CAP 1 volverla a ver.
Estaba tal como la recordaba, incluso diría que se veía más hermosa desde la última vez que la vio, se sentía ridículo, debería odiarla, y trataba de convencerse de ello pero verla una vez más, después de un año, lo cambiaba todo, pero había algo diferente, tal vez era verla bailando semidesnuda sobre una mesa, o que ahora era karin quien estaba a su lado tratando de llamar su atención para que dejara de verla, pero era imposible.
Jamás se cansaría de verla, en sus delicados pies tenia puestos unos tacones que alargaban sus hermosas, tersas e impecables piernas, cubriendo su trasero que era el sueño de muchas y tal vez el punto más atractivo para muchos tenía un diminuto short, su plano vientre y su pequeña cintura estaban descubiertos y sus pechos, que tantas veces habían estado bajo sus manos, solo eran cubiertos por un sostén rojo, su cara no había cambiado nada desde la última vez que la vio, que no había sido hace mucho, pero el sentía que había sido una eternidad, sus perfectos labios color rosa, su pequeña y respingada nariz, sus grandes y hermosos ojos jade, su larga cabellera rosada estaba mucho más corta, a la altura de los hombros y no de la cintura como lo llevaba antes, no había duda, era una Diosa, una diosa desnudándose en medio de la fiesta de graduación frente a todos los pervertidos que la observaban a ella y a su mejor amiga Ino que conservaba menos ropa, y como era de esperarse los imbéciles del salón babeaban por ellas, y no los juzgo, pero son unos ilusos, eran chicas que estaban guapísimas y eran mayores, y tristemente eran unas zorras.
-Sasuke-kun vamos a bailar – escuchó decir a Karin a pesar de la estridente música, lo meditó unos segundos, no quería que ella lo viera, no quería que ella se acercara, no quería que ella le hablara porque sabía que en cuento ella lo hiciera todo se iría al carajo y correría a besar el suelo por dónde caminaba.
-No- decidió mientras veía a la pelirroja con dureza, sabía que no era su culpa, pero la pelirroja había aceptado estar a su lado sabiendo sus sentimientos hacia ella, y ahora tendría que aguantarse.
Karin era hermosa, tenía un voluptuoso cuerpo, una melena pelirroja, unas facciones finas, y esos extraños ojos marrones rojizos, su piel era morena debido a los constantes bronceados artificiales que se hacía, pero no era Sakura.
Sakura era el sueño de todo hombre, un sueño que él pudo vivir, no podía siquiera contar las veces que la tuvo bajo su cuerpo sudorosa y gimiendo su nombre, pero lamentablemente su belleza solo estaba en el exterior, su interior estaba podrido, el dolor que ella le había causado era incluso palpable para él, y verla era un infierno.
-Ya deja de verla teme, solo te haces más daño- solo hasta ese momento se dio cuenta no solo que su rubio amigo se había sentado a su lado, sino que no había dejado de verla en ningún momento, maldecía que Tayuya se hubiera llevado a Karin, pues era la única que impediría que hablara de este tema.
-Cállate Naruto- siseo con rabia, realmente detestaba que el dobe lo hubiera conocido tan bien en tan poco tiempo.
- Soy tu mejor amigo teme, sabes que puedes hablar conmigo, y haré lo que sea por ayudarte- mencionó con una sonrisa estúpida.
- ¿Qué te parece si mejor bajas a tu hermana de esa mesa, dobe? – Comentó burlonamente y lo escucho chasquear la lengua en señal de fastidio.
-Ya conoces a Ino, teme, es mayor y no me hará caso- dijo resignadamente – Y Sakura-chan menos, además están muy ebrias.
-Ese es un motivo aun mayor para ir a bajar a tu hermana semidesnuda y ebria para que el pervertido de Lee deje de tocarla-
-En realidad Lee no está tocando a Ino, solo está tocando a Sakura-chan, sabes lo obsesionado que esta con ella, pero nunca creí verte celoso teme- le dijo con una sonrisa burlona que hizo que el corto lapso de su buen humor se acabara, y terminara viéndolo con una mirada asesina.
-Ya, ya teme cálmate – le dijo mientras ponía su mano detrás de su nuca y sonreía – Aún te duele no es así? – preguntó cambiando a una expresión de preocupación.
- Maldita sea, cállate Naruto – gritó, un grito que nadie más escucho por el fuerte sonido de la música.
-Ya ha pasado un año, ehh? – siguió hablando Naruto – Recuerdas como sucedió todo? Cuando llegaste a Konoha, entraste al equipo de Futbol, cuando elegiste a Sakura-chan como tu iniciación, y después cuando ella… - se calló abruptamente
-Hmp… claro que lo recuerdo dobe…perfectamente
