo tierra a la estación de subterráneos.
Dio tres golpes en la puerta y Hummel abrió de inmediato, su cara estupefacta fue idéntica a la de Berry.
—Santana —ella dio un paso dentro, su valija rodando tras de sí —¿qué haces aquí?
Creyó perder la voz ante la pregunta, observando a ambos con una sonrisa esperaba explicase todo, pero se recordó quien era, recordó quiénes eran ellos y recordó que no había vuelta atrás.
Que no quería volver atrás.
—Me mudo
