Vocaloid no me pertenece.
Pocas eran las veces que ella se miraba al espejo, no era porque no tuviera uno, no nada de eso, no lo consideraba algo que se necesitará siempre. Rin no era de esas chicas que pasaban horas maquillándose para tratar de verse bien, solamente se miraba al espejo en las mañanas para ponerse un lazo blanco y unos pasadores para que su fleco no estorbara en su cara, en la tarde para después de salir de la ducha y en la noche para ver algo antes de dormir.
Pero esa mañana de sábado algo estaba mal.
Rin se encontraba asustada, su reflejo en el espejo no era ella precisamente. No algo no estaba bien, ella estaba viendo a un chico de cabello igualmente rubio y ojos igualmente azules, con su misma expresión y con el mismo color de pijama.
-¿Q-Quién eres tú?- se atrevió a preguntar el chico aun con asombro.
-R-Rin K-Kagamine.- respondió ella asustada.- ¿Y-Y tú?
-L-Len Kagamine.- respondió el más calmado que ella.
-¿Y-Y qué haces en mi reflejo?- inquirió.
-Eso debería preguntarlo yo. ¿Qué haces tú en mi reflejo?- preguntó Len molesto.
-¡Y yo que voy a saber!- respondió Rin igual de molesta.
-No tienes porque gritar,- le dijo este más calmado- te oigo perfectamente.
-¡Ja! ¡Yo grito porque quiero!
-No, no te digo que no grites solo te recuerdo algo.
-¿Qué?- le interrumpió.
-Que probablemente tus padres sigan durmiendo, es algo temprano.
-¿Temprano?- fue ahí cuando Rin se fijo en el reloj de pared de su cuarto y que esté marcaba las 6:09.- Creo que me levanté más temprano que de costumbre.
-Por eso te digo que guardes la calma.- Len suspiró.- Para ser yo eres bastante desentendida.
-¿Tú?- Rin frunció el ceño.- ¿Quién dijo que yo era tú?
-¿No te diste cuenta? Es algo muy obvio.- ahí fue cuando Len sacó de quicio a Rin.
-¡¿Obvio?!- Rin empezó a alzar la voz.- ¡No es algo normal el mirarte al espejo y ver a alguien que no eres tú!
Len guardó silencio unos minutos mientras Rin le miraba molesta esperando una respuesta.
-Bien, te explicaré.- suspiró.- Sólo no interrumpas gritona.
Rin asintió y guardó silencio.
-Debido a que esté es un espejo, tú deberías de ser yo en un universo alterno, ¿entiendes?- le señaló con el dedo índice.
-Sí.- respondió mientras asentía nuevamente.
-Cómo tu eres una mujer y yo un hombre significa que las personas que conmigo son mujeres contigo serán hombres y viceversa.
-¿Cómo sería eso?
-Hum.- meditó un poco.- Dime el nombre de alguien que conozcas.
-Lenka, mi hermana- respondió Rin y luego sonrió.
-Oh, con que también tienes hermanos.
-¿Tú tienes?
-Sí, Rinto.- Respondió.- Ahora que lo pienso, tu y el se parecen.
-¿Enserio?
Rin se dedicó a pensar, ese sábado si que todo estaba algo extraño. Primero no puede verse cómodamente al espejo y luego coincide en varias cosas con la persona que está en el.
-Solo en apariencia, Rinto es mucho más serio.- afirmó Len luego de un rato.
-Si tan solo pudiera tocarte.- se quejó Rin a regañadientes.
-No lo has intentado.- le reto.
-¡Es cierto!- dicho esto intentó tocar el espejo.
Len sorprendió un poco al ver una delgada mano atravesar el espejo, para que luego lo tomará de la playera con la que dormía y lo intentará jalar al otro lado.
-¿Eh? Espera Rin.- forcejeó tratando de zafarse del agarre, pero vaya que Rin tenía fuerza.
De un momento a otro Len se encontraba en la habitación de Rin, la inspeccionó un poco hasta que se dió cuenta que Rin estaba enfrente de el y le sonreía con cinismo.
-Oh, ¡entonces puedo golpearte!- su sonrisa le dió cierto escalofrío.
-Espera, espera déjame intentar algo.- le interrumpió, dicho esto Len pellizcó a Rin en el brazo derecho.
Ambos hicieron una mueca de dolor.
-Lo sabía,- dijo Len sobándose un poco el brazo izquierdo.- yo siento tu dolor y tu sientes el mío.
-¡Eso es trampa!- se quejó.
-¡No me culpes a mi!- se quejó él otro igualmente.- ¡Yo no creé este fenómeno extraño!
-No, no habló de eso, me refiero a que si tu te lastimas de tu lado yo también lo debo de sentir.
-Oh Rin, mi pequeña yo,- se sentó en la cama de la habitación.- déjame seguirte explicando.
-En primera,- se acercó quedando enfrente de Len.- no soy tú y en segunda,- se acercó un poco más y le tocó la frente con el dedo índice de su mano derecha.- aléjate de mi cama.
-Bien,- se sentó en el alfombrado del suelo.- nos haremos preguntas mutuamente, porque creo que estaremos conviviendo por un largo tiempo.
-Me parece bien.- se sentó en el suelo igualmente, quedando ambos frente a frente.- Tú empiezas.- declaró Rin.
-¿Zurda o diestra?- preguntó Len.
-Diestra.- contestó Rin.
-Que curioso yo soy zurdo.
-¿Naranja o amarillo?- preguntó ahora Rin.
-Ambos.- respondió el otro.
-Yo igual.
-¿Hermanos?- preguntó Len.
-Lenka Kagamine, de hecho tú también te pareces.- respondió Rin con un comentario.
-Eso hiere mi hombría.- comentó Len con la mirada oscura.
-Tranquilo pequeño shota.- intentó consolarle Rin.
-¡¿A quién le llamas shota?!- se molestó.
-Shh- Rin le hizo guardar silencio colocándole su dedo índice en los labios, Len abrió un poco los ojos de sorpresa.- Tu también debes de guardar silencio.- retiró su dedo índice.- Ahora, ¿tienes hermanos?- preguntó tranquilamente.
-¿Qué eres un psicólogo?- inquirió- Porque si es así los odio- declaró.
-¡No soy psicólogo!- frunció el ceño.- ¡sólo responde mi pregunta!
-Sí, tengo un hermano y tú te pareces a él, ¿contenta?- sólo vió la mirada enojada de Rin.- Ahora sabes lo que se siente.
-¡Sólo pregúntame algo!- tenía una mirada desafiante.
-¡¿Eres la mayor o la menor?!- ambos se estaban retando de una manera silenciosa.
-¡Somos mellizas, pero yo soy la mayor!- respondió, Rin estaba disfrutando esta experiencia de pelearse con alguien sin hacerle daño físico.- ¡La misma pregunta contigo!
-¡Igualmente somos mellizos, pero yo soy el menor!- respondió, Len igualmente lo estaba disfrutando.
Su "batalla" duró alrededor de treinta minutos y el reloj marcaba las 6:41 y ambos estaban tirados en la alfombra con la respiración pesada, no habían corrido, ni habían hecho contacto físico, pero luego de media hora se les empezó a acabar el aire.
-Será mejor que vuelva...Si no me ven en la cama durmiendo... De seguro... Y se asustan.- Len sonrío mientras miraba a Rin la cual se había quedado en el mismo estado que el.
-Si... Tienes... Razón.
Len se levantó del suelo primero y le tendió la mano a Rin para ayudarla a levantarse, esta gustosa aceptó, estaba muy cansada como para rechazar ayuda.
-Yo me despido, espero y podamos volver a vernos mi pequeña yo.- se despidió Len para luego cruzar el espejo.
-Vaya mañana más rara.- sé dijo a si misma para luego meterse a la cama y dormir un rato.
Hola, este sería mi punto de vista si Rin y Len fueran reflejos, debido a que siempre hay polémica sobre lo que son, cuando en realidad Crypton anunció que no tienen ninguna relación en especifico. Nos vemos en el próximo capítulo.
-Fatimasand
