HOY NO

Y de pronto todos los 'no muertos' caen a nuestros pies, sin previo aviso, cuando ya todo parecía perdido, cuando estábamos acorralados entre la muralla de piedra y la de cadáveres andantes; cuando las fuerzas amenazaban con abandonarnos.

Desconcertado, pero aliviado por poder dejar de blandir a Lamento de Viuda, mantengo la guardia, sin poder evitar mirar de reojo a mi derecha. Tú sigues en posición de batalla, con Guardajuramentos alzada, a la espera de que todos esos huesos vuelvan a levantarse y ataquen.

Tras un instante eterno de silencio, es Pod el primero en hablar de los tres:

-¿Se ha acabado?.

-Eso parece.- respondo sin poder apartar la vista de de ti.

Me miras. Asientes.

Y entonces la espada se te escurre entre los dedos y se estrella contra el suelo. Caes de rodillas y yo llego justo a tiempo para evitar que te golpees la cabeza contra las piedras. Te sostengo entre mis brazos, mientras dejo escapar tu nombre de manera entrecortada. Me miras con esos ojos azules; un sonido gutural sale de tus labios, se te apaga la mirada y los cierras. Repito tu nombre ahogadamente mientras te zarandeo.

Estoy asustado. Por primera vez en mucho tiempo temo a una muerte que no es la mía.

Algo me oprime el pecho y no me deja respirar. Me atenaza desde dentro. Me congela el alma. Un alma que tengo gracias a ti.

No puedo pensar. No puedo moverme. No sé qué hacer.

Solo hay vacío.

Alguien dice en la lejanía tu nombre; poco a poco el sonido parece más cercano, es Podrick quien grita a mi lado y me hace reaccionar. Acerco la oreja a tu boca, sigues respirando, con debilidad, pero aun respiras.

Siento alivio.

No está todo perdido.

Hoy no.

Sin pensar demasiado te acaricio la mejilla y apoyo mi frente contra la tuya.

-Respira, aun respira, Pod- le digo al chico.

Siento el calor de tu aliento golpearme los labios. Lo paladeo y sonrío.

-Más te vale no morirte. Más te vale no dejarme Moza estúpida - te susurro al oido.