Disclaimer: Nada me pertenece, todo es propiedad de Marvel, Disney y demás anexados. Esto lo hago con fines de entretenimiento y no lucrativos
Lágrimas de una madre
Él había llegado, el sonido de las cadenas arrastrándose hacían eco por todo el castillo anunciando su entrada.
Frigga está ahí, viendo a su hijo ser llevado ante El Padre de todo como un esclavo más cuando, ante sus ojos seguía siendo aquel pequeño al cuál crió como si fuera suyo. Sus ojos irradian odio y sus palabras escupen veneno hacia su padre, hacía Thor, hacia Asgard… hacia todo, se pregunta si también escupe veneno sobre ella.
Su sentencia es dictaminada y aunque Frigga le suplicó a Odín no ser tan duro con Loki, él no se tentó el corazón y lo manda a los calabozos por el resto de su vida. Loki sonríe desinteresado mientras los guardias lo guían a su última morada y la reina llora en silencio.
A las afueras del castillo, una mujer y un bebé que apenas aprendió a caminar juegan felices entre los jardines, Frigga dibuja una sonrisa nostálgica que pronto se desvanece junto a la ilusión que ella misma creó dando paso a las lágrimas que incesantes recorren sus mejillas hasta caer en su vestido de tela fina.
Una noche por fin toma el valor de bajar a los calabozos e ir en busca de su hijo para hablar con él y hacerlo recapacitar, la entrada no fue compleja, Loki se nota desinteresado en ella, hablando con sarcasmos le pregunta si cree que pasará la eternidad leyendo los libros que le llevó, Frigga se nota entera pero en el fondo le duele su actitud ¿Dónde quedó ése pequeño que le pedía le enseñara más trucos de magia? Hace mención de su padre y de su hermano con un rencor palpable para cualquiera, por fuera se le ve fuerte pero su madre sabe que por dentro le duele, lo sabe desde Loki supo que es un gigante de hielo y no el hijo de Odín, como siempre se le dijo. Nuevamente discuten, sobre el puesto que a él le corresponde por nacimiento, y Frigga intenta hacerlo entrar en razón mencionando a su padre, tras el grito de "¡Él no es mi padre!" ve el odio puro en sus ojos y el dolor en su alma
–Entonces ¿Yo no soy tu madre? – pregunta con el corazón en la garganta
Un diminuto silencio se hace presente, como si al Dios le doliera responder
–No lo eres–es su respuesta final, Frigga guarda el dolor que esas palabras le causaron tras una sonrisa compasiva, la misma que siempre ha tenido para con sus hijos
–Eres tan perceptivo con los demás pero no contigo, Loki– ve a su hijo morderse los labios y ella le extiende las manos, sabe que en el fondo le duele, todo lo que está pasando le duele, él las toma pero se desvanecen pues al final resulta una ilusión.
La reina se encuentra al otro lado de la celda, tirada, llorando por haber mandado a una ilusión a la celda y no haber sido ella la que entrara, llorando por que su hijo no se arrepiente de nada, llorando porque tiene el corazón roto.
