DECLIMER: NINGUNO DE LOS PERSONAJES AQUI EXPUESTOS ME PERTENECEN, TODO SON PROPIEDAD DE "CANDY CANDY" Y SUS RESPECTIVAS CREADORAS.
La vida continua
Ha casi un año, muchas cosas habían cambiado; empezando porque Candy se había ganado un merecido lugar como una Andrwe, no solo en la sociedad del país, sino con su misma familia, porque ahora ella los consideraba así, y es que, la fría tía abuela Emilia Elroy la había cobijado como una mas de sus sobrinas, puesto que se sentía en deuda con Candy por haber cuidado tan bien de Albert; Archi al fin la veía como la prima adorada que era y así mismo la trataba, ya que se había enamora perdidamente de Annie; Albert por su parte no podía quererla mas, vivía con ellos, era aceptada y respetada por todos, y lo mejor que ella seguía siendo la misma niña calidad, amable y sencilla, solo que ahora en el cuerpo de una señorita; de los Leegan no se podía decir mucho, puesto que Eliza se había convertido en la enemigo numero uno de Candy tras haber dejado a Neal en ridículo ante la sociedad para la cual y de la cual ella vivía, su madre Sara, de igual forma coincidía con su hija, para ella había sido la humillación total para su familia, aunque Neal no lo veía así, para el había sido una gran lección la que había aprendido y ahora trataba de redimirse con Candy y sus primos empezando desde cero para poder ganarse su confianza y tiempo perdido al haber hecho tantas maldades a ellos; por supuesto la aceptación de este fue en gran parte porque Candy lo perdono y trata de que sus primos también le den una oportunidad., y que decir de Stear, si, Stear, quien resulto no muerto en el frente, sino que hubo una confusión y dieron por muerto aun soldado al que el había ayudado y le había dado su chaqueta con identificación militar al tratar de contener una hemorragia en su pierna pero desafortunadamente falleció y Stear estaba tan débil que perdió el conocimiento recuperándolo cuando se encontraba en el hospital, pero como todo en la guerra, todo se vuelve un caos y por lo tanto tardaron en recocer que estaba vivo, así que la noticia llego casi al medio año de creerlo muerto, y por lo que la familia se preparaba para recibirlo puesto que habían dispuesto todo para que el regresara lo antes posible, así que tenia solo unas semanas de haber llegado a casa, a su familia, y en cuanto llego, pidió que Patty lo viera, una vez que sucedió eso, le pidió perdón y le pidió que fuera su novia.
Y de Candy que se podía decir, ahora que era reconocida como toda una Andrwe todos hospitales que la habían rechazado mandaron cartas de disculpas y también pidiéndole que tomara en cuenta sus instalaciones para el momento en que deseara volver a ejercer su profesión pero en cuanto la tía abuela se entero de todo, le rogó a Candy que dejara de ejercer, puesto que era la heredera mas importante del país, por lo tanto no podía arriesgarse a ser victima de chantajes, insultos o cualquier tipo de desplante o humillación por parte de nadie; pero Candy le dijo que ella era enfermera por naturaleza y que no podía dejar su carrera, así que llegaron al acuerdo de que solo seria voluntaria ocasional, y en diferentes hospitales a diferentes horarios y diferentes días, así, si alguien quería hacer algo en contra no sabrían donde localizarla, a eso se le sumo que Albert la mantenía con escolta (aunque de esta ella no había sido informada, porque de ser así, no lo aceptaría) y chofer particular las 24 horas del día.
En cuanto a su vida sentimental, había sufrido cambios, para empezar no dejaba de sentirse triste por la separación con Terry, pero también había decidido no caer en la depresión y aislarse de los demás, y eso gracias a Albert que decidió hacerle ver que no lograría engañarlos, por eso hablo con todos y les contó lo que había sucedido y encontró consuelo y apoyo en todos, hasta en la obstinada tía abuela, que se arrepintió de corazón por haberla tratado mal.
Por esa razón la tía invitaba a sus amigas para que Candy socializara y no se dejara caer, y por ser la heredera mas codiciada, todas presentaban a sus hijos para que quizás alguno lograra conquistarla y así asegurarse llegar al escalón mas alto en la sociedad del país; pero no contaban que el corazón Candy estaba ocupado desde hace años por un guapo rebelde de cabellos castaños y ojos color azul, azules como el mismo mar que los unió.
Así pasaron los siguientes seis meses… entre trabajo voluntario, fiestas de té con la tía abuela y eventos de noche con Albert, Annie, Archie, Stear y Patty. Pero una buena tarde, después del acostumbrado té con la tía abuela, Candy decidió dar un paseo por el jardín, al llegar al lago, una suave brisa le trajo el aroma de las dulce candy que hace poco acaban de florecer y con eso llego el impulso de subir al árbol mas alto que encontró.
Una vez sentada en la rama más alta y segura, dejo que el viento con aroma a dulce candy la relajara, admiro el bello atardecer que se presentaba ante sus ojos y vio como moría el sol en el horizonte, pensó en Anthony y le pidió que la ayudara a sanar su corazón, que pudiera salir adelante, y como si el mismo Anthony le respondiera una ráfaga de aire llego haciendo que el pañuelo de Candy cayera, pero para la sorpresa de Candy este fue atrapado antes de caer al suelo por un joven misterioso que llevaba un sobretodo que le cubría casi todo el cuerpo, de cabellera castaña y cabello ligeramente largo, casi a la altura del lóbulo de su oreja; esto definitivamente la impacto al grado que solo un nombre salio de sus labios – Terry – tan quedo como un suspiro, pero tras un minuto de impresión, escudriño al dueño de aquella gallarda figura, y descubrió que no era Terry, el joven frente a ella, al pie del lago se veía mas alto y con mas cuerpo, su cabello no era tan largo como el de él, así que sin mas decidió bajar a ver quien era aquel extraño que parecía llamarla con su sola presencia, puesto que como ya obscurecía no lograba ver su rostro.
Estaba a punto de llegar al suelo cuando unas fuertes manos la sujetaron de su pequeña cintura, haciéndola quedar suspendida en el aire por unos segundos, en los cuales su corazón latió como hace meses no lo hacia, después sintió como sus pies tocaban el firme suelo, fue cuando esas fuertes manos la soltaban y el frío de su corazón volvió. Tras unos segundos de incertidumbre decidió voltear a ver a su extraño invitado y quedo sin habla. Frente a ella estaba un joven que seguramente era uno o dos años mayor que ella, ligeramente mas alto que ella, piel clara, cabello castaño y tenuemente despeinado y largo a la altura de su oreja, su fina y bien definida nariz, unos pómulos que dejaban ver que no era un chiquillo, una mandíbula fuerte pero lo que mas la impacto fueron sus ojos, unos grandes, hermosos y expresivos ojos color azul con ciertas luces en tonos verde esmeralda. Después de lo que parecieran horas, el joven decidió romper el mágico silencio que se había creado puesto que el no salía del asombro de ver a tan bella dama bajar de un árbol tan alto.
Buenas tardes señorita, disculpe mi osadía al tomarla así, pero mis principios no me permitían dejarla sin ayuda al momento de descender de este gran roble – tras un breve silencio decidio presentarse – pero que desconsiderado mi nombre es Adolfo Rocher de Austories a sus pies bella dama – mientras pronunciaba estas palabras besaba el dorso de la mano de Candy; y fue cuando se pregunto en que momento le tomo la mano y por que se sentía tan bien ese roce haciéndola quedar sin habla y completamente roja, dio gracias a Dios que ya hubiera obscurecido, sino seria demasiado penoso que la viera así.
Muchas gracias señor Rocher, pero no era necesario, como pudo darse cuenta soy muy buena escalando árboles y de igual forma bajando de ellos, pero de lo que si le estoy agradecida es que atrapara mi pañuelo – y esto lo dijo con una gran sonrisa, una mirada tierna y una pose que no dejaba entrever que fuera de otra forma. Sin duda alguna Candice White Andrwe era única.
O vaya veo que no es una dama ordinaria, aparte de bella y osada es un Tarzán pecoso que le agrada presumir de sus habilidades – contesto con cierto aire de arrogancia mientras que su mente lo traicionaba pensando en que jamás había visto a una mujer tan bella y mucho menos una sonrisa tan hermosa, parecía que con una sonrisa y esa mirada tan calidad el sol hubiera vuelto a salir, pero en ese momento se percato de que sus ojos se volvieron tristes y automáticamente volvió a hablar – o señorita por favor discúlpeme si la he ofendido no era mi intención, creo que hable de mas, pero es que no pude evitarlo a veces olvido que las damas de sociedad son muy delicadas – termino diciendo con una endiablada sonrisa de medio lado coqueta y sensual que le erizo la piel a Candy.
Oh ¿como dice?, yo ¿una dama de sociedad? y aun mas ¡¿delicada?! – ante ese comentario soltó una risa cantarina como solo lo había hecho con Terry – disculpe mi malos modales pero creo que es la primera persona que usa ese termino conmigo – automáticamente su mirada cambio y volvió a ser la Candy de siempre, es mas era la Candy de años atrás, la que estudio en el Real Colegio San Pablo. Y es que esa sonrisa tiro cualquier asomo de tristeza, era la primera vez en un año y medio que podía oír ese sobrenombre sin sentirse mal, aunque al principio pensó que su comentario era hiriente, se sintió bien viéndolo tratar de reconfortarla al disculparse con una manera muy singular.
Jajaja vaya con que la señorita pecas no se considera una dama, ¿me pregunto por que será? – definitivamente esta dama bella, encantadora, seductora y aun mas nada usual era una joya invaluable – pero en serio creo que si son malos sus modales, aun no se su nombre bella dama. –
Cierto, disculpe mi descortesía, mi nombre es Candice White Andrwe – lo dijo haciendo gala de sus exquisitos modales, puesto que Emilia Elroy había decidido hacer de esa chiquilla traviesa una de las mas grandes damas del país, y la verdad es que no estaba equivocada, ya que Candy por si sola brillaba, pero al haber pulido un poco sus modales, ahora era una joya aun mas brillante.
¿De verdad es usted la hija del Sr. William Andrew? – Adolfo no salía de su impresión, estaba con la heredera mas codiciada del país, y ella parecía completamente ajena a esta situación, ya que se desenvolvía con una sencillez que pocos poseen, y aunado a eso, estaba que la había conocido trepada de un árbol, algo inusual para una chica de su estatus social y sin pensarlo recordó aquel comentario que escucho en una fiesta y lo dijo en voz alta sin darse cuenta hasta que fue muy tarde. – una bella y excepcional chica, tan linda como rebelde, tan noble y sencilla como rica" – y es que eso era verdad, todas las cualidades de Candy eran comparadas con su inmensa fortuna, y aun así ella sería mas que eso.
Ante ese comentario Candy quede pasmada, como era que la gente decía que era ¿bella y rica?, porque si de algo estaba segura era que sería hasta el día de su muerte rebelde, pero rica y bella jamás, para ella, era una niña de lo mas simple, sin gracia ni chiste, y eso de rica estaba muy lejos de serlo, puesto que la fortuna que todos creían suya era nada mas y nada menos que de Albert y de la familia Andrew ya que ella no era materialista podía vivir con lo que ganara en el hospital, pero al ya no ejercer laboralmente, Albert le daba una mesada, que incluso para ella era mucho, así que una gran parte la donaba al Hogar de Pony y con gran desilusión pronuncio las siguientes frases – vaya así que usted es otro mas que busca solo dinero, pero lamento desalucinarlo, puesto que ni soy bella ni mucho menos rica, todo ese dinero que creen que poseo en verdad no es mío es de Albert, así que debería pedir mejores informes sobre las personas – y sin mas explicaciones se dio media vuelta dispuesta a irse, pero una fuerte mano la detuvo agarrándola suave pero firmemente de su muñeca, haciendo que se girara hasta quedar de nuevo frente a Adolfo.
Se maldijo internamente, ¿como fue posible que se le saliera decir esa descripción tan vana de ella en voz alta? Y justo cuando iba a hablar ella se da media vuelta dispuesta a irse, y lo peor aun con una mirada que dejaba ver lo mucho que le dolió ese comentario tan superficial; nuevamente se maldijo, y antes que su mente reaccionara, su cuerpo ya lo había hecho, ahora la sujetaba de la muñeca y la estaba girando hacia él, y aun antes de pensar en que decir abrió su boca y pronuncio con mucho sentimiento – lo siento – se quedo pasmado, el nunca se disculpaba con nadie y de nada y ahora esta bella mujer lo hacia hacer y decir cosas que jamás imagino, pero ya con mas control sobre sí mismo decidió que tenia que seguir con su disculpa – lamento el comentario tan burdo y superficial, se que no tengo ningún derecho de expresar una opinión de usted, y mas aun cuando no nos conocemos realmente, pero es solo que recordé que en alguna tonta fiesta alguien menciono esas palabras, pero si realmente me permite decirle, creo que no son nada comparadas con usted. – ni el mismo podía creer que había dicho todas esas cosas y peor aun, con tanto sentimiento, devoción y ¿remordimiento?, si remordimiento por haber hecho que ella tuviera por unos segundos esa mirada tan triste que le partiría el corazón; definitivamente esta mujer podría pedirle la misma luna y el vería la forma de dársela, pero se sintió en el mismo paraíso cuando ella dejo ese gesto melancólico y le regalo una linda y calidad sonrisa, después de ver eso, decidió que tenia que conocer a esta mujer, y aun mas, ella tenia que ver que realmente no era un idiota avaricioso como otros que seguramente había conocido. – Y déjeme recordarle señorita Andrew que soy un Rocher así que el dinero no es algo que realmente me importe. – sentencio sintiéndose de nuevo seguro, puesto que al decir a que familia pertenecía, haría que ella lo mirara como un igual en cuanto a posiciones sociales se refería; pero nunca espero la reacción de ella.
¿un Rocher dice usted? – pregunto ingenua con un bello mohín ladeando la cabeza, sacando un poco su lengua de lado y llevándose el dedo índice derecho a su mentón tratando de hacer memoria para descubrir si conocía esa familia o al menos tener una pista de quien se trataba, pero fallo en su intento y solo pudo decir – lo siento señor Rocher, pero es que la verdad no se quien sea usted, mas bien su familia, jeje vera es que no soy buena con eso de los grandes apellidos y todas esas cosas de sociedad, así que tendrá que disculpar mi ignorancia en este asunto. – pidió de la manera mas dulce que pudo hacerlo, claro esta que sin darse cuenta del efecto avasallador que tuvo en su compañero.
¿Es verdad lo que me esta diciendo? – pregunto el joven sin poder dar crédito a lo que escuchaba, el sabia perfectamente con quien hablaba, bueno al menos en términos sociales, pero ella era tan pura que ni siquiera había sido corrompida por esa sociedad tan superficial, así que como respuesta río de buena gana y argumento – vaya ahora entiendo porque la señorita pecas no se considera una dama, pero no se preocupe por un lado me alegra saber que no sabe quien soy ni quien es mi familia, eso me da la oportunidad perfecta para que me conozca como realmente soy, sin reglas tontas de etiqueta y aun mas, sin tener que mantener una tonta pose – y así deslizando su mano de la muñeca de Candy, bajos hasta su mano, vio a besar el blanco dorso y continuo hablando – mucho gusto señorita Andrew, mi nombre es simplemente Adolfo a sus pies. – y termino con una bella y encantadora sonrisa.
Estaba en un completo shock como era posible que este apuesto joven mostrara en un momento sus sentimientos de arrepentimiento y en otro se convirtiera en un mas de los jóvenes de sociedad presumiendo de su apellido, y después de eso, presentarse solo como Adolfo tratando así de que se conocieran como realmente eran, y sin tapujos la llamaba "señorita pecas" – es usted un engreído Adolfo, ¿como puede decirme señorita pecas y señorita Andrew en la misma frase? – lo miro entre divertida y con falsa indignación – Ya le dije, mi nombre es Candice, pero simplemente llámeme Candy, como lo hacen mis amigos – le pidió con una zuriza que dejaba ver que realmente quería que se conocieran como eran.
Gracias Candy, es un honor conocerte, se que podremos ser grandes amigos – sentencio Adolfo con una gran sonrisa correspondiendo a la de Candy, aunque su corazón le dijo que esperaba que fuera algo mas, pero trato de reprimir esa sensación, no quería salir lastimado y aunque le costara trabajo creer, su corazón se enamoro a primera vista de esta mujer sin igual.
NOTAS DE LA AUTORA:
HOLA ESTE ES UN PEQUEÑO FIC QUE QUIERO CMPARTIR, QUISAS TENGA MUCHAS FALTAS, ESPERO ME DISCULPEN.
SE ACEPTAN TODA CLASE DE COMENTARIOS, Y DE ANTEMAN GRACIAS POR LEER ESTA HISTORIA
