Advertencias: la historia tocará temas M o NC-17 (+16), aunque nada será explícito. Puede contener: muertes, lenguaje grosero, temas de violación (no explícitas) y temas adultos.*

Se aleja corriendo a través del campo y las protecciones, sintiéndolas penetrar su cuerpo pero aún así dejándolo ir, y es cuando escucha la voz de Ron y la señora Weasley que decide arriesgarse y recordar sus clases de Aparición, logrando aparecer (completo, para su suerte) en una oscura calle, que rápidamente reconoce como las afueras de Privet Drive. Se esconde velozmente en una de las calles laterales, apoyándose contra la pared de ladrillos y respirando profundo, escuchando la voz de Snape en su cabeza diciendo que se comportó como un tonto Gryffindor más, actuando sin pensar y sin tener un plan de respaldo; se enoja con la burlona voz inexistente de su profesor de pociones, porque dice la verdad pero también porque ése hombre no entiende lo que es ser quien trae desgracias en la vida de todos.

Arrastra lentamente su espalda contra la pared hasta sentarse en el suelo, con las piernas extendidas y una mirada cansada, pero sin demostrar nada más. Nadie entendería jamás lo que era para él tener amigos y familia y disfrutarlos completamente, esperando a que el que esté de turno se entere de que está siendo feliz y los asesine a todos o lo pongan en su contra.

No podía quedarse más con la Orden y los Weasley, reconoce mientras queda atento a los sonidos que lo rodean. Estaba mal, muy mal; cada vez más enojado, más irritable, no había nada que pudiera callar aquella voz en el fondo de su mente que le rogaba por venganza y sangre, de todas las cosas. Y él no podía controlar eso, y mucho menos el impulso de hacerle caso a la maldita voz sólo para callarla de una buena vez. Y eso está mal. Cree que aún su razón supera la maldad, pues todavía entiende (o cree entender) lo que está bien y lo que está mal.

Suspira ante ese pensamiento, dándole una inesperada sensación de tranquilidad. Él es bueno, se dice, Voldemort no lo es. Él era menor que yo cuando comenzó a ser un maldito psicópata; yo sólo hacía lo que creía que salvaría a la gente del mal.

—Yo también hacía, y hago, lo mismo, Potter.

Es gracioso cómo la gente dice ver su vida pasar ante sus ojos ante una situación de riesgo extremo, porque Harry no vio, ni oyó ni sintió nada antes que todo se volviera oscuro y profundo. Antes de estar totalmente inconsciente, se preguntó, si eso es estar muerto, ¿por qué tanta gente le teme a la muerte?

Nunca se sintió tan tranquilo y seguro en su vida, y deseó quedar para siempre en los brazos de la muy temida muerte.

HP

Un pequeño temblor recorrió el viejo escritorio de madera, haciendo que Albus Dumbledore, desde su lugar frente a la ventana, lo mirara curioso.

Tal vez haya sido la edad, tal vez haya sido la situación en la que se se encontraba luego de la resurrección de Tom Riddle, pero tardó cinco segundos en entender lo que sucedía, y el hombre automáticamente cayó al suelo, con una mezcla de sorpresa, terror y tristeza.

Harry, su muchacho, había muerto.

HP

Originalmente Harry toma las clases de Aparición en su sexto año, pero estamos hablando de un adolescente a quien lo persigue un maniático que desea asesinarlo, por lo que me pareció conveniente que el chico ya esté preparándose para toda circunstancia.

*Sí, tuve que explicar al publicarla (cosa que tengo muy en cuenta siempre que trato temas así), aunque en ésta plataforma olvidé por completo este gran detalle. Me disculpo por las molestias causadas.