ILZzE: Pff, no puedo esperar más…
Zelda: Eres débil…
ILZzE: lo sé, no pude esperar hasta el próximo año, pero esto es todo lo que dejare, el próximo capítulo si será hasta el próximo año…
Zelda: si claro…*sigh* en fin esperemos lo disfruten
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Hace muchos años, en un lejano castillo viva un príncipe. Aunque tenía todo lo que deseara, el príncipe era malcriado, egoísta, egocéntrico, en otras palabras era una mala persona, en palabras bonitas…
Una noche fría y lluviosa, una vieja mendiga se acercó al castillo en busca de refugio, ofreciéndole una rosa a cambio de, el príncipe al ver su aspecto feo y atrajo so se negó a brindarle ayuda, y sin más la hecho a la calle, la anciana le advirtió que no se dejara guiar por la apariencias por que la belleza estaba en el interior, pero el príncipe no la escucho, entonces la fealdad de la anciana desapareció y en cambio apareció una hermosa hechicera, el príncipe avergonzado intento disculparse, pero el daño ya estaba hecho, la hechicera había visto que en su corazón no había amor, como castigo lo convirtió en una espantosa bestia y encanto el castillo con un poderoso hechizo, indignado por su espantoso aspecto la bestia, se encerró en el castillo, siendo un espejo mágico su único contacto con el mundo. La rosa que ella le había ofrecido en realidad era una rosa encantada que duraría los 18 años del príncipe, si en ese tiempo llegaba a amar a alguien y él lo amaba también antes de que callera el ultimo pétalo, el hechizo se rompería, si no, quedaría encantado y sería una bestia, para siempre…
Los años pasaron y el príncipe desesperado perdió toda esperanza porque, quien podría algún día amar a una bestia…
ILZzE: jaja, ¿Qué te pareció el prólogo?
Zelda: En realidad muy bien, pobre príncipe…
ILZzE: ¡HEY!...él se lo merece…
Zelda: ¿Porque siempre estás en contra?
ILZzE: NO ES CIERTO…
Zelda: si lo es…
ILZzE: ¿Dime una sola vez que haya estado en contra?
Zelda: Ahorita mismo
ILZzE: …
Zelda: ^^
