¡Hola!

Si has entrado a este fic te agradezco mucho el que le estes dando una oportunidad.

Bueno esta extraña historia mezcla el au de Fujio Rock y en donde trabajan en un aeropuerto.

Advertencia: Las parejas que esta historia contendrá son KaraIchi, OsoKara y Jyushiichi, pero primero se partirá con KaraIchi.

Si ya has tenido alguna experiencia con mis otros fics y te estes preguntando ¿Que diablos tiene esta chica con los traumas amorosos? Pues...son mi especialidad.

Ni el anime, ni la imagen son de mi propiedad.

Espero que les guste y se narra desde el punto de vista de Ichi.


¿Para qué continuar latiendo por un imposible? Si esté jamás me será permitido acariciar.

¿Para qué seguir maltrecho? Si ya tengo la certeza de que mis fantasías caerán y se destrozarán cual cristal.

Soy un jodido masoquista.

Desde que adquirí consciencia sobre el único deseo que regía mi cerrado y punzante corazón, y los talentos ocultos que entre mis dedos florecían, alguien siempre se ha impuesto hacia mis anhelos, señalándome lo ridículos y poco factibles que estos son. Lo estúpido que es soñar con los ojos abiertos y besar con fe un futuro que no camina hacia ningún lugar; pequeño y descalzo, inocente y trémulo, de rostro gentil y mirada extasiada. Les he fallado, fracase ante quien tuvo la desdicha de conocer está cínica personalidad.

Cuando rendí la prueba de ingreso universitario le prometí a mi familia que si obtenía un buen puntaje me encaminaría hacia la institución que ellos escogieran, y seguiría con la tradición de estudiar algo relacionado con la rama de la medicina. Ellos no debieron esperar más que engaños y patrañas de un hipócrita traidor. Fue su error; ya que yo no simplemente saqué un excelente puntaje, sino que también, fui premiado con una codiciosa beca en artes.

Y sin escuchar la seductora voz de mis demonios o hacer caso al dolor en mis músculos por las cadenas con las que me ataron, me escapé de mi hogar hacia una pequeña provincia, a estudiar en la universidad que yo quería, con mi dinero, sudor y esfuerzo.

Escuchando por primera vez lo que me rogaba mi quebrantado y corrompido, pero, aun así, inocente, espíritu.

"Que tontera" Musite metiendo las manos dentro de los bolsillos de mis jeans, repasando con la mirada los hogareños locales de esa nueva y rustica ciudad "De igual forma no dejare esta estupidez a medio hacer" Me animé, antes de tomar una manilla de plata e ingresar a un elegante y poco conocido café.

El establecimiento poseía paredes de mármol decoradas con un cálido color caoba, un agradable aroma a expreso se impregnaba en el lugar, sus pisos eran flotantes y resplandecían con las lámparas de sencillo diseño, los asientos tenían un toque bohemio y contemporáneo, simulando ser un banquillo, cuando al tacto se asemejaban a un cojín relleno de plumas, con un gran escenario al centro siendo ocupado por una risueña chica.

"¡Ichimatsu!" Cada uno de mis músculos trepito al escuchar la alegre y chillona voz de Todomatsu "Por acá" Bajando la nuca ante las miradas de los demás comensales, me encaminé cerca de la barra en donde él preparaba el café "Diablos, no pensé que vendrías"

"En la mañana tú fuiste quien me amenazo" Le recordé con el ceño tenso y la mandíbula apretada.

"Oye, si nos van a forzar a compartir dormitorios en la universidad" Su blanca y pequeño mano me golpeo la sien sin ningún cuidado "Quiero comenzar a ser tu amigo"

"Tsk" Volteé el rostro fingiendo leer el menú sobre la barra "Amigos"

"Pero que cruel" Se quejó oscureciendo su adorable mirada rosácea "Sería una lástima que alguien saboteara tu bebida o algo así" Esa mueca filosa me rebano "Después de todo si no somos amigos no tengo ninguna obligación moral contigo" Él era el mismo diablo vestido con satín y un par de alas de brea pintada.

"¡Atención por favor!" Un hombre de traje morado y prominente dentadura fue quien se robó el escenario "Mis queridos y fieles clientes, para agradecer sus generosas propinas" Pude presenciar como Todomatsu rodo los ojos, fastidiado "Les he traído nuestro número más galante y famoso" Una horda de aplausos y eufóricos gritos femeninos lo silenciaron "Espero que lo disfruten"

Después de que aquel hombre terminara con su discurso, un joven de cabello rebelde; con varios mechones azules, un par de ojos profundos, vestuario a la moda, y una guitarra acústica entre sus manos fue alumbrado por el único reflector antes de encaminarse hacia el micrófono y comenzar a tocar acordes simples.

"¿Quién es el idiota?" Le pregunte un tanto intrigado.

"Karamatsu" Bramó el más bajo "Él trae locas a todas las chicas del local" Sus celos se hallaban tatuados sobre su frente "Es malo para las ventas que él nunca se quede después de presentar"

"Que altanero" Bufe acomodándome en un banquillo frente a mi compañero. Observando como la música parecía envolver al cantante.

No era una canción muy complicada la que él estaba interpretando, tan solo una versión pop de un clásico de los Beatles, sin embargo, por la gracia con la que sus dedos parecían danzar con la guitarra, por la sería expresión con la que se ahogaba cada vez que vivía la melodía, por como cada espectador se veía envuelto en un pacífico, y dulce arrullo cual niño ingenuo, pude asegurar que él tenía un toque especial.

Pronto, cuando el público se encontraba hipnotizado en el segundo estribillo, los ojos del cantante se abrieron para recorrer el lugar y quedarse clavados en donde atendía Todomatsu, entregándole una sincera y coqueta sonrisa que logro erizar mi piel.

"¡Viste!" El de delicadas facciones salto eufóricamente detrás mío, abrazándome por los hombros, presionando mi espalda con el éxtasis goteando "Karamatsu te sonrío" Mi rostro se calentó cual infierno sin saber la razón.

"Claro que no" Me esforcé por controlar mi voz "Es obvio que era para ti Totty" El nombrado rio, rodeando mi cuello con sus brazos, forzándome a mirar al cantante al apretar mis mejillas.

"¿Eres tonto de verdad o solo lo finges?" Me susurro para que volviera a chocar con esa enigmática mezcla de zafiro y añil "Es evidente que él está babeando por ti"

"¿Y porque eso me interesaría?" Tenía un orgullo que proteger "Él es un petulante" Y aunque me trate de defender no pude quitar más mi atención de ese doloroso idiota. De cierta forma él resultaba encantador.

Una vez nuestras miradas conectadas ya no se pudieron liberar; era como si un magnetismo nos obligase a permanecer de esa manera, como si pudiese hallar la misma tranquilidad bañándome por esa expresión, y atado al melódico sonido de su voz. Cuando la presentación acabo el chico se despidió con una cordial reverencia al bajarse del escenario para desaparecer del local y quizás de mis memorias, desvaneciendo como el sueño que fue.

"Luces decepcionado" Se mofo el más bajo extendiéndome una gran taza negra rellena con capuchino y crema "Que no te sorprenda, es lo que él siempre hace" La fina capa que emitía la bebida no me dejo ver esa expresión "Él es un casanova sin valor"

"Me importa una mierda si se fue o no" Gruñí antes de probar el agradable dulzor de la espuma.

"Eso es cruel" Apenas reconocí una tercera voz a nuestro lado tosí el líquido que estaba probando para, atónito, chocar con esas mismas orbes azules al frente mío "Y yo que me había quedado para saber de ti"

"¿Qué?" No supe cómo acabar cuando sus manos se encontraban acariciando mis labios.

"Te quedo un poco de espuma" Murmullo divertido, lamiéndose los dedos "Deliciosa, por cierto"

"Tan arrogante como te había imaginado" Declaro Todomatsu ofreciéndole una taza igual a la mía "Y no eres tan galante de cerca" Con fiereza le sonrío.

"¿Por qué nunca antes te había visto por acá?" Reí ante la frialdad que él le enseño a mi amigo "Estoy seguro de que te recordaría sí hubieses estado aquí"

"Hace un par de semanas llegue al pueblo" Murmulle divertido "Y es la primera vez que me animo a venir a la parte céntrica, o mejor dicho me obligaron a conocer" Eleve una ceja sin despegarle la mirada a la taza "Pero eso a ti no te debería importar" Esboce una cínica sonrisa al finalizar "Kusomatsu" Su rostro se deformo ante las risas de Todomatsu para luego dibujar una gentil expresión.

"You´re so cute, my kitty" Estruendos que se intensificaron ante mi nuevo apodo.

"¡¿Cómo me llamaste?!" Colérico me levante de mi banquillo para agarrarlo del cuello de su ridícula chaqueta de cuero "¿Estás buscando pelea?" Él ni siquiera se inmuto "¿Tan pronto buscas morir?" Él me ponía nervioso.

"Lo lamento" Murmullo revolviéndome los cabellos "Es solo que" Repentinamente lucía apenado "Creo que quede fascinado contigo"

"Doloroso" Gruñí antes de azotar su mano.

"Y me encantaría saber más de ti" Un extraño cosquilleo inundo hasta la última vena de mi cuerpo al confrontar esa desconocida sinceridad "¿Puedo?" Él era un sujeto extraño "Por favor" Pero ese extraño encanto fue el que me atrapo.

"Soy estudiante de música en la escuela de artes" Aquellas palabras escaparon de mi boca sin mi consentimiento, dejándome vulnerable y expuesto "Toco el bajo desde hace cinco años, más o menos, y Todomatsu, mi compañero de cuarto" Lo presente arrebatándole su puesto de espectador "Se encarga del teclado"

"¿Dos músicos también?" Una juguetona sonrisa entre sus pómulos nació "Interesting" Se repitió acortando la distancia entre nosotros dos, asfixiándome con el varonil aroma que su cuello desprendía, y las gotas de sudor que por su frente corrían.

"Aunque nosotros nunca nos hemos presentado como tú" Se quejó el más bajo tomando el contenido de mi taza de café, repasándose el labio con la lengua "Es una pena" Completamente satisfecho. El lobo con perfecta piel de oveja.

"Mi amigo Jyushimatsu y yo tenemos algo así como una banda" Deliro en voz alta "Y estábamos pensando en convertirla en algo más serio al añadir miembros en ella" Sus grandes y cálidas manos acunaron las mías consiguiendo que ambos nos viésemos envueltos en un espasmo "Me gustaría escucharlos a los dos tocar para que podamos trabajar juntos"

"¡Por supuesto que!" No pude terminar de gritar al tener la palma de Todomatsu cubriendo mis labios.

"Sera un gusto para nosotros" Me corrigió con una mueca gélida y una expresión de pura amenaza "Verdad ¿Ichimatsu?"

"Ichimatsu" Balbuceó el cantante un tanto apenado "Es un nombre muy bonito" Mi rostro nuevamente ardió, mis brazos se relajaron ante su tacto, las espinas a mi alrededor se comenzaron a marchitar. Estaba perdido.

"Quizás lo podamos intentar" Perdido por él "Karamatsu" Con la sonrisa ingenua y esa mirada ilusionada, los tres sellamos nuestro destino aquella agradable noche al son del jazz.

Y tal como Karamatsu lo había planteado, yo y Todomatsu en su banda nos quedamos. En aquel pequeño y soñador grupo de trajes cambiantes y personalidades chocantes con los años crecimos; los cuatro integrantes practicamos hasta quedar agobiados, nos frustramos con el aumento de ego, peleamos por el título y los fracasos, nos reconciliamos, hasta que logramos convertirnos en una sensación con dos modestos álbumes.

Luego de cuatro años de trabajo finalmente sentía que el esfuerzo y las mofas que había tolerado por esos desquiciados sueños descalzos, estaban cobrando sentido. Por primera vez me tatué que en mi corazón el problema no se encontraba enterrado, ni era en mi mente la que se fundía la locura.

Ante el recuerdo de cada escupida de desprecio y pisada de insensibilidad me sentía satisfecho. Grandiosa sensación.

Actualmente nos encontrábamos ahogados por las luces del reflector, extasiados por los gritos de nuestro animado público, confiando a ciegas en el talento del contrario, en el último concierto de la primera gira que había lanzado nuestra naciente carrera. Con el corazón agitado, la garganta irritada de tanto gritar, los dedos cansados, el cuerpo adolorido y las ojeras mal cubiertas con maquillaje continuamos tocando nuestra canción, con esa dolorosa pero encantadora voz.

Antes de dar la reverencia final indicándoles a todos que se debían retirar Karamatsu nos invitó a dejar nuestros instrumentos para ubicarnos en los podios más cercanos al público, despidiéndonos con un verdadero afecto. Sin que el telón se logrará bajar, el muy maldito me había robado un beso en medio del escenario, quedando complacido con mi rostro repleto de vergüenza y los chillidos de nuestras fanáticas.

"¡Eso estuvo increíble!" Todomatsu eufórico se lazo hacia mis brazos, arrojándonos a ambos al suelo al haber perdido todas mis fuerzas en esas maratónicas cuatro horas "¡Ichimatsu!" Gruño al haberse golpeando la cadera.

"¿Qué te he dicho de arrojarte así Totty?" Aunque le gruñí por lo bajo no deje de sonreír.

"Eres un debilucho" El puchero que él esbozo me irrito "Karamatsu Nii-san, ayúdame" Chasqueé la lengua al ser testigo de la confianza que había nacido entre esos dos. El de mirada zafiro con temor a replicar, auxilió al tecladista para levantarse del suelo.

"Ichimatsu" La gigantes y gentil sonrisa de Jyushimatsu había relajado mi ceño "Dame la mano" Resignado consentí que él me levantara para envolverme en un hostigoso abrazo "¡Sí lo hicimos!" Su contacto jamás me molesto.

"Deberíamos ir a celebrar" Propuso el más bajo acomodase el cabello, el cual ahora lucía orgulloso con un par de mechones rosados.

"¡Sí!" El de imborrable expresión me levanto del suelo como si fuese una especie de juguete para agitarme "¡Hustle, Hustle! ¡Muscle, Muscle!"

"Ustedes dos" Gruñí acariciándome las nacientes arrugas de la frente, esperando para volver a tocar las baldosas del piso y terminar con esta tontera "Yo voy a descansar un rato" Estaba realmente agotado.

"De hecho, my little kitty" El eléctrico tacto de Karamatsu sobre mi hombro me frenó "A mí me gustaría ir a celebrar" Y a pesar de encontrarme exhausto y fastidiado por la multitud "Puedo prometer que será divertido" Por él aceptaría.

"Más vale que lo cumplas, Kusomatsu" Por él aceptaría una y otra vez.

El más alto con una sonrisa satisfecha y galante acuno mi mentón entre sus heridas palmas para compartir un largo e inocente beso superficial, en el cual, el aire entre nosotros no existió, el tiempo se perdió y nos mofamos de la distancia. En donde mis manos se enredaron entre sus cabellos y las suyas volvieron a saborear cada centímetro de mi piel.

Un beso en el que, ambos respiramos la tentación y saboreamos el pecado, mi nombre se esfumo para entregarse y ser esclavo de aquellos dulces labios.

"Qué asco" Chillo el de vestimenta rosa "Si van a hacer sus cosas de pareja consíganse un hotel" Ambos apenados, sin poder disimular aquella ingenua chispa de imprudencia y lo que se pretendía disfrazar como verdadero amor, suspiramos.

"¿Un hotel dices?" Su expresión enmarcada por la arrogancia y su mirada encendida por la pasión me hicieron temblar "Pues tal vez eso hagamos más adelante" Musito abrazándome por la espalda, robándome la respiración "Nosotros nos contuvimos muchos al ir de gira con ustedes dos, deberían agradecer esa consideración" Parpadeé atónito al apreciar como esa imborrable sonrisa se esfumaba, para ser reemplazada por una latente melancolía y el polvo de la decepción, sin poder hacer nada más que observar.

"¿Estas bien?" Mi voz no le pareció llegar "¿Jyushimatsu?" Él finalmente me miro, con los ojos cristalinos y el alma destrozada.

"¡Claro que sí!" Y así engañarnos, una vez más, con su característica actitud. Tan solo lo pretendí ignorar.

Era una basura incombustible de amigo.

Sin que Karamatsu y yo nos pudiésemos apartar, los cuatro abordamos la camioneta con servicio de seguridad para encaminarnos hacia nuestros extravagantes apartamentos. En el asiento trasero mi pareja se dedicó a juguetear con los largos mechones morados de mi cabello, a mimarme con dulces versos de amor, a apegarse en los rincones vacíos de mi cuerpo, a hundir más su marca en mi interior, a escribir con la tinta de su alma su nombre, para que ya no me pudiese librar.

Aunque a nosotros dos nos costó trabajo comenzar con una relación al tener el mismo interés profesional, ese incondicional apoyo, y rebosante cariño me acabaron atrapando, convirtiéndome en un prisionero más del galante de televisión.

"Realmente extrañaba tenerte a mi lado" Y a pesar de ser una decisión caprichosa e impulsiva "Mi lindo Ichimatsu" No me puedo arrepentir.

"Si te vas a poner a decir cosas cursis te arrojare por la ventana, Kusomatsu" Él fue la mejor elección que pude haber tomado.

"I'm sorry, solo parecías querer amor" Él beso mi frente sin perder ese toque de elegancia antes de aferrarse a mi vientre.

"Maldito idiota doloroso" Demostrándome como todas las mañanas que mis fantasías no eran las erradas.

En la camioneta no hubo más ruido que el de nuestras respiraciones y la misma estática; tan solo nos dejamos recostar agotados por esas dos semanas y hastiados con nuestra compañía. En una hora el vehículo se estaciono frente a nuestro condominio invitándonos a subir al último piso del edificio, en donde, solamente yacía nuestro apartamento y el que Todomatsu compartía con Jyushimatsu, justo al frente del nuestro.

Emocionados, los cuatro, pasamos al hogar de nuestros compañeros por un par de cervezas y risas sin sentido; a diferencia de mi hogar compartido con Karamatsu, el de Totty era organizado y estiloso, con varios adornos de nuestros viajes y fotografías de nuestra evolución. El diablo era un vanidoso con vergüenza enterrada.

"Me gustaría que para la siguiente gira consiguiéramos un autobús más grande" El de facciones finas se quitó la chaqueta rosa para arrojarla sobre el sillón "Fue desagradable estar tan juntos" Y comenzar a buscar una película al azar en el cable.

"A mí no me molesto" El murmullo de Karamatsu en contra de mi oreja consiguió que me estremeciera levemente sobre su regazo "Especialmente estar cerca de Ichimatsu"

"De verdad no me puedo acostumbrar a esto" Balbuceó sacando de la nevera un six pack de cervezas, bebiendo con necesidad la primera "Son tan raros como pareja"

"Pero funcionamos gracias a mi encanto" Mi labio se deformo ante la dolorosa pose de mi amante "Y the power of love"

"Enserio" Todomatsu se acomodó a mi lado "¿Qué le viste a ese idiota?" Las vastas y gruesas cejas de mi pareja se arquearon denotando molestia.

"No tengo la menor idea" Fui guía de la sinceridad "Pero de todas formas aquí estamos" Él más alto agarro mi mentón para conectar una densa y magnética mirada.

"Sí" Su sonrisa provoco que algo dentro de mi pecho explotara "Aquí estamos"

Jyushimatsu no hizo más que sonreír, apoyándose en un rincón para fingir haberse interesado por aquella aburrida película de horror, sin adquirir el valor para en ninguna instancia, devolverme la preocupada mirada. Y yo, como el falso protector que soy, me trague esos engaños al ser seducido por la comodidad.

Era más fácil pretender que el problema no existía a confrontarlo.

Cuando la noche se coló por el balcón de ese ostentoso apartamento, y las latas eran lo que resonaba en contra del suelo, Karamatsu y yo decidimos regresar a nuestro hogar con la intención de descansar y mañana poder comenzar con lo que sería el estreno de un resplandeciente y novedoso álbum.

Nosotros ni siquiera entramos a nuestra sala cuando sus manos ya se encontraban despojándome de la ropa, tirando mi abrigo hacia algún lugar, depositando sus labios en contra de mi cuello, saboreando mi piel, recorriendo con sus eléctricos y mágicos dedos mi estómago debajo de esa suelta y fea polera. Nos necesitábamos.

"Te ves emocionado" Él me empujo en contra de la pared del comedor para lamer destilando lujuria mis hombros "K…Karamatsu" Jadeé aferrándome a su espalda, incrustando mis uñas en esa ridícula prenda con mangas de malla.

"Fue muy difícil para mí el reprimirme" Su voz se encontraba cubierta por un instinto animal "Tener que abrazarte en las noches y ya" Su mirada teñida por el hambre "No fue justo" Y su boca guiada por una incontrolable hambre.

"¿Crees que para mí lo fue?" No logre disimular mi puntiaguda expresión al intercambiar posiciones "Nunca habíamos tenido que pasar tanto tiempo así" Fue lo que le murmure antes de alzarme ligeramente en la punta de mis pies y fundirnos en la pasión.

Sus labios cegaron cada uno de mis sentidos, su aroma me enveneno hasta perder la noción de mi propia identidad, un espasmo de electricidad azoto mi columna vertebral cuando él me levanto de las caderas para arrojarme sobre nuestro desordenado y tosco sillón, metiendo sus piernas entre las mías, tomando mis cabellos entre sus manos, humillándome al hacerme rogar por más.

Pronto nuestras esencias se mezclaron en un necesitado vaivén al igual que nuestro sudor. Lo único que se lograba escuchar en la habitación era el rechinar del sofá junto con nuestros acalorados jadeos enterrados. Karamatsu antes de separarse mordió mi labio inferior para sonreír de manera arrogante al perderse en mi expresión.

"Que descarado eres al seducirme con esa clase de mirada" Cientos de agujas cosquillearon por mis músculos cuando con su dedo él comenzó a delinear mi abdomen "Tan hermoso" Su lengua recorrió mi pecho "Pero difícil de alcanzar"

"Fue culpa de todo el trabajo con el álbum" Me defendí con la respiración agitada y la sangre calcinando "Mañana estaré igual de malhumorado ahora que estrenamos material" Pronto esas caricias de fuego y frenesí, se detuvieron.

"Ichimatsu" El sabor a alcohol en la garganta y esa terrible jaqueca se esfumaron al ser testigo de esa extraña y cortante expresión "Hay algo que te tengo que decir" Eran pocas las veces que él me dejaba de coquetear para enseñarme una faceta de seriedad.

"¿Qué es lo que ocurre?" Y esas pocas instancias siempre nos lastimaban "¿Karamatsu?" Con una impropia delicadeza me incline en el sofá, apoyándome sobre el codo, para tomar su rostro entre mis manos.

"No creo que esto de la banda funcioné conmigo" No fui capaz de disimular mi sorpresa al dejar caer mi mandíbula junto con la mirada "No es lo que esperaba"

"¿A dónde?" Mis cejas se fruncieron "¿A dónde mierda quieres llegar?" Las espinas nuevamente se habían clavado en lo más profundo de mis anhelos, tratando de defender aquel indefenso e infantil sueño.

"Fue lindo poder ir de gira y sacar más de un éxito, sin embargo, no me veo dedicándome todo el resto de mis años a esto" Con la frustración azotando cada uno de mis nervios lo pateé lejos del sillón, consiguiendo que él cayera de espaldas en el piso.

"¡¿No crees que es un poco tarde para decidir eso?!" Asqueado me levante del sofá con los ojos llorosos de cólera.

"No es mala idea separarnos" Esto era doloroso "Tomarle un tiempo a la banda" Demasiado para soportar.

"¡Fue toda tu puta idea lo de juntarnos!" Con la garganta ardiendo de lo seca que se encontraba.

"Lo sé" Con las manos cansadas al tener las uñas enterradas "Solo no fue como lo soñé" Y el corazón despedazado solamente por él.

"Pero que fácil debe ser esto para ti" Me quebré "Aunque no esperaba más de un cobarde"

"Ichimatsu" A pesar de que me llamó ya no lo quería escuchar "No estoy diciéndote que necesito un tiempo para siempre, solo por un rato"

"Hipócrita" Bramé dándole la espalda, cruzándome de brazos, negándome a respaldarlo.

Me sentía como un imbécil siendo ridiculizado y expuesto bajo las luces de su propio escenario.

"Quiero ejercer por un rato mi verdadera profesión" No contuve mi risa sarcástica al escuchar aquellas tonteras.

"¿Piloto de avión?" Le pregunte azotándolo antes de que me pudiese tocar "Vas a dejar toda esta fama para ir a jugar al cielo" Mis palabras se enredaron en mi garganta formando el lazo con él mi cuello quedo atrapado "Que bonito" Y la daga que a mi pecho amenazo.

"No entiendo cuál es el problema, acabamos de terminar una gira, tenemos más de medio año para trabajar en nuevas canciones y seguir siendo una sensación" Él nuevamente se trató de acercar "¿No puedo probar eso por un rato?" Siendo rechazado al yo retroceder asustado por la amenaza de la incertidumbre.

"Puedes irte al carajo si así lo quieres, no me importa" Me arrepentí de mis palabras cuando él su nuca bajo "Tan solo eres una molestia" Murmullé sabiendo que esa herida no cicatrizaría más.

"Tienes razón" Aquella hermosa mirada pronto se transformó "No te lo debí haber dicho, que estupidez" Antes de que él se fuera del apartamento mis brazos lo rodearon, temblorosos y aterrados. Asustados de perder al hombre que significa el ser feliz por otro sueño.

"Lo lamento, no era enserio" El chico del que nunca podre ser merecedor "Es solo que"

"¿Solo qué?" Su tono regreso a esa gentileza característica.

"Ya no sé cómo estar sin ti" Mis mejillas ardieron, el corazón me apretó hasta gotear, mis manos se aferraron con más intensidad a esa horrible vestimenta "A mi" Escondiendo mi rostro en el hueco de su espalda, evadiendo esa tortuosa vergüenza "Me da miedo perder esto"

"Mi lindo Ichimatsu" Suspiro queriendo voltearse en vano.

"Tengo miedo que encuentres algo mejor que yo y te vayas" Al no poder competir con su fuerza acabe siendo prisionero de sus brazos y sometido antes esos resplandecientes zafiros.

"Yo nunca encontraré algo mejor" Esas palabras, tan brutas, y toscas "Eres la única razón para que siga creyendo en poder avanzar" Tal vez "Eres mi más grande tesoro, amor" Tenían un atisbo de verdad.

"Me irritas" Chillé restregándome en contra de su pecho, deleitándome por el desenfrenado latido del que era esclavizado su corazón "Enserio me irritas"

"Tú me pareces tan adorable" Rio antes de depositar un beso sobre mi nuca "Sé que puede lucir aterrador que me marche así nada más, es solo un capricho mío el querer intentar, pero"

"Para ti es importante" Suspire recogiendo los fragmentos de mi orgullo "Esta bien, puedes hacerlo mientras no descuides a la banda y equilibres ambas cosas" La sonrisa que él me regalo no tuvo precio, tan solo se quedó grabada entre mis empolvadas y presuntuosas memorias.

"¿Cómo logras enloquecerme tanto?" Con las yemas de sus dedos él alzó mi mentón "Siento que cada día te amo un poco más"

"Y espero que así lo sigas haciendo" Sin romper la electricidad entre nosotros dos lo bendecí con mi sonrisa más falsa "Mi Kusomatsu"

Y aunque estaba siendo carcomido hasta los huesos por el miedo, temblando al ser prisionero de las densas sombras amenazándome con la daga de mis inseguridades y mi egoísmo, está vez me mantendría firme para sostener por lo que su caprichoso ser rezaba. Porque a Karamatsu eso le importaba, porque era lo que lo mantendría con esa ridícula personalidad encendida por la esperanza.

Lo que en ese entonces no sabía es que esa misma determinación, sería la que escribiría el punto final en nuestra historia de amor.

Todo Romeo debe morir en medio de la obra.


Solo fue una introducción de como se conocieron y llegaron a ser la banda que son.

Bueno no sé si quedo claro pero Karamatsu se decepciono de la vida en una banda, por eso quiere probar lo que de verdad estudio, para asegurarse de no haber hecho la apuesta incorrecta.

Ichi no esta tan mal al temer, porque las cosas en una relación pueden cambiar mucho cuando se conoce a alguien más~

Y eso...si llegaste hasta acá muchisimas gracias! Y lo siento si es una masa muy rara aún.