Fate/ Aincrad´s Heaven.
Prologo: Un milagro inesperado.
Shirou frunció el ceño levemente mientras sentía su conciencia desvanecerse poco a poco. Morir, pensó con cierta ironía, no era nada alentador. Supuso que esta vez debería mostrarse agradecido ya que su cuerpo solo había sentido dolor los primeros minutos y ahora solo había calma. Esta vez no había aquel calor enloquecedor ni el dolor de ser quemado vivo, de sentir sus pulmones incinerarse por dentro debido al humo que inhalaba en cada necesaria y desesperada respiración, tampoco sus ojos ardían por la resequedad ni sentía que fueran a caerse en cualquier segundo de su rostro. Si, Shirou se sentía agradecido porque esta vez la muerte había sido piadosa con él y le daría un final pacifico.
"Lo… siento… Sakura…."
Sintió un par de lágrimas resbalar desde sus ojos cerrados, deseaba regresar a su lado, deseaba cumplir la promesa que hizo con Sakura de ver juntos florecer los cerezos, pero eso no sería posible ya. Para cerrar la puerta del Grial él debía desaparecer, daría su vida en perdón por el pecado cometido.
Ya no había marcha atrás…
"…Ni-chan…"
¿Uh? Esa voz le parecía conocida, aunque su entumecida mente no podía recordar exactamente a quien pertenecía.
"Hey…"
Volvió a escuchar esa suave voz en aquel silencioso lugar. Trato de abrir sus ojos pero sus parpados se sentían demasiado pesados y él se sentía demasiado cansado para lograrlo.
"¿Deseas vivir, Shirou? ¿Sin importar el tipo de vida en que te transformes, deseas vivir?"
Pregunto la voz, casi en un susurro, era como escucharla al lado de sí, diciendo estas palabras delicadamente a su oído. Shirou se quedó en silencio unos segundos, meditando la pregunta.
'Yo… deseo vivir… en verdad, desde el fondo de mi corazón deseo vivir…'
Pensó para sí pero al parecer esta persona fue capaz de oír sus deseos.
"Ya veo… Me siento feliz de escuchar eso… Yo también deseo que vivas en mi lugar…"
La voz dijo con un tono tan alegre y sincero que debería ser considerado pecado, causando que su corazón se oprimiera al escucharla. Rápido, su nombre, necesitaba recordar su nombre o no podría detenerla.
"Yo seré quien cierre la puerta… Te mostrare un milagro…"
Su corazón se aceleró al escuchar esas palabras, no las entendía, en verdad no entendía lo que eso significaba pero algo en su interior se agito, su cuerpo entero le gritaba que impidiera a esta persona lograr su cometido, o se arrepentiría por el resto de su vida.
"Es una aplicación de la magia que te mostré antes, pero esta es asombrosa. Esta es la hechicería que todos querían ver, después de todo."
´¡No, no, no; no sigas!´ Pensó sintiéndose cada vez más desesperado, muévete cuerpo, ¡muévete maldición!
"Pero el contenedor no es de buena calidad. No puedo reproducirla completamente con este cuerpo, pero está bien, estarás de vuelta en poco tiempo si tú y Rin continúan intentándolo."
Dijo con cierta resignación y Shirou sintió como la voz se alejaba poco a poco, avanzando lentamente hacia ese lugar al que él no deseaba que fuera, porque no podría alcanzarla de nuevo.
"Nos vemos… No estamos relacionados por sangre… pero me alegro que hayamos sido hermanos…"
No, no, eso estaba mal. Shirou le había prometido que vivirían juntos para compensar todo el tiempo que ella había vivido sola… Pero si él se sacrificaba entonces tampoco podrían estar juntos… ¿Qué debería hacer?
"Está bien así… Shirou me dijo una vez que los hermanos mayores debían proteger a sus hermanas menores, ¿verdad?... Yo soy la hermana mayor así que debo proteger a mi hermanito…"
De nuevo esa voz alegre, como la de una madre hablándole a su pequeño hijo. Shirou sintió su sangre hervir y su cuerpo comenzó a tambalearse. El dolor regreso de nuevo, oleadas y oleadas de dolor, pero ya no importaba, tenía que llegar a su lado.
"I…lya…"
Ahora la recordaba, Ilya, su hermana mayor, la verdadera hija de Kiritsugu. La chica que fue dejada sola debido a que él llego a robarle a su padre. Una chica con cabello plateado y ojos rojos que era un poco mayor que él…
"Ilya… Ilya, Ilya, Ilya… ¡Ilyaaaa!"
Su voz resonó en aquel extraño sitio, sus piernas moviéndose lo más rápido que podían mientras ignoraba el dolor que parecía querer partir su cuerpo en mil pedazos con cada paso que daba.
"¡Shirou, detente!"
Pero ya era tarde, Shirou también estaba en el centro de aquel extraño ritual, ahora ambos serian el sacrificio. No era justo que solo Ilya muriera, ella había pasado una vida muy difícil, siendo abandonada y teniendo que vivir como una magus, participar en los horrores de la guerra por el Grial y todo lo que paso con Zouken. No era justo que ahora se sacrificara por él así… Si Ilya iba a morir, al menos él moriría a su lado…
"Me parece que yo tengo una mejor idea…"
Una voz masculina se escuchó de pronto, seguida del sonido de lo que sin duda eran pasos acercándose lentamente. Pronto, la silueta de un hombre alto se hizo presente, su cabello blanco se mezclaba con la barba del mismo color y en su rostro envejecido una sonrisa jovial se mostraba.
"¿Quién… Quien eres tú?"
Pregunto Ilya con el asombro en su voz, era imposible que alguien más aparte de Shirou y ella estuvieran en ese plano dimensional en que se encontraba el Grial, para estar allí se necesitaría magia cercana a la hechicería real.
"La gente me llama de muchas formas, Zelretch el de la gemas, el viejo de las gemas, el Kaleidoscopio… Pero yo prefiero el título de Zelretch el Mago Alguacil."
Dijo con un tono de voz alegre que rompía por completo la seriedad del momento. Ilya lo miro sin entender por un segundo pero después sus ojos se abrieron enormemente. Era imposible, el no debería estar aquí...
"¿Zelretch? ¿En verdad eres el mago Zelretch, quien posee el poder de la segunda magia verdadera?"
Pregunto aún sin creer lo que sus ojos veían, pero tenía que ser cierto, nadie que no poseyera conocimiento sobre la hechicería real podría estar allí justo en ese instante. La sonrisa del viejo se ensancho al ver el asombro de la pequeña chica, siempre era agradable ver las reacciones que su nombre generaba en aquellos que conocían de sus proezas.
"Así es pequeña. Me parece que están en un buen lio aquí."
Dijo como quien comenta el clima mientras miraba a su alrededor, si, sin duda un desastre de proporciones globales, pensó el viejo admirando la magia que fluía por todos lados. Las guerras por el santo Grial siempre le causaban curiosidad, en todas las dimensiones que surgían y todas sus variantes por igual.
Ilya por un segundo se olvidó de la situación en que se encontraban, pero pronto recordó su cometido y el hecho de que Shirou se había lanzado a ella y ahora yacía tirado en el suelo, sus brazos rodeando las piernas de la chica mientras miraba con ojos confundidos a esta extraña persona.
"Shirou, por favor, debes dejarme ir, necesito cerrar las puertas del Santo Grial."
Insistió la chica mientras trataba de zafarse del chico, sin embargo Shirou solo apretó su abrazo.
"De ninguna manera, no te dejare morir sola."
Dijo con total convicción, provocando que las mejillas de la chica se inflaran en un puchero.
"¡Shirou idiota! ¡Suéltame, suéltame, suéltame, suéltameeeee!"
"¡Detente, Ilya, eso duele!"
Repetía una y otra la peligris vez mientras le lanzaba pequeños golpes en la cabeza al chico pero Shirou estaba decidido ya y no la soltaría por nada.
"¿Qué se supone que están haciendo?"
Pregunto el brujo sin evitar mirarlos con burla, mirelos allí a ambos, en medio de un ritual para detener el genocidio que causaría el Santo Grial y los dos jóvenes se comportaban como críos. Ambos chicos dejaron de hacer el tonto para mirarse entre ellos, después miraron al brujo.
"¿Tratando de salvarle la vida a mi hermano idiota?"
Respondió Ilya sin estar del todo segura de lo que decía.
"¿Evitando que mi hermana muera sola, muriendo yo con ella?"
Respondió Shirou de igual manera y Zelretch hizo lo que no había hecho en decenas de años, soltó un suspiro de cansancio.
"Los jóvenes de ahora…"
Comento mientras negaba con la cabeza, causando la vergüenza del chico y el enojo de la peligris.
"¿Qué les parece esto?"
Dijo caminando alrededor de ellos, asegurándose de mantener una buena distancia entre él y los sacrificios, no fuera a ser que el Grial se lo quisiera llevar a él también, o no, Zelretch se consideraba aún demasiado joven para morir de esa manera tan ridícula.
"No puedo hacer que las puertas del Grial se cierren, no por si solas, por lo que el sacrificio de uno de ustedes es necesario."
Dijo calmadamente, obteniendo la atención de ambos chicos, Ilya por que conocía cuan poderosa era esta persona a pesar de los rumores que circulaban de él, y Shirou por que no entendía un carajo que estaba sucediendo simplemente.
"Sin embargo, una vez que tú…"
Señalo a Ilya con su bastón.
"Sacrifiques tu cuerpo para sellarlo y revivir el alma de ese chico…"
Ahora el bastón apunto al pelirrojo, el cual había fruncido el ceño al escuchar a ese viejo hablar de la muerte de su hermana tan casualmente.
"Puedo enviar sus almas a alguna parte de los universos paralelos, colocándolas así en recipientes nuevos en los cuales podrán seguir viviendo."
Dijo con una sonrisa enorme que recordaba increíblemente a la del gato de Alicia en el país de las maravillas.
"¿Qué quieres decir con eso?"
Fue Shirou el que pregunto, reincorporándose al fin y sentándose en el suelo aunque dolorosamente; su mano nunca soltando el vestido blanco de Ilya, solo por si las dudas.
"Quiero decir que les daré la oportunidad de seguir viviendo, a ambos, solo que será en un universo diferente a este."
Los ojos de ambos chicos se abrieron por la sorpresa. ¿Era posible? ¿Había una manera en que ambos continuaran con vida? Los ojos de Shirou se entrecerraron mientras analizaba esta información, era una oferta muy tentadora, demasiado…
"¿Qué pides a cambio?"
Quizá fuera que un poco del cinismo de Archer se le hubiera contagiado al obtener su brazo, pero no creía en un milagro de tal magnitud solo por la bondad del corazón de alguien. Sus sospechas parecieron confirmarse cuando la estruendosa risa del viejo resonó por todo el lugar.
"¿Qué quiero a cambio, dices niño?"
Pregunto con la misma sonrisa maniaca de antes para después extender los brazos hacia los lados.
"¡Diversión, por supuesto! Quiero presenciar una historia interesante, y tú, pequeño mocoso, eres el candidato indicado para ello."
Dijo como si nada y Shirou no pudo evitar alzar una ceja en confusión. ¿Diversión, decía?
"¿Podemos confiar en tu palabra?"
Fue la voz de Ilya la que lo saco de sus pensamientos, la chica había avanzado un paso y miraba fijamente al viejo. Shirou se dio cuenta de que Ilya parecía conocer al viejo o al menos había escuchado de él y parecía creer que tenía el poder para cumplir lo que decía.
Y así era, el corazón de Ilya latía ferozmente, ella había dicho que crearía un milagro, pero a cambio un milagro había surgido en la forma menos esperada. Ilya no confiaba en Zelrethc, pero sabía que si había una persona que podía salvarlos a ambos era él sin duda. El rostro de Zelretch mostró una mueca seria y ligeramente molesta.
"Niña, soy el Mago Alguacil Zelrecth, mi palabra es más valiosa que el oro."
Dijo con seriedad por lo que Ilya solo asintió para después mirar a Shirou a los ojos, el chico la miro durante unos instantes, considerando la situación. Sin importar lo que pasara, técnicamente él ya estaba muerto. Por mucho que deseara volver al lado de Sakura, la única manera de lograrlo sería dejando que Ilya se sacrificara y eso era algo que él no permitiría, prefería morir a su lado que dejarla morir sola.
Con una opresión en el corazón al saber que ya no había marcha atrás, Shirou solo asintió finalmente e Ilya asintió por igual, estaba decidido entonces.
"Por favor Mago Alguacil Zelretch, ayúdenos a mí y a Ilya a seguir con vida."
Pidió el chico con voz sincera mientras hacia una reverencia que envió una oleada mas de dolor a todo su cuerpo, pero ya no importaba, en la mente de Shirou solo estaba la idea de salvar la vida de Ilya y nada más.
Zelretch lo miro unos segundos, notando como el cuerpo del chico temblaba presa del dolor que sin duda estaba sintiendo, sin embargo Shirou se mantenía firme, su cabeza tocando el suelo mientras sus palmas yacían extendidas a cada lado.
"Je, sabía que eras un chico interesante."
Dijo el viejo mientras extendía su mano, abriendo su palma y dejando ver lo que parecía un prisma que brillaba en todos los colores.
"Veamos qué tanta diversión puedes darme…"
El prima brillo con mayor intensidad, lanzando sus rayos multicolores hacia todos lados en ese mundo blanco. Shiro tuvo que cerrar los ojos debido a la intensidad, después, la nada…
Fin del prólogo.
Bien, aquí estoy de otra vez con una historia nueva. Sé que muchos estaban esperando la continuación de alguna de mis otras historias, pero eso deberá esperar solo un poco más, ya que esta era una idea que me comía la mente desde hacía mucho tiempo.
Esta historia es un crossover que mezclara un poco de los elementos del universo Fate con el universo de Sword Art Online. El prólogo, para los que jugaron la novela, se centra en el final verdadero de la ruta Heaven's Feel, solo que con la intervención inesperada de nuestro buen amigo Zelretch. Hablando de él, no pude traducir que significaba exactamente 'Marshall' y google me lo tradujo como Alguacil, si estoy en un error, por favor hagánmelo saber para corregirlo a la brevedad posible.
Espero que disfruten esta nueva historia y me acompañen hasta el final de ella. Para los que siguen mis otras historias, esperen una sorpresa en esta semana...
Hasta pronto.
