Disclamer: Katekyo Hitman Reborn no me pertenece, es propiedad de Akira Amano, lo único mío es la trama del drabble.

Advertencias: OCC por parte de Hibari.

N/A: Aquí les traigo uno de mucho drabbles o one-shots dedicados a esta parejita. Juro que cuando comencé a escribirlo, mal pensé XD. Al menos hasta que Dino hablo.


Summary: Hibari Kyouya no aceptaba la ayuda de nadie; pero estaba desesperado.


Ayuda

Hibari Kyouya era el tipo de persona que nunca aceptaba ayuda de alguien, menos, si se trataba de un herbívoro. Su gran orgullo de hombre, tal vez; superior al de los demás. No permitía que nadie, le brindara ayuda de ninguna manera.

Dino Cavallone era una cosa diferente, era su "tutor", como orgullosamente se jactaba Dino de ser. Le enseñaba a Kyouya a pelear, aunque el prefecto tomara a Dino por muñeco de práctica. Era una relación alumno-maestro, entre lo estable y lo inestable, una relación "equilibrada".

-Vamos Kyouya, no es difícil-afirmo Dino con su sonrisa tonta-Hazlo de nuevo, te ayudo a practicar, ¿o no?-añadió curvando sus labios, él se burlaba. Hibari lo sabía, luego ajustarían cuentas.

-Solo porque estoy en una situación desesperada-masculló a regañadientes, el guardián de la Nube.

-Okey-dijo cantarinamente. Luego tosió un poco, tratando de aclarar la garganta. Su rostro mostro seriedad, una seriedad abrumadora. Kyouya no reconocía a "ese" Dino-Muy bien jovencito si tengo entendido bien, tu y…-Dino hizo una pausa su tono de voz era grave, firme. No amable, apacible o animado como el que estaba imprimido en las memorias de Kyouya-Mi hija…-dijo con algo de dificultad, cerrando los ojos. Como si meditara (o tratara de contener las ganas de matarlo)-Han estado saliendo por un tiempo, y que han sido novios desde hace un mes-afirmo, cruzando los brazos sobre el pecho.

-Eso es correcto, señor-señalo con tranquilidad el carnívoro de cabellos negros.

-Bien, bien. Me alegro por eso-continuo Dino-Sin embargo déjame preguntarte algo-Dino abrió los ojos con una mirada grave, que helaría la sangre. Hibari le vio a los ojos-¿Qué intenciones tienes con mi querida, preciosa y adorada hijita?-pregunto con tono amenazador.

Hibari tardo en responder, estaba nervioso, no por el hecho de que el imbécil de Dino fuera buen actor, sino porque su simulación y su actuación; eran demasiado perfectas. Las manos le comenzaron a sudar mientras se imaginaba a sí mismo en esa situación pero con el verdadero enemigo enfrente.

-¿Qué hacen?-una voz pregunto con curiosidad y confusión.

Tanto el capo mafioso, como el guardián Vongola se giraron y vieron a Haru Miura, con su cabello suelto, cayendo grácilmente sobre sus hombros. Sus ojos chocolates estaban brillando, con esa luz que Hibari conocía como "curiosidad".

-No hacemos nada-declaro de forma abrupta, desviando la mirada.

-Practicamos para hoy en la noche. Hibari quiere causar buena impresión a tu padre, Haru-chan-aclaro Dino, con una sonrisa traviesa en la cara-Y como es muy orgulloso, me pidió ayuda- explico, mirando divertido al estudiante quien se sonrojo ligeramente, y comenzaba a temblar de la rabia.

Dino Cavallone, de cierta forma había roto el código de Omerta. O eso opinaba Hibari

Haru no supo cómo, ni en qué momento, Hibari la había sacado amablemente del cuarto. Le pidió disculpas que sonaron más a murmullos, cerrando la puerta.

La chica se quedo más impactada y confundida que nunca. Del otro lado, (en el interior del cuarto) Haru pudo escuchar los gritos desesperados, y de auxilio del capo de los Cavallone, ella solo sudo.

-"Pobre Dino-san"-pensó. Dio media vuelta y se alejo por el largo pasillo de la Mansión Cavallone.

Porque Hibari Kyouya nunca admitiría, que Dino Cavallone le estaba ayudando a practicar para cuando hiciera oficial el noviazgo que tenia con Haru, mucho menos cuando la noticia se daría en el decimosexto cumpleaños de la joven.

FIN


N/A: Acepto tomatazos, amenazas de bomba, o de asesinato. Acepto todos sus castigos, si les gusto dejen reviews por favor.

ATTEN: Suigin Walker