Capítulo 1: ¿Eres tú mi master?
En una casa de estilo oriental un chico pelirrojo corría por su vida al ser perseguido por una bestia de cabellos azules y ojos de color carmesí que hacían juego con su amenazadora lanza del mismo color.
-Trace On!
El chico al verse acorralado intento defenderse empleando la única magia que sabía emplear, la magia de refuerzo para endurecer una especie de periódico enrollado. Lo que hizo que la bestia de cabellos azules y ojos escarlata soltara un gesto de sorpresa.
-Encuentra la manera de defenderte esta vez, chico.
-Fortaleciendo los materiales de composición.
Con ese pequeño truco el chico consiguió desviar la lanza roja como la sangre que se dirigía directamente hacia su cuerpo apuntando a la parte derecha de su costado. Pero aun así se llevó un corte en el brazo.
-Ohh, Ese es un estilo algo extraño… Ajá. Es débil, pero siento algo de prana, Así que es por eso que sigues vivo después de tener el corazón apuñalado. Puede que esto sea divertido después de todo.
Nuevamente el peli azul se lanzó al ataque haciendo retroceder al chico, que rápidamente escapo de la habitación y no dudo un segundo en atravesar el cristal para salir al patio de la casa. Pero en ese momento la bestia de ojos rojos apareció justo al lado del chico propinándole una patada tan fuerte que lo mandó a arrastrarse por el suelo varios metros dejando un pequeño rastro en el suelo.
-Te di una oportunidad, pero sólo la desperdiciaste. Dijo el lancero en un tono que denotaba un poco de molestia, como si no estuviera intentando matar al chico por gusto.
El chico corrió hasta su trastero, quizás llevado por la desesperación y no por la razón pues en un lugar así su escapatoria estaría completamente sellada.
-Psche. Si eres un hombre, muestra algo de dignidad. Y nuevamente se lanzó a empalar al chico que hábilmente se defendió estirando el periódico al tiempo que lo endurecía con todas sus fuerzas.
-Se acabó. Ese último movimiento fue muy sorprendente, chico. Aunque, no lo entiendo. Eres bueno para correr, pero eres un desastre como Magus. Pareces tener algo de potencial, pero… ¿Tal vez estabas destinado a ser el séptimo? Bueno, incluso si lo estabas, éste es tu final.
-Al diablo con esto. Mi vida fue salvada. Mi vida fue salvada, ¡así que no voy a morir tan fácilmente! Tengo que vivir, para cumplir mis deberes, y no puedo hacer eso si estoy muerto. ¡No voy a ser asesinado en un lugar como éste, y sin una buena razón por un tipo como tú!
En ese preciso instante la ceremonia para la invocación de un servant estaba a punto de completarse habiendo comenzado esta ya. Pero increíblemente justo en ese instante una luz se tragó al chico pelirrojo intercambiando su lugar por un chico de cabello negro y ojos de un marrón con tintes que casi pasarían por dorado.
-¿Are?
La ceremonia de invocación se completó colocándose los sellos de comando en la palma de la mano del mago de otro mundo. De ese círculo emergía un servant saliendo con su espada preparada para reflectar la lanza que se abalanzaba contra el confundido chico.
-¡¿El séptimo servant?!
EL chico se quedó ensimismado al ver como una chica rubia en lo que parecía ser una armadura azul mandaba a volar a lo que para él era un bulto azul con un tinte de rojo a volar fuera del lugar en el que se encontraban. Y lo que es más interesante es que lo hizo con algún tipo de arma invisible.
"Debo de estar soñando ¿Verdad?" Se preguntó para sí mismo.
-Te pregunto. ¿Tú eres mi Master?
(De aquí en adelante la historia pasa a estar en el punto de vista del chico de cabello negro)
-Te pregunto. ¿Tú eres mi Master?
Me pregunto la chica rubia de ojos verdes que vestía una armadura azul, su aire era imponente como si fuera de algún tipo de nobleza o familia real de alguna monarquía. Solo la había visto por unos segundos pero definitivamente estaba dentro de mi strike zone, y más con esas palabras de sí soy su maestro.
Como todavía me encontraba un poco confuso y desubicado tras aparecer aquí de repente no tenía ni idea de que hacer y simplemente me quede congelado sin pronunciar palabra.
-¿Master?
-Tu Servant saber ha venido en respuesta a tu llamado. Master, sus órdenes.
No sé de qué va todo esto pero… Si voy a tener a una belleza así bajo mis órdenes no me importa haber sido desterrado por mi propio hechizo.
-A partir de ahora, mi espada estará de tu lado. Tu destino de ahora en adelante es mi destino. El pacto ahora esta sellado.
Y dicho esto salió disparada del lugar por el mismo sitio que había salido ese bulto azul. Como buen hombre naturalmente que salí corriendo detrás para ver de qué iba todo esto.
Y allí me la encontré batiéndose en duelo con un hombre que portaba un traje azul y una lanza de color rojo que emanaba una fuerte sensación, si tuviera que describirlo me la jugaría a que es un arma maldita.
La velocidad a la que intercambiaban golpes era increíble, y la elegancia de sus movimientos era tanta que no dude en emplear un hechizo de refuerzo para poder seguirlo todo con detalle. El lancero era más rápido pero debido a la incertidumbre de la longitud del arma que portaba la chica rubia, ¿Creo que había dicho que se llamaba Saber?. Que no titubeo en hacer retroceder al lancero por medio de pura habilidad.
"¿No sé quiénes son estas personas? Pero con esas habilidades harían sudar la gota gorda a más de uno de los mejores magos del mundo. Apostaría a que incluso podrían derrotar a un arcmagus. ¡Interesante!"
Saber hace retroceder nuevamente al Lancero quien no le queda as remedio que saltar para esquivar el arma invisible de Saber.
-¡Cobarde! ¡¿Cuál es el significado de esto si ocultas tu arma?!
Pero Saber en vez de responder con palabras lo hace con una nueva envestida que es rápidamente esquivada por el lancero. Una vez guardada la distancia Saber decidió hablar.
-¿Qué ocurre, Lancer? Si solo te quedas ahí, les darás un mal nombre a los lanceros. ¡Si tú no vienes a mí, ¡yo iré por ti!
"Fiu… Una chica con carácter a la par que habilidosa. ¡Definitivamente es mi tipo!"
-Antes de que lo hagas, quiero preguntarte una cosa. Tu Noble Phantasm, ¿Es una espada?
Tal vez si…Quizás no. Puede ser un hacha, o quizás un arma de mástil. Incluso podría ser un arco, Lancer.
-¡Muy divertido, espadachina!
"¿Qué será? ¿qué será? ¿qué será? ¡¿No me digas?!...¡Es John Zeena! Pi piri pí, pipiri pí."
Mientras yo me divertía con mi propio chiste, Lancer adopta una postura especial como preparándose para hacer algo especial.
-Una pregunta más. Ya que éste es nuestro primer encuentro, ¿Te interesaría dejarlo en un empate?
-Me niego. ¡Caerás aquí, Lancer!
-¡Bien dicho!, un combate no se decide cuando hay un ganador, sino cuando hay un perdedor.
Mi voz resuena en el lugar como si fuera algo completamente inesperado que hace que ambos guerreros desvíen su mirada hacia mí un momento para después volver a concentrarse en el otro de forma inmediata.
-¿Eso crees? Bueno, mi objetivo sólo era observar, pero…
La lanza comienza a ser envuelta por una enorme capa de maná, cosa que resulta elemental en la formación de un mago moderno, pero por algún motivo no dejo de pensar en que tiene alguna clase de gato encerrado.
-¡Voy a tomar tu corazón!
"Purrr…Seductor" Fuera de coñas, la situación no pinta muy bien para Saber, pero como parece confiada mejor me ahorro la molestia de intentar hacer algo.
El brillo aumenta y se acerca hacia Saber con una posición que deja adivinar que piensa lanzar su Lanza.
-¡Gae…!
"¿Qué pasa con los gais?"
-¡…Bolg!
Mis pensamientos son interrumpidos por la visión de la lanza volando con un movimiento zigzagueante un tanto errática con dirección hacia Saber. Como parecía algo súper interesante aumente más la velocidad de procesamiento de mi cerebro para ver mejor la escena. El golpe tal y como había mencionado parecía buscar su corazón pero… Con una habilidad todavía mayor logra desviar un poco el golpe que impacta contra su hombro mandándola a volar por los aires.
-Así que esquivaste mi golpe inesquivable, Saber. Dijo lancer con los ojos inyectados en ira.
-Pufff, puff ¡Ja ja ja ja! Juas juas juas…Ai Ai que me parto. Ja ja ja. ¿Llamas a eso un golpe inesquivable? ¡Menudo manta que estas hecho!
Sin embargo Saber que se encontraba sentada en el suelo no lo estaba pasando tan bien, ya que tenía una expresión de dolor en su cara al mismo tiempo que se tocaba su herida en el hombro izquierdo.
-¿Una maldición? No, ¿un golpe que invierte la causa y el efecto? Gáe Bolg…¡Eres el hijo de la Luz Irlandés!
-¿¡Sétanta!? ¿O Sea que me estas contando que este manta es el Cú Chulainn? Hijo de Lugh.
-Che. Metí la pata. Si utilizo ese movimiento, tiene que ser letal o estoy en problemas. Dice mientras comienza a caminar –Mi amo es un cobarde, como verás. Esquivaste mi lanza, así que me está ordenando que regrese.
-¡¿Estás huyendo?!
-Perdedor.
Ahí, ahí estoy metiendo mis dedos en la herida. Sufre emocionalmente por meterte con esta rubia tan mona.
-Puedes perseguirme si quieres. ¡Pero si lo haces, prepárate para morir! Y que conste que eso también va para el cobarde molesto que no para de comentar tras tus faldas.
¡Eso no es cierto! Simplemente soy práctico, ¿porque debería aplastar a una pulga como esa cuando ni siquiera sé dónde estoy o por qué narices están peleando?
-¡Mírale! huyendo por los tejados cual gatito asustadizo.
-¡Espera, Lancer!
Pero ya es demasiado tarde y Lancer desaparece en la distancia dejando a Saber dolorida. Su armadura se regenera como si estuviera hecha de magia, pero en su cuerpo todavía está la marca de sangre que le propicio esa Gáe Bolg. Me acerco hasta ella para ver que tal esta.
-Eso estuvo cerca. ¿Quién eres tú señorita caballero?
-Cómo puedes ver, soy tu Servant de clase Saber. Como tal, por favor llámame Saber.
-Roger. Pero que es exactamente un Servant.
-Lo sé. No eres un Master adecuado, ¿Verdad?
-Supongo que no, ya que todavía estoy un poco sorprendido por el giro que está tomando todo esto.
-Y sin embargo, eres mi Master de todas formas.
Noto un dolor punzante en mi mano izquierda y ahí aparece una especie de tatuaje de color rojo con forma de cruz.
-Eso de ahí es lo que se conoce como Sellos de Comando. Trata de no desperdiciarlos.
-Supongo que lo tendré en cuanta. Digo mientras me rasco la cabeza.
-Master, cura mis heridas, por favor.
-¡¿Ahora?! Si ni siquiera tengo nada preparado con lo que hacerlo.
-Entonces los enfrentaré en mi condición actual. Y salta hasta el tejado.
-Hay dos enemigos afuera. Una batalla más no debería suponer un problema.
"¿Acaso eres alguna especie de león que solo piensa en pelear?"
Salgo a la calle persiguiéndola y me la encuentro peleando con un tipo de cabello blanco que viste una armadura negra con una especie de capa roja. Justo detrás del hombre de cabello blanco se encontraba una chica bastante mona de cabello negro y ojos azules. Por lo que absolutamente debía de detener a Saber de qué le hiciera daño.
-Detente Saber.
Y un brillo rojo es emitido desde uno de mis sellos de comando que hace que Saber se detenga en él acto.
-¿¡Estás loco Master!? ¡Pude haber acabado con ellos si no me hubieras ordenado detenerme!
-Precisamente ese era el punto para detenerte. "¡Cute is justice!" Ni siquiera sé por qué estas peleando. Como tu Master te pido que al menos dediques unos momentos a explicármelo.
-¡¿Demandarías tal cosa cuando el enemigo está frente a nosotros?!
-Ah, ¿Así que así son las cosas, mi querido Shirou Master-san? Dijo la chica mientras me miraba.
"Supongo que por Shirou se refiere a mí. Por culpa del hechizo luz del destierro no puedo recordar mi nombre, por lo que humildemente lo aceptaré como propio."
-Para empezar, buenas noches, Emiya-kun.
"¡Lo tengo! mi nombre ahora es Emiya Shirou, con Emiya como apellido y Shirou como nombre."
