No era el mejor día de Simmons. Esa mañana Coulson había reunido a su equipo en el laboratorio para anunciarles que tenían una misión, algo en apariencia sencillo.

-Será coser y cantar- les había dicho, observándolos con esa sonrisa suya tan característica. Todos se agolparon a su alrededor. Todos excepto May, que se encontraba todavía en la cabina del avión.

-Nuestras operaciones siempre lo son, señor- repuso Ward, con gesto serio y cruzándose de brazos- Pero entonces, se complican-. Simmons intercambió una mirada cómplice con Fitz y su boca se curvó en una sonrisa.

-Como siempre, tu optimismo me asombra, Ward- se jactó Skye, que estaba a su lado- Podrías aprender un poco de mí…

-¿Aprender qué?-él la miró encarnando una ceja- Te queda mucho para ser oficial supervisor y poder enseñarle algo a alguien.

-¡Pues podrías aprender mucho sobre ser más positivo, por ejemplo!- antes de que los dos se enzarzaran en una pelea verbal, un fuerte silbido los interrumpió. Acababa de llegar May y todos se giraron a mirarla.

-¿Podéis dejar de comportaros como niños durante un minuto?- les dijo, colocándose al lado de Coulson.

-Gracias agente May- repuso éste, mientras Ward murmuraba una disculpa-. Oportuna como siempre- Coulson se aclaró la garganta y prosiguió. Como decía, será algo muy fácil. Tendrán que ir a comprobar cierto tema que ha llamado la atención de nuestra organización.

-¡Oh! ¿Es un 0-8-4?- le interrumpió Skye, emocionada-. Por favor, ¡dígame que es un 0-8-4!-. Coulson la cortó rápidamente con un:

-No. Al parecer, en cierto pueblo de Escocia ha habido un par de apariciones extrañas- su equipo le miró, en silencio por una vez- Fantasmas- recalcó.

-¿Fantasmas?- repitió Fitz, nervioso.

-¿Espectros?- se ilusionó Simmons, girándose hacia su compañero, que se hallaba a su lado y la miraba con una mueca. Los dos empezaron a hablar a la vez- Eso es…

-Inquietante.

-Sorprendente.

-Potencialmente peligroso y…

-…realmente increíble- Coulson alzó una mano para interrumpirles.

-Lo más probable es que sea una falsa alarma, pero hemos de asegurarnos de que sea así- Se volvió hacia May, que escuchaba en silencio, esperando órdenes- Irá junto a Ward a vigilar el pueblo. A cierta distancia, por si alguien muy humano es quién está detrás de esto y aparece para impedir que investiguemos- hizo un gesto a la hacker- Skye, hará preguntas a los aldeanos, evitando llamar la atención. Y FitzSimmons harán cuantas comprobaciones crean pertinentes con la tecnología de la que disponemos-. Simmons asintió sonriente, mientras Fitz hacía una mueca y murmuraba por lo bajo sobre fantasmas y cosas que daban miedo- Gracias a May, el avión ya se dirige hacia nuestro destino. Llegaremos en quince minutos, así que vayan a preparar sus equipos.

Ward y May no se hicieron de rogar y desaparecieron en dirección a la armería. Skye se marchó a recoger su ordenador, mientras Fitz y Simmons empezaron a hacer una lista de lo que debían llevarse, al tiempo que se movían por el laboratorio.

-El radar en el que estuvimos trabajando la semana pasada puede servirnos- Fitz hablaba atropelladamente, metiendo cosas en una mochila negra. Simmons asintió, colocando en el contenedor adecuado a Feliz, Mudito y Dormilón y asegurándose de que todos estaban listos para ser usados- Sólo es un prototipo pero estoy seguro de que funcionará.

-Sin olvidar el densitómetro- gorjeó Simmons, metiendo el aparato en su propia mochila- es imprescindible para…

-Simmons, ¿qué está haciendo?- Coulson, que no se había marchado, caminó hacia ella. La agente le miró sin comprender.

-Preparando mis cosas, Señor.

-Me parece que no me he explicado bien. Necesito a uno de los dos aquí y, dado que Fitz, se quedó la última vez, es su turno. Además, es escocés, lo que puede ser útil para ganarnos la confianza de la gente del pueblo-. Su mejor amigo, advirtiendo su decepción, se colocó a su lado.

-No me importa quedarme, si es por los turnos. Y Simmons me conoce bien, sabe lo que hay que saber de los escoceses-. Simmons le sonrió pero él estaba mirando a Coulson. Éste negó con la cabeza.

-Lo siento, la decisión está tomada.

De modo que, cuando el equipo salió del avión cinco minutos más tarde, Fitz se despidió de ella, recordándole que estaría al tanto de todo gracias al intercomunicador. Coulson, tras las últimas indicaciones a May y Ward, se reunió con ella en el laboratorio.

-Lo lamento, Simmons. De veras que la necesito aquí.

-No pasa nada, Señor- sonrió ella, sabiendo que estaría informada en tiempo real. Justo entonces, un hombre bastante alto entró en el recinto y Jemma perdió la sonrisa.

-Espero llegar a tiempo, Coulson- éste se adelantó para estrechar su mano y, entonces se volvió hacia ella- ¿Recuerda al Agente Sitwell?

La chica tragó saliva. El oficial, al que había disparado en el pecho hacía solo unos días, la miró con severidad. Ella trató de volver a sonreír.

-¡Agente Sitwell! ¡Qué sorpresa! ¿Cómo está usted?

Definitivamente, no era el mejor día para ser Simmons.