Hola a todos y todas. Bienvenidos a este long-fic que estoy escribiendo. Es la primera historia que publico en FanFiction así que espero que sea de su agrado. Aún no sé cuales serán las parejas oficiales, solo estoy segura de Draco y Hermione. Los demás pues...serán una sorpresa! Disfruten y ya saben, pueden dejar sus reviews.

LOS PERSONAJES DE ESTA HISTORIA LE PERTENECEN A J.K ROWLING Y SU MARAVILLOSA IMAGINACION. SOLO ME PERTENECE LA TRAMA Y PERSONAJES INVENTADOS POR MI.

-Mi nombre es Draco Lucius Malfoy Black. Estudio en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. Pertenezco a la casa de Salazar Slytherin y obviamente soy un sangre limpia. Lo que más detesto es ver el colegio lleno de hijos de muggles (sangre-sucia) que no merecen la magia. Mis enemigos declarados desde los 11 años son el "Gran" Harry Potter, el traidor a la sangre de Weasley y la sangre sucia sabelotodo de Granger. Juntos hacen el "Trió Dorado", aunque para todos es obvio que sin el cerebro de la sangre sucia Potter y Weasley estarían compartiendo espacio en un cementerio. Nyphadora Tonks es mi prima y su madre, Andrómeda Black es mi tía por parte de madre. Mi familia ha apoyado los ideales del mestizo Lord Voldemort desde sus inicios y a los 16 años fui obligado a unirme a sus filas para que no mataran a mi familia. Se me dio la misión de asesinar al director Albus Dumbledore. Tuve dos intentos fallidos en los que se puso en riesgo la vida de dos estudiantes. Ron Weasley con un poco de jengibre con veneno y Katie Bell con un collar maldito. Al ver como mis intentos fallaban conseguí la forma de que los mortifagos entraran al colegio para que cumplieran por mí la misión que no fui capaz de completar. No obstante, cuando desarme al fallecido director en la torre de astronomía, él me ofreció protección por parte de la Orden del Fénix para mí y mi familia. Lo pensé demasiado y cuando iba a dar el "si" aparecieron los mortifagos, entre ellos Severus Snape, quien sin pensarlo dos veces le lanzo el Avada al anciano. Luego de eso escapamos hacia la mansión donde vivía con mis padres, que se había convertido en el cuartel de Voldemort y sus seguidores. Vi morir a la que fue profesora de Estudios Muggles en el comedor donde solía compartir las comidas con mis padres. Luego del fracaso que tuvo el Lord cuando intercepto a Potter el día de su cumpleaños, las cosas se calmaron un poco. Sin embargo, quien osara por decir el nombre del Señor Tenebroso (Voldemort) seria interceptado y llevado a las mazamorras de lo que era mi hogar para ser torturado y finalmente asesinado. Algunos meses después mi vida vio la luz nuevamente cuando capturaron al "Trío Dorado" y los llevaron a la mansión. Pensé que esa seria nuestra victoria finalmente. Me pidieron que confirmaran si eran ellos realmente y mi respuesta iba a ser afirmativa hasta que vi la suplica en su rostro... -

-¿En el rostro de quién, Sr. Malfoy?-

-El de ella, el de Granger.-

-¿Qué produjo en usted ver la suplica en la cara de la Srta. Granger?-

-Me di cuenta de que si bien los Gryffindor morirían por ella, los Hufflepuff morirían junto a ella y los Revenclaw buscarían la forma de que nadie muriera; yo como buen Slytherin tenía que matar por ella. Porque ella lo merecía. Porque ella siendo una hija de muggles tenía mas valía que cualquiera que se jactara de ser un sangre pura. Por esa razón fue que negué que fueran ellos, tenia que sacarla de allí, tenia que impedir que actuaran y llamaran al Señor Tenebroso. Si lo hacían estaba todo perdido. Mi familia y yo hubiésemos muerto por mentirle a nuestro Señor y ella, Hermione, iba a quedar a la merced de todos aquellos malditos mortifagos. Pero todo paso demasiado rápido. La loca de mi tia Bella envio a Potter y Weasley a las mazamorras mientras ella se quedaba con Granger para torturarla. Vi como esa loca la torturaba y le tatuaba en la piel con una daga maldita la palabra "sangre-sucia". Decidí que tenía que sacarla a ella y sus amigos de allí antes de que llegaran más mortifagos o el mismísimo Voldemort. Fue por eso que hice algo que nunca pensé que haría.-

-Cuéntenos que hizo Sr. Malfoy. Queremos cada uno de los detalles de sus momentos como mortifago antes de que Lord Voldemort cayera. Recuerde que de su declaración nacerá nuestra sentencia para con usted. –

-Bien. Llame a nuestro antiguo elfo domestico, Dobby. Sabía que desde que Potter le dio la libertad trabajaba en las cocinas de Hogwarts así que sin pensarlo dos veces lo llame. Tan pronto como apareció y me vio quiso irse pero con solo decir "Potter" capture su atención. Le explique rápidamente que Potter y Weasley estaban en las mazamorras y que Granger estaba siendo torturada por mi tía. Le ordene que sacara a los dos chicos mientras yo buscaba la manera de distraer a Bella para que dejara en paz a Hermione. Claramente mi plan de distraer no funciono y tuve que ver la cara de horror y sufrimiento que tenia Granger mientras mi tía reía como desquiciada. Gracias a Merlín cuando Bella estaba apuntando a matar Dobby apareció y en una lucha de varitas expulsadas de un lado a otro del salón pude tomar a Hermione en brazos y con ayuda de Dobby, desaparecer junto a Potter y Weasley.-

-Entonces, ¿usted salvo a la Srta. Granger de una muerte segura? ¿Por qué?-

-¿Acaso se necesita una razón para salvar la vida de alguien inocente?-

-Sí. Sobre todo cuando se afirma que en sus años de colegio la detestaba.-

-La salve porque la amo.-

-¿Perdón?-

-Ya me escucho. La salve porque la amaba y porque su vida vale mucho más que las vidas de todos ustedes juntos. Hermione Granger es la mujer más valiente, amable, cariñosa, sensible y fuerte que he conocido. Estoy seguro de que si su sangre fuera pura seria la mismísima descendiente de Godric Gryffindor. –

-Señor Malfoy, ¿tuvo usted algún tipo de relación con la señorita en cuestión?-

-Si.-

-¿Puede ella confirmarlo?-

-Eso es algo que no puedo contestar. No sé si este dispuesta a admitir el tipo de relación que tuvo conmigo, un mortifago despiadado.-

Un enorme silencio inundo la sala donde se estaba llevando a cabo el interrogatorio. Silencio que fue roto por una voz femenina que dijo:

-¿Dónde debo declarar?-

Todos se quedaron petrificados en sus asientos sin saber que pensar. Hermione Granger, heroína del mundo mágico, estaba dispuesta a declarar a favor de Draco Malfoy, un mortifago. Draco se encontró sonriendo cuando la vio entrar en la sala, tan segura, tan prepotente. Sus miradas se cruzaron durante un minuto pero ese tiempo fue suficiente para dejarle claro a Draco que iba a salir de esa, que Azkaban no era su destino.