La teniente Hawkeye no había visto salir del lugar del incidente al Coronel Roy Mustang, y eso le empezaba a preocupar; así que se decidió a ir a buscarlo, contra las reglas… contra todo.

Diviso desde lejos una silueta tumbada en el suelo, parecía… muerto, no, definitivamente ese no era el coronel, eso era inaceptable, ¿Él? ¿El coronel sarcasmo? ¿El que jamás se dejaría matar de una forma tan vulnerablemente? Ella se acerco con delicadeza al cuerpo que parecía ser de Roy Mustang, con cautela, a lo lejos logro ver su rostro, en efecto era él.

Fue hacia él en cuanto se dio cuenta de que tenía razón, de que era él; corría a todo lo que daban sus pies, quería poder ver que se equivocaba al creer que estaba muerto, quería poder volver a escuchar su sarcasmo en cuanto llegara hasta él. Pero cuando lo logro, no fue así, su amado coronel estaba… muerto, llego a su lado sollozando

-Coronel Mustang, respóndame, dígame algo, por favor- decía una sollozante Riza ante el cuerpo de un, al parecer, muerto Roy Mustang- Roy, no me dejes - pedía la pobre Riza, soltando un grito desgarrador al lado de su amado, nunca se lo había dicho, pero ella siempre, desde el primer momento que lo había visto, lo había amado, en silencio, obedeciendo todas sus ordenes, por mas estúpidas que fueran, regañándolo por no hacer su trabajo a tiempo, escuchando sus ridiculeces; y ahora, lo tenía en sus brazos a punto de dejarla para siempre.- UNA AMBULANCIA –pidió desesperadamente, reviso a ver si tenía pulso… un débil latido… eso significaba que aún estaba a tiempo de salvarle la vida- UNA ESTUPIDA AMBULANCIA POR FAVOR- decía mientas las lagrimas resbalaban rápidamente por sus mejillas – Roy Mustang, por favor, no me dejes, te amo, siempre lo he hecho, por favor no me dejes- en ese momento llegó Amstrong con la ambulancia que tanto demandaba la teniente Hawkeye, ayudando a esta a subir a Mustang- Gracias por esto Amstrong, no sé que pasará si muere, es solo que…- un musculoso dedo se poso sobre los labios de una exasperada teniente

-Calma, estará bien, ya lo veras- subieron rápidamente a la ambulancia, él atrás acompañando a Mustang, mientras que la teniente Hawkeye se sentaba adelante a un lado del conductor, sin que esté lo notara, en un movimiento lento, saco el arma de su cinturón y lo apuntó directamente a la nuca del conductor

-Si no llegamos al hospital en 5 minutos y atienden a Mustang como se debe, me temo que tendré que apretar el gatillo ¿entendido?- el pobre hombre que conducía la ambulancia se limito a asentir con la cabeza, demasiado consternado por el arma que amenazaba con volarle los sesos en un abrir y cerrar los ojos, pisó el acelerador a fondo y decidiendo que aún quería vivir un poco más.

Llegaron al hospital, en lo que a la teniente se le hizo una eternidad, y antes de que la ambulancia hubiera frenado, la teniente ya había bajado para sacar a Roy de ahí y hacer que lo atendieran… por las buenas o por las malas, no importaba, lo único que quería era que salvaran al Coronel Mustang costase lo que costase, llego a su lado un hombre con una bata y muchos más detrás de él gritando cosas que ella no entendía, solo miraba fijamente al amor de su vida acostado en esa camilla sin moverse, ya ni siquiera parecía respirar, en un momento se paro enfrente de ella un doctor de edad avanzada pero que en los ojos denotaba autoridad

-Señorita no puede acompañar al coronel a la sala de operaciones, haremos lo que esté en nuestras manos para salvarlo, pero ha perdido mucha sangre y…- no pudo seguir ya que una fuerte mano jalo bruscamente

-No me interesa lo que crea, doctor, ese hombre saldrá de esa habitación vivo, cueste lo que cueste ¿ha entendido? – el doctor asintió con una seca cabezada, y zafándose de la mano de la poderosa teniente se fue directamente a la sala de operaciones.

Ya había pasado una hora desde que el doctor la había dejado en la sala de espera y Riza estaba muy nerviosa por la salud de Roy; de un momento a otro salió de la sala el doctor con una sonrisa de satisfacción, lo cual relajo un poco a la teniente

-La operación fue todo un éxito, señorita, el joven Mustang está bien, solo estará débil durante un mes más y no podrá volver a acción hasta que hayan pasado mínimo 6 meses; todavía está dormido por la anestesia que le aplicamos- le dijo el doctor a la teniente a modo de que se relajara

-¿Puedo verlo?- pregunto Riza de un modo que denotaba impaciencia

-Sí, pero sigue dormido, despertara dentro de unas horas, llegaron justo a tiempo para salvar al coronel – le aviso el doctor a la teniente- si hubieran llegado unos 5 minutos después él estaría muerto ahora mismo

-Lo sé –dijo, recordando al pobre conductor y a su arma apuntándole a la nuca para que condujera más deprisa "creo que el pobre tipo merece una recompensa por la tortura" pensó– creo que entrare a ver a Roy en este momento, si no le importa

-No, por supuesto que no, adelante, está en la habitación de ahí- dijo señalando una puerta que tenía a su derecha

-Gracias- fue lo único que atino a decir Riza. Corrió hasta la habitación donde, según el doctor, se encontraba Mustang. Al entrar en la habitación vio lo lindo que se veía el coronel al dormir, tan tierno, sin esa mascara de hielo que tenía todo el tiempo, se veía tan bien, arrimo una silla que había cerca de la cama, para así, verlo cuando despertara, encontró una revista cerca de la mesa y se puso a leerla, mientras esperaba a que su superior despertara. Al paso de unas horas un leve murmullo le indico que su coronel ya había despertado

-¿Riza? ¿Eres tú?- pregunto Mustang en un murmullo casi imperceptible. La nombrada volteo de una forma que bien se le podría haber fracturado el cuello

-Roy, ¡estás vivo!–decía al tiempo que aventaba la silla para abrazarlo- Creía que estabas muerto cuando te encontré, no sabes cuanto sufrí de verte así – decía entre sollozos, pero sin soltar ni un momento al coronel, le regresaron el abrazo con muy poca fuerza pero con entusiasmo

-Calma, no fue nada, solo una bala, como si no estuviera acostumbrado a ellas ¿no crees?-dijo refiriéndose a su teniente en cuanto a las balas

-Roy, ni siquiera herido cambias ¿cierto?-pregunto con un deje de ironía y lanzando un largo suspiro, la teniente ya empezaba a relajarse del estado de salud de su superior - el doctor dijo que no podrás volver a acción hasta dentro de 6 meses, así que aparte durante un mes necesitaras cuidados de alguien- decía mientras volteaba el rostro para que no notara la lagrima que acababa de escaparse de su ojo

-¿Y ya decidieron quien va a hacerlo?- pregunto, no sin notar la lagrima que había soltado la teniente- ¿o me dejaran escoger a mi?

-Creo que podrás escoger- decía la teniente haciendo esfuerzos porque no se le quebrara la voz

-En ese caso, ya sé quien estará cuidándome durante todo este tiempo-decía Roy sonriendo, mientras hacía que la teniente volteara a verlo- ¿Qué dices? ¿Me cuidaras todo este tiempo?

-¿Yo?-se podía ver que la teniente estaba muy sorprendida por la decisión de su jefe- No lo sé coronel hay mucho trabajo en el cuartel y...

-Creo que estar un tiempo fuera del cuartel no te hará mal, al contrario, creo que deberías hacerlo, además necesito de alguien como dijiste, y yo quiero que esa persona seas tú Riza