Copo de Nieve
La ciudad estaba abarrotada de gente,
después de todo era víspera de navidad y todos celebraban a su
manera. Se divisaban hasta donde la vista alcanzaba. Parejas,
grupitos de niños o acompañados de sus padres, amigos que
celebraban la navidad juntos…. ¡Nadie estaba solo esa navidad ¡
¿O si?
El joven de cabello negro y mirada siniestra, Yuki
Takamine caminaba solo con la mirada en el piso mientras avanzaba,
inconsciente y consiente a la ves sumido en su tristeza izo las
compras para poder cenar esa noche. No cenaría como un rey ni se
daría lujos que otras personas se daban durante esas fechas. El
trabajaba muy duro para conseguir salir adelante, quedándole apenas
tiempo para sus estudios.
No tenia familia, ni amigos con quien
pasar esta época del año por lo que siempre terminaba comiendo
mientras estudiaba solo en su habitación ya que el no conocía otra
navidad distinta de esa o al menos no recordaba una mejor.
- Dos
kilos por favor- Pidió el joven al verdulero, el cual ya
estaba cerrando el negocio para irse a festejar con su familia-
Gracias
El joven tomo la bolsa con los dos kilos de tomate le pago
al hombre y se alejo caminando mientras este le despedía con un
"Feliz navidad" que Yuki pretendió no escuchar esto último por
que no le gustaba oírlo.
Pasando por un frío callejón llego a
una puerta en medio de un muro que abrió con una de sus llaves. Al
entrar se veían unas escaleras que subían tres pisos. Yuki subía
hasta el segundo donde habían dos puertas más y la de la derecha
con el numero 103 era la suya. Usando su segunda llave entra a su
hogar dulce hogar.
- Estoy en casa-Dijo el joven de negros ojos.
Aunque sabía que nadie le contestaría.
Después de cenar y
cambiarse de ropa el joven Yuki se dispuso a dormir y antes de cerrar
los ojos sin querer formulo un deseo.
-Desearía dejar de pasar
las navidades solo- Luego se durmió en el acto vencido por el
cansancio la noche paso y a eso de las dos de la mañana un fuerte
estruendo despertó a Yuki se quedo callado esperando sentir los
pasos de alguien en el piso de arriba o en otra de los departamentos.
Y no escucho nada ¿Pero por nadie más se despertó? Seguramente
están muy cansados.
El joven Yuki se levanto de la cama y se puso
los pantalones saliendo de su departamento vestido con tan solo esto.
Bajo las escaleras y abrió la puerta de la calle, de inmediato entro
una helada brisa que le hizo pensar que debió haberse puesto
camisa.
- De seguro fue un gato- Recorrió la vista en el
callejón y se detuvo en los botes de basura donde pudo divisar
una persona. De inmediato se acerco a comprobar que era un chica
vestida con un traje verde y rojo similar al atuendo de un
duendecillo solo que con una falda muy corta en lugar de pantalones y
un gorro de santa rojo en su cabeza.
- ¿Pero que rayos….?
El
joven intento levantar a la joven, era bajita de cabello largo y de
color verde esmeralda. De inmediato Yuki noto que estaba fría la
levanto notando que era muy ligera y la llevo a su pequeño
departamento. Allí la recostó en su cama y le tomo la temperatura
tenia fiebre, remojo un paño en agua y se lo puso en la frente se
sentó frente a ella a espera que despertara. Pasando así toda la
noche en vela hasta que cerca del amanecer el cansancio le venció
nuevamente y quedo dormido sentado frente a la desconocida.
Al día
siguiente abrió los ojos para encontrarse con que la chica estaba
despertando lentamente, se acerco para verla mejor y cuando ella
abrió sus azules ojos se encontró con un extraño semidesnudo
observándola a pocos centímetros de ella.
-¡Kyaaaaaa ¡
La
joven se a patadas, arañazos y bofetadas se saca de enzima a Yuki
quien cae hacia atrás un tanto adolorido. Mientras que la joven se
había refugiado en una esquina de la habitación observándole
asustada.
- S-Si intentas hacerme algo gritare tan fuerte que papa
vendrá con cometa a darte una paliza.
- ¿Cometa….?- Repitió
el joven antes de ser alcanzado por jarrón volador- ¡Aaaaah ¡
Yuki
subió la vista mientras sobaba su cabeza por el fuerte golpe.
-Casi
rompes el jar….- No pudo terminar la frase ya que un segundo
proyectil constituido de uno de sus platos voló hacia el.
-¿Por
qué me trajo aquí señor pervertido?- Dijo la pequeña que empezaba
a armarse de otros utensilios de Yuki, el cual después de unos
minutos logro calmarla y explicarle lo sucedido.
-Lo siento mucho-
Dijo finalmente la joven avergonzada de sus actos- Es que al verte a
ti así…
Yuki al darse cuenta de que estaba vestido solo con sus
jeans sale de inmediato de la habitación a cambiarse de ropa un
tanto avergonzado por la confusión que esto causo. Después de
cambiarse de ropa volvió a la habitación para ver que la joven
seguía hay esperándole.
- ¿Cómo te llamas?- Pregunto el joven
Yuki a la pequeña extraña – Caramel…..Caramel Closs… ¿Y
tu?
-Eh…Yuki Takamine, ¿Enserio te llamas así?
La joven
asintió y Yuki se llevo una mano a la cara en señal de
resignación.
-Bien, ¿Y tu familia?- Pregunto finalmente el
joven, impaciente de tener paz y tranquilidad- ¿Cómo terminaste
aquí?
-Me caí del trineo, ya que era la primera ves que
acompañaba a mi tío mientras repartía los regalos…le dije que
había un chico…que pidió un deseo y depuse recuerdo que sentí un
fuerte golpe en mi cabeza y caí.- Después de soltarle tamaña
rareza se quedo callada por un instante esperando la respuesta de
Yuki- El que pidió el deseo eras tu.
-¿Queeeee? ¿Tú crees que
me voy a creer eso? ¿Y como sabes que desee algo anoche?- La mirada
de Yuki ya no era amable sino que de reproche y sus negros ojos le
agregaban un aire de amenaza- Quiero una explicación coherente.
La
pequeña Caramel se sintió intimidada con la mirada de Yuki, pero
tomo fuerzas para defender sus argumentos- ¡Es verdad ¡ Por alguna
razón llegue acá…tal ves por tu deseo- Caramel se puso de pie-
¿Por qué no me crees?
-Por que es la historia más descabellada
que existe ¿Aun crees en Santa Closs? A pesar de tu edad ya deberías
olvidarte de eso- Yuki soltó un suspiro y se dirigió a la cocina
dejando a Caramel echa una estatua- Voy a prepararte el desayuno y
luego te vas ¿De acuerdo?
Caramel tardo un rato en volver en sí.
Para ella lo que Yuki acaba de decir resulto un enorme insulto pero
decidió guardar silencio ya que tenia mucha hambre y no seguiría
discutiendo con quien le iba a alimentar.
Desayunaron un par de
huevos revueltos y un pan. Caramel comió apresurada ya que tenia
mucha hambre en cambio Yuki comía pausadamente y a pesar de servirse
menos que Caramel, termino mucho después ya que comía
lentamente.
-¿Por qué estas vestida así?- Dijo el joven
mientras recorría con la vista a Caramel- Si vas por la calle
vestida así gente rara se te va a acercar.
-Es mi uniforme en la
fabrica de Santa- Declara con orgullo- Soy una persona muy
importante.
-Si Claroooooo- Responde Yuki con sarcasmo.
La
joven de verde cabello se molesta y se levanta al tiempo que declara-
¡Tu no tienes fe ¡ Mira y comprueba tu mismo- Se quita el gorro y
de inmediato Yuki nota algo extremadamente raro !Ella tenia orejas
puntiagudas¡. Yuki se acerca a Caramel para mirar sus orejas más de
cerca, pone su cara al lado de su oreja derecha para observarla mejor
y le da un pequeño tiron con su mano y Caramel soltó un
quejido.
-L-Lo siento- Respondió Yuki nervioso- ¿Qué te hiciste
en las orejas?
-Nada, nosotros los duendes nacemos así…bueno
soy mitad duende.
El joven se deja caer en un viejo y destartalado
sillón- Bien dejemos en que te creo y no a la vez… ¿Cuál fue el
deseo que pedí?
Caramel pone los ojos en blanco y responde un
tanto molesta- "Desearía dejar de pasar las navidades solo" –
Después de pronunciar esas palabras de inmediato se sonrojo y se
llevo las manos a los labios- No me digas que tu quieres una chica
p-para….después de t-todo si eres un pervertido.
-¡No ¡ Yo no
quería eso- Respondió Yuki aun más nervioso- Solo me sentía muy
solo.
Yuki bajo la mirada con un toque de tristeza, La joven
Caramel noto como un aire lúgubre le rodeaba.
-Pero hoy es 25 de
Diciembre, como regalo quiere ofrecerte mi compañía por este
día.
-¿Eh?
-F-Feliz Navidad- La joven le tiende una mano a
Yuki y este la acepta- Vamos a pasar una blanca navidad.
Yuki
acepta el extraño trato entre ambos y tomando un poco de su dinero y
sus llaves se disponen a salir pasear. Empiezan a mirar las vitrinas
aunque saben que ninguno de los dos lleva dinero para comprar las
cosas. Se detuvieron en un parque a descansar y Yuki gasto un poco de
su dinero para comprar café para ambos.
-Gracias… ¿Por qué
pasas la navidades solo?- Después de hacer la de inmediato noto que
había tocado un punto sensible- Lo siento yo no quise.
-No…resulta
que soy huérfano mis padres murieron y yo no quise ir a un orfanato
me escondí y busque trabajo- hizo una pausa y continuo- Yo y mi
hermana vivíamos juntos ella como era mayor me cuidaba y los dos
trabajábamos para sobrevivir.
Caramel tenía una enorme
curiosidad y quería decirle "sigue" pero al mismo tiempo se
debatía en la tristeza que le ocasionaba escuchar eso.
-Ella
murió el 24 de Diciembre hace 2 años- Después de decir respiro
hondo para evitar soltar un sollozo. De inmediato Caramel le abraza
fuertemente y el le devuelve el abrazo ¿Por qué le tomo tanta
confianza a esta desconocida? Ni el mismo Yuki podía entenderlo,
pero aun así lo permitió. Después de que Caramel se separara de el
hubo un incomodo silencio interrumpido por el gruñido de sus
estómagos.
- I-Iré a comprar algo- Dijo el joven un tanto
nervioso.
-No, iré yo….muestra que tengo que comprar y lo
comprare- Le respondió la pequeña de verde cabellera.
Yuki pensó
que no tenia nada que perder y le dio un poco de dinero y la mando a
comprar Pan de Melón cerca de hay.
El tiempo paso y Caramel no
volvía, Yuki ya se estaba preocupando. Se levanta y va al lugar
donde se supone que Caramel debió haber ido a comprar el Pan de
melón, pero no había nadie. Le pregunto al vendedor y le dijo que
efectivamente una chica disfrazada de duendecilla había comprado pan
de melón y se había ido. De inmediato Yuki sale corriendo en busca
de Caramel por todos lados ¿Dónde se metió esa niña?
Dobla por
un callejón y la encuentra rodeada de dos hombres que la estaban
acosando.
-¿Qué le estas haciendo a mi amiga?
Los hombres
voltean y de inmediato se largan a reir.
-Mocoso, eres muy
estupido ¿Acaso has venido a salvar a tu novia?
- Suéltenla y
váyanse.
Uno de los hombres le da una patada en las costillas que
le derriba y le deja un tanto aturdido. Entre los dos hombres
aprovechan y le dan una verdadera paliza a Yuki, le roban su
billetera con su escaso dinero y dejan a ambos tirados.
-Yuki
yo….lo siento
-¡Cállate ¡ Solo me das problemas.
-Perdona
yo
-No te quiero ver, no eres más que una mocosa que fantasea con
la navidad.
Caramel le da una bofetada que hace reaccionar a Yuki
pero ya era tarde. La joven de ojos zafiro se había echo a la
fuga.
La bofetada izo que Yuki se quedara un rato sentado
meditando sobre lo sucedido hasta que por fin decidió levantarse
para ir a buscarla.
Fue a su casa, no estaba allí, fue a la
panadería donde la había enviado, fue a las tiendas donde habían
pasado. Tampoco ¡¿Dónde se había metido?¡ Yuki estaba aterrado
de solo pensar que cosas le podrían pasar a una chica como ella
vestida así sola en una ciudad que no conoce.
Ya estaba
anocheciendo y no había rastro de Caramel, Yuki llega a un parque y
se sienta en una banca.
-Soy un imbecil- Mascullo mientras
apretaba los puños y le rechinaban los dientes- Aleje a la única
persona que presentaba interés por mi.
De pronto nota un sollozo
proveniente de otra banca en el parque se acerca lentamente por
detrás y nota un gorro de Santa ¡Caramel ¡ la chica estaba
llorando acurrucada en la banca.
-Caramel…
La joven voltea y
ve al muchacho de siniestro ojos detrás de ella y de inmediato trata
de hacerse a la fuga. Pero Yuki la atrapa del brazo mientras ella
forcejea por escaparse.
-¡Suéltame ¡- Reclamaba la joven de
cabello esmeralda mientras trataba de huir.
-¡No ¡ no te voy a
dejar ir sino me escuchas.
-¡Suéltame ¡
- Lo siento,
perdóname me comporte como un idiota… No debí haber dicho eso de
ti.
El forcejeo de la joven se volvía más leve pero no por
eso Yuki la soltó, sino que la atrajo más cerca y ella empezaba a
darle patadas en las rodillas y golpes en el pecho para
defenderse.
-Yo perdí la fe…Pero no es razón para que e trate
así. Perdóname, pero tú me ayudas a recobrar la fe.
-Suélame…
Los
golpes se redujeron a pequeños empujones hasta que terminaron.
Caramel se seco las lágrimas con la manga de su traje y después
miro a Yuki a los ojos.
-T-Te perdonare si me das un regalo
Este
asintió- ¿Qué quieres?
-Cierra los ojos y te lo diré.
Este
le izo caso a Caramel y ella se puso en punta de pies y apoyo sus
manos en los hombros de Yuki para poder besarle. En cuanto este
sintió el contacto la toma de los hombros y la atrae más
cerca.
Caramel toma su mano y deposita un pequeño objeto que Yuki
aprieta con fuerza. Luego cuando Caramel se separa Yuki se percata de
algo ¡Ella ya no estaba ¡ ¿Qué paso? ¿Se fue al Polo Norte?
Yuki
mira su mano y ve que Caramel le había dejado un pequeño cascabel
que el agito para escuchar su sonido y de inmediato se puso a llorar
y no paro en largo rato asta que descargo todo lo que hace años
guardaba dentro.
Los días pasaron y no podía evitar pensar
en Caramel la chica que había compartido con el más que otra
persona.
Yuki subió a su apartamento desganado sabia que si no
conseguía animarse no tardaría en empezar a planear cosas como su
suicidio. Abrió la puerta y encontró en la mesa de su habitación
una carta con cajita al lado.
"Si quiere volver a ver a
Caramel tienes que abrir esta caja que te llevara al Polo Norte en el
lugar donde vive ella.
Pero una vez que lo hagas no podrás volver
a tu hogar medita muy bien antes de abrir la caja solo tendrás un
día antes de que la magia se agote, luego será una caja
normal"
Yuki no lo medito dos veces y abrió de un tiron la
caja. De inmediato sintió como un fuerte torbellino le envolvía.
Quedo inconciente y cuando despertó estaba rodeado de nieve. Camino
por un rato hasta que dio con una cabaña de lo más pequeña en
medio de la nada.
-Por lo menos no moriré de frío-Al entrar en
la cabaña nota que no era lo que aparentaba sino una enorme fabrica
de juguetes llena de cientos de duendes trabajando, o al menos asta
que el entro.
-H-Hola de casualidad.
Un hombre vestido de rojo
un poco gordinflón con un rubor natural en sus mejillas y una
sonrisa de oreja a oreja se le acerca.
- Tú debes ser Yuki,
has sido un buen chico este año Ho-Ho-Ho.
- ¿Santa
Closs?
- Ven se de alguien que se alegrara de verte.
Caminaron
por gran parte de la fabrica hasta llegar a unos gigantescos
dormitorios donde paseaban más duendes. Yuki callo en cuenta de que
eran más bajitos que Caramel…. Bueno después de todo ella era
"Media duende". Le hacia sentir curiosidad.
Llegaron hasta la
entrada de una habitación y Santa toco la puerta.
- ¿Caramel,
linda estas despierta?
- Si….
Santa le da a Yuki un guiño de
complicidad y este pretende seguirle el juego.
-Te traje el
almuerzo, es tu favorito estoy seguro de que te lo comerás
entero.
Yuki se ruborizo por el sentido que se le podía aplicar a
esa oración.
-No tengo hambre tío.
-Vamos te lo dejare
adentro por si cambias de opinión.
-Bueno
Santa abre la puerta
y de inmediato se le acelera el corazón a Yuki.
Al entrar a la
habitación Santa cierra la puerta detrás de el.
La habitación
estaba pintada de rojo y verde con adornos navideños y en una mesita
de noche con un pijama que hacia juego con la habitación estaba
Caramel sentada dándole la espalda.
Yuki se acercó de puntillas
detrás de ella lo notara y cuando estaba a pocos metros de ella noto
que estaba llorando.
-La cena esta servida…
-¿Eh?
La
joven voltea y por unos segundos no puede dar crédito a lo que sus
ojos ven. De inmediato seca sus lágrimas y de un salto derriba al
joven.
-¡Ay ¡
-¡Yuki ¡
La roba un beso a Yuki, que esta
ves es correspondido.
