Disclaimer: The Legend of Zelda es propiedad intelectual de Shigeru Miyamoto y Nintendo.


Exterminio


—¿Y el Capitán Keeta?

—No tenemos noticias de él, su majestad. —Fue la respuesta lastimera de su lacayo, cuya mirada recia y furiosa lo urgía a salir a la batalla que se desataba a las afueras del Castillo. Pero se contuvo.

A su izquierda, su otro sirviente mantenía una postura rígida, completamente dirigida a la puerta principal que conectaba a la sala del trono con el resto del castillo.

La única entrada posible.

—¿Qué hay del templo en Stone Tower?

—Mandamos a nuestros mejores hombres. No regresó ni uno sólo con vida.

—Entiendo.

Escuchaba el sonido de la sangre derramada de sus sirvientes, de gente que había leal y solemne a todos los juramentos que se le pueden inculcar a un pueblo desde su más tierna edad; en medio de una cruenta batalla en los jardines de un castillo que en otros tiempos celebraba con alevosía y gusto.

Nada de eso quedaba ya en esas tierras malditas por los dioses. Era cuestión de tiempo para que llegaran hasta donde él se encontraba.

Luego los espías comenzaron a llegar.

Comandados por un abominable ser que parecía hueco por dentro, sólo motivado por una fuerza de voluntad salida de no sabía dónde; era claro que llevaban todas las de perder. Infiltrados de manera meticulosa y estratégica, lentamente su reinado iba cayéndose a pedazos, pudriéndose.

Y luego el templo escupió toda su maldad, como si fuera una suerte de castigo por su soberbia idea de profanar la divinidad que alguna vez tocó ese fastuoso reino y de cuya época dorada ya solo quedaban los recuerdos.

Igos du Ikana supo en ese momento que su reino estaba condenado al exterminio. Igual que él.

Que aquellas deidades que Termina admiraba y que alguna vez velaron por el bienestar de su pueblo y le otorgaron a su linaje la capacidad de gobernar un reino como aquel, se apiadaran de sus almas y les dieran descanso algún día. Cerrando las puertas ahora abiertas del Templo Stone Tower... o limpiando su maldad desde su más profunda raíz.

—¿Sus órdenes, majestad?

—No hay órdenes. Que los dioses nos amparen por la historia de nuestro reino, que ha quedado bañada en sangre y ha sido desgraciada por ese maldito templo.


Fin.


PS. ¡Estoy decepcionadísima de que Igos du Ikana no es un personaje elegible en la tira de personajes a elegir al momento de seleccionar los personajes del fic TnT! Ahem, bueno, a lo que voy.

Ciertamente este es mi segundo fic de la saga, esta ocasión la centré en el Rey de Ikana, porque realmente me gustó mucho el juego de Majora's Mask, y sobre todo la historia de Igos du Ikana y el capitán Keeta y los Garo y todo eso. Por eso no pude resistirme a escribir esto. Y como pudieron ver, hice alusión a su idea de ser liberados algún día... cosa que se lograría cuando Link rompiera la maldición, derrotando a Twinmold y a la Majora.

En fin, espero que esta pequeña viñeta les haya gustado tanto como a mí, que disfruté escribirla. Tengan por seguro que pronto escribiré más fics de esta saga... sí, incluidos los ZeLink.

¡Nos leemos pronto!

Onmi.