Esta es la continuación a "En ese callejón" que me prometí a mí mismx haría y terminaría. ¿Es necesario leer "En ese callejón" para entender esta parte? Preferentemente si.

Esta parte tampoco constará de muchos capítulos.

Summary: Harry, hijo de Norman Osborn, siempre con un incondicional y secreto amor hacia su amigo Peter. Sin embargo hace poco besó al gran Spiderman, y se ha confundido con ello. Aun así, sus sentimientos no son lo mejor correspondidos, ¿acaso sabe de quién rayos está enamorado?

Universo: Ultimate Spiderman. (Serie animada) Tierra 123.

Disclaimer: Yo solo me divierto escribiendo esto sin fines de lucro, los personajes no me pertenecen. Todos los derechos a Marvel y Stan Lee. Y derechos a Disney por "Ultimate Spiderman".

Advertencias: Relación Chico x Chico. Si te incómoda no lo leas. Y por ahora ninguna otra hasta capítulos más posteriores.

••••••••

¿A quién ama Harry Osborn?

Capítulo 1: Comenzó en Midtown

Peter Parker

Un día más en la magnífica ciudad de Nueva York. Casi no pude ni dormir y no me sorprende, después de todo ayer tuve un pésimo encuentro con el Doc Oc. Pero eso no es lo peor, lo peor ocurrió después de todo ese desastre.

Y eso me recuerda que debo levantarme para ir a la escuela y no quiero, no tengo ganas. Es decir, como siempre, lo sé. Pero hoy me atañe un motivo aun mayor.

No quiero ver a Harry.

Probablemente es de las tonterías más grandes que he dicho, pero tengo mis motivos aunque suenen inválidos. Y no, no me molesta el hecho de que me haya besado, ¡no! No, porque más bien besó al superhéroe Spiderman.

Pero, ¿porqué?

No puedo dejar de pensar que mi mejor amigo siente atracción hacia este héroe, porque no sabe que soy yo. Por otro lado, no deja de sorprenderme el hecho de que le gusten los chicos. ¿O le gustarán chicos y chicas?

Algo es claro: no me incumbe. Es mi amigo pero en eso no debería meterme, son sus gustos y es su vida.

Bajé a desayunar, olía a ricos hot cakes, sin duda. La tía May me esperaba en la mesa. Aunque no lo crean, es raro; últimamente se la pasa de aquí para allá y deja la casa abandonada. Mi tía y su obsesión por las aventuras. Uf, espero ser como ella a su edad.

Me senté a la mesa y ni cuenta me dí cuando ya estaba comiendo, sin hablar. Y créanme, eso es raro en mí.

—¿Peter? ¿Qué te pasa? — Oí decir a mi tía, al mismo tiempo que se sentaba a acompañarme.

—¿Eh? ¿De qué?

—No me diste los buenos días, y tú nunca comes sin hablar. Es obvio que a ti te pasa algo. — Rió para después ponerse seria.

No sé como le hace, pero mi tía May siempre sabe mi estado de ánimo. Bueno, es mi tía. Aunque esta vez si que debía estar equivocada, porque yo estaba bien. Si, perfecto.

—¡Imaginas cosas tía! ¿No puedo estar serio por un día?

—Eso es lo raro. ¿Tú serio, Pete? Razones de sobra para pensar en el apocalipsis.

Si, tenía razón. Y, ¿a quién quiero engañar? No estoy bien, ni poquito. Eso de ayer no me deja en paz.

No quiero que piensen mal, ¿eh? No es que tal beso me halla alborotado el estómago ni las mariposas ni otra cursilería de esas. Es solo que... ¡Es Harry! Y en poco tiempo lo veré en la escuela.

Dejé salir un largo y pesado suspiro, y me apresuré a terminar mi almuerzo.

—Es que tengo examen hoy. Nos vemos luego tía.

Harry Osborn

Me siento muy mal, bastante mal, y a pesar de eso aquí estoy, en la escuela.

Debí inventar algún pretexto ridículo para no venir. Pero no puedo, mis notas ya van demasiado bajas y por ahora no quiero hacer enfadar a papá.

No puedo dejar de pensar en él, en Spiderman. ¿Porqué lo besé? Eso me intriga aún.

Además de lo obvio, de tratarse de un gran superhéroe que muchos morirían por atreverse a hacer lo que hice; me sigo preguntando porque accedí a mi impulso esta vez.

Suelo reprimirlos, si no lo hiciera, ya le habría confesado todo este estúpido amor a Pete.

Agh. Y aquí vamos de nuevo.

¿Amo a Peter? Claro que amo a Peter. Lo amo casi desde la primera vez que lo vi. Como olvidarlo. Él cree que lo conocí aquella noche de lluvia que le ofrecí subir al auto, pero no fue así realmente.

En fin. Respecto a la Araña, de seguro él ya lo olvidó y yo aquí pensando en eso. Muy probablemente le dio asco y aun esté lavándose la boca unas mil veces. Ja. Pues no lo culparía. Supongamos que yo me aproveché de la situación y él jamás se esperó que un chico se atrevería a besarlo. Si no me golpeó fue por cortesía nada más, y porque los héroes no hacen eso, me imagino.

Aun así, me estaba resultando muy difícil olvidarme de eso.

Por eso me parece extraño mirar a Peter ahora. Siento como si le hubiese sido infiel. Ja, que tonterías digo. ¿Como habría una infidelidad donde no hay un "nosotros"?

Eso me deprime. Pero me deprime todavía más el hecho de que Peter está raro. No lo sé, siento como si andara distraído.

No tenemos muchas clases juntos, y hoy cuando nos hemos encontrado, a penas y me dirige la palabra. ¿Tendrá problemas en su casa? Me preocupo por él, ya se lo he dicho muchas veces. Y me molesta que no me tenga confianza ni me diga las cosas, se supone que somos mejores amigos.

En el receso se fue con esos chicos, sus nuevos amigos. Los que me lo han arrebatado mucho últimamente. No, no los odio. De hecho hasta me agradan. Pero no puedo evitar estar celoso. Ellos tienen a Pete el tiempo que yo quisiera tenerlo conmigo.

Sin más remedio, me fui con mi bandeja de comida a la cafetería, ahí estaba M.J. así que tomé asiento junto a ella.

—Hola M.J.

—¡Hola Harry!

Removí con el tenedor el puré de papas, que para nada se me antojaba, pues parecía engrudo mas que otra cosa. Puag.

Sé que me perdí ahí un buen rato, era divertido moverlo y moverlo. Y eso me hace pensar que debo redefinir mi concepto de diversión.

—Harry, ¿qué ocurre?

—¿Eh?

—Desde que llegaste a la escuela estás como ido, ¿qué te pasa?

Suspiré. De igual forma de nada valía mentirle a Mary Jane, ella siempre lo sabía todo. Y precisamente, lo sabía todo. Ella, siempre mi fiel confidente.

—Siento como si... no, olvídalo.

—Anda, dime. — Me animaba ella.

—Ok... siento como si Pete tratara de evitarme.

Creí que la pelirroja se reiría, y diría una de sus frases como "¡estás muy paranoico!" o alguna otra parecida. Pero no. Se quedó seria y alzó una ceja. Esa clase de mirada de Mary Jane Watson cuando algo serio pasa por su cabeza.

—¿Eso crees?

—Si... se comportaba raro.

—Esta vez te daré la razón Harry. Si, se comporta raro, desde que llegó a la escuela está así. Pero tranquilo, no creo que sea personal contra ti ya que conmigo y con todo el mundo se ha comportado así. Seguramente hay problemas en su casa.

Mary tenía razón. No sé porque yo solo podía ser ególatra y pensar que se traía algo contra mí. Que ingenuo.

—¡Eso es lo que me molesta! Ya le he dicho que siempre que tenga problemas, me tenga confianza y me cuente.

—Bueno Harry, ya sabes como es. Supongamos que son problemas económicos, que es muy probable. Él no te los contaría para que no pienses que solo te busca por tu dinero. ¿Ves?

Eso sonaba coherente. Los problemas económicos de casa de los Parker eran muy comunes según mis recuerdos. Sé que Pete es un gran amigo y además muy orgulloso, pero siempre que tiene esos problemas me gustaría que me los contara, yo lo ayudaría con todo el gusto del mundo.

—Si, me imagino. Aunque...

—Harry. ¿Ya has planeado como decírselo?

Me sonrojé al instante. Odiaba las maneras que tenía esta chica de cambiar de tema. Pero, bueno, ese era un tema de conversación muy continuo desde que se lo dije. Y eso fue hace ya un buen tiempo.

—No. A propósito de eso... no sé si deba contarte...

—Suena a que se viene algo bueno. ¡Cuenta!

—No lo sé... no creo que te esperes lo que te voy a decir...

—¡Solo cuéntalo! ¡Y cuéntalo ya!

Jugaba con mis dedos por debajo de la mesa, sintiéndome un completo idiota. ¿Estaba a punto de contarle ESO a Mary Jane? Yo solo quería desahogarme, sacarlo de mi pecho. Y ella era mi única y confiable confidente.

Me llené de valor. Cuando una confesión se empieza, debe terminarse.

—Verás... yo... besé a Spiderman.

—¡¿QUÉ?! — Gritó ella alzándose de la mesa.

—¡Shhh! — Si yo se lo dije quedito, ambos debíamos bajar la voz. Lo menos que quería era llamar la atención. Ella lo entendió y volvió a sentarse.

—Lo siento. Pero es que... ¿cómo es eso de que besaste a Spiderman? ¿al superhéroe?

—Si, al superhéroe. Y... es tan extraño que ni yo sé como pasó...

—Vamos, ¡debes saber como pasó!

—Bueno... — Tomé aire, debí suponer que Watson querría detalles. —Yo, de verdad no lo sé. Ya te conté lo que pasó luego de que ese científico loco me secuestrara, Spiderman fue a rescatarme, y ya te sabes todo el cuento. Después, llovía y... no lo sé, hablamos, y un impulso me obligó a hacerlo. Lo peor es que no me arrepiento de haberlo hecho. ¡Soy lo peor!

Hice la maldita bandeja a un lado para recargar mis brazos en la mesa y hundir mi cara ahí. Me sentía libre por sacar todo eso, pero el remordimiento aún me invadía.

No sé que expresión habrá puesto Mary Jane, no vi. Pero se quedó en silencio unos segundos. No la culpo, sé que le dije una locura repentina.

—Y... ¿cómo reaccionó él?

— ... No se quitó.

—¿Correspondió?

—Tampoco.

—¿Qué hay de Peter?

Al escuchar esa pregunta alcé la cabeza. La respuesta a eso debía decirla de frente.

—Escucha M.J., te conté esto porque me atormenta. Y por eso también te contaré que no significa nada, no de esa manera. Tú sabes que amo a Peter y... siempre será el único amor de mi vida.

—Aaaawww.

Sé que lo hizo, la escuché suspirar con ternura. No sé como es que llegaba a salir tanta cursilería de mi boca. Quizá debo comenzar a aceptar que soy un meloso de primera.

Si, suspiró enternecida, pero luego soltó un sonido de enojo.

—¡Osh! Y ese tonto de Peter que no se da cuenta. ¿Cómo puede ser tan despistado?

—Hay que comprenderlo. Soy un chico y... bueno, ya sabes.

—El amor no tiene géneros Harry. — De verdad que amaba la forma de pensar de M.J., pero lastimosamente las personas así siempre seríamos una minoría.

—Díselo a Peter.

Ella suspiró y dejó salir una pequeña risa.

—Abórdalo.

—¿Eh?

—A Pete. Al salir de la escuela, abrázalo, como cualquier día, no lo dejes ir. Haz que te diga cual es su problema.

—No lo sé M.J...

—¡Nada de "no lo sé"! ¿Está bien? Lo harás. No puedes perder nada.

Con resignación, asentí con la cabeza. Ella siempre ganaba.

—Por cierto... respecto al beso con Spiderman...

Me cubrí la cara y desvié la mirada. Entonces escuché el timbre de entrada de vuelta al salón. Salvado por la campana, literalmente.

—Ya lo saqué, solo quería sacarlo. Dejemos ese tema zanjado, ¿si?

—¡Pero Harryyyyy!

Peter Parker

Sé que no estuvo bien, nada bien. Soy un idiota. ¿Cómo se me ocurre prácticamente ignorar a Harry?

Ahora si que soy el mejor amigo del mundo. Oh, y eso es sarcasmo por si no lo notaron.

¿Qué tal si Harry necesitaba consejo? Obvio no soy el mejor consejero, pero soy su amigo, y debo estar ahí. ¿Y qué es lo que hago? Alejarme.

Maldición.

El único punto que me podría dar a mi favor, es que yo soy Spiderman y por lo tanto fue a mí a quien me besó, aunque él no lo sepa. De todas formas, me decepciono. No me creí tan prejuicioso. Fue solo un simple y corto beso, cosa de nada, de parte de mi mejor amigo.

No sé porque me afecta tanto.

—"¡Hey, hey Pete! ¡Escúchame! Sabes que no es eso lo que te afecta; te afecta enterarte que tu mejor amigo es gay, ¡acéptalo!" — Y aquí vienen estos de nuevo. Al parecer yo ya no puedo vivir sin mis pequeñas conciencias.

—"¡Hey! No lo escuches Pete, ya sabes que siempre dice tonterías. ¡Escúchame a mí! No puedes juzgar a tu amigo solo por eso. ¿Sabes en lo que te convertirías si haces eso?" — Contrarrestó el pequeño angelito-yo.

—"¡En un chico cool que no quiere amigos gays! ¡Jajajaja!" — El diablo habló y pronto algún objeto de metal le dio en la cabeza.

—"¡No! Te conviertes en un completo cretino intolerante y cerrado. Además, ¡Harry es tu amigo! Deberías estar para él siempre."

Muy bien, yo ya sé que no estoy del todo cuerdo. Pero el pequeño angelito tenía razón, aunque seguir sus consejos no sería nada fácil.

Sueno al peor humano del mundo y lo sé, pero aun me costaba trabajo asimilar todo esto.

Esperen un minuto, esto parece un milagro. Ha sonado el timbre de salida y no hubo ningún llamado de S.H.I.E.L.D, debe ser mi día de suerte. Al menos parece que hoy tendré día libre.

Como siempre, esperé a que toda la manada saliera primero, no me gustaba salir a empujones. Incluso dejé que mis amigos de equipo se adelantaran, ellos dijeron que tenían algo que hacer, en fin, ¡más libertad para mí!

Cargaba mi mochila a punto de salir de la escuela, pero bueno, ya decía yo. Nada me puede ir perfecto a mí, nada.

—¡Hey Pete!

Harry. Parece que menciono su nombre con molestia, pero no es eso. Es lo que ya les dije. Me siento raro, incómodo, no lo sé. Igual me habló y yo estaba ahí, ya no lo podía ignorar más. Sonreí y me giré para mirarlo. Él se veía feliz de hablarme, no puedo ser más patán.

—¡Ah! Hola Harry, ¿qué hay?

—Nada en especial Peter, solo que, bueno... te noté algo distante hoy, ¿problemas en casa? — Preguntó. Vaya, él preocupado por mí, y yo portándome como un cretino.

—¿Eh? No, no... es solo que he estado pensando mucho en el próximo exámen, ya sabes. — Soy bueno mintiendo, a veces, ya que las mentiras desgraciadamente son necesarias en mi vida.

—Sigues siendo un ratón de biblioteca. — Rió. —Pero también venía a decirte que hace mucho no pasamos tiempo juntos, ya deja un rato los estudios. ¿Qué dices de una ronda de videojuegos en mi casa?

Me echó un brazo al hombro y sonrió, con esa sonrisa que enamora a muchas chicas.

¿Qué?

Eso me imagino, supongo que ha de enamorar a muchas chicas así. Aunque a él no le gusten...

¡Como sea! Comenzamos a caminar y ahora si salimos de la escuela. Y no, la verdad es que no quiero aceptar esa propuesta a pesar de que en cualquier otro momento del pasado habría dicho "si" al instante, justo ahora estoy de prejuicioso.

¡Si, ya no me lo digan! Sé que soy de lo peor.

Y por eso, ¡rueda de los pretextos!

A.- Salir corriendo sin motivo aparente.

No creo que eso sea buena opción de ningún modo.

B.- Confesarle que soy Spiderman y decirle que me debo ir a salvar el mundo.

¡JAMÁS!

C.- Decir que mi tía está enferma y debo ir a cuidarla.

Umm, suena creíble, definitivamente la mejor.

—¡Suena increíble! Vamos.

Pero no, nunca hago caso, ahora ni a mí mismo.

Bien. Solo debo relajarme, y ver a Harry como lo que es: mi mejor amigo desde siempre. Trataré de... No. PASARÉ una buena tarde en casa de Harry llena de videojuegos y diversión.

•••