HOLAA ARE ESTE FIC CORTITO. ESPERO LES GUSTE AQUÍ EL PRIMER CAPITULO

CAPITULO I

LA MUERTE DE LIZZY

Una joven de cabellos rubios entra corriendo a la mansión Phantomhive busca a su prometido de ojos azules, este día es su cumpleaños 15 y espera que él lo haya recordado, entra a la habitación donde el lee un libro y ahí como separador una fotografía de ella, aquella equilibrista que él no podía olvidar

-Ciellll Ciel Ciel

-Lizzy que demonios quieres?

-Olvidaste que día es hoy?

-No, es martes, por qué?

-Es en serio?

-Anda vete no me molestes

-Siempre que vengo tienes este estúpido separador, quien es he?

-Nadie que te importe

-Dímelo, soy tu prometida

-Vete molestas

-Odio a esta mujer. Sea quien sea te importa más que yo

Lizzy tomo la fotografía y la arrojo a la chimenea, esto hace enojar a Ciel quien la toma por los hombros y la arroja contra la pared terminado con una bofetada muy fuerte en el rostro de la rubia

-Ella era alguien mejor que tú, no era una estúpida niña caprichosa, llorona, materialista, ridícula, era una mujer, cosa que de eso no tienes nada

-Ciel yo

-Vete, no quiero verte, eres una niña idiota

Con esto la rubia salió en silencio, sin siquiera avisarle a su doncella. Camino sin rumbo fijo, al inicio no lloraba solo se tocaba el lugar donde la mano de su prometido había dejado una sensación de ardor, la lluvia comenzó a caer, primero en ligeras gotas, luego en una fuerte tormenta, esto la hace desatar todas sus lágrimas, llorando a lado de una roble, no tiene consuelo, su corazón está completamente roto, se abraza a si misma

-Juro por dios, que este es el último día que lloro, que a partir de hoy aquí entierro el alma de Elizabeth Ethel Cordelia Midford, prometida de Ciel Phantomhive, a partir de hoy solo soy Ethel Midford, guerrera de la orden de los caballeros de la reina.

Dicho esto la joven se quitó su vestido, cabo un agujero y lo sepulta junto con las cintas que momentos antes hubiesen sostenido sus coletas y por ultimo sus zapatos de tacón bajo, una vez terminada su acción se dirigió a su casa, al entrar descubrió que estaba vacía lo cual la hizo sentir bien, deseaba estar sola, subió las escaleras entro a su habitación y tomo unas tijeras, con delicadeza corto su cabello el cual después de llegar a sus caderas termino a la altura de sus hombros, abrió su armario y ahí saco un vestido de funeral ,esmalte de uñas negro, una cinta negra como tiara, y zapatos de tacón alto.

Como pudo prendió la chimenea y todos cada uno de sus vestidos los arrojo al fuego, luego sus zapatos y al final sus listones para cabello.

-Adios Elizabeth, niña idiota.

Mientras tanto al anochecer en la mansión Phantomhive

-Joven amo

-Que quieres?

-Sabe dónde esta lady Elizabeth? Paula la está buscando hace más de dos horas, pensé que estaría aquí con usted

-Sebastian, estoy ocupado, no tengo tiempo para Lizzy, además hizo algo que me enfureció, debe estar llorando por ahí

-Bien, entonces suspenderá la fiesta?

-Fiesta? Sebastián cual fiesta?

-Hoy es el cumpleaños número 15 de lady Elizabeth. Los sirvientes le prepararon un pequeño baile con usted y yo prepare el pastel favorito de la señorita

-Maldición, esa era la insistencia de este día

-Entonces amo?

-Busca a Lizzy y tráela, sus padres vendrán esta noche me imagino

-Si mi lord

El mayordomo estaba a punto de salir cuando la joven entro, en su mirada no había luz solo una amargura infinita. La cual hizo escalofríos en el conde, mientras que el mayordomo sonreía con malicia al verla

-Quien es usted?

- Ethel Midford, conde vengo a informarle un asunto importante

-Lizzy? Que es lo que te sucedió? Lizzy dímelo

-Ya le dije mi nombre es Ethel y para usted soy lady Midford

-Sebastián trae te. Esto parece ser serio

-Si mi lord

-Bien que me quieres decir Lizzy?

-En primer lugar no me llame asi, en segundo lugar solo vengo a informarle que a partir de hoy usted y yo dejamos de estar comprometidos

-Que? Espera, Lizzy, deja tu capricho y

-Conde no es ningún capricho, dicho lo anterior, me retiro

-Lizzy, hoy es tu cumpleaños, ven bajemos y bailemos una pieza

-Cumpleaños, no usted se equivoca, no lo es, hoy es el día en que el alma de esa a quien llamo Lizzy murió. Le reitero mi nombre es Ethel Midford. Y bailar, jamás lo harían con usted, lo odio.

La joven salió y Sebastián con su sonrisa malévola se acercó a su amo colocándose a la altura del anonadado conde

-Dígame amo, que se siente matar un alma pura y corromperla con tanto odio y desprecio