Flesh and Blood (En Carne y Sangre) Capítulo I

Por: Kristin M. Johnson

Traducción y adaptación : Lucy C.

Revision y distribucion: Mortal Subzero

Nota del distribuidor: este es un fanfic de UA sobre la saga Green with Evil , que aparecio en la primera temporada de los Power Rangers , este relato profundiza en que hubiera sucedido si el Green Ranger hubiera ganado la primera batalla contra los Mighty Morphin Power Rangers.

Un viento frío sopla por la devastación que alguna vez fue una bella ciudad. Pero ese joven ni siquiera lo siente, así como no siente la mayor parte de cosas. Sólo otro asesinato, otro traidor a la reina que debe ser exterminado -medita-, mientras mueve hacia atrás su cabello ensangrentado.

No se podría decir que solía ser castaño, aclarado en partes por el sol de California; eso fue cuando hubo sol. El Apocalipsis levantó suficiente polvo y desechos como para bloquear los rayos de este, dejando una gran parte del oeste de Norte América en permanente oscuridad.

Detrás de una formación de rocas fosilizadas, un hombre huye rápidamente, mal afeitado, delgado por mala nutrición, sus ojerosos ojos revelan probables años de noches de poco dormir.

El joven asesino avanza como un león, emocionado por matar. El fugitivo corre como un animal asustado, resbalando por los desechos y piedras quebradas, mientras que su perseguidor salta y se afianza tras él como si sus botas nunca tocaran la tierra.

El perseguido llega al final del camino, quedando acorralado se adhiere a la pared de roca. El homicida saca su espada, el filo suena al desenvainarla; es la "Espada Sombría" forjada en el fuego del mismo infierno, y poseedora de todos los poderes malvados del mundo. Aun se encuentra fresca de exterminaciones anteriores.

Con desesperación, el hombre trata de evadir la espada en el momento que el guerrero la lanza contra su cabeza. Esta choca contra la roca en un "¡Clang!" El asesino gruñe con rabia, y antes de que el fugitivo pueda alejarse, dobla sus piernas y barre con ellas las de su víctima haciéndolo caer al suelo.

Con un movimiento rápido y fluido, en el estilo de la Kata del Dragón, una vieja técnica aprendida por el joven en su niñez; tan lejana ahora. La víctima es atrapada por el estómago, aterrizado vuelve su cabeza para ver el sombrío rostro de su asesino.

"No...no...NOOOOOOOOOOOO...!"

El homicida inserta la espada desde el cuello y la baja hasta el ombligo del hombre, dejándolo abierto, como un muñeco quebrado; sus pálidos ojos azules, como espejos observan a su asesino.

Feliz de su hazaña el joven soldado lleva la espada a sus labios y lame el borde dejándolo limpio. Ese salado sabor era algo que se mantenía en su boca desde hacía largo tiempo; perennemente desde que mató a Jasón el Red Ranger; el asesinato que lideró la destrucción de los Power Rangers para siempre.

"Dragonzord...ven" el guerrero llama al coloso mecánico que se encuentra en las cercanias. La creación Godzílica espera ahí inmóvil y en silencio un símbolo del poder del Green Ranger. "Oh, lo olvidé," El verde asesino murmura. Envaina su espada y saca un arma más pequeña, la "Daga del Dragón". La lleva hasta sus labios y sopla. Un sonido triunfante como de mil trompetas sale de la Daga. El Dragonzord responde, sus ojos brillan rojo mientras se acerca a su amo. Otro sonido de la Daga y el zord levanta al hombre muerto y lo deposita en un compartimiento para cuerpos, a través de su boca y bajando hasta su ombligo.

Antes de irse, el joven levanta su casco, el cual había dejado en una roca cuando le pareció tremendamente caluroso. Limpia la arena y la sangre del visor escupiéndolo con la intención de limpiarlo. Recoge su cabello vuelve a ponerse el casco. En un brillo de luz verde, el guerrero esta en la espaciosa cámara de control del Dragonzord. Las luces brillan en el panel de control mientras el Green Ranger dirige la máquina hacia el castillo.

En el centro de un antiguo cráter que alguna vez fue Angel Grove, se encuentra el Palacio Real rodeado de tres torres. Torres inescalables que hacen imposible para los rebeldes como los "Serafines" entrar. El Dragonzord es suficientemente alto como para llegar al nivel de la estas.

El Green Ranger salta del Dragonzord, bajando ágilmente hacia la entrada, los centinelas lo saludan como a cualquier otro oficial superior. Estos "centinelas " no son más que marionetas de barro animadas, cocinadas en el horno y traídas a la vida por el científico Finster. Los patrulleros, como son llamados, murmuran y se agitan en su gutural y usual manera. Al guerrero no parece importarle, baja la carga del Dragonzord - setenta y ocho humanos muertos. En contenedores separados, se encuentran cajas de material salvado de las batallas: flechas, navajas, y pistolas, restos del extinto Army americano. El guerrero recuerda cuando mató al comandante principal, así como a su esposa e hija.

Una pequeña caja contiene las cargas más preciosas -joyería de algunas víctimas, anillos, collares, aretes - Uno de los Patrulleros quita una argolla de la oreja de un hombre. El guerrero parpadea mientras brevemente toca su propio arete de oro con la insignia de la reina.

Llevando la pequeña caja bajo su brazo, y dejando a los patrulleros llevar el resto, entra a los pasillos del castillo por las grandes puertas de bronce. Sus botas no hacen ruido mientras camina por el torcido corredor. Las paredes están torcidas y deformadas, como si hubiesen crecido ahí en lugar de haber sido construidas. Adornando las paredes, se encuentran varias protrudentes gárgolas de piedra. El guerrero juraría que sus ojos lo siguen. Pero las paredes no están viendo, mas parecieran reírse.

"Y bien, pequeño Ranger" El capitán de la guardia dice "¿me trajiste algo bueno?" Tras lo cual trata de agarrar la caja. El Ranger saca su espada y la coloca contra la garganta del capitán, fue una reacción tan rápida que sólo habría podido ser vista en cámara lenta.

"¡Quita las manos, Mono!" Susurra el Ranger entre sus dientes mientras presiona la espada hacia adelante "¡Es para la Reina, y tú lo sabes!".

"Te crees que eres más que todos los de aquí sólo porque mataste a una parvada de adolescentes que interferían... Sólo recuerda" Goldar, el capitán gruñe "Soy el segundo al mando aquí. Tú sólo eres un sirviente".

"Sólo estás celoso porque los Power Rangers te derrotaron y te hicieron tonto muchas veces, es vergonzoso. Y…como ellos decían: combate el fuego..." el Green Ranger empuja más su espada "...con fuego."

Goldar aprieta los dientes, gruñe una vez más y se quita del camino. Él era el guerrero más fuerte de la Reina, un mono alado en armadura de oro, forjado en el corazón de una supernova. Sus ojos brillan rojo mientras el Ranger entra a la cámara de la Reina.

La reina Rita se divierte con su telescopio mirando desde el balcón, alegrándose de sus victorias y conquistas. La habitación en si, dista mucho de parecer la cámara del Trono Real. Un péndulo se mueve de atrás hacia adelante en el medio del cuarto.

En algún lugar hay un globo terráqueo, un recuadro en la pared mostrando los mundos y galaxias que ella y su ejército han conquistado; y pilas sobre pilas de tesoros: oro, plata y gemas preciosas.

"Su majestad…" llama el Ranger.

"Estoy ocupada" dice la reina en su chillante y nasal voz "¡Vete!"

"Su Majestad"

La reina ni siquiera ha quitado los ojos del telescopio. "¡Ack...maldición!, ¿No te das cuenta de que estoy viendo sufrir a los humanos en la tierra?"

"¡Su majestad!"

"Oooooooh, ¿Quien es a fin de cuentas?"

"El Teniente Thomas Oliver; el Green Ranger, reportándose mi señora"

"Huh...ahhhh…heh…heh?" la reina sonríe mientras se dirige a su más preciado guerrero. "¿Que me trajiste? ¿Qué me trajiste?" extiende sus manos como un niño esperando por su regalo.

"Algunas armas confiscadas, comida para los pájaros…" sonríe maliciosamente, refiriéndose a los cadáveres, "y esto". Le entrega la pequeña caja, la Reina la abre y busca entre el oro y las joyas; y luego la tira como si fuese basura.

"¿Eso es todo? ¡¿Dónde está el resto?"

"Ese es el resto. Ya tiene todo su majestad, no hay nada de dónde sacar más... Por otro lado, soy un guerrero no algún simple pirata."

"Es verdad" dice la Reina, "pero desde que no tengo enemigos, nadie es suficientemente estúpido como para oponérseme de ningún modo *Hmf*, Me temo que eso…" apunta hacia la pila de tesoros, "es todo lo que te queda para hacer".

"yo podría hacerlo". La voz de Goldar gruñe desde afuera.

"¡Cállate, cerebro de mono!" Le reprende la reina.

"Por cierto, ¿No debería estar buscando al fugitivo perdido? Hace un año que escapó y..." Hubo un tinte de tristeza en su tono de voz. Secretamente se lamentaba por la destrucción del mundo en el que había nacido.

"Tommy, no te estás lamentando por haber matado a esos seres odiosos ¿o si?" la Reina lo observa mientras toma su cetro y lo golpea contra su propia mano.

"N-n-n-no! yo ...yo" El miedo brilla en sus obscuros ojos cafés. Le teme a la ira de su Ama más que a la muerte misma - Parte del hechizo inicial que ella le lanzó lo mantiene completamente bajo su obediencia - . "Es sólo que…bueno, no piensa que talvez, podríamos encontrar una forma de ...salvarlos, quizá como miembros del equipo" El Ranger sonríe nerviosamente, "piense en esto... los Dark Rangers."

Rita siente que el hechizo se disipa, levanta su báculo y lo apunta hacia Thomas. El retrocede lentamente, aunque no puede evadir el rayo de energía que sale del cetro. Cantidades de magia se esparcieron por su cuerpo, pasando por su cerebro. La cantidad se dispersa hasta su corazón, deteniendo sus latidos por una fracción de segundo, la sangre se enfría en sus venas. Su temperatura corporal desciende unos pocos grados; suficiente como para hacerle sentir que su cuerpo se congela. Sólo el corazón, el alma y la mente de Thomas se tornan fríos. Sus ojos brillan rojo, mientras observa a la Reina.

"Ahora" Dice Rita fríamente "¿Tienes alguna otra petición?"

"No, mi emperatriz" el Ranger responde secamente.

"Bien" La reina sonríe cruelmente "Estás perdonado, y…" levanta su nariz y lo huele "Por el Demonio, ve a bañarte ¡apestas!"

El Ranger se excusa, saluda a la Reina y se dirige a sus habitaciones en la torre oeste.

El apartamento de Thomas queda tan sólo al bajar las escaleras del cuarto de la Reina, tiene una espectacular vista de Daemon Valley, a la vecindad de Angel Grove. Thomas observa a través de la ventana para ver a los patrulleros pulir el Zord en el fondo del abismo. El cráter en el piso había servido de cementerio y jardín del castillo; este también servía como base de reparaciones, campo de entrenamiento para las batallas, y sitio de convenciones mientras la "Reina de la Galaxia" viviera ahí.

Más tarde esa noche en su cama, Thomas tubo un sueño...

Esta historia continuará...