Mi primer fanfic, espero que les guste.
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DEL ODIO AL AMOR SOLO EXISTEN LOS "MODALES"
CAP 1. EL DESCUBRIMIENTO DE INGLATERRA.
Eran un día común en la isla de la ONU (Alfred: no sabía que la ONU tenía una isla) al fin la reunión era en su lugar. Excepto ¿qué?
Las naciones en vez de lo usual, habían hecho una party en la playa.
Hace 30 minutos.
- Bien la junta da inicio - hablo el alemán como de costumbre - lo que hablaremos hoy es lo mismo de siempre. Tratar de resolver los problemas del mundo que lo afectan hoy en día.- Finalizó seriamente.
- ¡Calor! - se escucho a lo lejos.
- Exacto, el calentamiento global - aplaudió el rubio europeo.
Todos miraron con asombro a la americana que se desvestía por lo intenso del clima.
- ¿Pero que…? - miro el alemán que la castaña ya casi no portaba ropa.- México pero que carajo, España ponle orden - le hablo al español que estaba embebecido por las mini-prendas de su hijita.
- Espera hijo que el show aún no termina - habló Antonio con una toalla cubriendo parte de su cara.
- ¡MARIA!-grito el ingles sonrojado- colócate las prendas nuevamente - dictó aventándole una chaqueta.
Varias naciones se quejaron, extremadamente meco le había hecho caso al inglés.
- ¿Pero iggy? por que la detienes no ves que ella tiene razón, hace demasiada calor - habló el francés desnudo de medio cuerpo.
- Idiota no quiero ver miserias - dijo indignado el rubio.
- Yo, pero si esas las tiene el idiota de América –acercándose más.
- ¡oye! – gritaron todos los del continente americano.
- Recuerda Francia, no es bueno tener a 36 naciones en tu contra y menos todas a la vez - hablo con sorna el inglés mientras que los americanos le miraban con cara de asesinos seriales. El francés sudó frio. Esas miradas nuevamente no eran buenas, como aquella vez que su alumno se queda con parís. No sería el uke nuevamente menos sometido por ellos, ahora ya sabía cómo se siente Rusia cada vez que le visitaban los americanos, mas los latinos. (Rusia: no quiero hablar de eso).
-hehehehehe… - reía torpemente el francesillo.
- Meco-san deje de hacer eso –hablo Canadá tímidamente ya que sentía los pechos de la mujer cerca kumahiro solo miraba curioso.
- ¡Come! Boy´s let´s go. – hablo el estadounidense junto a la morena que ya vestía un traje de baño rojo y el rubio uno con estampado de la bandera americana.
- ¡PERO QUE… ALFRED VISTETE EN ESTE INSTANTE! – le grito el mayor al verle – se ve que los dos son tal para cual – cerro los ojos.
Todos sudaron una gotita hasta que el italiano hablo.
- ¡PAAAAAAAAAAAASTA! A no que diga, ¡FIEEEEEESTA! - jaloneo al alemán para que accediera.
A muchos se les hizo buena idea hace tiempo que no tenían una fiesta.
30 minutos después…
Todas las naciones se encontraban en la playa ya sea asoleándose o jugando como Italia, Alemania y Japón, el trió del eje en la arena construyendo castillos. Kiku había reconstruido el antiguo castillo de la era EDO, mientras que Ludwig un castillo de la era medieval y Feliciano un enorme plato de pasta. Rusia molestaba a china y Francia a Inglaterra. Alfred y María caminaban junto al mar platicando de cosas triviales como la comida.
- No, no lo aguantas.
- ¿Claro que si? ya ves ya hasta lo hice en mermelada.
- Sí, y eso es patético. Un chile es para que te pique no para acompañarlo con hotkaques, ni leche – le metió un zape - idiota.
- Oye –sobo la parte afectada.
A lo lejos les miraba Arthur preguntándose ¿Por qué a maría, Alfred no le pegaba? Sera por:
1. Era mujer
2. Eran amigos
3. Son vecinos
4. Siempre andan juntos
5. Se llevan bien (según)
No sabía ¿por qué? pero sentía celos pero de ¿Quién de María o de Alfred?
Alfred era su hermano pequeño y María era su amiga ya desde hace tiempo, era normal que anduvieran juntos… juntos… anduvieran junt…
Una idea surco su cabeza acaso… no, no podía ser. ¿O si?
Sacudió su cabeza y comenzó a reír estúpidamente, había hecho una conclusión sin siquiera pruebas.
- Hey, Potter de que te ríes - se acerco el francés con su traje de baño versión tanga la tigresa.
- …
-¿Qué?
- ¡Pero que! - iggy puso cara de WTF! Al ver al bastardo como vestía - idiota hay niños presentes.
- Uhm… lo dices por Islandia, él está con Dinamarca y Noruega – dicto como si fuera lo más normal del mundo - además, a que esta genial – puso pose de diva cabaretera. - nee… vamos a jugar- movía su trasero de un lugar a otro.
Iggy estaba furioso la actitud de Francis le sacaba de quicio ya con sus años y aun seguía así. No soporto más y pateo al francés mandándolo muy lejos.
- aaaaaaaaah…. El equipo francés asido derrotado otraveeeeeeeeeeeeeeeez! – a lo lejos se veía el rubio asta que solo un destello quedo de él.
- Bastardo.
Miro nuevamente y solo observo a maría sola, era el momento de preguntarle sobre su relación con Alfred. Se acerco a ella, se encontraba sentada en una piedra enorme, la brisa movía su larga cabellera castaña. Cada vez que se acercaba se ponía mas y mas nervioso, no sabía si era por la pregunta o por el estúpido bikini rojo que llevaba.
- Uhm… ah ¡hola! Arthur –saludo inocentemente la morena - ¿Cómo has estado?
- Bien gracias por preguntar, hehehe….- rio nerviosamente cosa quie noto la mexicana.- oye tu y Alfred se llevan muy bien, ¿no?. – desvió su vista.
- Sí, ¿por? - respondió la morena.
- No, por nada – suspiro - bueno a que tú ya sabes.
- ¿A que te refieres? – Pregunto ilusa.- explícate.
- ah, etto… -su nerviosismo era tanto que solo lograba jugar con sus deditos como friki traumado.- pues a que ustedes se llevan bien o ¿no?, muchos pensarían que tienen una relación si sabes a lo que me refiero –finalizo un poco calmado más bien disimulando la calma.
La morena no había entendido ni pio por lo dicho del ingles, procesaba la información acaso, ¿los demás pensaban que ellos eran novios?. En su mente se imaginaba una relación con Alfred. Ellos dos juntos uno con sus hamburguesas y la otra con su comida picante, los dos en los videojuegos, el rubio con su taza de café y ella con su taza de chocolate con chile. Tal vez no estaría nada mal una relación con el estadounidense pero… las disputas serian diarias, sus costumbres eran distintas y que digamos sus pueblos no se llevaban bien, sería un dolor de cabeza si me lo preguntan. Una aura morado rodeo a la chiquilla para después reír disimuladamente a carcajadas. El inglés sudo una gotita.
- Pero como pueden pensar eso – dijo calmada.
- Será ¿por qué siempre andan juntos? – disimulo el dolor en las palabras.
- ¿Y? hemos estado juntos desde los tiempos de las colonias hasta la independencia, el altercado que tuvimos por el territorio hasta hoy en día. – bajo de su asiento para quedar a la par del europeo.- si, como todos los demás. Ya ves Italia y Alemania aun siguen juntos aun después de las grandes guerras, Hungría y Austria aun siguen juntos y ya no existe el imperio austriaco-húngaro. También los nórticos…
- Está bien ya entendí – hablo cansado no necesitaba una lección de historia, otra más no.
- Lo ves de que te preocupas, solo somos amigos cercanos.- finalizo feliz la morena.
"cercanos"- pensó el inglés ¿por qué? esas palabras le dolían.
- Hey Alfred, vamos a jugar- grito la morena corriendo hacia el rubio.
Este la recibió con una sonrisa amplia para después abrazarla e irse juntos.
"¿Pero qué? y dice que solo son amigos" – se dijo - los amigos no se llevan así o si. –dijo por lo bajo.
Amigos él nunca los había tenido que digamos o si, bueno estaba España pero siempre peleaba con él, esta Francia pero el acoso no es de amigos, también esta Rusia a ese no lo contamos es algo raro, china no, le odiaba por haber introducido el opio a su casa, Canadá era un buen niño pero hace mucho que no sabía de él y por ultimo Alfred era su pequeño hermano pero nunca tuvo tiempo para él, siempre estaba ocupado en las demás colonias como representante de su majestad y eso causo que se separaran, eso y los altos impuesto en las 13 colonias en América . Arthur suspiro resignado al parecer sus años de experiencia no eran sociales sino políticos. Miro al cielo preguntándose ¿si hubiera prestado más importancia a las relaciones humanas que a las políticas hubiese sido mejor?, decidió reunirse con los demás ya que a Polonia se le había ocurrido la grandísima idea de hacer un picnic bajo una cabaña en la playa ¿pregúntense de donde la saco? hay ya se encontraba varias de las naciones.
- ¡Paaaaaaaaaaaaaaaasta! –grito el Feliciano al ver el enorme plato. Mientras que Alemania bebía un tarro de cerveza bien fría al igual que Prusia, y Kiku su típico sake. Polinia junto a Hungría atendían a Roderich, mientras que Francia acosaba a Canadá.
Lo mismo de siempre los latinos con su samba y chachacha, mientras que los europeos tomaban el sol, la música a cargo de Brasil, y chuchería y media a cargo de Guatemala, Belice y Argentina que por cierto no dejaba en paz a Chile.
Se acercó a la mesa de los aperitivos donde cada platillo pertenecía a diferentes países, tomo unas cuantas cosas y se fue a sentar donde no estuviese nadie quería pensar un rato.
- Míralo no mas –hablo Francia que se encontraba acompañado de varios americanos.- solo y despechado.
- ¿Despechado? - hablo Ecuador quien comía unas costillas BBQ – ¿Que es eso?
Varios americanos le miraron era verdad el más inocente de ellos era Ecuador solo era un niño.
- Que anda enamorado pero le han bateado tan rápido que ni se dio cuenta- hablo Argentina.
- ¿Qué? – no había entendido ni pio el ecuatoriano.
- ¿De qué hablan?- pregunto meco al llegar junto a Alfred y Matt.
- De que Arthur anda enamorado –respondió Chile.
- ¿Qué? ¿No? No puede ser – negó el yanqui- el, ja ni en mil años el se enamoraría.
- ¡Que! si puede, todo el mundo puede enamorarse- respondió la morena.
- Es verdad, Inglaterra-san se puede enamorar - comento Matt, era injusto que hablaran así de Arthur sin tener pruebas.
- Dejen eso de lado la pregunta es ¿de quién?
- Es verdad, ¿de quién?
Todos se pusieron a pensar, quien sería la afortunada o ya de plano el afortunado. Tenía que ser una chica amable, educada, culta, de buenos modales, que le guste la fantasía, que le guste el té y la mala comida, que crea en las hadas y en ese tipo de cosas. (Eso sería bueno una mujer así, pero…) todo se sentían mal un aura morada les rodeo ni modo que fuera otro él en versión ella para que fuese su pareja perfecta.
- Me dan ganas de vomitar- dictó Francia, al imaginarse a Arthur vestido de chica - uhm… aun que no estaría nada mal.- rascaba su barbilla imaginando sus perversiones.
Todos sudaron una gotita, al parecer Francis tenía mucha imaginación y no de la buena.
María miraba al ingles que ni parpadeaba, solo estaba hay sentado ¿qué le pasaba? no era normal verle así, sentía que algo le pasaba a la mejor era verdad, andaba enamorado pero de ¿quién? Era un misterio, hace un rato le había preguntado de ella y Alfred acaso…? Volteo a ver al rubio que se encontraba a su lado. Brinco del susto acaso a Arthur le gustaba Alfred sabía que era medio rarito pero nunca peso que fuera así de raro, "espera a eso se le llama incesto" que pero que mierda le pasaba a Arthur por la cabeza enamorarse de el estúpido de Alfred por Dios, si Dios existe, que no sea tan mamón, bueno un punto para ella ya había averiguado el amor platónico de él ahora solo faltaba el ¿cómo? decirle a Alfred sin traumarlo de por vida y saber ¿cómo? hacerle para juntarlos.
Un reto, ja`h pues a ella le gustaban los retos. Miro con malicia al inglés quien se dio cuente y se sintió intimidado por la mexicana.
Arthur no sabía por qué la morena le miraba de esa forma la miraba y sus mejillas se sonrojaban veía como sonreía, y aun así no sabía por qué su corazón latía rápido y es que no era cualquier sonrisa. Le dio un sorbo a su té para calmar sus nervios pero aun así no desaparecían. La morena seguía mirándolo con esos ojos tapatíos comunes en ella.
"hehehehe… a Inglaterra le llego el amor de una mala manera pero amor en fin de cuentas"- pensaba la morena mientras hacía motes raros.
- ¿En qué piensas?- le pregunto Estados Unidos.
María respingo por la sorpresa como le diría que Arthur estaba enamorado de él sin traumarlo, de por si Alfred es un inculto, de Google y McDonald's no pasa. Alfred miro sospechosamente a maría quien desviaba su vista para no mirarle.
- e… en nada, hehehe… no te preocupes - dijo sin más dándole unas pequeñas palmaditas en la espalda. – anda vamos a comer.
- Está bien.
"solo son amigos no tienes por qué ponerte así, solo son eso. Te comportas como colegiala celosa de… ¡que! Celos ¡¿ yo?" – se levanto bruscamente golpeando la mesa en el acto, todos lo miraron. Estaba anonadado celos el de quién de ellos dos no, no podía ser, estaba celoso de la relación de maría y Alfred, pero como estaba ¿enamorado?, miro a la parejita quienes lo miraban raramente, se sentí avergonzado por su comportamiento. Miro a su alrededor buscando un escape para así poder salir del recinto.
- Y, ¿a este que le pasa? –comento Alfred acomodándose los lentes a la vez - los años le afectan. Ouch… ¡oye!
- Eso es una ofensa niño tonto cuantos años ¿crees que tengo? – dicto ofendida la morena.
- Bueno, pues… -comenzó a contar con sus dedos y repasando algunas fechas- ni hablar, creo que ya estas vieja. Ustedes dos se entenderían muy bien- finalizo con una sonrisa.
- Te partiré la cara. - Dicto furiosa.
El rubio se encontraba caminando en la playa, pensante de lo sucedido en la cabaña claro de su arranque, pero el problema no era ese, sino descubrir el ¿por qué? acaso estaba enamorado pero de ¿Quién? O eso era solo celos de la relación de los dos americanos, desde hace mucho no se lleva bien con Alfred y tal vez era eso celos por qué María siempre se la pasaba con él, paseando y jugando los dos parecían uña y mugre así de inseparables. Tal vez era producto de su imaginación recuerden que tiene mucha (Inglaterra: ¡oye!) si tal vez era solo eso.
En la noche…
Ya despejada su mente decidió caminar un poco, para tranquilizarse ya que la fiesta termino en fiesta pagana.
- Flash back -
Arthur después de su larga caminata decidió regresar a la cabaña donde la música ya era del estilo puertorriqueño los amos de reggaetón, no podía ver lo que veía todos contra todos casi le da el mimisquí y así fuera ya que vio a Francia, México y Estados Unidos bailando juntos el perreo, pos no que el bastardo y meco no se podían ver ni en pintura. Italia bailaba con Alemania mientras que Hungría grababa toooooodo, Japón no se quedaba atrás mira quien lo viera tan seriecito, Argentina y Chile bien pegaditos si saben a lo que me refiero. La morena miro al cejudo y se acerco a él.
- Que onda Arthur vamos a bailar - lo jalo a la pista de baile.
- No, no quiero ¿que?-miro el estado de la morena- otra vez andas jugando con Alemania haber quien aguanta más.
- Solo es un juego y mira que lo gano Italia. – señalo al Feliciano que le hacía estrepites al alemán.
- ¿Que? mira andas toda borracha.- se soltó.
- No, bueno solo un poquito nada comparado con lo del 15, eh… -se acerco mas a él abrazándolo en el acto.
- Suéltame meco –trato de quitarse la de encima sin ningún resultado, al parecer el alcohol era como sus espinacas.
- Vamos a bailar.
- Nooooooooooo…
Sentía las caricias de la morena que muy fogosa se había puesta la canija, Arthur sentía una sensación extraña sus mejillas se sentían calientes toda su cara en sí, nunca había visto esta parte de la morena claro sabia que los latinos eran candentes pero nunca espero estar en esa situación con uno de ellos y menos con María, ahora ya sabía por qué Francis y Martin se llevaban bien. El picnic que termino en fiesta pagana, cada vez se salía de control al parecer alguien había adulterado las bebidas.
Todo el mundo (jajajaja mundo que chistoso no)se encontraba en la pista de baile, la música a lo que da y iggy ya había sido inducido al alcohol por parte de María, las luces y el ambiente todos bailaban al song de la música un ritmo pegajoso pronto las parejas fueron desapareciendo una a una del lugar. Pronto ya no se diviso al cuarteto dinámico o sea Francia, Canadá, U.S.A, eh Inglaterra.
Al día siguiente…
Arthur tenía un dolor de cabeza horrible por culpa de la bebida una resaca tremenda, no se acordaba mucho sobre lo de ayer, solo recordó que meco le ofreció una copa de tequila, y… y ¿donde esta María?. Se pregunto recordaba que estaba con ella después nada. Se levanto ducho y cambio para ir en busca de ella.
Camino por el pasillo encontrando todo tipo de cosas y parejas en el camino nunca pensó que diría esto pero pensó que había visto todo en su vida al parecer no fue así. Y así seria al ver lo mas trauman te en su vida (no, no es Francia) a la vez deseo no ver lo que había visto.
En la última habitación del pasillo se dirigió el rubio para ver si hay se encontraba meco, tomo el pomo de la puerta girándola lentamente sintiendo que lo que hacía estaba mal. Sumió su cabeza lentamente para no despertar a los que se encontraban en el lugar, sentía que su vista se nublaba por el shock, sentía su cuerpo temblar no sabía si por la impresión o el coraje al verles así no que solo eran amigos, los amigos no hacen eso. Sentía que algo debería hacer pero ¿Qué? Abrió la puerta en su totalidad azotándola en el acto despertándolos en el mismo instante.
- ¡PERO QUE DIABLOS! –grito sin pudor. eso era doloroso verlos así.
- Eh… ¿iggy? - hablo el rubio aun dormido.
- a…a-arthur por qué me levantas así. - cubrió parte de su cuerpo con las sabanas.
Agacho la mirada, sus ojos comenzaban a desbordar aquel líquido salino, oprimía con fuerza su mandíbula no quería llorar, solo deseaba…
- Solo son amigos…
- ¿Qué?
- Solo son eso…
- ¿De qué hablas?- pregunto el rubio menor.
- e… etto… espera no es lo que parece – hablo la morena exaltada
Arthur comenzaba a temblar y aun así no sabía porque esto no le incumbía, no debería importarle. No debería importarle la relación que ellos dos tienen, relación…
- No parece ¿Qué?- pregunto dudoso.
- Cállate idiota- la morena le metió un golpe - ARTHUR.
- Yo… yo… me voy.- dio un paso atrás y continuo con su marcha.
- Arthur espera - salió de la cama de un solo salto, era demasiado tarde ya no veía al ingles por ningún lado.
-¿Qué pasa?- pregunto Canadá al ver a María en el pasillo con el pijama de la india María.
- Matty creo que he metido la pata - zarandeo al norteamericano.- creo que ahora Inglaterra me odia.
- Espera, ¿Qué?-se zafo del amarre de la morena.- ¿Por qué dices eso? ¿Qué paso?
- Etto… me encontró en la cama con Alfred.
- ¡¿QUEEEEEEE? - grito el rubio estrepitosamente. Dejando caer a kumahiro - ¿pero como? – zarandeo a la morena de un lado a otro.
- Espera no es lo que parece – respondió con dificultad ya que el canadiense no dejaba de zarandearla - de verdad aunque no sé por qué se puso así si a él, le gusta Alfred
- ¡¿Qué? – Paró en seco - de que hablas, acaso tú y él. - comenzó a jugar con sus deditos.
- no, no, nooooooo… que te pasa ya no te juntes con Francia, es muy mala influencia para ti. –regaño la morena al rubio por su imaginación made in korea.
- Espera, en primer lugar ¿qué hacías con Alfred en la cama?- el rostro de Matt mostraba seriedad, una cosa era segura no era nada bueno.
- Etto… no sé como terminamos así pero no hicimos nada malo, lo juro por Quetzacoalth. – la morena razono en verdad no había pasado nada malo, - además a Arthur le gusta Alfred.
-¡¿Qué?
Más tarde….
- Compañeros de la junta, ayer la junta se suspendió por motivos impropios al reunión de la organización de las naciones unidas – hablo el alemán disimulando la resaca de ayer - por tal motivo hoy no hay excusa para otra fiesta pagana, ¡oh! que diga reunión social.
La reunión prosiguió normal excepto por un aura asesina que rodeaba el ambiente, muchos le notaron principalmente dos americanos.
"aun sigue molesto"
"¿Por qué me mira así?"
"que debo hacer"
"amigos"
"Inglaterra-san"
"y a este que le pasa"
Algo estaba mal, muy mal sentía que había lastimado al ingles, sentía un sentimiento de arrepentimiento y eso que ella era orgullosa y jamás lo admitiría, veía a Arthur se sentía incomoda su mirada profunda esos ojos verdes que le miraban en ¿como si solo son amigos?
"Inglaterra"
En México…
La casa estaba patas pa´rriba desde que había llegado no dejaba de pasearse de un lado a otro, todos estaban preocupados bueno era normal que la casa estuviera así todo el tiempo. Los guardias vigilaban como podían a su nación y extrañados solo observaban el cómo tomaba el teléfono y lo volvía a colocar en su lugar.
- ¿Que te pasa mi niña? – pregunto una mujer anciana que colocaba algunas flores en la mesita central.
- No, no es nada nana –respondió dejando el teléfono en su lugar.
- Has estado muy rara desde que llegaste de aquella junta, ¿pos que paso?
- No lose, ni yo se que paso. – entrecerró sus ojos.
- Andas enamorada ¿o qué? – soltó con una risilla.
- ¡NANA! – grito la morena por lo dicho, sus mejillas se sonrojaron.
- Lo ves no tiene nada de malo. – acaricio su mejilla.
- Yo sé que no tiene nada de malo nana.
- Entonces por qué andas como loca con el teléfono en la mano.
- Es que creo que metí la pata y bien metida nana no creo zafarme de esta. –le miro con ternura los humanos sabían muy bien de este tema ya que alguien que ya llevaba mucho en este negocio era normal que ya no sintiese nada.- lo peor de todo es que me duele lo que hice y si lo admito no me acabare las burlas de mis primos, nana.
- Ah…. Y tus primos que han de saber si solo se la viven en fiestas, son un relajo cada vez que vienen acá.- dicto en burla y a la vez ofendida por la poca seguridad de su niña.
-… -suspiro.
- ¿Y con quien es el pleito? – acomodo un mantelito para que hiciera juego con las flores.
- Con Inglaterra.
La mujer paró en seco, con el señor Arthur. – con el de las hadas.
- Si –respondió automáticamente sin despegar la vista de la ventana, el cielo estaba azul.
En Inglaterra…
El rubio más importante de la nación estaba que ni lo calentaba el sol ni en su oficina, aquellos ojos verdes fulminaban con la mirada a cualquiera que se la paraba en frente. Las hadas preocupadas zangoloteaban de un lado a otro tratando de calmar a su amigo quien ni el mas mínimo caso le prestaba, los duendes y otros nomos traían consigo té y bocadillos sus favoritos los cuales ignoraba olímpicamente.
- Que le pasara – hablo jazmín con un panecillo en sima de ella.
- No lose, a estado así desde que llego - contesto pino.
- Cállense los dos - dicto con enojo ya le dolía la cabeza con tanto cotilleo.
Las creaturas mágicas temblaron al escuchar la voz de Arthur nunca sonó así bueno desde aquella vez nunca la habían vuelto a escuchar.
- Huuy… ya cásese eso le hace falta. – hablo reno, quien acomodaba la taza de té vacía que se había tomado. Los demás seres se impactaron por tal comentario.
- No digas estupideces el señor Inglaterra casado, ja`h - hablo pino.
- Tú no las digas - le metió un zape Jazmín - no tiene nada de malo.
- Si lo malo es quien se anime a casarse con el - apunto al aludido.- no hay muchas personas que puedan vernos como él.- finalizo.
- Si tienes razón. – Hablo jazmín – tiene que ser una chica linda, y simpática.
- Que se ría de sus chistes malos.
- Que sepa cocinar.
- Que nos tenga paciencia no vaya a pensar que es medio rarito cuando nos vea hablar con él.
- Tienes razón de por si ya lo creen loco – finalizaron los tres en acuerdo.
Arthur se sentía indignado al parecer su enojo se esfumo pero algo le dolía en el pecho aquella imagen estaba muy adentro de su memoria como podría olvidarlo cada vez que recordaba a maría con Alfred sentía una punzada en el corazón. Tomo un poco del té frío que le habían traído mirando por la ventana era de noche se preguntaba que hacia esa niña en estos momentos.
En Canadá…
- Mattttty…. –le gritaba la morena al norteamericano que por primera vez deseaba ser invisible.
- Cálmate no creo que él sea de esas personas que lo malentienden todo.
- Matty – le miro la morena recordando le lo de aquella vez.
- Si lose, él pensó que te ibas a robar a santa que resulto ser Alfred.
- ¿Y aquella vez que? –le miro de nuevo.
- Si lo se y cuando él pensó que querías adueñarte de la junta de la ONU que resulto ser una fiesta sorpresa para Alemania, aunque no sé porque tenias que secuestrarlo. – dicto pensativo.
- ¿Y la otra vez qué?
- María-san me duele la cabeza todo lo que haces termina en mal entendidos.
- Lo se, y aun no sé por qué
- … -suspiro el canadiense.
- Bueno lo primero no me gusta que Arthur este enojado conmigo. No contesta su cel. y no responde mis recados.
- Uhmmm…
- Tienes que ir a verle. –coló una de sus manos morenas en el hombro del rubio.
- ¿Qué? Y yo por que- se apunto a sí mismo.
- Por que a ti no te hará nada, si mando a Alfred es capaz de matarlo, supongo, el amor es raro.
- ¿eh?
Al día siguiente….
En Inglaterra…
Arthur se paseaba de un lado a otro mirando su cel y los mensajes que le habían llegado no sabía si leerlos todos tenían el mismo destinatario MEKO se mostraba una foto de la morena sonriente junto al inglés sonrojado.
-Flash back-
- Vamos anda no te pasara nada- decía en suplica la niña.
- No y no, no me gusta que me tomen fotos –finalizo colocando unos papeles en su escritorio. La morena hizo un puchero por la respuesta del rubio en cuestión de segundos una sonrisa socarrona surco sus labios el inglés noto tal acción y un aire de preocupación surco.
- ¡¿q…que? –cuestiono preocupado por su integridad.
- Nada- sonrió tiernamente
- Como q nada - se acerco a ella.
- Si nada - seguía sonriendo.
Inglaterra le miraba curioso a veces México era impredecible con sus cambios de humor, en un rato podía ser una pilla, una chica linda, una salvaje y otros seria incluso a veces no podías saber lo que pensaba o tramaba.
- Inglaterra – se acercó la morena. El inglés la seguía mirando con curiosidad.
- mm…
- Si no te dejas tomar la foto – hablo inocentemente la morena.
- Si no me dejo tomar la foto ¿Qué? – miro uno de los papeles de su escritorio.
La morena le abrazo tiernamente esbozando una sonrisa. Que dando a la par del rubio quien estaba desconcertado por la cercanía de la mexicana.
- Te daré un beso francés-sonrió socarronamente
Al rubio se le subieron los colores por la amenaza.
- E… es… eso es una amenaza.-dicto tosiendo tratando de disimular el sonrojo.
- Sobre aviso no hay engaño –repitió acercándose peligrosamente al rubio.
Arthur retrocedía lentamente alejándose de la morena la cual le seguía a cada pequeño paso que daba, temblaba por la cercanía de esta que le amenazaba con darle un beso.
- Estas de broma hehehehe… - trato de encontrar algo lo que fuese para cubrir su rostro.
- Nop - maría paro la trompa para darle el beso – chuuuuuuuuu…
El rubio trago duro miraba aquellos labios que se acercaban a los suyos. La morena abrió los ojos al sentir la cálida mano del inglés cubriendo su boca.
- hehehehe… está bien tu ganas.
-Fin del flash back-
Arthur suspiro al cerrar el celular para no ver más aquella imagen.
- Ojala no me hubiera dejado tomar la foto - miro por la ventana el día estaba nublado - niña tonta siempre me haces hacer cosas estúpidas.
El inglés se había percatado de sus palabras un sonrojo asomaba por sus mejillas acaso…
Continuara…
