Nota de la autora: domingo, 08 de junio de 2008.
¡Hola!. Bienvenidos/as a mi nueva serie. Se me ocurrió el otro día. Aún no sé cuántos capítulos tendrá, lo decidiré según se me vaya planteando la historia.
¿Por qué el tema de las sirenas?. Os preguntaréis…pues porque siempre me han fascinado. De hecho, yo de pequeña quería ser una sirena. Quizás porque siempre me ha fascinado el mar. Y como dato curioso os comunico que soy capaz de aguantar un minuto bajo el agua y que puedo hacerme el ancho de la piscina olímpica, buceando y sin salir a respirar ni una vez.
Cojo aire, me tiro de cabeza y ale…hasta la otra punta de la piscina.
La cosa es que como tanto las sirenas como los tritones (sirenos) siempre me han encantado, y además existen en los libros de Harry Potter (aunque de una manera nada bonita o agradable pues todos sabemos que Rowling nos dio una imagen bastante agresiva de ellas) pensé que poner a nuestro ojiverde favorito en algo relacionado con ellas estaría bien.
Lo más cómodo para mí habría sido convertir a Hermione en una, pero como ya hay algún fic (al menos en Inglés sí, no sé en español) que ha usado ese recurso para una historia con Hermione como protagonista, yo me dije…"Lo haré con Potter" y por eso en esta historia, él será el primer protagonista.
De todas maneras a mí me gusta alternar con Harry y Hermione. Si en una historia es ella la prota, en otra es él.
Sin más que comentaros por el momento me despido. Os mando un beso fuerte y un abrazo cariñoso. Gracias por los reviews que dejasteis en "Hermione de día, Hermes de noche".
Los contestaré en cuanto pueda hacerlo en condiciones. RAkAoMi. ;-)
Dedico esta historia en su totalidad (con todos los capítulos que pueda tener) a mi gran amiga Sonia Granger Potter y al resto de las personas que siempre me han apoyado como escritora y que lo siguen haciendo por mucho o poco tiempo que lleven leyéndome. (ELECTRA, DiCaro, Tyflos, Tooru Hally Bell Potter, Romycrazy, EdPotter, Makarva, Ruloxx, La Dama de la Luna, Moni-HyHr forever, Sagami-Zalmaix, así como otra gente, gracias, esto va por vosotros/as).
Música Recomendada:
- Ya que el agua va a ocupar un gran protagonismo en esta historia, por razones obvias, aconsejo leerla escuchando la banda sonora de "La Joven del Agua" (Lady in the Water).
Si mal no recuerdo el compositor es James Newton Howard.
Simbología:
Con guión y letra normal, diálogo de los personajes.
Con cursiva y comillas, pensamientos internos.
"Y de repente…¡Me convertí en Sireno!"
Cap. 1. "Encuentro con la sirena."
- ¡Y ahí va Potter a toda velocidad!.- Gritó el nuevo comentarista que tenía el colegio después de que Neil Jordan se graduase el curso anterior.
- ¡Vamos Harry!.- Exclamó Hermione desde la grada Gryffindor.
Ron le echó una mirada desagradable a la castaña, ella giró el rostro y volvió a centrar la atención en su mejor amigo moreno.
- ¡Potter en cabeza, acelera y…se le escapó en el último momento!. ¡Qué lástima!. Parece ser que hoy no está en plena forma…
- "De eso nada".- Pensó Harry aún persiguiendo a la Snitch.- "Me encuentro mejor que nunca. ¿Dónde demonios se ha metido la dichosa pelotita?. ¡Ah, en el lago!. ¡Ahí voy!"
- ¡Potter acelera de nuevo, gira a la derecha, baja en picado y…¡SE HA METIDO EN EL AGUA!. ¡ESTO ES INCREÍBLE!
- ¡Ése es mi novio!.- Gritó con júbilo Ginny cuando le vio emerger sujetando la pelotita dorada.
- ¡Y GRYFFINDOR GANA EL PARTIDO!
Todo el mundo excepto Slytherin, rompió en aplausos y sonidos de júbilo.
La menor de los Weasley fue la primera en acercarse hasta Harry, plantarle un beso de campeonato y decirle llena de euforia…
- ¡ERES EL MEJOR, HARRY!
- Gracias.- Respondió algo colorado al sentir que todo el mundo le miraba.
- ¿Quieres que celebremos la victoria en privado?.- Preguntó ella en tono insinuante.
- ¿Qué sugieres?
- Encerrarnos en mi habitación hasta la hora de la cena. No creo que vengan a interrumpirnos, estarán demasiado ocupados bebiendo y cantando en la Sala Común.
- Bueno, espérame allí. Iré cuando me haya duchado.
- Podríamos ducharnos juntos…- Dijo la pelirroja en un susurro perfectamente audible.
Harry sintió un escalofrío.
- Yyyo…yoyoyo…- Comenzó lleno de nerviosismo.- Nono nosé si…eso estaría bien.
- ¿Y por qué no?. Llevamos saliendo desde el año pasado, ya ha transcurrido el tiempo suficiente para que intimemos más allá de los simples besos y abrazos.
- Qui…Quizás tengas razón pero yo no me siento preparado para meterme en una ducha contigo, Ginny.
- Venga…- Dijo ella con una sonrisa seductora.- Te prometo que te gustará.- Entonces se acercó al oído más cercano y le dijo…- Te aseguro que verás las estrellas aunque aún no hayan salido.
Ella le dio un beso profundo en los labios, Harry se quedó con cara de tonto. Ginny le miró esperanzada.
- ¿Entonces?.- Pronunció sonriéndole.- ¿Quieres o no?
Potter reaccionó, contestando aún invadido por la timidez que siempre le caracterizó en lo referido a las mujeres.
- Bububueno…su…supongo que estaría bien.
Ginny sonrió más.
- ¿Me frotarás la espalda?.- preguntó él con una sonrisa inocente.
- Eso y cualquier otra cosa que te apetezca.- Dijo ella usando de nuevo el tono seductor.- Yo sólo quiero complacerte, Harry, y para lograrlo, haré todo lo que tú quieras.
Ella le besó otra vez, él correspondió, pero antes de darle una nueva respuesta, se vio rodeado por todos los compañeros del equipo Gryffindor, que empezaron a gritar como locos por culpa de la euforia que sentían.
- ¡Si seguimos así volveremos a llevarnos la copa de Quidditch!. ¡Yuuuhhh!.- Pronunció Ron lleno de júbilo.
- ¡Venga Harry!.- Dijo otro miembro del equipo.- ¡Vámonos a la Sala Común para celebrarlo. Tengo un barril de cerveza de mantequilla!
- ¡Y yo otro de whisky de fuego!.- Exclamó otro chico.
- ¡Cojámonos una buena cogorza!.- Pronunció otro.
- Haced lo que queráis.- Dijo Ginny.- Pero no contéis con Harry y conmigo.- Pronunció mirando a todos sus compañeros.- Nosotros tenemos otros planes.- Entonces enfocó al moreno.- ¿Verdad cariño?.
Antes de que él respondiera, el menor de los chicos Weasley exclamó…
- ¡Yo tampoco iré a la celebración. Prefiero estar con Hermione!.- Entonces giró la escoba y se fue a buscar a su novia, que aún estaba en la grada charlando con otros Gryffindor.
Mientras escuchaba de fondo, las voces de sus compañeros de equipo, Harry se quedó mirando cómo Ron llegaba hasta su mejor amiga y le daba un beso en los labios.
A él no le extrañó, llevaban saliendo desde el verano, pues Hermione no lo pasó junto a sus padres como era habitual en ella sino con él y el resto de los integrantes de la Orden del Fénix, ya que a puertas de una guerra, debían planear todo lo que harían para poder vencer a Voldemort de una vez por todas.
Durante el tiempo que pasaron juntos sin salir del cuartel de la Orden, Potter observó cómo su mejor amigo reunía el valor necesario para decirle a Hermione, que le gustaba. Y como ella le correspondía, era natural que se juntasen.
Días después, estaban peleando junto a Voldemort y sus Mortífagos.
Harry recordó con claridad, cómo fue la batalla final y todos los muertos que hubo. Tanto buenos como malos.
Sonrió pensando que sin la ayuda de Hermione, él también habría fallecido, pues cuando más débil se encontraba, ella se puso delante suya para protegerle de nuevos ataques.
Eso le ayudó a recuperarse un poco antes de volver a enfrentarse a Voldemort, quien junto a sus Mortífagos, seguían enfrentándose tanto a Hermione como a Snape, ya que Ron no pudo ayudar en el momento cumbre al haberse quedado inconsciente por culpa de un potente Desmaius que le habían lanzado tres seguidores del mago tenebroso.
Su sonrisa se hizo más grande al visionar en su cabeza el momento preciso en que Hermione, agarraba una de sus manos y le decía con voz suave y bonita "No te rindas, Harry, puedes vencerle. Confía en ti, yo confío mucho."
Aquellas palabras le dieron la seguridad en sí mismo que tanto necesitó justo antes de lanzarle a Voldemort un ataque lo suficientemente efectivo como para acabar con él de una vez por todas.
Luego, cuando sólo quedaban conscientes él y Hermione, ella le encerró en un abrazo fuerte y le dijo a uno de sus oídos…
- Estoy muy orgullosa de ti.
Él sonrió, dándole las gracias, y ella le dio otro abrazo junto a un beso en la frente.
Más tarde fueron a San Mungo, donde pasaron algunos días siendo atendidos por los médicos y las enfermeras.
Después de una semana les dieron el alta tanto a él como a ella, y cuando salieron del hospital mágico, se encontraron con el resto de los miembros de la Orden, felicitándoles por haber salido victoriosos.
- Sin ella no podría haberlo hecho.- Pronunció Potter mirando a su mejor amiga que estaba justo a su lado.
Harry recordó el sonrojo que inundó a Hermione tras él hacerle el cumplido. Y pensó, que incluso con la cara colorada, estaba guapa.
La voz de Ginny le hizo volver a la realidad, encontrándosela justo delante de sus ojos verdes.
- Aún estoy esperando esa ducha.- Dijo ella con una sonrisa.- No te preocupes por lo que pueda pensar Ron. Yo no voy a decirle nada. Y tampoco creo que nos siga cuando nos vayamos. Está demasiado centrado en besar a tu mejor amiga como para darse cuenta de nuestra existencia.
Harry volvió a mirar a la pareja, y cuando vio cómo el pelirrojo le decía a Hermione algo al oído y ella sonrió poniéndose colorada, sintió unas ganas locas de ir hacia allí y tumbar a Ron de un potente puñetazo.
- "Ella sólo se sonroja cuando le hacen un cumplido delante de gente o tras haber oído algo que considera muy íntimo. Como Ron le haya dicho alguna guarrería, le voy a partir todos los dientes de la boca.
Que sean novios…pase, que se besen…lo considero normal. Que de vez en cuando se abracen o se digan cosas al oído…no me llama la atención, pero que Ron la ponga más colorada que una sandía es para que yo me acerque hasta allí y pregunte de qué va la cosa. Y conociendo lo salido que está mi mejor amigo…me juego el cuello a que le ha propuesto algo que no será inocente.
Sólo espero que ella no se deje llevar por Ron sólo porque él sea su novio.
Tener pareja no es sinónimo de ser un perrito obediente a la voz de tu amo, sino compartir tu vida con ella porque quieres tenerla presente en todo lo que te importa."
- ¡Harry, HARRY!.- Dijo Ginny con impaciencia.- ¡Deja ya de mirar a mi hermano y céntrate en mí, te estoy esperando!
- ¿Eh?.- Pronunció con despiste volviendo a mirarla.- ¿Para qué?
- La ducha…- Dijo ella por lo bajo.- Íbamos a compartir una. ¿No te acuerdas?
- Ah sí, eso…
- ¿Y bien?
Él la miró, entonces volvió a enfocar su vista verde en sus dos mejores amigos, y cuando presenció otra serie de besos entre ellos, respondió…
- Paso.
- ¡QUÉ!.- Exclamó Ginny hecha una furia.- ¡PERO QUÉ CLASE DE NOVIO ERES TÚ!
- Uno al que ahora no le apetece compartir una ducha contigo.- Dijo Potter sin dejar de contemplar a Ron y Hermione.- A decir verdad…no me apetece hacer nada contigo. Ni ducha, ni celebración, ni nada de nada. Sólo quiero irme a mi habitación y estar tranquilo un rato. Si lo entiendes bien y si no lo mismo me da.
- ¡ESTO ES INCREÍBLE!.- Pronunció la única chica Weasley con el rostro colorado por culpa de la rabia.- ¿Y TÚ TE LLAMAS HOMBRE?. ¡PUES NO TE PARECES A NINGUNO DE TODOS CON LOS QUE HE ESTADO!
- Baja la voz.- Dijo el moreno con seriedad.- No quiero que Ron y Hermione nos escuchen.
- ¡Y QUÉ MÁS DA QUE LO HAGAN, ESTÁN DEMASIADO CENTRADOS EN ELLOS COMO PARA FIJARSE EN NOSOTROS!
- Igualmente no me gusta que me chilles, Ginny. Así que te pido de buen modo que te calmes y me hables en otro tono. Y si no puedes o no quieres, daré la vuelta a la escoba y te dejaré sola.
- ¡SOLA ES COMO ME HACES SENTIR AHORA MISMO, HARRY!. ¡NO ENTIENDO LO QUE TE OCURRE, PARECE QUE NO QUISIERAS TENER INTIMIDAD CONMIGO!
- No es eso, Ginny, simplemente no me apetece lo que me has propuesto.
- ¡PUES A CUALQUIER HOMBRE LE GUSTARÍA!. ¡PERO TÚ ERES UNO RARÍSIMO!. ¡NI SIQUIERA ERES CAPAZ DE NO TARTAMUDEAR CUANDO TE DIGO ALGO QUE SE SALE DE LO NORMAL ENTRE NOSOTROS!. ¡DE VERDAD, HARRY, DESPUÉS DE UN AÑO CONMIGO ES PARA QUE HUBIERAS PERDIDO LA TIMIDEZ O AL MENOS HABER ESPABILADO UN POCO!
- No sé a qué te refieres con eso de que espabile, pero no creo que me importe. Y respecto a lo de la timidez…no creo que la pierda nunca, Ginny, yo soy así. Y no tengo ganas de explicarte por qué. Tú deberías saberlo. Después de todo, te he contado cada detalle de mi vida anterior a Hogwarts.
- ¡Y qué!.- Dijo ella hablando un poco más bajo que antes.- ¡El hecho de que hayas sido maltratado o que no recibieras cariño en la infancia no es sinónimo de que no puedan dártelo ahora!. ¡Yo me paso el día mimándote, y diciéndote cosas bonitas. Y la verdad es que ya no sé qué más hacer o decir para que tú entiendas de una vez por todas que te quiero y que me encantaría compartir contigo una relación normal entre un hombre y una mujer!
- Ya estamos otra vez con el tema del sexo.- Dijo Potter con claro cansancio en su voz varonil.- Mira Ginny, te lo diré una última vez a ver si así lo entiendes.
Lo que tú consideras normal entre un hombre y una mujer o en una pareja de novios, a mí me impone bastante respeto.
Puede que a ti no te cueste nada, acostarte conmigo porque después de todo perdiste la virginidad con el último novio que tuviste antes de mí, pero a mí, el simple hecho de desnudarme frente a una chica, no es que me cueste trabajo sino que me aterra.
- ¡Pero por qué, si es algo natural, Harry!. ¡Todas las parejas enamoradas tienen sexo en algún momento de sus vidas. Y nosotros llevamos un año juntos. Además, no es que seamos pequeños precisamente. Tú ya has cumplido los dieciocho y yo tendré diecisiete en sólo unos meses. Y por si se te olvidó, en el mundo mágico la mayoría de edad son los diecisiete años. Por lo tanto no estaríamos haciendo algo no acorde con nuestra edad!
- De todas maneras, no me siento preparado para dar ese paso contigo.
- ¿Y cuándo lo estarás, con 30 años quizás?
- No lo sé, lo único que tengo claro es que no quiero verte desnuda hasta que yo mismo te lo pida.
- O sea que si soy yo quien lo sugiere, no te gusta.
- Exactamente.
- ¡Cómo puedes ser tan machista!
- No es cuestión de machismo, Ginny, sino de confianza en el otro.
- ¿Me estás diciendo que no confías en mí?.- Preguntó ella con incredulidad.- ¿Después de todo el tiempo que llevamos juntos, de los besos que nos hemos dado, y de que anoche nos durmiésemos abrazados en el sofá de la Sala Común, tú…no confías en mí?
- Pues no. Una cosa es que yo confíe en ti como novia y también para compartir ciertas cosas, pero para la que tú me has propuesto antes, no me fío nada.
Te conozco lo suficiente para saber, que no te limitarías a ducharte conmigo. Y la verdad es…que no quiero intimar de esa manera contigo hasta que yo mismo sienta que tú y sólo tú eres la única mujer adecuada para mí.
- O sea, que como no estás seguro de si soy "la mujer de tu vida" por eso mismo no quieres hacer el amor conmigo.
- Ahora sí lo pillas, Ginny. Ya te ha costado.
- ¡SERÁS CAPULLO!.- Dijo volviendo a elevar la voz más de lo normal.- ¡SABES QUÉ, HARRY!.- Pronunció llena de ira y frustración.- ¡YA ME HE CANSADO DE ESPERARTE. PUEDE QUE TÚ ME GUSTES MUCHO, PUEDE TAMBIÉN QUE SIENTA QUE TE QUIERO, PERO TE ASEGURO, QUE NO VOY A PASARME LA VIDA NI MUCHO MENOS MI JUVENTUD, ESPERANDO A QUE SUPERES TODOS LOS TRAUMAS QUE PUEDAS TENER POR CULPA DE UNA MALA INFANCIA!
¡QUINCE MESES CONTIGO HAN SIDO SUFICIENTES PARA MÍ. Y DESPUÉS DE HABERME DEJADO CLARO QUE TE ASUSTA EL SIMPLE HECHO DE TENER SEXO CONMIGO, TE DIGO AQUÍ Y AHORA QUE TE VAYAS AL CARAJO!
- ¿Estás rompiendo conmigo?.- Preguntó con curiosidad.
- ¡PUES CLARO QUE SÍ!. ¿QUÉ ESPERABAS SINO, UNA PROPUESTA DE MATRIMONIO?.- Dijo con ironía.
- No, pero…no pensé que el haber sido sincero…produjese que tú me abandonaras.
- Pues ve aceptándolo porque desde hoy y en adelante, tú y yo no volveremos a estar juntos como algo distinto a dos compañeros de casa.
Ella se separó un poco y antes de irse, le dijo aún invadida por la cólera que sentía…
- Espero que pienses en el daño que me has hecho, pero sobre todo espero, que aunque luego puedas arrepentirte de perderme y quieras volver conmigo…No me busques. Será inútil. Tú para mí ya no significas nada, absolutamente nada.
- Ginny yo…- Comenzó vacilante sin estar muy seguro de qué decir.- Lo siento.- Dijo cuando vio cómo sus ojos marrones derramaban un par de lágrimas.
- Vete al infierno, Harry Potter.- Y antes de irse, le dio una potente bofetada que le dejó una mejilla colorada.
El moreno la frotó mientras la veía alejarse. Y aunque una parte de él quería seguirla e intentar arreglar las cosas, otra mucho mayor le dijo que lo dejara estar porque era lo mejor.
Curiosamente para Harry, el haber perdido a su novia por culpa de sus inseguridades, no era el fin del mundo sino más bien una liberación.
Él notó claramente cómo recuperaba una paz que desde hacía tiempo había perdido. Y después de estar un rato comiéndose la cabeza, llegó a la conclusión de que el hecho de no haberle afectado que Ginny le dejara se debía a que ya no sentía lo mismo por ella, que el curso pasado.
Dando la vuelta a la escoba, puso rumbo al dormitorio de los chicos de séptimo.
Pero justo cuando estaba pasando por la zona del lago donde una hora antes se había sumergido para atrapar la snitch, vio claramente cómo una sirena salía del agua y usaba su cola para golpear la Saeta de Fuego.
Harry perdió el equilibrio, cayendo al agua sin poderlo evitar. Y nada más empezar a mover los brazos y las piernas para salir al exterior, notó claramente cómo le mordían en la cintura.
Él gritó aún sumergido, y después de agarrar la escoba, usó un hechizo para emerger con rapidez y poder escapar así de aquella sirena agresiva. Que sin que él lo supiera, le había atacado porque estaba enfadada después de haber visto cómo Potter había caído sin querer, sobre su hermana pequeña. La cuál, había quedado bajo Harry cuando él se había sumergido para agarrar la snitch que a su vez, se había acercado hasta la pequeña sirena.
El moreno llegó a su habitación sintiendo que el costado le dolía y escocía mucho.
Después de guardar la escoba, se fue a la enfermería y cuando la señora Pomfrey vio la herida, meneó la cabeza con disgusto y Harry intuyó que le daría una mala noticia.
- Mucho me temo que usted no se curará de esta mordedura con una simple poción que yo le de.- Dijo ella mirándole con seriedad.- Debo decirle, señor Potter, que necesitaré dos meses para elaborar el antídoto. Y mientras lo consigo, hágase a la idea de que su vida va a cambiar por completo a partir de ahora.
- ¿Por qué?. Admito que me duele, pero no creo que sea distinto a cualquier otra mordedura.
- Oh, sí que lo es.- Añadió Poppy sin abandonar la seriedad.- Las sirenas son seres muy antiguos. Su magia es poderosa, así como sus mordiscos. Cuando una de ellas hinca sus dientes a un humano, puede matarle. Pero usted no es uno corriente sino más bien mago, y además poderoso. Así que…en vez de morir sufrirá otro tipo de consecuencia. Quizás no será tan mala como la muerte pero desde luego buena tampoco.
- Déjese de rodeos y dígame de una vez de lo que trata.
- Se va a convertir en Sireno, Harry.
- ¿Cómo ha dicho?
- O Tritón, lo llamemos como lo llamemos, no quitará el hecho de que a partir de esta mordedura, usted dejará de ser un chico humano normal y pasará a convertirse en otro que será hombre de cintura para arriba y pez de cintura para abajo.
- ¿ESTÁ DE CACHONDEO?.- Exclamó lleno de asombro.- Porque si es así no tiene ni pizca de gracia.
- Querido Harry…- Dijo la enfermera intentando sonar conciliadora.- Después de todos los años que lleva usted en Hogwarts y en las que yo le he tratado más de una vez…¿Le he dado la impresión de bromear con mis pacientes?
- No señora.
- Entonces no sé cómo puede plantearme que le estoy tomando el pelo.
- Es que me resulta increíble que sólo porque me haya mordido una sirena, voy a convertirme en un Tritón…
- Por lo menos no va a morirse. Eso sí que sería grave.
- ¿Y no lo es tener escamas y una aleta en vez de piernas?
- Sí pero…también puede ser interesante. Todo el castillo sabe que a usted le gustan las emociones fuertes.
- Con las aventuras, pero no porque me transformen en algo distinto a lo que soy normalmente. ¿Y dónde viviré cuando mi cuerpo cambie?
- En una piscina de agua salada, lógicamente.
- ¿Y cómo podré seguir el ritmo de clase?. ¿Se van a trasladar los profesores a donde esté yo para enseñarme lo que aún me queda por aprender?
- Eso no será necesario. Le diré a la señorita Granger que le de clases particulares. Después de todo, usted está más que acostumbrado a que ella le explique un montón de cosas. ¿Verdad?
- Sí señora. ¿Y cuándo ocurrirá la transformación?
- No lo sé. Depende de cada persona. Puede ser dentro de un minuto, tres horas, un día o quizás un año. No puedo decirle nada concreto. Sólo sé que la mordedura de una sirena es igual que un virus que se mete en el cuerpo de una persona y le pone enfermo. Sólo que en este caso, en vez de producirle gripe o fiebre, le convierten en algo parecido a ellas.
- ¿Y también me saldrán membranas en los dedos como a ellas?
- No. Usted es humano y sus dedos seguirán teniendo el aspecto que siempre han tenido. Lo único que cambiará en usted será su parte baja. Como ya le dije antes, señor Potter, usted será hombre de cintura para arriba y pez de cintura para abajo.
Aunque eso sí…más atractivo de lo que pudieran considerarle antes.
- ¿Perdón?
- Todo el mundo sabe que las sirenas y los tritones son mujeres y hombres bellísimos. Pues su belleza, es una de sus armas de seducción.
Tradicionalmente, las sirenas usaban la belleza y su voz angelical para atraer a los marineros o incluso sus barcos a donde estaban ellas. Ellos se sentían hechizados por sus voces y descuidaban el control del timón y al final acababan estrellándose contra las rocas y luego muriendo por culpa del desastre.
Esto que le cuento es algo que aparece incluso en los libros de la mitología griega. ¿Ha leído alguna vez "La Odisea"?
- No señora.
- Pues ahí se explica claramente cómo Ulises y sus hombres se pusieron tapones en los oídos para no escuchar el canto de las sirenas y evitar así que ellas les condujeran a una muerte segura.
- ¿Y yo también me volveré malo, un asesino?. ¿Me dará por cantar y matar a toda persona que se acerque a escuchar mi voz?
- Claro que no. Usted es bueno, Harry, por lo tanto no representará ningún peligro para nadie. Aunque sí es cierto que podrá hechizar con su voz si así lo quiere.
- ¿Podría ser más explícita?
- Siendo sireno, usted tendrá de forma innata, la seducción propia de ellas. Por lo tanto, podrá emplearla en su propio beneficio si así lo desea.
Por ejemplo, imagínese, que le gusta una chica por la que nunca se ha atrevido a confesarle sus sentimientos. Pues bien, si ella estuviera con usted siendo sireno y usted decidiera cantarle o incluso mirarla de manera seductora, le aseguro que ella no podría resistirse a cumplir cualquier cosa que le pidiera o incluso dominar el impulso de besarle.
Es decir, que usted será un hombre irresistible siempre que usted desee provocar esa sensación en la mujer que le acompañe.
- Ah, ahora lo entiendo. ¿Y para qué querría usar ese poder o habilidad si nunca he sido de ese tipo de chicos que se aprovecha de las mujeres a la mínima de cambio?
- Pues porque a lo mejor lo considera necesario para conseguir a la chica que le guste. Yo no digo que esté bien aprovecharse de las mujeres, pero sí es verdad que hay veces en que uno tiene que lanzarse a por todas para ganarse a la persona de la cuál está enamorado.
- Pero yo no estoy enamorado de nadie, señora Pomfrey. Incluso Ginny rompió conmigo hace poco y ni siquiera me afectó.
- Eso sólo sería posible si en verdad no le importase nadie o si por el contrario sí estuviera enamorado de otra mujer que no fuese su "novia oficial". Puede que lo esté, señor Potter, sólo que quizás aún no se ha dado cuenta.
- Y si eso es verdad... ¿Cómo lo sabré?
- Porque lo sentirá en su interior, Harry, lo notará claramente.
Un día, usted estará acompañado de esa chica especial y entonces algo en su interior le dirá "Es ella, Harry, no la dejes escapar" y después verá en su cabeza perfectamente cómo se casa con ella, o cómo tienen pequeñuelos parecidos a ustedes.
Es decir, cuando usted tenga una especie de revelación donde se vea así mismo y a ella, siendo felices y compartiendo cosas de las que ahora ni se plantea con cualquier otra mujer, se dará cuenta no sólo de que la ama sino además de que sin ella, no le es posible vivir.
- ¿No está exagerando un poco?
- Para nada, estoy siendo muy exacta. El amor es así, y enamorarse es sentir que sin esa persona especial a tu lado, tu vida no es feliz.
- De acuerdo, lo capto. ¿Hay algo más que deba saber o puedo irme ya?
- Váyase a donde le apetezca. Y si por cualquier motivo empieza a sentir cosas que antes no experimentó, venga a verme.
- ¿Qué clase de cosas?
- Las que no están relacionadas con las de un hombre corriente. Por ejemplo…que sienta un deseo enorme de meterse en el lago y bucear pese a que estemos a finales de febrero. O que le entren ganas de comer mucho pescado o incluso…que cuando vea a una chica que pueda gustarle, se imagine besándola hasta la saciedad o incluso haciéndole un hijo.
Es decir, si siente deseos irrefrenables por cosas en las que antes ni se fijó, hágase a la idea de que la transformación ha comenzado.
Por eso es mejor que venga a la enfermería. Aquí podré tratarle lo suficiente como para prepararle la piscina donde usted vivirá hasta que yo haya conseguido terminar el antídoto que le devolverá su condición humana al cien por cien.
- Está bien, señora Pomfrey. Le prometo que vendré a verla si noto algo que no sea normal en mí.
- Hasta entonces, señor Potter. Que pase una buena tarde.
- Gracias señora, nos veremos en la cena.
Después de entrar en la Sala Común y verla hasta reventar de gente que aún estaban celebrando la victoria de Gryffindor, el moreno pensó que no quería estar allí y como sabía que subir a su habitación no sería fácil ni posible ya que cualquiera de sus compañeros le agarraría para llevarle al centro de la celebración, Harry decidió pasar el tiempo en otra parte y decidió hacerlo en los terrenos del lago ya que siempre le habían gustado mucho.
Un poco después de llegar a una zona con árboles frondosos, vio cómo la escoba de Ron tocaba el suelo.
El contempló cómo su mejor amigo y Hermione se sentaban en la hierba y charlaban de algo que no podía escuchar debido a la distancia que le separaba de ellos.
Pasado unos minutos, Ron y Hermione comenzaron a besarse y Harry visionó claramente cómo el pelirrojo empujaba con suavidad a la castaña, hasta dejarla tumbada sobre la hierba.
El pequeño de los chicos Weasley se colocó encima de ella y empezó a acariciarla por debajo de la falda.
Hermione se movió y Harry intuyó que no estaba a gusto.
Ron pareció ignorarla y continuó lo que hacía, hasta que ella lo empujó echándole a un lado.
- ¡Quieres dejar de insistir!.- Escuchó Harry cómo decía Hermione bastante enfadada.- ¡Te he dicho mil veces que no quiero acostarme contigo. Aún no, Ron. Y menos todavía a plena vista de cualquiera que pueda aparecer por aquí!
- ¡Si no hay nadie!.- Exclamó el pelirrojo intentando convencerla.- ¡Además, Hermione, llevamos 6 meses juntos. Ya ha pasado un tiempo suficiente como para que pasemos de los besos y los abrazos!
Harry sintió claramente un potente Deja Vú, pues acababa de comprobar, que tanto Hermione como él, estaban pasando por lo mismo con sus respectivas parejas.
- ¡Me da igual!.- Volvió a decir Hermione apartándose más de Ron.- ¡He dicho no y no pienso cambiar de opinión!
- ¡Entonces no me quieres!.- Dijo el pelirrojo con clara molestia en su rostro pecoso.- ¡Si me quisieras ni siquiera te plantearías el no. Te dejarías llevar porque es lo normal cuando se está enamorado!
- ¡Cuando amas a alguien, Ronald, le respetas por encima de todo, y no tratas de usar el chantaje emocional, como tú estás haciendo ahora conmigo, para conseguir tus propósitos!
- ¡Déjate la psicología, Hermione, y dime sinceramente si quieres o no ir "más allá" conmigo!
- ¡NO QUIERO!
- ¡Porque tengo razón, tú no me quieres realmente. Sólo estás conmigo para no quedarte sola, pero no porque yo te guste de verdad!
- ¡PERO CÓMO PUEDES SER TAN CRETINO PARA DECIRME ALGO ASÍ!. ¿QUÉ NO TE QUIERO?. ¡Y CÓMO NO LO VOY A HACER, IDIOTA!
¡LLEVAMOS SIETE AÑOS SIENDO AMIGOS, Y SEIS MESES COMO PAREJA, Y AÚN TE PLANTEAS QUE NO TE QUIERO!. ¿SABES LO QUE TE DIGO?.
¡TÚ ERES EL ÚNICO QUE NO ME QUIERE DE VERDAD, PORQUE SI LO HICIERAS, ME RESPETARÍAS LO SUFICIENTE COMO PARA NO PRESIONARME CON EL TEMA DEL SEXO O NO ECHARME EN CARA MI SUPUESTA FALTA DE AMOR HACIA TI SÓLO PORQUE NO QUIERO IR MÁS ALLÁ CUANDO TÚ LO DESEAS!
¡ERES UN MALDITO EGOÍSTA, RONALD BILIUS WEASLEY, Y COMO SIGAS EN ESTE PLAN CONMIGO, VOY A PERDER LA PACIENCIA Y TE MANDARÉ AL CARAJO DE FORMA DEFINITIVA. Y POR MUCHO QUE LUEGO ME PIDAS PERDÓN O ME DIGAS "LO SIENTO" NO VOY A DARTE OTRA OPORTUNIDAD!
- ¡MUY BIEN!.- Dijo el pelirrojo poniéndose en pie con rabia clara en sus movimientos.- ¡NO NECESITO QUE ME DES UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD PORQUE SERÉ YO QUIEN NO TE LA DÉ A TI. ESTO SE ACABÓ!
- ¿QUÉ?.- Pronunció Hermione con incredulidad.- ¿ESTÁS ROMPIENDO CONMIGO?
- ¡SÍ!
- ¿PORQUE NO QUIERO SEXO?
- ¡PUES CLARO!
¡NO ES NORMAL QUE NO QUIERAS HACER EL AMOR CONMIGO SI SE SUPONE QUE ERES MI NOVIA. TODAS LAS PAREJAS PRACTICAN EL SEXO EN ALGÚN MOMENTO DE SU RELACIÓN Y NOSOTROS DEBERÍAMOS HABERLO PUESTO EN PRÁCTICA HACE MUCHO TIEMPO, PERO TÚ SIEMPRE TIENES EXCUSAS PARA DECIRME QUE NO!.
"NO ESTOY PREPARADA, RON", "ES MUY PRONTO", "HOY NO ES UN BUEN DÍA", "ESTOY AGOTADA Y SÓLO QUIERO DORMIR"…¡TE PASAS LA VIDA DÁNDOME LARGAS, HERMIONE, Y YA ME HE CANSADO DE ESPERARTE!.
¡TE LO DIRÉ CLARAMENTE. O TE ACUESTAS CONMIGO O LO NUESTRO SE ACABA Y ME BUSCO OTRA CHICA QUE ADEMÁS DE CORRESPONDERME PUEDA INTIMAR CONMIGO COMO HARÍA CUALQUIER MUJER QUE ME QUISIERA REALMENTE!
- ¡PERO YO TE QUIERO, SIMPLEMENTE NO ME SIENTO LO SUFICIENTE MADURA PARA HACER EL AMOR CONTIGO, RON. NO ES CULPA DE UNA FALTA DE AMOR HACIA TI, ES SÓLO QUE AÚN NO CONFÍO LO BASTANTE EN NOSOTROS COMO PARA QUE INTIMEMOS DE ESA MANERA!
- ¿QUÉ NO CONFÍAS EN NOSOTROS?.- Pronunció él con incredulidad.- ¡SERÁ QUE NO CONFÍAS EN TI O INCLUSO EN MÍ, PERO NO DIGAS "NOSOTROS" PORQUE YO SÍ CONFÍO MUCHÍSIMO EN TI Y TAMBIÉN EN LO QUE SIENTO!
- ¿Y tú sientes realmente que me quieres y que por eso mismo quieres acostarte conmigo?.- Pronunció Hermione con algo de timidez.
- ¡PUES CLARO QUE LO SIENTO!.- Dijo Ron aún lleno de furia por culpa de la frustración que sentía al no poder hacer con ella todo lo que le gustaría.
La castaña se quedó unos instantes callada, sopesando en su cabeza todo lo que se habían dicho hasta el momento, y cuando estaba planteándose si de verdad quería a Ron, escuchó cómo él le decía seriamente…
- Dime la verdad, Hermione. ¿Me quieres sí o no?
- Creo…que sí.- Dijo ella mirándole a los ojos.- Pero no siento que deba acostarme contigo para convencerte de que soy sincera.
Yo veo el sexo no sólo como una muestra de amor, Ron, sino también como algo que puede unir o separar más a una pareja.
Yo creo…que si ahora me dejo llevar por tus deseos y termino complaciéndote sólo por acostarme contigo…mañana o pasado me pedirás otra cosa con la que yo no estaré de acuerdo. Y cuando te diga que no, volverás a plantearme que es porque no te quiero.
En mi sincera opinión diré, que tú sí que no sabes lo que es querer de verdad a alguien. Porque cuando lo haces…no se te pasa por la cabeza presionarle para que cumpla con algo que a ti te apetece y con lo que ella no está de acuerdo.
Mi respuesta es ésta, Ronald, no pienso acostarme contigo en contra de mi voluntad. Ni para complacerte y tampoco para que pienses que si lo hago es porque te quiero.
Sí te quiero, pero no creo que tú me quieras a mí. Realmente no.
Puede que yo te guste, puede que te atraiga, y puede también que te guste el hecho de estar conmigo como algo más que simples amigos, pero no creo realmente que tú estés conmigo porque estés enamorado de mí.
Si realmente lo estuvieras…me respetarías por encima de todo. Y hasta dejarías tus deseos a un lado, para aceptar los míos cualesquiera que pudieran ser.
- ¿Has terminado ya?
- Sí.
- ¿Estás decidida entonces a seguir rechazándome en el tema del sexo?
- Por supuesto. Sólo accederé cuando me sienta preparada para llevarlo a cabo y sobre todo, cuando no tenga ninguna duda de que tú y no otro, eres el único hombre adecuado para mí.
- ¿Otro?.- Dijo él riéndose en su cara.- ¿Y quién más podría ser?.- Añadió lanzando una carcajada.- ¡Soy el único que te aguanta!
Al oír eso, Hermione se llenó de rabia, y sin dudarlo un segundo, se acercó hasta Ron, le agarró del cuello de su camisa y le metió dos potentes bofetadas que le echaron la cara hacia atrás.
Ella la volvió a poner a su altura y mirándole llena de ira le dijo…
- Ahora sí que no tengo ninguna duda de que no eres el adecuado para mí. Tú tenías razón, Ron, no te quiero.
Puede que durante un tiempo sí creí hacerlo, pero después de esta discusión, lo sé con seguridad. No te quiero, no te amo, y jamás lo haré. Ya ni siquiera siento atracción por ti. Tú solito lo has conseguido.
A partir del momento en que te suelte, vas a marcharte y dejarme sola, porque si te quedas y sigues gritándome o intentando hacerme sentir mal por el simple hecho de no haberte complacido en tus deseos egoístas…te voy a hacer tanto daño que pensarás que Voldemort era un mero bebé a mi lado.
¿He sido lo suficiente clara?
- Sí.
- Entonces quítate de mi vista inmediatamente.
Ella le soltó sin delicadeza, él cayó al suelo. Cuando se levantó, le dio una bofetada a Hermione gritándole "¡ERES UNA ESTÚPIDA, NO VUELVAS A TOCARME NUNCA MÁS!" y con la misma le dio un empujón tan potente como para hacer que cayese de boca y se la golpease contra la hierba.
Hermione escupió sangre y mientras se ponía en pie, observó como él se alejaba en la distancia por medio de su escoba voladora.
De repente, Harry apareció. Volando en su Saeta de Fuego en dirección a donde estaba Ron.
La castaña vio claramente cómo su mejor amigo agarraba las ramas de la escoba de su ahora ex novio y le hacía detenerse.
Él no se conformó con eso, sino que además, le plantó dos puñetazos al pelirrojo que volvieron a echarle la cara hacia atrás. Y cuando Ron la puso de nuevo a la altura de la que sería la de Harry, se quedó con las ganas de devolverle el golpe, porque Potter ya no estaba a su alcance, sino que volaba a toda mecha hacia Hermione.
- ¿Estás bien?.- Preguntó preocupado cuando estuvo delante de ella.- ¿Te duele mucho?.- Dijo mirándole el labio.- Móntate en la escoba, voy a llevarte a la enfermería.
- ¡Cuidado Harry, detrás de ti!.- Gritó Hermione al contemplar cómo Ron se acercaba hasta el moreno con la intención de golpearle.
En los siete años que llevaban juntos, Hermione podría decir, que jamás había visto pelearse a Harry y a Ron de la manera en que lo estaban haciendo ahora.
No es que se estuvieran lanzando hechizos agresivos, que sería lo normal entre dos magos como ellos, sino que estaban golpeándose físicamente por medio de puñetazos, empujones, patadas y hasta se estaban insultando a más no poder.
Lo más suave que ella escuchó fue aquel "¡MAMONAZO!" que le lanzó Harry antes de pegarle en pleno ojo derecho. Y lo último que él dedicó al pelirrojo no fue un insulto sino más bien una amenaza.
- ¡SI TE VUELVO A VER CERCA DE HERMIONE, TE PARTO LA CABEZA, Y NO PIENSES QUE LO DIGO POR DECIR O PORQUE QUIERA ASUSTARTE. TE JURO RON QUE HABLO MUY EN SERIO!
- ¡ TÚ NO PUEDES PROHIBIRME ALGO ASÍ, NO ERES SU NOVIO!.- Dijo el Weasley dándole un golpe en la mandíbula.
- ¡NI TÚ TAMPOCO!.- Exclamó Potter regalándole un cabezazo en el estómago.
Ron cayó al suelo sin ser capaz de levantarse, entonces, vio cómo unos pies enfundados en dos bonitos y brillantes zapatos negros, se acercaban hasta él.
- Her…Hermione.- Dijo mirándola con el único ojo que podía mantener abierto ya que el otro estaba cerrado e hinchado por culpa del puñetazo de Harry.
Ella le miró con claro desprecio y sin levantar la voz ni un ápice pronunció…
- Como ha dicho Harry, no te quiero ver cerca de mí. Si te vuelves a acercar aunque sea para pedirme ayuda con los deberes, no será él quien te partirá la cabeza, sino yo.
Para mí ahora mismo, eres el ser más despreciable y egoísta que jamás he conocido. Y me siento muy arrepentida de haberme fijado en ti o incluso de permitir que me besaras.
Los ojos marrones de Hermione se llenaron de lágrimas cuando dijo lo último que le dedicaría al que durante seis meses había sido su único novio en todos sus años de estudiante.
- Tú fuiste el primer y único chico con el que me besé en los labios. Has compartido conmigo un montón de cosas que ni siquiera les he contado a mis padres.
Te he abierto mi corazón como jamás lo he hecho con otra persona, ni siquiera de mi familia. Y tú no sólo lo has despreciado sino que encima lo has desvalorado.
El tema del sexo es un buen ejemplo.
Has tenido la poca vergüenza de acusarme de no quererte sólo porque no quise acceder a tus deseos y ahora te permites el lujo de pegar a la única persona que siempre ha estado ahí para mí.
¿Pues sabes lo que te digo, Ronald Weasley?.
Me da absolutamente igual los besos que te haya dado en el pasado o los te quiero que te solté cuando lo hacía.
Estoy segura de que el día en que vuelva a fijarme en otro chico o incluso sienta estar enamorada de él…no será nada comparado a lo que sentí estando contigo.
Gracias por haberme abierto los ojos y comprobar de paso que lo que tú y yo tuvimos era todo menos verdadero amor.
A partir de ahora…tú ya no representas nada para mí, ni siquiera amistoso.
Espero que te apartes de mí de manera definitiva y espero también que no vuelvas a agredir a Harry porque si lo haces y te veo o incluso me entero…me convertiré en tu peor pesadilla.
Hermione se dio la vuelta y se acercó hasta Harry, que se había dejado caer sentado en la hierba completamente agotado por la pelea que había tenido con su mejor amigo.
Uno que estaba mirándoles con tanta rabia, que Potter pensó que estallaría de un momento a otro.
Eso no ocurrió, sin embargo, el pequeño de los chicos Weasley sí dijo algo que dejó bien claro tanto a él como a Hermione, lo mucho que la despreciaba.
- No me extraña que estés con él, siempre le has preferido por encima de mí. Por eso en los partidos siempre le animas, mientras que a mí, tu novio, ni siquiera te importo lo bastante como para aplaudir cuando evito los goles.
Quédate con tu querido Harry, pero no esperes que él te elija por encima de mi hermana. Después de todo, es con ella con quien lo comparte todo.
- Ya no.- Dijo Potter poniéndose en pie gracias a la mano que le tendió Hermione. Quien estaba mirándole en vez de centrar su atención en Ron.- Ella ha roto conmigo hace unas horas.
- No es verdad.
- Sí que lo es.- Añadió Harry mirándole con desprecio.- Y para tu información, ha sido por el mismo motivo por el cuál tú has roto con Hermione.
- ¿La falta de sexo?
- Efectivamente. Y debo añadir, que quizás para ti y Ginny sea algo imprescindible en la vida amorosa de cualquier pareja, pero para mí y Hermione no es lo más importante.
- Lo verdaderamente importante.- Dijo la castaña aún contemplando a Harry.- Es saber que tu pareja te quiere y respeta por lo que eres, no por lo que él o ella espera de ti.
- Cuando tú y Ginny aprendáis eso.- Dijo de nuevo el moreno.- Entenderéis por qué no nos duele que nos hayáis dejado.
- Y entonces sabréis que los únicos que no queríais realmente, erais vosotros.- Finalizó Hermione agarrando una mano de Harry.
- ¿Nos vamos?.- Cuestionó el moreno mirándola a los ojos.
- Sí.- Ella le regaló una sonrisa bonita.- Gracias.- Pronunció a uno de sus oídos cuando Harry se colocó delante de ella en la Saeta de Fuego.
- De nada.- Dijo él sonriendo sin que ella lo viera.
- Te quiero, Harry Potter.- Oyó que pronunció su mejor amiga con una voz bonita y suave.- Y te prometo que siempre estaré contigo.- Entonces él notó un beso en la nuca. Harry aceleró.
Después de que la señora Pomfrey les curase las heridas, Harry y Hermione fueron a dar otra vuelta por los terrenos del lago.
Allí pasaron el resto del tiempo que les quedaba hasta la cena, y cuando sólo faltaban minutos para regresar, él miró el agua y sintió un deseo enorme de capuzarse pese que supiera de antemano que estaría helada por culpa del mes en que se encontraban.
Antes de que Hermione pudiera suponerlo, vio cómo su mejor amigo, se quitaba todo hasta quedarse en ropa interior. Él se tiró de cabeza al lago y ella se quedó muerta de asombro.
- ¡Harry!.- Dijo llamándole desde la orilla.- ¡HARRY, SAL DEL AGUA, VAS A PILLAR UNA HIPOTERMIA. ES QUE TE HAS VUELTO LOCO!
De repente la cabeza de él salió a la superficie y Hermione contempló cómo le sonreía.
- ¡NO TE PREOCUPES!.- Dijo desde la distancia.- ¡ESTÁ BUENÍSIMA!.- Entonces se sumergió, y ella vio algo que no fue capaz de relacionar con él. Una aleta verde esmeralda.
- ¡HARRY!.- Le llamó más alto.- ¡SAL DEL AGUA INMEDIATAMENTE, CREO QUE TIENES UN ANIMAL PERSIGUIÉNDOTE!
El pelo negro de Potter volvió a ser visible, así como su cara.
- ¿Qué animal?.- Dijo divertido.- ¡Estoy solo en esta parte del lago!
- ¡NO ES VERDAD, HE VISTO UNA ALETA VERDE, TIENES QUE SALIR DEL AGUA. PUEDE QUE ESTÉ ACECHÁNDOTE. POR FAVOR HARRY, HAZME CASO!
Él nadó hasta ella y cuando quiso ponerse en pie, se dio cuenta que no podía. Entonces miró hacia donde debían estar sus pies y notó que no podía tocarlos, porque no estaban, pero sí una bonita cola de sireno que tenía una aleta más bonita todavía.
Harry se tumbó bocarriba y sacó la cola del agua, contemplando tanto su aspecto como su tamaño.
De repente escuchó el ruido de un golpe seco y al mirar hacia el sonido se dio cuenta que lo había producido Hermione, quien se había caído de culo por culpa de la impresión.
- ¡ERES UN SIRENO!.- Exclamó con sorpresa.- ¡PERO CÓMO ES POSIBLE!
- Porque una sirena me mordió en la cintura después del partido.- Dijo él con toda naturalidad.- La señora Pomfrey me ha dicho que tardará dos meses en preparar el antídoto que me devolverá a la normalidad, así que mientras tanto, tendré que vivir con mi nueva condición. Sólo espero que no me de por cantar para atraer a un montón de mujeres.
Se supone que tanto los sirenos como las sirenas usan el canto para seducir, pero yo no tengo ninguna intención de ligarme a ninguna chica ahora.
Además, no creo tener buena voz por muy sireno que sea. Lo más seguro es que llueva si pronuncio una sola nota.
Él se rió con ganas, Hermione le miró con más asombro todavía.
- Meme me da igual por qué te mordió la sirena.- Dijo ella con nerviosismo.- O si te da por cantar y ligarte a todas las chicas del castillo. Lo que quiero es que salgas del agua, Harry, por muy sireno que seas estamos a finales de febrero y no creo que sea conveniente que estés sumergido en un lago helado.
- Confieso que el agua está fría pero no creo que vaya a matarme.
- ¡HARRY POTTER!.- Exclamó la castaña poniéndose en pie y acercándose a la orilla con rapidez.- ¡ES QUE NO ME HAS OÍDO, SAL DEL AGUA INMEDIATAMENTE O SOY CAPAZ DE ENTRAR AHÍ Y SACARTE AUNQUE SEA TIRÁNDOTE DE LOS PELOS!
- Bueno bueno, tranquila.- Dijo divertido.- Ahora mismo me acerco hasta ti, pero no creo que pueda salir sin ayuda. Resulta que ya no tengo pies, Hermione, sino aletas. Así que sé buena y échame una mano.
- Haré algo mejor que eso.- Añadió su mejor amiga acercándose hasta la Saeta de Fuego.- Te pondré la escoba a tu alcance para que puedas subirte. Después de todo eres el único que sabe manejarla.
Una vez lo hubo hecho, Harry se sentó de lado sobre ella y Hermione hizo lo propio situándose detrás de él.
- Arranca.- Dijo la castaña más como orden que como sugerencia.- Quiero volver al castillo antes de que oscurezca del todo. Me estoy helando.
Harry golpeó el agua con su cola de sireno, la escoba obedeció y se puso en movimiento.
Ellos entraron en la enfermería por una de las ventanas que vieron abiertas.
La señora Pomfrey no tardó nada en producir una piscina grande, gracias a la magia de su varita, y llenarla de agua salada para que la cola de Harry recibiera lo que toda cola de pez necesitaba para mantenerse en buen estado.
Hizo aparecer también un tobogán y algunas plantas acuáticas que le sirviesen para entretenerse si buceaba entre ellas. Y no contenta con eso, hasta puso una roca grande donde Harry podría sentarse fuera del agua si así lo quería.
Poppy se preocupó hasta de ponerle una temperatura al agua que fuera lo suficientemente agradable como para que no fuese ni muy fría ni muy caliente sino en el punto justo donde cualquier persona se sintiese cómoda y sobre todo a gusto dentro de ella.
- Ya puede meterse en su nueva casa, Harry.- Dijo ella ayudándole a acercarse al borde de la piscina, con ayuda de Hermione, quien estaba sujetando a Harry por uno de sus codos.
En cuanto estuvo lo suficientemente cerca, Potter no esperó más para capuzarse en el agua. Y tanto la castaña como la enfermera, comprobaron que él estaba a gusto cuando le vieron no sólo nadar sino además, echarles agua por medio de su cola de sireno.
- Tan gamberro como lo fue su padre en su momento.- Dijo Poppy con una sonrisa contemplando cómo el moreno recorría la piscina, que era bastante grande y larga.- No me extraña que sea hijo de James.
- Pero no ha sacado su gusto por las bromas pesadas.- Apuntó Hermione.- Eso hay que reconocerlo.
- Sí…- Apoyó Pomfrey.- Aún así estoy segura de que Harry comparte muchas cosas de las que tenía James, pero también de las de Lily. Y además tengo la intuición de que algún día, se enamorará de una gran mujer. Porque desde luego, Lilian lo fue.
- Yo sólo espero que cuando lo haga ella sea capaz de tratarle con el respeto y cariño que él se merece.
- Yo también lo espero, Hermione. ¿Nos vamos a cenar?
- ¿Y qué pasará con Harry?. Él también tendrá hambre…
- Le traeremos algo después.
- Vale.
- ¡Señor Potter!.- Pronunció Poppy para ganarse su atención.- ¡La señorita Granger y yo nos vamos al Gran Comedor. Usted no se preocupe, luego le traeremos su cena!. ¿De acuerdo?
Él asintió con la cabeza, ellas se giraron y comenzaron a caminar a la salida de la habitación donde Pomfrey había puesto la piscina.
Justo cuando estaban a punto de alcanzar el pomo de la puerta, recibieron un montón de agua en plena espalda.
- ¡HARRY!.- Exclamó Hermione girándose y mirándole enfadada.- ¡ESO NO SE HACE!
Él le sacó la lengua y entonces se sumergió.
La castaña miró a la señora Pomfrey, ella se rió por lo bajo.
- No se enfade con él.- Dijo la enfermera con una sonrisa.- No puede evitarlo. Forma parte de su instinto animal. ¿No sabe usted que los delfines también salpican agua cuando están jugando con las personas?
- Sí, pero yo no estaba jugando con él.
- Eso da lo mismo. Él sí estaba jugando con nosotras y eso es lo único que cuenta para Harry.
- ¿Me dejará verle más tarde?
- Claro que sí, querida.
- ¿Aunque sea después de mi guardia de prefecta?
- Sé que la terminará a medianoche, pero a mí no me importa que venga a ver a su mejor amigo antes de que usted se vaya a la cama.
- Me alivia oír eso, señora Pomfrey, porque estoy acostumbrada a darle las buenas noches a Harry antes de irme a dormir.
- No se preocupe, Hermione, no haré nada que le impida seguir con su costumbre.
La castaña sonrió complacida y junto a la señora Pomfrey, abandonó la habitación de la piscina para poner rumbo al Gran Comedor.
Continuará.
Nota de la autora:
Bueno, pues aquí tenéis el comienzo de mi nueva historia. Ya sé que como algo introductorio no es la gran cosa pero sí lo normal en todo comienzo. Porque incluso en las novelas o los cuentos de hadas, las introducciones no son nada "apasionantes".
En fin, por lo menos os he puesto cosas que os han dejado claro en qué situación se encontraban tanto Harry como Hermione y cómo han terminado después. Me refiero al tema de las parejas, por supuesto.
Que nadie me diga luego "tú no te lees los libros" porque en el tema de las parejas, sé perfectamente quiénes son los adecuados para Harry y Hermione según lo que opina Rowling. Eso sí, cambio lo que me da la gana de lo que ella hace porque sino…yo no tendría historia y tampoco existirían los fics de Harry y Hermione. Elemental, querido Watson.
Por lo tanto, olvidaros de los libros y sus parejas y centraros en esta historia y todo lo que sucederá en ella. Eso contando con que queráis seguirla, por supuesto. Pero luego que nadie me venga con "yo quiero que Hermione y Ron se arreglen. Que Ginny y Harry terminen juntos" porque no pienso hacerlo.
Estamos en la categoría "Harry-Hermione" y yo soy una autora que cree en esa pareja firmemente. A quien no le guste, que no me lea, siga ni apoye, así de claro lo digo. Pero que no intente convencerme de que estoy equivocada ni tampoco intente atacarme con que no respeto lo que hace Rowling porque por ahí sí que no paso.
No es cuestión de que yo no respete a la autora oficial, sino de que yo misma soy otra autora con una creatividad propia por mucho que use unos personajes que ya están inventados.
Yo hago lo que quiero, como quiero y porque quiero y a quien no le guste, me es indiferente. Tal y como decía el anuncio…"L'Óreal porque yo lo valgo". Yo soy L'Óreal. Ahí queda eso. RAkAoMi. ;-)
