La lluvia caía furiosamente sobre la ciudad de Londres, riéndose de aquellos que habían cometido el error de no cargar consigo algo que los protegiese de ella.

Caminando velozmente, una joven murmuraba palabras sin sentido, dirigidas a la Deidad que hubiese decidido hacerla una sopa ese día, aunado al hecho de haber llenado la calle de gente, impidiendo así una rápida y sobre todo seca aparición en el Ministerio de Magia.

Todo era culpa de Ginevra Weasley, le había pedido, mas bien ORDENADO, que fuese a recoger su varita a Ollivanders, a donde la había mandado a componer después de un accidente durante el fin de semana en la madriguera, en el que una desafortunada Hermione había osado sentarse sobre ella, partiéndola en dos, provocando la furia de la menor de los Weasley. En fin, esa mañana en ligar de ir directo al trabajo, había tenido que ir primero a recoger la dichosa varita, después dársela al esposo de la mencionada, Harry, para que este se la entregara a ella.

12 minutos con 28 segundos después, Hermione Granger, primera de su clase en Howgarts y heroína del mundo mágico, se encontraba por fin entrando al ministerio, cual gato sacado del agua.

Su ilusión de realizarse un secado exprés a base de magia y correr a su caliente oficina se fue por la cloaca, ya que al minuto siguiente, el ministerio se volvió un caos total, ya que una horda de gente comenzó a correr en su dirección, a la par que una docena de luces.

En un minuto cuanto mucho, su prodiga mente comenzó a pensar en el porqué de todo esto; hacía 5 años que Harry Potter, su casi hermano, había derrotado a Lord Voldemort y había "restaurado" la paz del mundo mágico … pero entonces ¿Por qué la gente corría despavorida?

A la distancia logro distinguir una cara conocida y corrió al encuentro y preguntando sin dar tiempo a nada - ¿Qué esta sucediendo?

LA persona con voz apresurada le respondio – Ellos están aquí! Comenzaron a lanzar imperdonables a todo el mundo! Debe correr señorita Granger!-

-Quienes son ellos? De que esta hablando?- No obtuvo respuesta, ya que en ese instante un rayo de luz roja golpeo contra la pared detrás de ella, provocando una explosión de magnitud colosal.

Lo único que supo en ese instante es que debía correr, y más que nada encontrar a Harry quien probablemente . Si mal no recordaba, el le había dicho el día anterior que tendría una junta en el cuartel general de aurores.

Con rapidez llego al elevador, y para suerte suya este aun funcionaba, entro en el y marco la segunda planta, al abrirse las puertas corrió y en menos de 3 pasos choco con algo o alguien, al levantar la vista vio a su querido amigo.

-Harry apresúrate! Algo esta sucediendo debemos salir de aquí cuanto antes!- dijo casi gritando

-De que hablas? Qué est… - pero fue interrumpido por un fuerte estallido proveniente del elevador, dejando un gran agujero en el lugar.

La primera acción del chico fue colocarse delante de su amiga, pero no contaba con que de un costado suyo saliera un haz de luz, que golpeo con fuerza su cuerpo.

Hermione horrorrizada se lanzó a ayudarlo, pero antes de que pudiese decirle algo todo el lugar se volvió nebuloso y una voz femenina dijo con frialdad:

-Vaya vaya, pero si es nada mas y nada menos que el-niño-que-vivio y su amiguita la sangre sucia, me alegro tanto de que estén juntos, es una lástima que solo venga por …

-Cállate y muéstrate! No seas cobarde! –dijo el niño que vivió en un intento de levantarse ayudándose un poco por la chica que estaba tras de el, con la varita en mano, preparada para atacar.

-Demasiados gritos joven Potter, me provocara una jaqueca, le pido amablemente que guarde silencio – y con un movimiento rápido de varita, Harry no pudo decir nada más – ahora si, a lo que vine ...

- Qué esta buscando?- Dijo Hermione – y quien la mandó?

Pero no hubo respuesta, lo único que logro apreciar Hermione fue un rayo colisionando sobre su pecho haciéndola golpear contra una pared y un simple y frio – Te busco a ti querida, a ti …

Y después … nada