||Esta historia es una adaptación de Inu x Boku SS de su creador Kokoa Fujiwara, por lo que los personajes no son míos. Nota: Esta basada en el anime, tengo entendido que hay más historia en los mangas pero me he confundido con los escritos usando la super wiki (?, así que si hay algo que ya estaba escrito de forma original perdonenme, igual espero que lo lean y si alguien quiere decir algo sobre ésto se aceptan todo tipo de sugerencias siempre y cuando se hagan con respeto y responsabilidad.
Este fic participa para el reto: El arte es un BANG en el foro Anteiku||
/El cumpleaños de Ririchiyo (14 de Febrero)/
Dentro de unos días el día del amor y la amistad -¿Coincidencia?- cumpliría los 18 años, Ririchiyo estaba por demás nerviosa, hacía tanto que no festejaba algo tan... absurdo, pero accedió ante la insistente propuesta de Miketsukami, además de que sabía que si se trataba de ella pondría mucho esmero en lo que sea que tenía planeado. Y eso, era lo que le hacía estar nerviosa. No quería arruinar nada con sus insolentes palabras, ni quería incomodar a alguien tan importante para ella como lo era el muchacho.
Pasaron los días y ella se ponía cada vez peor. En la escuela no lograba concentrarse y Karuta -que seguía siendo su compañera aún en bachillerato- trataba a su manera de llamar la atención de la pálida chica. Watanuki, Nobara, Sorinosuki, Natsumi y hasta Kagerou hicieron de todo para hacerla regresar a la normalidad pero no lograron más que cansarse y desesperarse entre ellos.
La tarde de su cumpleaños Miketsukami regresó de su viaje y a decir verdad no era el mismo estaba notablemente más misterioso, y aprovechó la ausencia de la joven para llamar a todos los inquilinos del edificio incluyendo al rubio -Watanuki- y a la castaña -Karuta- que de alguna manera se las ingeniaron para salir durante la clase. Ririchiyo estaba tan distante, distraída y nerviosa que no se percató nunca de lo sucedido y eso era mejor para Miketsukami.
El plan estaba hecho y a Karuta le tocaba entrar en acción. Regresó justo a tiempo para raptar a su amiga cuando recién salía de clases, pero la azabache -Ririchiyo- estaba aún tan absorta en sus pensamientos que apenas reaccionó ante el improvisado secuestro y poco menos hizo algo para evitarlo.
Mientras tanto los demás esperaban en el edificio ordenando todo tal cual el zorro -Miketsukami- les indicaba. Al terminar se dedicaron a admirar su obra.
La rubia -Nobara-, el moreno -Sorinosuka- y el avioletado conejo -Natsumi- fueron los primeros en darse cuenta.
-Miketsukami- le llamó la mujer de hielo -Nobara- que lo veía a través de sus empañadas gafas, cosa que hace siempre que se enfada.
-¿Qué pasa?- Le preguntó sin mirarla ya que no quería alejar sus ojos de la hermosa y enorme foto de la pálida mujer -Ririchiyo- la cual colgaba del techo del lugar.
-Así que piensas casarte con mi Ririchiyo- le dijo con una notable molestia en su voz.
-Si usted me lo permite- le contestó al tiempo que hacía reverencia hacia la rubia de gafas -Nobara-.
La mujer cambió su expresión a la de una sonrisa -Esta bien, pero si me entero que le haz hecho algo vil, como desnudarla y no tengo una foto de ello, te congelaré- le advirtió seguido de alejarse.
Miketsukami sólo sonrió, regresó a su postura normal y caminó hacia la puerta del gran salón para esperar la señal con la que la castaña -Karuta- avisaría que estaban cerca.
Por su parte Karuta arrastró por media ciudad a su amiga, deteniéndose cada vez que deseaba para comprarse dulces y bebidas a su conveniencia. Incontables ocasiones intentó alimentarla sin éxito alguno pero eso no la hizo desistir en ningún momento.
-Karuta- le miraba con cierto enfado -Quiero volver a casa- Agregó desesperada moviéndo impacientemente sus pies.
La castaña parecía retarle, pero ciertamente no lo hacía, mostraba tranquilidad y paz en sus ojos. Se llevó a la boca un pedazo de chocolate, lo masticó, tomó otro y lo guiaba hasta la boca de la azabache -Di ahhh- le pidió mientras lo acercaba más a ella.
La pelinegra bufó para cruzarse de brazos casi al instante -No quiero muchas gracias- le respondió con frialdad pero la otra siguió insistiendo y continuaba mirándola aún con el dulce en la mano. Abrió los ojos para ver si había entendido y al darse cuenta de que no era así desdobló sus brazos -Karuta... De verdad, no quiero- dijo ahora con algo de pena.
La pacífica chica -Karuta- se acercó metiendo el chocolate en la boca de la otra seguido de sonreir.
A Ririchiyo le tomó por sorpresa pero sólo se dedicó a masticar para no ahogarse una vez que terminó le devolvió la sonrisa.
-Vamos a casa-indicó la castaña tomando a la menor de la mano haciéndola avanzar justo detrás de ella, avanzando ambas hacia el edificio.
/En Ayakashi-kan/
-¿Y bien?- le preguntó la rubia al zorro.
-¿Disculpe?- le respondió para después sonreirle.
-¿Qué planeas hacer con mi Ririchiyo?- le preguntó cruzándose de brazos.
El joven sonrió -Quisiera darle un poco de la felicidad que ella me brinda con cada sonrisa, con cada suspiro, con cada mirada...
-Si, si,¿Pero crees que ella quiera éso?- le interrumpió sin tapujos.
-Estoy seguro que también me quiere a su lado- le respondió con optimismo.
-Pues suerte- concluyó la rubia haciéndole una mueca de desacuerdo.
-Gracias- le respondió haciendo nuevamente una reverencia ante la mujer.
-Si, si- dijo con desprecio alejándose enfadada.
Al llegar, Karuta por poco olvida lo que Miketsukami le había pedido que hiciera. Avanzó a medio pasillo antes del salón y fingió esperar a su compañera.
Ririchiyo caminaba lentamente sin importarle nada y recargada en la pared miraba hacia fuera cuando pasaba una ventana. Miraba de vez en cuando a la castaña que parecía verla.
Karuta había sacado de dios sabe donde una bolsa con papas enchiladas que comenzó a comer lamiendo sus papas a cada tanto. Cuando tuvo cerca a la pálida chica se puso frente a ella. La castaña tomó a su amiga de los hombros y mirándola fijamente sin expresión alguna en su rostro -¡Maniaco!- le gritó a la cara.
Con ésto Ririchiyo salió de su trance -¿¡Porqué hiciste éso!?- gritó notablemente asustada.
Karuta sonrió en respuesta y la tomó del brazo para hacerla avanzar.
Miketsukami sonrió al escuchar a la castaña así que mirando hacia los demás en el salón asintió como señal de que se prepararan. Todos tomaron sus cohetes de serpentina seguidos de esconderse detrás de las mesas.
La puerta se abrió de par en par dejándoles el paso libre a la azabache y a la castaña. De forma automática todos los demás salieron de sus escondites activando con ellos sus cohetes -¡Feliz cumpleaños Ririchiyo!- Exclamaron todos al unísono.
Miketsukami estaba a un lado de la puerta sonriéndole a su ahora novia -Ririchiyo- sin decir nada.
La chica se sobresaltó, observaba a todos y finalmente sus ojos se detuvieron en el zorro. Se ruborizó por ello pero no hizo nada para ocultarlo. Simplemente le sonrió y le dió un sutil gracias sólo moviendo los labios.
Nobara corrió hacia ella para alejarla del muchacho y ésto lo hizo mirándolo recelosa -Felicidades- le dijo con una alegría ficticia.
La joven asintió dejándose llevar hasta el centro del salón donde todos se habían reunido con el pastel de fresas que entre ellos habían elegido.
El ambiente se sentía tan cálido y tan alegre, pero había algo que estaba olvidando, no quería despreciar la presencia de sus amigos pero por un segundo creyó que sólo serían Miketsukami y ella, hizo una mueca de tristeza que fué borrada rápidamente ante las risas de todos. Sopló las velas no sin antes pedir un deseo. ¿Su deseo? Un secreto.
Fin del capítulo
Bianca nwn/
