Hola, hola, Luna de Acero reportándose. Bien, bien, aquí trayendo un pedido... igual tengo la impresión que no me quedó como debería... peeero no se preocupen, prometo traer la segunda parte y mejorar la historia (two shot). Por el momento, me dicen que les pareció?
Disclaimer: Los personajes no son míos, son de Isayama Hajime, ya saben.
Advertencias:Lemon, R18, mucha angustia y sentimientos dolorosos y confusos, así que ya saben...
DEDICADO A GIHEI! DE LA PÁGINA ERERI Y RIREN PERÚ DE FACEBOOK, PLEASE PASEN Y DEJEN SU LIKE, ES GENIAL. HERMOSA, CREO QUE SE ME FUE LA MANO CON LOS FEELS...
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"Eres eso que no es mío...
pero que no quiero que sea de nadie más..."
Caleto
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-: ¿Es en serio, Anastasia? – dijo Eren, mejor conocido en el medio como Nere Black, su nombre de artista. Hermoso espécimen masculino de un metro ochenta, veintidós años, piel morena, suave y tentadora, enormes ojos verdes caribe, que resaltaban deliciosamente ante la tonalidad de su epidermis, metro ochenta y dos, y un falo de más de veinte centímetros dormido. Había incursionado en el mundo del porno hacía tres años, y finalmente, gracias a sus habilidades y belleza, al fin estaba escalando fuerte en la industria.
El objetivo de su representante, la ex porno star italiana Angela Mitzone, era abrirse paso en el mercado estadounidense, las grandes ligas, como le llamaban en el entorno, lo que se traduciría en unos jugosos ingresos de miles de billetes verdes. Eren se había hecho de abajo, y al fin tanto esfuerzo, dieta, ejercicios y sacrificio, estaban rindiendo frutos. La mujer lo miró molesta.
-: Debes ser profesional en tuti, bambino. Estamo a uno paso, después de cuesta intervenzione lo productore firmarán el contrato con Your Pleasure Two Corp, venimo peleando desde hace más de due años, y ahora tieni e verdadera oportunidachi. No sólo está en juego la tua reputazione si no mio tutela, no haga que me arrepienta – Angela siempre mezclaba un poco de su idioma natal con el español, su acento estaba fuertemente marcado.
-: No, Angela, puedo aceptar muchas cosas, pero esto no, definitivamente no – se fue dando un portazo y la representante se quedó maldiciendo en italiano. Pero no le importaba. De ninguna manera aceptaría. Ya bastante había sufrido los últimos seis meses… ¿Ya seis? Salió al café habitual para tomarse un cortado, se moría de ganas de fumar, pero había decidido dejarlo, Angela lo volvía loco con que eso sacaba arrugas y le arruinaba la piel. Pero ahora necesitaba tanto fumar.
Su celular vibró en su bolsillo y lo atendió.
-: ¿Moshi-moshi?
-: ¿Amor? ¿Todavía sigues con eso? Ja, ja, ja.
-: Ya sabes la costumbre, aaah – exhaló un suspiro inevitable - ¿Quieres que almorcemos juntos?
-: Sí, termino una filmación en unas dos horas, ¿te parece que nos encontremos en Jacob´s?
-: De acuerdo, te veré allí a las dos Annie, cariño.
-: Ja, ja, eres imposible, te amo, mi vida, te veo allí.
Se quedó mirando la pantalla de su celular, una foto de él y su rubia novia Annie. Hacía tres meses que salían, la había conocido hacía un tiempo en el set de filmación, era maquilladora, más que nada trabajaba en películas porno hetero, hacía unos maravillosos trabajos en los rostros de las profesionales y las no tanto. Era una mujer simple, de pocas palabras, incluso daba la impresión de parca, pero había abierto su corazón para él, lo había consolado y la pasaban bien juntos. Se preocupaba, lo cuidaba, lo apoyaba y principalmente NO era una loca castradora, controladora de mierda… no, ella era diferente, a su lado se sentía normal… Y hacía mucho tiempo que deseaba esa tranquilidad en su vida… sí, era mejor, era mil veces mejor.
Unos turistas pasaron por detrás suyo hablando en francés y sintió que se le oprimía el pecho, se giró asustado para comprobar que sólo eran extraños. Chasqueó la lengua molesto, sacó el paquete que hacía seis meses no tocaba pero que siempre llevaba consigo… y prendió el cigarrillo.
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-: Louis… *merde… (*mierda) ¿Dónde está mi agua de las Cumbres Azules?
Louis rodó los ojos sin que "la diva" se diera cuenta, venía de entrenar, estaba toda sudada y cansada, ahora le tocaba sesión con la depiladora de luz pulsada.
-: Lo siento, Levi, no tenían, pero Aguas del Sur es mucho mejor.
-: ¡*Baise! (*joder) – dijo con bronca tirando la botella al piso con bronca – Tú nunca encuentras nada, tch, me voy a bañar, y es mejor que cuando salga esté lo que pido, sólo una jodida botella, Louis, ¿qué tan difícil puede ser? *Crétin (*imbécil).
El hombre juraba que ese trabajo lo iba a matar cualquier día. Ser el representante, secretario, asistente y sabelo-todo de Eros Grand, era una jodida mierda. Eros Grand, el nombre artístico de Levi, un profesional famoso del medio en la industria del porno gay. Ya llevaba cerca de una década en el negocio, era un cotizado actor, que a pesar del tiempo había sabido reinventarse y cautivar a miles de seguidores, hasta tenía su propio club de fans, Los "Eros-love". Vivían mandándole regalos, y le demostraban su amor en todas las redes sociales, eventos y premieres. Si le preguntaban a él, ese culo blanco estaba sobrevaluado.
Salió bajó el ardiente sol a buscar la maldita botella de agua de Cumbres Azules, ¡era sólo agua, joder! Pero los últimos meses Levi estaba con un humor de los mil demonios. Sólo él y el ex novio conocían su verdadera personalidad. Porque en el set y frente a las cámaras podía ser la cosita más lasciva y compradora de todo el lugar. Cuando Levi se transformaba en Eros, cuando se ponía su máscara de seductor empedernido, no había Dios que no cayera arrodillado a sus pies.
Admitía que a pesar de su humor de mierda, tenía una disciplina envidiable, cuidaba su cuerpo como un templo, cumplía a rajatabla sus sesiones de bodyfitness, yoga y acuadance con perfecta sincronía. Hidrataba su cuerpo con costosas cremas, seguía un estricto régimen y se hacía tratamientos de piel con regularidad. Eso daba como resultado que nadie le diera los 30 años que tenía, después de todo con esa piel de porcelana y su cara de púber, era imposible. Su flexibilidad era asombrosa, uno de sus atributos más cotizados, sus eróticas y lascivas caras de placer, y tenía una resistencia admirable. Ahora tenía un look *badass (*chico malo), con el pelo retinto negro, el flequillo algo largo y toda la nuca y los costados rapados, todos sus músculos tonificados de tal manera que en su vientre bajo y antebrazos se marcaban a veces sugestivas venas que era una delicia de ver. Sus piernas firmes y torneadas, musculosas, remataban en dos pomposas nalgas que eran la total envidia de hasta sus colegas femeninas. Tenía un dejo de rasgos orientales que lo hacían exótico y atractivo. Pero a pesar de todo no era una persona feliz, vivía amargado, quejándose por todo, y aunque no lo admitiera, tenía un orgullo tamaño titanic, sabía que estaba sufriendo mucho. Su terapeuta le había dicho que no debía reprimir lo que en verdad sentía, pero como siempre Levi hacía lo que se le daba la gana.
Al fin en el cuarto negocio consiguió la fucking botella de mierda y volvió casi corriendo al hotel.
Luego de la sesión de luz pulsada, al fin fueron a cenar.
-: Aquí están los próximos proyectos – le dijo el hombre de ojos azules. Levi tomó las carpetas aburridamente y las revisó, había dejado debajo de todo aquella que sabría podía iniciar un cataclismo. Estaba nervioso a medida que avanzaba con la lectura. Esperando que estallara. Pero grande sería su sorpresa cuando no pasó nada. Lo único que notó es que había demorado más de lo normal en leerla.
Siempre era así, presentarle los proyectos, con una descripción de la localidad, el tiempo de filmación, los datos de la productora, el monto a cobrar y la foto de su/s compañero/s, y esperar su aprobación o rechazo. Tenían mucho trabajo últimamente.
-: Esta no – dijo dejando una que pedía un *bukkake (*sexo grupal) – el resto – que eran cinco – sí - Tomó un trago de su limonada y continuó – Encárgate de los contratos, que los tengan listos cuanto antes, oh, y diles a los de Guilty Hole, que no aceptaré por menos de cinco mil, sé que dirán que sí.
Louis anotaba todo, estaba acostumbrado a estar "siempre listo" cuando de negocios se trataba. A pesar de los malos tratos, tenía que aceptar que junto al actor había aprendido muchísimo de la industria, de conseguir contactos y cómo negociar los honorarios. Levi terminó su ensalada de rúcula, salmón y tomates deshidratados, y se retiró a descansar.
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-: Ey, amor, ¿estás bien? – preguntó la rubia desnuda entre los morenos brazos.
-: Sí…
-: ¿Aceptaste al final? – preguntó con algo de dolor que intentó que no se notara.
-: Es sólo trabajo, Annie, y necesitamos el contacto con esa firma. Además ya pasó mucho tiempo, tal vez Angela tiene razón, tengo que ser capaz de superarlo y comportarme como un profesional…
Escuchó a la mujer suspirar, mientras dibujaba figuras invisibles con las yemas de sus dedos en el bronceado pecho.
-: ¿Qué? – le preguntó Eren.
-: No lo sé… simplemente… no me gusta amor… lo siento, sabes que nunca, pero nunca te digo nada de tus trabajos, así te conocí y así te acepto… pero… con él…
-: Todo estará bien – trató de reconfortar el moreno abrazando a la chica – Es un trabajo como cualquier otro, tarde o temprano pasaría… oye, cuando termine con esto vamos de vacaciones, ¿quieres? Podemos ir a Las Vegas, o a Arkansas, o las Rocallosas… no sé, elige tú…
-: Donde sea que esté contigo está bien para mí…
Eren acarició la dorada cabellera, Annie era tan linda, tan tranquila, tan… diferente. Cerró los ojos un momento y recordó casi vívidamente, como si hubiera pasado hacía segundos:
"-: ¡Vete a la merde, Eren! ¡*Stupide petite merde! (*Estúpido mocoso de mierda)
Voló un cenicero que dio contra la pared, estrellándose y dejando un hueco, mientras caían los fragmentos por todas partes.
-: ¡Joder, Levi, cálmate! ¡No empieces con tu francés, la puta madre!
-: ¡* Vous abandonnez votre âne, imbécile infidèle! (*Que te den por el culo, idiota infiel)
-: ¡YO NO HICE NADA, JODER!
Voló un vaso y Eren tuvo que agacharse para que no le diera de lleno en la cara. Finalmente terminaban a los putazos en la cama, con Eren usando toda su fuerza, porque cuando Levi se descontrolaba no había Dios que lo detuviera, agarrándolo tan fuerte de las muñecas que con seguridad le dejaría sendas marcas moradas de sus dedos. El más bajo bufaba como gato panza arriba y el moreno intentaba calmarlo, ya había recibido dos patadas furiosas en los muslos que con seguridad le dejarían un par de morados cardenales.
-: ¡Se terminó, me escuchaste, Levi, ya no lo aguanto más! – un par de gotas impactaron en la cara del pelinegro quien pareció reaccionar a eso - ¡Ya no quiero esto! Siempre es lo mismo… - la voz del joven se fragmentaba ante los sentimientos tan dolorosos que florecían como si de rosas negras se tratase – Nunca me crees… te amo a ti, maldición… pero nunca es suficiente… ¡¿Qué más quieres de mí?! ¡RESPONDEME MALDITO, ¿QUÉ MÁS QUIERES DE MI?! Ya basta…
Lo soltó para buscar la valija, si no juntaba fuerzas en ese momento no lo haría nunca.
-: ¿Qué haces? – dijo Levi acercándose, Eren vio el furioso bordó en sus muñecas.
-: Esto… es insalubre, nos estamos destruyendo, Levi – empezó a guardar la ropa con rapidez, mientras se refregaba la cara de tanto en tanto para secarse las gruesas lágrimas – Tú no entiendes, puedes revisar mi celular, mis tarjetas, me mandaste a seguir, ¡pusiste cámaras escondidas, por amor a Dios! Y a pesar de todo… de todo… sigues desconfiando…
-: Miraste a esa perra con deseo, Eren, ¿piensas que no me di cuenta?
-: Tú ves cosas que no existen, es así… pero ya… ya no importa, ya no hay forma de salvar la relación, ya no quiero intentarlo más… - entró al baño sacó su cepillo de dientes, algunas cremas, su afeitadora, fue retirando las cosas más importantes de la casa que le pertenecían. Sólo lo necesario, no tenía muchas ganas de demorarse más de la cuenta, lo que faltara lo compraría, pero lo había decidido, ya no se quedaría ni un solo día más – Nos acostamos con personas, es nuestro maldito trabajo, pero pensé… pensé que teníamos algo más aquí, algo que no tienen los otros… amor… amor de verdad… pero ya no sé… ya no alcanza…
-: Si te vas… no te atrevas a volver… - Eren lo miró a través del manto de tristeza que cubría sus ojos. Le dolieron sus palabras, le dolió ver que no estaba ni una pizca afectado de su decisión, él se estaba desmoronando, su corazón estallando en mil fragmentos y ese frío hombre ni siquiera lo detenía, solo se cruzaba de brazos como esperando que terminara lo antes posible. ¿Tan poco significaba para él? ¿Todo lo que habían vivido no significaba nada acaso?
Respirando con dolor terminó de armar su valija, y miró a Levi, esperando, teniendo una mínima esperanza de que recapacitara.
-: Me voy…
-: Bien, le diré a Louis que junte tus porquerías y se ponga en contacto para llevártelas adonde sea…
Ambos se miraban desde lados opuestos, con la diferencia que Eren era un manojo de nervios, de sentimientos al rojo vivo, de lágrimas que no paraban, y Levi impecable como siempre con ese aire majestuoso que le daba un halo de realeza, imperturbable. El ojiverde se giró sintiendo que no le dolía tanto alejarse si no que el otro no hiciera absolutamente nada para detenerlo. Fue el mismo pelinegro quien le abrió la puerta.
-: Ya lárgate – le dijo – Nadie se muere por perder una polla, tch – y luego se giró para irse a su cuarto, dar un portazo y encerrarse allí.
Eren salió lo más dignamente posible, todos los días por cerca del siguiente mes estuvo en un pozo depresivo espantoso. Por más que lo evitaba, en su mente se repetían todas esas hermosas palabras que había escuchado de su ahora exnovio. Cuando se enroscaba sobre él en el sillón, abrazándolo con fuerza y le susurraba muy despacio con esa voz enronquecida que lo volvía loco:
"-: *Je t'aime, Eren... Je t'aime... Je t'aime... (*Te amo, Eren… te amo… te amo…)"
Se habían conocido en uno de los sets, Eren lo admiraba, por lo hermoso que era, por esa sensualidad que parecía que salía por cada uno de los poros de su piel, por esos ojos grises algo rasgados, por esas eróticas poses y caras que hacía cuando filmaba. Luego aprendió que todo era una puesta en escena, que Levi muchas veces se drogaba para estar concentrado, o para lograr follar como si se le fuera la vida en ello.
Lo encontró un día, con una expresión tan vacía y triste, que le dolió profundamente, estaba fumando un cigarro en la terraza a pocas horas de empezar. Levi se giró cuando sin querer Eren pateó una caja detrás de él. Le sonrió auténticamente y el muchacho se excusó y luego le ofreció un poco de su botella de jugo, él aceptó. Eren se acercó y charlaron un poco. El joven había vendido su cuerpo un par de veces, tenía una historia de pobreza que resumió un poco para no causar lástima. El ojigris se interesó auténticamente en él. Logró que la productora le diera trabajo estable y en blanco ese mismo día y lo sacó de su puesto de ayudante ocasional.
Luego se cruzaban una que otra vez, Eren estaba hipnotizado por el más bajo, cuando lo veía en las escenas, se quedaba en un rincón mirándolo fijo, más de una vez sus miradas se tropezaron y el pequeño francés le había tirado un beso al aire o le había sonreído. Pronto intercambiaron números y terminaron teniendo sexo salvaje e increíble en un bungalow de una producción. Luego con el tiempo formalizaron, era inevitable, ambos querían llevar la relación un paso adelante. Eren no tenía celos de los modelos y actores que tomaban a Levi, sabía que sus miradas eran para él. Sólo él conocía la forma en que el pelinegro hacía el amor. Casi con timidez, con las mejillas arreboladas, abrazándolo con fuerza, susurrándole hermosas frases en ese idioma que parecía hecho de suspiros.
Eren quería ganar más dinero, le parecía poco lo que sacaba para el estilo de vida de su novio, y aunque Levi le dijo que no le molestaba, no quería que lo tildaran de mantenido, de manera que fue el mismo pelinegro el que lo introdujo en la industria. Eren tenía potencial, además era bisexual, por lo cual sus primeros trabajos eran con mujeres. Su novio siempre estaba presente en las filmaciones, lo ayudó a dominar sus nervios, a mejorar sus técnicas para mantener las erecciones, a entrenar su cuerpo, a no aceptar menos por sus honorarios, lo apadrinó, y le brindó todo su apoyo laboral. Eren estaba feliz, y en compensación lo ayudó a que dejara las drogas, porque Levi tomaba mucha cocaína.
Fue un dolor en el culo por más de cuatro meses, pero finalmente logró que estuviera limpio, a costa de noches enteras de desvelo, lágrimas, sudoración, ataques de ansiedad e insomnio. Levi rebeló entonces todas las inseguridades y todos los aspectos de su personalidad que estaban siempre dormidos con las sustancias. Comenzó terapia, y el revolver en sus heridas pasadas traía aparejados muchos momentos de tensión. Empezó a desarrollar una paranoia constante, acusando a Eren de infidelidad, sus celos fueron creciendo gradualmente, hasta que llegar al punto de que no soportaba que Eren tuviera que filmar con otros. Revisaba su celular, le imponía horarios, hizo que cortara todo lazo con sus amigos, lo dominaba completamente. El moreno aguantaba, lo amaba tanto que soportaba su comportamiento tóxico y abusivo. Pero estaba irritable debido a la presión constante lo que provocaba que explotara por cada pequeña cosa. Pronto de las palabras pasaron a los hechos, y si primero fueron rasguños, después fueron visibles morados, al principio Eren se resistía a devolver los golpes, pero con el tiempo lo hizo. Entonces supo que ya no se podía seguir de esa manera. Lo amaba, no se imaginaba amando a otra persona como él amaba a Levi, a pesar de su inestabilidad emocional y mental, lo amaba, con él conoció lo que eran las mariposas en el estómago, imaginar, desear un futuro, proyectar juntos, los primeros abrazos, saber que alguien te espera, conocer el calor de un hogar, y ahora todo estaba irremediablemente perdido…"
Annie dormía plácidamente en la cama, y Eren fumaba en el balcón. Tenía que concentrarse, tenía que superarlo, si podía follar con Levi como un colega más, lo demás estaría bien.
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Eren estaba leyendo el guión de nuevo, ya se lo sabía de memoria, la escena eran dos hombres volviendo de la playa, con sus mayas. Llegaban al supuesto hotel, se suponía eran compañeros de trabajo vacacionando juntos para compartir gastos. Luego de unas cervezas, terminaban besándose y haciendo lo suyo en la cama. En realidad la producción pretendía al menos tres rondas. Una en el baño, en donde se enjabonarían mutuamente. Por supuesto, Eros Grand sería el pasivo y Nere Black el activo.
El moreno estaba por demás de nervioso, no quería admitirlo, pero más se acercaba la hora, más ansioso se ponía. Mucho tiempo había pasado, pero se sorprendió de encontrarse emocionado de verlo de nuevo. ¿Qué cara le pondría? ¿Cómo se saludarían? Annie le terminó de pintar las uñas de negro, requisito pedido por la productora, delineó y esfumó sus preciosos ojos para que resaltaran aún más. Lo notaba tenso, lo conocía bastante. Lo abrazó brevemente.
-: Todo saldrá bien, tranquilo – Es lo que Eren intentaba hacer y con un corto beso en los labios agradeció el gesto. Pero se giró para ver como Levi los miraba atentamente ¿En qué momento había llegado?, tenía una bata blanca de toalla encima, inmaculada, como cada prenda de ropa que usaba, unos anteojos de sol con gris esfumado estilo aviador, y esa sonrisa de superioridad que jamás lo abandonaba. Instintivamente Eren retrocedió unos pasos alejándose de Annie ¡Joder! Levi estaba brutal, más hermoso que nunca.
Se acercó a paso seguro, como si fuera el puto dueño del mundo.
-: *Bonjour, cher… (*Hola, querido) – Saludó amablemente – Se te ha corrido la pintura – dijo sutilmente mientras levantaba su mano y con el dedo meñique repasaba suavemente debajo de uno de los verdosos ojos, ignorando por completo a la maquilladora.
-: No es necesa-
-: Shhh… - el ojigris puso dos de sus dedos, sus yemas apenas tocando sus labios – No arruines el momento, Black… Nos vemos en un rato – agregó girándose y yéndose a hablar con el director.
-: Bonjour, bonjour, bonjour Monique, bonjour Mike, bonjour Erwin – saludaba a todos con una espléndida sonrisa.
-: Oh, llegaste Eros – Le dijo el rubio alto de ojos celeste – Te estábamos esperando, ¿quieres beber algo?
-: No, gracias…
Luego entró Louis, el empleado tenía unas profundas ojeras, venía acarreando una valija con rueditas y parecía exhausto.
-: Hola, Eren – saludó de pasada.
-: Hola, Louis, oye, ¿estás bien? Se te nota cansado…
-: Bueno, mucho trabajo como siempre… Eren, ¿sabes…?
-: ¿Qué?
-: No, no, nada, haz tu mejor esfuerzo, espero todo salga bien, nos vemos – y se fue tras su jefe, en un momento Eren creyó que estaba a punto de confesarle algo, pero evidentemente se había arrepentido. Luego ambos se perdieron en los vestidores. Eren ya estaba listo, con una bata de toalla también. No iba a admitirlo, pero verlo tan radiante lo había afectado un poco. Annie se alejó, Eren necesitaba espacio para concentrarse, no le gustó la mueca que hizo cuando vio a Levi, ni la que estaba haciendo ahora, algo en su pecho dolió, porque a pesar del poco tiempo que llevaban juntos ella se había enamorado profundamente de esos ojos verdes y hermosos. Cerró el maletín de maquillaje y caminó hasta Levi.
-: Hola, Eros, soy Annie la maquilladora, ¿vas a necesitar mi asistencia?
-: Por supuesto, *cherié (*querida). Déjame más hermoso aún, ¿puedes? – Levi sonreía pero había algo de superioridad en esa sonrisa que a ella le llamó la atención, era una mujer muy perceptiva.
El actor se sentó y ella le sacó los anteojos con delicadeza. No podía negarlo, era demasiado atractivo, esos ojos grises, esa piel blanca, pulcra, sin imperfecciones visibles. Ni siquiera necesitaba maquillarlo. Pero igual abrió su maletín.
Los ojos acerados viajaron por el cuerpo de la chica como si pudiera ver a través de la ropa. Tenía que aceptar que Annie siempre había sido una chica linda, excepto su cara de asesina serial. Pero él no iba a sentirse menos, se había preparado mentalmente para ese momento, aunque no sabía que ellos tenían una relación. ¿Habrían estado viéndose antes de que él terminara con Eren? De pronto comenzó a sentirse descompuesto, no, no era momento.
-: Oh, ya te pintaste las uñas – observó la mujer, Levi sonrió falsamente y se dejó delinear los ojos. Le puso un poco de polvo en la zona T del rostro (frente, nariz mentón), para que no brillara demasiado ante las cámaras cuando empezaran a transpirar – Bien, creo que sería todo, es verdad, es una tarea muy difícil hacer lucir más hermoso lo que naturalmente lo es.
A Levi le sorprendió ese inesperado halago.
-: *Merci, cherié… (*Gracias, querida…)
-: Eros, debes ir a prepararte – le dijo Louis – Empezamos en una hora.
-: Ok… dame mi bolso…
El actor fue y se encerró en su camarín. Apenas traspasó la puerta la sonrisa se diluyó como una cucharada de sal en un vaso de agua caliente. Tenía ganas de gritar, de romper cosas, sus manos temblaban, los celos lo consumían por dentro, pero claro ya no tenía derecho de reclamar nada.
Abrió su bolso y sacó la pequeña caja negra con la sustancia blanca, el pequeño espejo y el aspirador. Si no se daba *un shot (se refiere una medida de cocaína) iba a ser imposible soportar el dolor. Luego de aspirar la gruesa línea blanca, en seguida sintió que retornaba la confianza. Su cuerpo se calmó. Sacó el lubricante y comenzó a prepararse para la filmación.
A la hora acordada, ambos actores aparecieron en el set.
-: Bien, filmaremos afuera mañana al mediodía, con el sol de la mañana – anunció el director Erwin – hoy haremos la parte del hotel y si llegamos el del jacuzzi.
-: Entendido – dijo Levi, muy relajado, abrió su bata revelando su perfecta anatomía, llena de músculos marcados, pero delgada, la piel blanca como leche que resaltaba con el resplandor de los reflectores dándole un brillo irresistible, tenía apenas una muy fina capa de aceite corporal, haciéndolo ver tentador y apetecible. Una malla de lycra se adhería a la provocativa y afilada parte media del cuerpo, con tres característicos colores: blanco, azul y rojo, típico de la bandera francesa. Caía apenas por debajo del hueso de la cadera, los costosos anteojos habían vuelto al rostro, al igual que la seductora sonrisa, su pecho trabajado y firme era algo digno de ver. Dejó caer sensualmente la bata y les habló a todos con su profunda y ronca voz – Hagamos esto equipo, por favor cuiden de mí, *merci beaucoup (*muchas gracias).
Se dirigió al lugar de inicio y pronto se le unió Eren, Erwin estaba al tanto de las reacciones de los dos, él no los había elegido, había sido la productora, y para ser honestos no estaba muy seguro que hubiera sido una decisión acertada. Bastaba ver la incomodidad que había entre ellos.
-: Bien, esto será así, entran por esta puerta a la habitación, conversando y riéndose. Luego Black comienzas a mirar con insistencia a Eros mientras éste se cambia, tú te acercas y le muestras l celular, bueno ya saben los diálogos, ¿cierto? Y empezamos, quiero muchas escenas de piel, besos, caricias, los primeros quince minutos orales, y luego vamos a una sesión intensa en la cama. ¿Ya estás listo, cierto? – le pregunta a Levi que asiente con la cabeza – Perfecto. Si necesitan tomarse un descanso me avisan. Queremos mucha pasión en esto, así que disfrútenlo, estoy seguro que entre hoy y mañana tendremos las tomas necesarias. Después de la primera hora haremos un descanso de dos y luego retomaremos. ¿Nero, todo bien?
-: Sí, Erwin.
-: Bien, ¿algún detalle más que quieran discutir antes de comenzar? – Ambos negaron – Bien, estén atentos, empezamos.
Al fin Levi se quitó los anteojos, y miró a Eren con una gran, perfecta sonrisa digna de un comercial.
-: Hagamos esto de la mejor manera, Nere. Buena jornada – era como un robot, siempre era igual cuando de filmar se trataba, era su máscara de frialdad lo que le estaba mostrando, Eren tenía un nudo en la garganta, no pudo siquiera contestar. Quería abrazarlo, quería decir que… ¿qué? ¿Qué lo había extrañado? ¿Qué no podía dejar de pensar en él? – Por cierto, linda novia te has cargado.
-: Oh, es en verdad excelente, nos amamos…
¿Qué? ¿Por qué había dicho eso? Quería darse un puñetazo a él mismo.
-: Pffff… - Levi tuvo que poner una mano sobre su boca para no largar una carcajada. ¿Se amaban? Que bien, era lo normal ¿no? Su madre solía decirle que nadie podría amar a alguien tan caprichoso y altanero, tenía razón, Eren lo había borrado de un plumazo de su vida. ¿Y qué? Él era el gran Eros Grand, no necesitaba de un mocoso estúpido que lo esperara con la comida lista, que lo abrazara cuando se sintiera vulnerable… no… siempre estuvo solo y seguiría igual. Pero estaba tan drogado que cuanto más dolía más parecía reírse de la situación.
-: ¿Qué es tan gracioso? – La voz de Eren estaba cargada de resentimiento, Levi lo miró de reojo y volvió a taparse la boca, porque en verdad que temblaba de las ganas de carcajearse, no se podía controlar – Oye, te pregunté…
Eren se quedó estático, ahora se daba cuenta, las pupilas de Levi estaban dilatadas al máximo.
-: ¿Qué? – Lo tomó de los hombros con brusquedad y Levi le apartó las manos, poniéndose serio de repente - ¿Estás consumiendo de nuevo? – le dijo alarmado.
-: ¿Qué mierda te importa? – Respondió de mala manera – Fíjate en el culo de tu novia, que bien me cuido el mío solo. ¿Cómo podría siquiera follar contigo si no me tiro una línea? *Morveux (*Mocoso), tch.
-: ¡Silencio en el set! – anunció Erwin mientras todos ya estaban en sus puestos.
-: Juraste que no volverías a consumir… - dijo Eren apenas en un susurro.
-: Juraste que no me dejarías solo… Como ves, estamos llenos de promesas mentirosas…
Eren quiso decirle muchas cosas pero la voz de ¡ACCIÓN! de Erwin, no le dio tiempo. Levi abrió la puerta y ambos entraron, la sonrisa de Eros era abrumadora, él trató de relajarse pero la verdad era que estaba peor que al inicio.
-: ¡Ah, realmente el agua estaba taaaan deliciosa! – comenzó Eros caminando provocativamente por la mullida alfombra y quitándose las ojotas – Pero debo cuidarme del sol, le hace mal a mi piel…
Eren se perdió unos segundos hasta que la mirada insistente de Levi lo trajo de su nube.
-: Pues… tu piel es hermosa aún si no se broncea – no supo cómo recordó las pocas líneas que había practicado hasta el cansancio y que ahora estaban algo difusas en su cabeza.
-: ¿Debo tomarlo como un halago? Ja, ja, ja. Por cierto, tengo que mostrarte una cosa, un vídeo que…
-: Lo siento, lo siento, ¿podemos hacerlo de nuevo? – pidió Eren que ya había visto la mirada reprobadora de Erwin.
-: Vamos de nuevo, desde el inicio, Mike revisa la cámara cuatro, estaba titilando. Ilse, sube dos tonos la música por favor, vamos.
Los actores volvieron a sus posiciones.
-: ¿Puedes concentrarte? – Lo amonestó Levi – No tengo ganas de quedarme todo el maldito día grabando, tch.
-: Mis promesas no fueron mentirosas.
-: ¡Uf! Sólo concéntrate en el trabajo, ¿ok? Tú y yo no somos nada, apenas colegas, no tiene sentido hablar de otra cosa. Ahora, no cometas errores.
-: ¡ACCIÓN!
-: ¡Ah, realmente el agua estaba taaaan deliciosa! Pero debo cuidarme del sol, le hace mal a mi piel…
-: Pues yo creo que tu piel es hermosa aún si no se broncea… - Eren sonrió, podía hacerlo, era un profesional, pero entonces… ¿por qué le empezaban a arder los ojos?
-: -: ¿Debo tomarlo como un halago? Ja, ja, ja. Por cierto, tengo que mostrarte una cosa, un vídeo que te va a sombrar, ven – se sentó en la mullida cama – Mira esto.
-: ¿Qué rayos es eso?
-: Un amigo tirándose a mi jardinero, ja, ja, ja… Siempre me pregunté cómo se sentiría…
-: ¿Follar a otro hombre?
-: No… que te follen… - sus ojos conectaron unos momentos…
-: ¿Por qué no averiguarlo? – dijo el moreno acercándose, instintivamente Levi hizo atrás su cuerpo
-: ¡Corten! Nos tomamos un receso de media hora, Nere, Eros vengan un momento.
-: *Je chie sur la merde (*Me cago en la mierda).
Erwin se encerró con ambos en un camerino.
-: Bien, a ver, muchachos, voy a ser claro y conciso, ya dejen de jugar. Todo problema personal debe quedar fuera de esta filmación, ¿Ok? Si tienen que decirse algo este es el momento, pero ya basta de hacer las cosas mal. Hay un enorme grupo de gente aquí, esperando para que den lo mejor de ustedes, ¿han entendido?
-: Relájate, cejotas – dijo Levi apoyando un codo sobre el hombro de Eren – Todo está genial entre Black y yo, ¿verdad, cher? Ahora lo haremos bien, lo sentimos.
-: Eso espero, los dejaré para que aclaren lo que sea y los espero en unos minutos en el set.
-: No, no hace falta, todo está bien ahora, vamos – dijo Levi abriéndose paso.
-: Eso espero… - agregó Erwin.
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-: Bueno, podemos hacer esto, vamos, a concentrarse – dijo Levi ya un poco más serio.
-: Sí… puedo hacerte gozar…
-: No acabes antes…
-: Eso debería decirlo yo – deslizó Eren en un susurro.
-: ¡ACCIÓN!
Los diálogos se repitieron…
-: ¿Qué tal si lo averiguamos? – Eren se acercó y esta vez Levi estaba listo para recibirlo, seis meses sin sentir esos labios, sin sentir la lengua de ese menudo y provocativo hombre, era como una pequeña bomba de placer. Eren sitió que la piel se le erizaba, rápidamente se deshizo de la remera del más bajo, atacó su cuello, mientras sus manos atacaban sus pectorales, ¡mierda! Estaba más firme y tonificado que nunca, sus pulgares restregaron esos delicados pezones rosados y los sintió endurecerse de inmediato - ¡Ah, tienes un cuerpo muy lujurioso! – Lo empujó contra el colchón para hacer que su suave boca se deslizara por ese cuerpo soñado.
-: ¡No, detente, ey, espera! – Levi se retorcía de acuerdo a lo exigido por el guión. Pero no iba a negar que esa boca le estaba despertando sensaciones que no quería recordar, al menos no tan vívidamente - ¡*Baise! (*joder).
Ah, la voz excitada de Levi, el perfume de su cuerpo, Eren había perdido la cuenta de las veces que follaron, que hicieron el amor, sus cuerpos se necesitaban, se ansiaban, tenían que estar siempre en contacto, refregándose. Recordaba como Hanji, amiga de ambos se reía porque decía que eran como un chicle que se negaba a partirse. Amaba la sensación de la piel del pelinegro junto a la suya, le costaba tenerlo lejos… quería concentrarse, pero su mente disparaba recuerdo tras recuerdo haciendo que la angustia se instalara en su pecho.
Eros se impuso y lo empujó con algo de fuerza, le sacó la remera e hizo que se pusiera de pie para arrodillarse ante él. Refregó su cara contra su entrepierna.
-: Quiero chupártela, ¿puedo?
-: Adelante…
De un tirón le bajó la maya y la semi erección de Eren hizo acto de presencia. Mike se acercó para hacer un primer plano de la cara de Levi lamiendo el falo como si fuera un oasis en el desierto. ¡Vaya que el francesito era erótico! Normalmente, y ya acostumbrado a la industria, Mike casi que ni reaccionaba a las escenas, pero ver a Levi haciendo una felación con tantas ganas, era para ponérsela dura hasta a una estatua.
-: Mmm… aaaah… está tan caliente… - Abrió sus rosados labios para tragarlo con apetito, la henchida carne se deslizó hasta su campanilla, Eren echó la cabeza atrás, gruñendo complacido, ambos largaban deliciosos gemidos.
Annie estaba un poco conmocionada, sabía que en una película porno los actores exageraban las sensaciones, pero aún así… Se mordió el labio inferior, Eren parecía tan perdido en el placer.
-: Así, así… - Eren empujaba la cabeza de Levi, su boca era tan suave, sentía que podía llegarle hasta la garganta y la experiencia hacía que el otro no tosiera, ni se atragantara, es más, lo miraba con deseo, con sus ojos grises destellando, desafiándolo. Eren entendió el mensaje, esto era una guerra, y él no perdería. Lo tomó con brusquedad y bombeo con ganas esa boca erótica, haciendo que la saliva cayera espesa y sedosa, algunas gotitas aparecieron en los ojos de Levi por la sofocación, pero en líneas generales se lo aguantó bastante bien. Eren salía por completo para dejarlo respirar un poco y luego se la metía sin compasión hasta un poco más de la mitad (más era imposible incluso para un profesional de la talla de Levi), para moverse y producir sonidos ahogados y acuosos.
Erwin estaba complacido, eso era material de primera calidad. Luego de unos larguísimos 15 minutos, Levi sentía que tenía la mandíbula amortiguada, intercalaba, succionando los testículos y lamiendo, mientras con ambas manos lo estimulaba, para poder tener un poco de descanso entre atorada y atorada. Ya su frente se empezaba a perlar de sudor. Pero estaba haciendo un excelente trabajo, Eren estaba empalmado a más no poder.
El más bajo se puso de pie, su erección apareciendo por el borde de su maya, pero esa fricción con la ropa le causaba placer. Se besaron un poco más y Eren tiró al más bajo a la cama con algo de brusquedad, el otro quedó boca abajo y se posicionó arriba, mordiéndole la nuca con algo de fuerza.
-: ¡Ouch! ¿Tan ansioso estás? – le susurró apenas, casi seguro que el micrófono no tomaría su voz.
-: No sueñes – dijo Eren lamiendo su oreja y mordiendo el lóbulo, para deslizar su lengua en ese rincón, Levi tembló, era un punto más que sensible para él.
-: Tu boca puede mentir… tu cuerpo no… - Levi giró su cabeza para mirarlo con sus altaneros ojos, afilándolos, como diciéndole que él dominaba la situación, Eren apretó la mandíbula y le apretó la cabeza con algo de fuerza contra el colchón. Levi tomó su maya desde abajo y la corrió un poco para mostrar su precioso agujero. Eren resoplaba enfebrecido, rápidamente lo tomó de las caderas y hundió su boca entre esas nalgas perfectas para lamer con ganas - ¡Baise! ¡Ah, ah, más profundo!
La entrada de Levi se dilataba sumisamente y Eren probó el lubricante sabor frutilla, el que Levi solía comprar porque a él lo volvía loco, el olor a frutillas, mezclado con el sabor de la blanquecina piel hacia que el cuerpo se le calentara a niveles insospechados. Quiso meter un dedo pero el más bajo lo frenó.
-: Ya estoy listo, *baise moi… (*fóllame)
Eren sintió que el pecho se le arrugaba como papel mojado, esa frase era algo demasiado íntimo, Levi lo usaba a solas con él, no quería que el mundo se apropiara de eso, era su frase, era… su intimidad… y le dolió que lo dijera con tanta liviandad.
-: ¡Cállate! – enfiló a su entrada y comenzó a hacerse paso, Levi aún tenía la maya puesta, pero corrida, Mike estaba justo detrás de ellos haciendo una bella toma del falo de Eren deslizándose al interior de Levi.
-: ¡Mmm… *ouiiii! (*Siii) ¡Baise moi, baise moi! ¡Aaargh! – tuvo que callarse a la fuerza porque el mocos estaba especialmente bruto, se la metió con fuerza, casi que con bronca, lo sabía, lo estaba provocando, pero entonces eso significaba una cosa, Eren aún sentía cosas, aunque más no fuera rabia, pero algo sentía - ¡Ah, *donnez-moi dur! (*Dame más duro).
-: Quiero que te calles – le dijo el otro entre dientes y se hundió hasta la base.
Levi hundió la cara entre las sábanas sufriendo la intromisión, dolía, sí, pero más le dolía en el alma y ni la puta línea de cocaína, ni un millón de litros de whisky podían amortiguar eso.
-: ¡Ah, ah, aaargh! – Levi apenas podía respirar entre estocada y estocada, pero aun así lograba contralar las emociones al mundo exterior, su cara estaba algo transpirada, pero aún podía mantener la cordura. Eren con otra, Eren con la rubia maldita esa, quería masacrarla, quería destruirla, él era mejor, era miles de veces mejor. Sabía que no debía, pero estaba tan herido, que no se iría sin inyectar un poco de ese veneno, giró de nuevo su cabeza respirando entrecortadamente, y cuando pudo conectar con los ojos de Eren… la frase se deslizó de sus rojos labios como una pieza de seda que cae por un precipicio, en voz muy, muy baja, menos que un susurro - *Vous ne vous sentez jamais avec votre petite amie (*tú nunca sentirás esto con tu novia).
Fue la gota que rebasó el vaso, los ojos de Eren se llenaron de lágrimas, no pudo evitarlo, él no tenía derecho, él no podía retrucarle nada, él no merecía eso. No de la boca de la misma persona que le abrió la puerta y prácticamente lo echó de su casa. Sus caderas se movieron solas, pero su expresión estaba tensa, pronto las lágrimas se deslizaron sin poder evitarlo. Odiaba sentirse así, odiaba… que ese menudo hombre… tuviera razón…
Erwin tomó el micrófono y le habló a Mike.
-: No enfoques la cara de Nere, sigue filmando no te detengas, enfoca en la unión de sus cuerpos, por detrás de la espalda, no los interrumpiremos, seguiremos hasta el final, luego repetiremos la escena de ser necesario.
Eren lo levantó con sus brazos para que la espalda de Levi se pegara a su pecho y se dedicó a morder con rudeza sobre sus hombros, el hombre se retorcía, era doloroso, uno de los fornidos y bronceados brazos lo atenazaba en la cintura y en esa posición se metía tan profundo que le estaba haciendo ver estrellas, parecía como si quisiera castigarlo.
-: Oi, no marques, ah, ah, esp-espera…
-: ¡NO!
Lo tiró contra el colchón de espaldas y le arrancó la última prenda, para abrirle las piernas apretando sobre sus muslos para, de una estocada limpia, deslizarse profundo y continuar apretando con todo el peso de su cuerpo.
Erwin se puso de pie, cuando vio a Eros arquearse dolorosamente.
-: ¡*Connard! (*Hijo de puta) – Dijo el más bajo, pero cerró los ojos y se aferró a la almohada para seguir aguantando. Lo sabía, se lo merecía, era una bastardo egoísta y a pesar de que Eren ahora era feliz él quería torturarlo, quería que siguiera sufriendo. ¿Por qué ese mocoso era feliz lejos de él? No era justo, no lo era, quería pisar a la rubia hasta que solo fuera un manchón rojo en el piso.
Eros tiritaba de dolor, tenía que frenar con algo al mocoso o lo desgarraría, se aferró a su nuca y buscó su boca, le mordió los labios porque el otro no quería besarlo y lo obligó. Finalmente logró deslizar su lengua en la caliente cavidad, Eren resoplaba, con los ojos húmedos aún. Se separaron unos segundos y Eren relajó sus facciones al ver esa cara sufriente de Levi, las mejillas algo rojas… Ese sentimiento que brotaba de esos ojos grises era algo imposible de fingir.
-: *Je... désolé... désolé… (*Yo… lo siento… lo siento…) - fue casi como una súplica, como un grito pidiendo una tregua, fue… un alivio… Eren lo abrazó y lo besó apasionadamente, sintiendo que aún más lágrimas se le acumulaban en los ojos. No podía evitarlo, lo amaba, lo seguía amando… a pesar de todo… pero era imposible restituir lo que estaba quebrado.
Nere Black se sentó en sus piernas y comenzó a moverse suave, calculadamente, apretando ese punto dentro de Eros, ese que él conocía tan bien, ya no quería verlo sufrir, no lo soportaba, quería verlo desarmarse, quería verlo eyacular de placer, que le regalara esos gemidos tan añorados, esos que él jamás olvidaría. El pelinegro apoyó las puntas de sus pies en la cama, ara impulsarse y moverse también contra ese falo que ahora no lo lastimaba, que ahora le quería brindar delicioso gozo.
Erwin miró el reloj, llevaban más de media hora, excelente, ya podían eyacular si así querían y descansar un poco para retomar las escenas de la noche en el jacuzzi. En un momento la cosa se había puesto algo violenta, pero bueno, eso venía bien, ahora las tomas eran geniales.
Levi contrajo su cuerpo para apretar al castaño, quiero gimió con auténtico placer, y luego de unos pocos minutos mientras Eren lo masturbaba con rapidez, se vino sobre su trabajado y bello abdomen, seguido de Eren que salió de su cuerpo y se vino sobre su pecho en pocos segundos.
-: ¡Y corten, se edita! ¡EXCELENTE, EXCELENTE! – Todos comenzaron a aplaudir, Ángela se acercó y le alcanzó una toalla a Eren, Louis hizo lo mismo y le sumó una botella de Cumbres Azules, Levi bebió hasta la mitad sin respiro.
-: Bien, gracias a todos, buena jornada, me iré a bañar – dijo Eros con una radiante y falsa sonrisa y se retiró secundado por Louis. Eren se tiró en la cama algo cansado.
-: Lamento haber llegado tarde, bambino – se excusó la manager – Me chocaron el carro.
-: ¿Estás bien? – preguntó Eren aún agitado.
-: Uno golpe en la capocha, nada serio, ¿cómo estuvo?
-: Bien, quiero ir a descansar un poco, en unas horas volvemos a grabar.
-: ¡Io ti filicito, bambino! – dijo contenta la mujer abrazándolo.
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Levi salió de bañarse y se tiró dos líneas más, porque las lágrimas amenazaban con salir.
-: ¿Estás bien? - le preguntó Louis preocupado – Si quieres podemos frenar todo y seguir mañana.
-: Estoy bien, no te preocupes, estoy… genial, nunca estuve mejor… nunca… ¿Eren?
-: Está con su novia en estos momentos… ¿Quieres…?
-: No, deja, tráeme un whisky…
-: Pero…
-: ¡Baise! ¡No te pago para preguntar, Louis!
El hombre lo abrazó imprevistamente, y Levi no tuvo la fuerza para empujarlo, porque a pesar de la droga y su determinación, estaba completamente destruido por dentro. Se aferró a su asistente y se permitió derramar cuatro lágrimas en silencio…
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By Luna de Acero… angustiada…
